martes, 7 de julio de 2009

Mac Namara mato cuatro millones de Vietnamitas y 58 mil norteamericanos, a los 93 años murió y sigue la locura sin control Honduras Irak Palestina

Vilma Espín y Truong My Hoa heroína vietnamita y Vicepresidenta de la Asamblea Nacional de ese país asiático que derrotó a Estados Unidos de Norteamérica



PL Agencia Informativa Latinoamericana S.A.
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McNamara: tragedia y lección

Por Roberto Gili Colom

La Habana, 7 jul (PL) El ex secretario de Defensa de Estados Unidos Robert
McNamara, quien fallecido hoy a los 93 años de edad, se lleva a la tumba
un instante tan vital como aleccionador en su prolongada existencia, por
considerársele promotor de la guerra contra Vietnam.

Ocurrió el 9 de noviembre de 1995, durante su primera visita a esa nación
del sudeste asiático, donde la contienda bélica dejaría el pavoroso saldo
de casi cuatro millones de vietnamitas muertos o desaparecidos, y 58 mil
norteamericanos, a muchos de los cuales todavía se busca.

Se cumplían 30 años del final de la invasión y de las estampas imborrables
de la fuga de las tropas estadounidenses colgando de helicópteros como
racimos de bananas.
En tono cordial, un militar con grados de coronel dijo a los reporteros y
corresponsales extranjeros que podrían permanecer solo durante cinco
minutos.

Los testigos, que no sobrepasaron la veintena, fueron agrupados en un
pequeño salón con paredes de color arena y alfombrado escarlata.

En el otro extremo, cortinas rojas, un busto del héroe nacional, Ho Chi
Minh, un ramo de flores y dos butacones de madera, uno de estos ocupado de
antemano por el legendario General Vo Nguyen Giap, artífice de la derrota
del ejército francés en Dien Bien Phu (1954), y ex ministro de Defensa de
la entonces llamada República Popular Democrática de Vietnam a lo largo de
la agresión.

El silencio era casi metálico, plagado de expectativa.
McNamara entró con paso largo y avanzó directo hacia el antiguo enemigo,
quien dirigió desde Hanoi el avance de las legiones vietnamitas hacia el
sur, contra las huestes del Pentágono (más de medio millón de hombres en
etapas pico de la guerra).

- ¿Me parece que yo lo conozco? â?"inquirió McNamara, con indisimulada
ironía, al tiempo que extendía su brazo derecho.

- ¿Qué casualidad? â?"replicó Giap con idéntica sorna, y agregó: -Yo
también tengo la misma impresión.

Fue el primer intercambio de palabras, mientras, en acción simultánea,
cinematográfica, se estrechaban las manos por primera vez y sin aparentes
rencores.

Justo al ocupar ambos sus respectivos asientos (Giap a la izquierda), y
sin más preámbulos, el ex secretario de Defensa pidió al reconocido
militar que le aclarara una duda. Las luces de las cámaras fotográficas se
sucedían en ráfaga.

- ¿Qué ocurrió en realidad el 4 de agosto de 1964 en el Golfo de Tonkín?
â?"preguntó el hombre de confianza del presidente Lyndon B. Johnson
(1963-1969).

- Absolutamente nada â?"respondió el General de Cuatro Estrellas, quien
acudió a la cita ataviado con su tradicional uniforme verde oliva y
charreteras áureas fileteadas en grana. McNamara vestía traje azul prusia.
La afirmación completó la más acertada versión histórica sobre el inicio
de la costosa aventura militar de Estados Unidos en el sudeste asiático
(350 mil millones de dólares).

McNamara y los halcones del complejo militar se esmeraron en fabricar y
difundir la leyenda de que en la madrugada de ese día una lancha
patrullera vietnamita había abierto fuego contra los destructores
estadounidenses Turner Joy y Maddox, anclados en el Golfo de Tonkín. Otros
afirmaron que los disparos se hicieron desde tierra firme.

El supuesto incidente, considerado por historiadores serios "un verdadero
disparate", sirvió de pretexto para la concesión de poderes plenos al
presidente Johnson, prescindir de limitaciones legales a la hora de
implicar más al país en la guerra y conseguir del Congreso la aprobación
de presupuestos ilimitados para iniciar las acciones y destruir la
"peligrosa presencia" de un estado de orientación comunista en un enclave
tan estratégico como la península Indochina.

McNamara pidió a continuación a Giap su opinión sobre las causas de la
victoria de Vietnam, y su anfitrión, con voz pausada y baja dijo:

- Ustedes perdieron la guerra porque los americanos no conocen ni
entienden la historia de Vietnam. Hace 700 años, los vietnamitas
derrotaron al invasor mongol por la excelencia de su arte para hacer la
guerra. Y a lo largo de centurias de historia, el pueblo vietnamita ha
luchado continuamente y ha persuadido a todos sus enemigos, incluidos los
más fuertes.

Ningún conquistador salió alguna vez de Vietnam sin la correspondiente lección militar, y Estados Unidos no era la excepción.

Habían transcurrido los cinco minutos que nos fueron concedidos.

En 1967, el llamado "cerebro de la guerra de Vietnam", cambió de posición
y ordenó el cese de los bombardeos a "tierra arrasada" contra el pequeño
estado asiático. Johnson rechazó el cambio de estrategia y lo separó del
cargo.

En 1995, McNamara publicó el libro "En retrospectiva: La tragedia y
lección de Vietnam", en el que describió el clima político anticomunista
de la época, las falsas creencias generalizadas en política exterior
existentes en su país y los erróneos cálculos militares que llevaron a
Estados Unidos a la catástrofe de Vietnam, tras cometer lo que él mismo
calificó como "una terrible equivocación".

cumplirá 98 años de edad el próximo 25 de agosto.