La norma, aprobada en segunda lectura durante la sesión ordinaria del parlamento, fue avalada por historiadores, vecinos de Flores y familiares de las víctimas de los fusilamientos de 1956, entre ellos Soledad Valle, la nieta del general Juan José Valle. La plaza en cuestión está ubicada entre Donato Alvarez, Avellaneda, Bogotá y Cálcena, donde los vecinos se opusieron durante años al nombre al punto de quitar,reiteradamente, los carteles con la denominación "Pedro Eugenio Aramburu" que colocaban desde el Gobierno porteño. La férrea oposición de los vecinos responde a la figura de general considerado el responsable por los asesinatos ocurridos hace 53 años, cuando fueron fusilados militares y civiles que encabezaron un levantamiento contra el gobierno de facto de Aramburu, hechos que dieron origen al libro de Rodolfo Walsh "Operación Masacre". "Aramburu no merecía tener una plaza en su nombre", aseguró a Télam el historiador Mario "Pacho" O`Donnell, quien agregó que "existen nombres de calles o espacios verdes de la Ciudad que requieren una depuración porque algunos están de más, así como otros están de menos". Asimismo, expresó su agrado por la iniciativa de denominar a la plaza "Del Angel Gris" ya que, dijo, "me gusta muchísimo que se bautice este espacio con el nombre que remite a un texto de un gran amigo como es Dolina". Los vecinos remarcaron que "el cambio es una pequeña victoria para todos los que venimos luchando por las reivindicaciones sociales y populares". Emilio Ribera, historiador y promotor de la ley, calificó, durante la audiencia pública que respaldó la norma, al lugar como "la plaza del innombrable ya que recuerda a un hombre insensible capaz de asesinar a sus compañeros". "Esta plaza es un lugar de esparcimiento y ahora los niños que allí vayan van a saber que no se llama más como un general asesino que cometió las mayores atrocidades", indicó, en tanto, Jorge Costales, hijo del capitán que llevó su mismo nombre y que fue muerto en 1956. La diputada del Frente para la Victoria Alicia Bello, autora de la norma, aseguró que "esta ley hay que enmarcarla en un homenaje a libertad y la democracia, especialmente hoy que está latente la crisis en Honduras", y "porque los porteños no merecemos tener espacios públicos con nombres de artífices de golpes de Estado", explicó la diputada Alicia Bello. En tanto, remarcó que la flamante denominación responde a "iniciativa de varias asociaciones barriales, teniendo en cuenta que el libro de Alejandro Dolina desarrolla su relato en el barrio de Flores y refleja la idiosincrasia del lugar y su gente". A cinco cuadras de allí en Nicasio Oroño 458 y Avellaneda funcionó durante seis años (1996-2002) el primer Museo Ernesto Che Guevara de Sudamérica. Si no lo conociste no fué casualidad. Es que no te informaron los informadores los multimedios, los difunden lo que no es nuestro, lo que no nos pertenece ni sentimos como propio. Lo hacen para confundirnos y mantenernos sin raíz propia, sin espíritu. Nuestro Museo fue donado hace meses a Madres de la Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini en el ECUNHI (Encuentro Nuestros Hijos) en el predio de la ex-ESMA en el barrio de Nuñez lo reabrirá este año. Eladio González toto director |