sábado, 27 de febrero de 2010

médicos cubanos en Haití milagro amoroso

Pudiéramos para la próxima entre todos los vecinos votar porque el dinero invertido en fuegos artificiales que literalmente "se quema" pudiera ser utilizado para comprar un panel solar generador para donar a alguna escuelita o salita de primeros auxilios de nuestras empobrecidas provincias.  Eladio González  toto

PRENSA LATINA

PL     Agencia Informativa Latinoamericana S.A.

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 Misión médica cubana revive esperanzas en comuna haitiana

 Por Enrique Torres, enviado especial

 Puerto Príncipe, 27 feb (PL) Ronald Pierre y Solange Facilé nunca

 imaginaron llegar al centro de salud de Corail y recibir la atención

 necesaria, sin embargo, esta vez los esperaban especialistas cubanos,

 llegados minutos antes en helicóptero, como caídos del cielo.

 Cientos de pobladores, incluido un mar de niños, habían recibido a los

 galenos al descender de la nave, y en caravana de júbilo los escoltaron

 rumbo al centro de salud de la comuna.

 Hasta ayer, hubiese sido una utopía pensar que en Corail un niño pudiese

 ir directo al quirófano o una embarazada conociese el sexo de la criatura

 que trae y su estado de desarrollo.

 En materia de salud, en ese paraje del suroeste haitiano solo había una

 edificación con el rótulo de Hospital St Pierre, pero mucho distaba de

 prestar realmente servicios hospitalarios, reconoció su director Francois

 Thierry, quien aún lamenta que muchas personas murieran por carecer de los

 medios para atenderlas.

 "Nuestra gente estaba esperando una atención como ésta hace mucho tiempo,

 para nosotros era muy difícil, hubo muchos pacientes que murieron en el

 mar intentando llegar a otros puntos para ser atendidos", narró el doctor

 a los médicos, quienes desembarcaron la víspera en un descampado, a poco

 más de un kilómetro del hospital.

 El nuevo equipamiento del centro fue colocado por el personal de

 electromedicina desde el día antes en los locales correspondientes, de

 manera que el grupo de galenos llegó, ocupó sus puestos, y de inmediato

 dio respuesta a algunas urgencias.

 En las inmediaciones del centro de salud deambulaba el pequeño Ronald

 Pierre, con sus antebrazos en carne viva a causa de severas quemaduras.

 Evidentemente, hacía varios días que la piel en esa zona de su cuerpo

 había dejado de existir, mientras en su lugar lo que abundaba era tejido

 calcinado e infectado.

 Los médicos rápidamente localizaron a la madre de Ronald, la persuadieron

 sobre la necesidad de actuar con urgencia para evitar males mayores y en

 unos minutos el niño se convirtió en el primer paciente en ser recibido en

 el quirófano de Corail, ciudad ubicada a unos 200 kilómetros de Puerto

 Principe, pero llegar a ella por carretera toma unas 12 horas.

 El pequeño fue atendido por el cirujano y el pediatra del equipo, entre

 otros profesionales, quienes vistieron la bata verde del salón, sin haber

 ubicado aún su equipaje en la casa donde residirían.

 Los antebrazos de Ronald ya no parecen salidos de un incendio, les fueron

 retirados los tejidos afectados, están desinfectados, revestidos con gasa

 y sometidos a un tratamiento en los próximos días.

 Solange Facilé también se llevó sorpresas en el centro asistencial. Tiene

 seis meses de embarazo, y esta vez la visita al hospitalito se extendió

 más allá de la tradicional consulta.

 En instantes se vio acostada en una camilla, y frente a un equipo en cuya

 pantalla ella podía ver los movimientos del feto. Mientras el especialista

 recorría su abdomen con el receptor portátil y le explicaba el significado

 de las imágenes, sus ojos se humedecían, pero de felicidad.

 "Es hembra", exclamó con seguridad el experto, y una sonrisa brotó de los

 labios de Solange.

 La joven, quizás sabía que en el mundo existían aparatos capaces de

 husmear en el interior del cuerpo humano, pero jamás había visto una

 ecografía, procedimiento que utiliza las ondas ultrasónicas para producir

 imágenes de estructuras internas del cuerpo humano o del producto en

 desarrollo dentro de la madre.

 Suponer que Corail dispondría de un equipo de ultrasonido, era hasta ahora

 un sueño, comentó a Prensa Latina el alcalde de la comuna, Robert

 Francois, quien aseguró que luego del terremoto la paupérrima situación de

 la localidad se agravó, con la llegada de mucha gente que perdió sus

 viviendas en Puerto Príncipe.

 La población subsiste en una economía rudimentaria, que tiene como base la

 pesca, la agricultura familiar y la venta de carbón. Al muelle de este

 paraje, en burro, o sobre la cabeza, como es tradicional aquí, los

 ciudadanos cargan el saco de carbón que lograron producir para que sea

 embarcado rumbo a la capital.

 Cada saco se vende a unos 100 "gourdes", equivalente a menos de tres

 dólares.

 "En Corail no hubo grandes derrumbes por el terremoto, pero sí tenemos

 otro derrumbe, la pobreza", expresó el alcalde, quien manifestó que la

 impotencia que ha sentido al no poder dar respuesta a las necesidades de

 su pueblo se ve ahora atenuada por el arribo de los médicos cubanos.

 El hospital comunitario de referencia de Corail es parte de la estrategia

 que desarrolla en Haití la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra

 América (ALBA), dirigida a rehacer el sistema de salud pública en la

 empobrecida nación.

 En casos como éste, el ALBA aprovecha centros de salud que están en poder

 de las autoridades locales, pero que carecen de equipamiento y personal

 para prestar la atención que necesitan los pobladores.

 Antes del hospital de Corail, bajo este prisma, se echó a andar una

 institución similar en Port Salut, en un sector mucho más al sur de Haití,

 nos explicó el doctor Carlos Alberto García, coordinador de la Brigada

 Médica Cubana, quien precisó que el plan inicial es llegar a dotar al país

 de 30 hospitales.

 "Aquí se va a atender básicamente la población de Corail, pero también se

 va a atender la población de Pestel, que está a unos 12 kilómetros, y toda

 la población de la isla de Cayemite, donde sólo tenemos una doctora y un

 enfermero, de manera que unas 100 mil personas se podrían beneficiar de

 este centro", comentó.

 La estrategia incluye que en cada uno de los 10 departamentos del país

 funcione un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), instalaciones dotadas

 con equipos de alta tecnología, capaces de brindar una variada gama de

 servicios de salud, incluida la hospitalización. Ya están en

 funcionamiento siete.

 Para dar respuesta a la emergencia desatada tras el terremoto, la misión

 de salud cubana activó también cinco hospitales de campaña en varios

 puntos de la nación.

 Estadísticas de la brigada médica indican que en Haití laboran unos mil

 500 cooperantes enviados por la isla, de ellos más de 600 galenos de

 varias naciones egresados en Cuba de la Escuela Latioamericana de Medicina

 (ELAM), incluidos hatianos.

 lma/et

 PL-54

 2010-02-27