CONCURSO HISTORIA DE MUJERES.
TESTIMONIO.
HISTORIA DE
Hoy la autora tiene 93 años
Autora: Paula Cupull
Federada y combatiente.
Edad: 88 años
Grado de Escolaridad: 4to
Direcciòn Guardado No 60 e/ Alba y L. del Cueto.
San Pedrito.tlf. 655855
INMENSA ALEGRIA.
El dìa 13 de enero de 1961 fue fundada
Aquel dìa de la fundaciòn de
Recuerdo que presidieron la reuniòn las compañeras Dora Acosta, Carmelina Lupiañe y Mèrida Garcìa. El ejecutivo quedò formado por las compañeras Esperanza Griñàn, que era maestra, maestra normalista, y era una joven muy inteligente; Rosa Delestre que era una compañera casada y en aquellos momentos se habìa incorporado a
UN TE DE CAÑA SANTA
Todas estàbamos como si hubiera sido una fiesta muy grande, fue asì como alcanzar una conquista, un deseo, nos sentìamos reconocidas, agrupadas, nos dieron carnets, unos carnets muy bonitos que nos hacìan sentir importantes, útiles. Ese dìa repartimos un tè muy sabroso no recuerdo si era de caña santa, se levantò acta. Y a pesar de la alegrìa, hubo un momento de solemnidad.
A partir de ese instante comenzamos a funcionar con mayor organizaciòn, programamos actividades, trabajo voluntario, hacer censos para incorporar a la mujer al trabajo, al estudio, para alfabetizar las que sabìan o tenìan un nivel mayor. Las que no, tenìan entonces, la posibilidad de superarse. Las mujeres del barrio San Pedrito constituyeron un fuerte y organizado bastión de defensa de
EL EJEMPLO EN AQUELLOS DIAS DE
Un ejemplo de ese bastión de defensa que desde entonces acà, no ha disminuido en su fuerza, aunque sì hay nuevas formas, nuevos mètodos de acuerdo a los tiempos y a las conquistas alcanzadas, pues ya no es lo mismo una mujer en el 60, que debìa aprender a leer, a hoy, en que ya todas, todas saben leer y escribir y tienen un doce o noveno grado mìnimo, o una profesiòn, un trabajo, y saben encaminarse.
Recuerdo que en abril de 1961, cuando las fuerzas aèreas mercenarias atacaron el aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba era muy temprano, yo me levantè ese dìa muy temprano, como casi siempre, pero ese dìa màs temprano porque mi esposo Abelardo Garcìa iba para el Trabajo Voluntario, para la caña.
Sentì unos estruendos fuertes, y me puse en estado de alerta; pero no esperè màs y me fui a la casa de Mèrida Garcìa, que estaba durmiendo, porque era muy temprano; cuando toco y ella sale le digo. Y ràpidamente terminò de ponerse el uniforme y me dice: Vete para
Lleguè a
Cuando lleguè a mi casa, casi corriendo, ya estaban las compañeras en pie, en la entrada de la casa, esperando que yo llegara. Trasmitì el mensaje, les expliquè la necesidad del botiquín. Fue muy impresionante porque aquellas mujeres se volvieron como unas hormiguitas, salieron, iban y venìan con màs mujeres cargando toda clase de medicamentos, vendas, esparadrapos, calmantes, inyecciones, en fin todo lo que podìa servir para el botiquín de Primeros Auxilios.
Cuando nos dimos cuenta que eran materiales suficientes para hacer màs de un botiquín, distribuimos estos en cinco botiquines y los ubicamos en cinco lugares màs retirados, por si se necesitaban para algún herido que no pudiera llegar hasta donde estaba el botiquín principal.
Un botiquín fue para la casa de Silvina Sánchez, en Guarina,
Otro en la casa de Celeste Escobar, en Calle Frìas.
Otro en la casa de Berta Alfaro en la calle Pedrera.
Otro en la casa de Marìa Llamo en la calle Antùnez
Y el Principal quedaba en Guardado nùmero 60, que era mi casa..
Inmediatamente se pensò en las casas que podìan servir de refugio, se hablò con aquellos que tenìan disposición o posibilidad familiar para refugiar a otros, porque hay veces que la casa puede ser buena, pero tienen dificultades para refugiar. Aquel dìa no fue asì, todos se brindaban y las casas disponibles aumentaron hasta llegar a noventa y seis.
Fue tan organizado todo que hicimos una preparaciòn emergente, de Primeros Auxilios, ese mismo dìa, para muchas compañeras y tambièn habìa algunos compañeros ayudàndonos. El curso fue impartido en un tiempo breve por compañeras que habìan pasado con anterioridad, un Curso Especial de Primeros Auxilios, organizado por
Se formò un puente de comunicación desde
En ningún momento tuvimos miedo, ni nos pusimos nerviosas, actuàbamos con tal serenidad, con tal aplomo, aunque sì estàbamos preocupadas por la magnitud del terrorismo que venìa desde los Estados Unidos.
LAS GUARDIAS.
Ese mismo dìa orientaron llevar a cabo las guardias en los diferentes centros, instituciones, centros de producción, escuelas.
Y en esas guardias participaron casi todas las compañeras, principalmente las que eran màs jóvenes; eran guardias de recorrido, no tenìamos uniformes, ni armas para hacerlas; pero fueron muchas las iniciativas, algunas salìan con buenos palos para su defensa, y otras llevaban lo que podìan y tenìan a su alcance. Y eso que tenìamos unas cuàntas mujeres jóvenes alfabetizando, pero los que estàbamos en el barrio cubrimos su lugar.
De estas jóvenes que alfabetizaban y hombres jóvenes tambièn, todos cumplieron, ninguno dio la vuelta para su casa. Cuando mi esposo llegò de la caña, ese mismo dìa, porque no se paralizò nada, el que estaba en la caña, que era otra tarea importante, fue a cumplir con su deber en la producciòn; y cuando èl llegò del trabajo voluntario encontrò la casa llena de mujeres, recuerdo que se cambiò de ropa y se vistiò de miliciano, se fue para su centro de trabajo y luego regresò hasta nueva orden.
UN ROSAL EN EL PATIO GRANDE
Esta Casa de Guardado nùmero 60, en San Pedrito, donde vivo, guarda los secretos màs hermosos de aquellos años. Desde que Fidel subiò a
A la entrada, una placa señala que aquì se constituyò
…Y POR NOMBRE: MARIANA
( En el 189 aniversario de su nacimiento)
Adys M. Cupull