lunes, 15 de marzo de 2010

identidad real o sustracción de bebés argentinos

Ocurrió hace tres años.

 

El sistema perverso que utilizó a las fuerzas armadas argentinas para eliminar a treinta mil videntes, hoy nos quiere abrir los ojos con EL GRAN HERMANO.   La realidad es que nos nació EL GRAN NIETO.   Argentina tiene una deuda que no es interna ni externa sino que es de conciencia.  ¿Cuándo la saldaremos?  Cuándo hijos, nietos, bisnietos ó tataranietos podrán amortizarla.   Mucha muerte requerirá mucha dedicación, mucho amor, mucha memoria y muchísima justicia.   Tal vez en el programa El Gran Hermano hablen de este fundamental hallazgo.     Eladio González   Toto.

 

Recupera su identidad otro nieto apropiado


Es una larguisima e intrincada historia la del nieto recuperado número 86.   (jugale que es posta)


Todo comienza cuando Abuelas de Plaza de Mayo recibe una denuncia en septiembre de 1984 firmada por Carolina Giménez, tía abuela de la víctima. En el relato cuenta que su sobrina, Norma Tato fue secuestrada el día 13 de abril de 1977 a la 1:30 horas de la madrugada, por fuerzas de seguridad, en su domicilio frente al Jardín Botánico en la ciudad de Buenos Aires. 

 

Allí vivía junto a sus dos pequeños hijos, Sebastián y Matías, los que quedaron a cargo de su padre, su primer esposo.  Norma había formado pareja con Jorge Casariego y esperaban un hijo para agosto de ese año.  La investigación realizada para dar con el paradero de la pareja y su bebé nacido en cautiverio nos permitió obtener testimonios de personas liberadas de un campo de concentración habilitado en la guarnición militar de Campo de Mayo, llamado “El Campito”, donde la pareja fue vista y nació su hijito. 

 

Relatan que Norma dio a luz en condiciones precarias, sin asistencia médica, en una piecita que existía junto al pabellón Nº 1.  Sólo permaneció con su bebé unas horas, siendo separada y trasladada.  Hasta hoy se encuentra desaparecida, al igual que su compañero Jorge.

 

Subsidiariamente en Abuelas de Plaza de Mayo se recibieron desde 1984 innumerables informaciones anónimas sobre dos niños presuntamente hijos de personas desaparecidas que estaban anotados como hijos propios por el matrimonio compuesto por el Mayor Médico del Ejército Norberto Atilio Bianco y su mujer Nilda Susana Wehrli.

 

Hay constancias que la pareja no podía tener hijos. Bianco revestía como médico del Hospital militar de Campo de Mayo, formó parte de los grupos de tareas de Campo de Mayo y estuvo a cargo de la maternidad clandestina que funcionó en esa guarnición militar.  Se ocupaba de “repartir” los bebés.  Norberto Bianco era una de las pocas personas que tenía acceso a donde estaban las detenidas, así como él y Julio César Caserotto (ya fallecido) eran quienes emitían las órdenes para la atención de las embarazadas detenidas-desaparecidas y sobre los modos de realizar los partos. 

 

Pero fundamentalmente, numerosos testimonios señalan que Bianco era quien llevaba a algunas embarazadas a parir a Campo de Mayo y retiraba a los niños recién nacidos.  Después de dar a luz, a estas jóvenes les daban una inyección para que no tuvieran leche; ya que nunca amamantarían a sus hijos.  En 1985 iniciamos una causa en el Juzgado Federal Nº 1 de San Isidro.  

 

En 1986 ante el requerimiento judicial se fugó al Paraguay junto a su mujer y los dos niños adquiriendo una identidad falsa.   El accionar de la justicia:  En 1987 fueron localizados en la ciudad de Asunción del Paraguay.  Los niños concurrían a la escuela con el apellido Polimeni por lo que el exhorto de la justicia argentina pide a sus pares paraguayos la extradición de los Bianco con otros posibles alias Blanco o Polimeni o Beandri.  

 

Al año siguiente, la justicia argentina dispuso como medida cautelar la prisión de los dos imputados al considerar que existían pruebas lo suficientemente firmes de que serían responsables de conductas que están tipificadas en la legislación penal argentina como los delitos de retención y ocultamiento de menores de 10 años, supresión del estado civil de menores y falsificación de documentos públicos. 

 

En ese momento del proceso penal, el 23 de abril de 1987, se solicitó vía exhorto al Paraguay la extradición de los dos imputados y la restitución de los dos niños bajo la tutela del juez con el objetivo de poder comprobar su verdadera identidad biológica y hacer cesar el delito de lesa humanidad.  El 30 de abril de 1989 la Suprema Corte del Paraguay confirmó la extradición de los imputados.  La decisión fue recurrida, y el máximo tribunal del Paraguay se expidió finalmente por la extradición el 16 de abril de 1990. 

 

Luego de un largo trámite del poder administrador de la República del Paraguay y con la intervención de la Excelentísima Comisión Interamericana, el 7 de marzo de 1997, 10 años después del pedido de extradición, Bianco y Wehrli fueron puestos a disposición de la justicia argentina.  Sin embargo, y a pesar de un acuerdo de partes realizado con la República del Paraguay a instancias de la Comisión en la etapa conciliatoria, la justicia paraguaya no cumplió con los reiterados pedidos vía exhorto de su par argentina de realizar exámenes genéticos a quienes habían sido inscriptos como Pablo Hernán y Carolina Bianco Wehrli, para hacer cesar los delitos y que sus familias biológicas conocieran la verdad. 


Ya bajo la órbita de la justicia argentina, Norberto Atilio Bianco y Nilda Susana Wehrli fueron condenados por los delitos que les había sido imputados, aunque las penas fueron reducidas por la Cámara de Apelaciones y fueron liberados al computarse como pena el tiempo que permanecieron en Paraguay resistiendo la extradición con un supuesto arresto domiciliario. Un recurso extraordinario interpuesto ante la Corte Suprema Argentina contra esa sentencia fue rechazado, con lo que la decisión respecto de las condenas se encuentra firme. 

 

Sin embargo, el juez que investigó los hechos y condenó en primera instancia a Bianco y a Wehrli anuló en ese momento las inscripciones y los documentos a nombre de Carolina Susana y Pablo Hernán Bianco Wehrli, y volvió a ordenar los análisis que permitirían conocer su verdadera identidad a los jóvenes y hacer cesar los delitos. 

 

 Denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  En la CIDH se abrió el caso 11.561 Referencia Susana Carolina y Pablo Hernán Bianco denunciando las delaciones que el estado paraguayo admitía en la resolución de este caso. A pesar de un acuerdo de partes realizado entre ambos países en la etapa conciliadora la justicia paraguaya no cumplió con los reiterados pedidos vía exhorto para realizar los exámenes genéticos a los niños. 

 

Las investigaciones de Abuelas de Plaza de Mayo - Durante muchos años innumerables gestiones ante las autoridades de la Argentina y el Paraguay fueron realizadas por miembros de Abuelas de Plaza de Mayo para acelerar los trámites judiciales en el vecino país a fin de obtener muestras de sangre de los menores y compararla con las posibles familias.  Asimismo apoyar el pedido de extradicción de los delincuentes y el regreso de los chicos al país de origen.  Se logró el acercamiento al joven a través de una nieta lográndose que Pablo Hernán se sometiera a los estudios hematológicos al margen de toda intervención judicial en un laboratorio particular el que arrojó como conclusión que dichos antecedentes se correspondieran con el grupo familiar Casariego-Tato.  

 

Año 2006 - Etapa final de la Justicia   El 30 de noviembre de 2006 el Juzgado Federal de San Isidro comunica a Abuelas de Plaza de Mayo la resolución tomada en relación a la causa Nro 6873/98: “Bianco Norberto Atilio; Wehrli Nilda Susana s/infracción Arts. 139, 146 y 293 de CP”.


En dicha causa el 30 de noviembre de 2006 Abuelas de Plaza de Mayo informa que quien fuera inscripto como Pablo Hernán Bianco guardaría vínculo biológico con el grupo familiar Casariego- Tato. Por lo que dio intervención al Equipo Interdisciplinario Auxiliar dependiente de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para posibilitar el acercamiento del joven con su familia biológica.

 

Con claros fundamentos la jueza federal expone la necesidad de integración familiar.  El día 3 de enero de 2007, por la misma vía, se nos informa que se dispuso la inmediata intervención del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand a fin de determinar el nexo biológico de Pablo Hernán Bianco Werhly con el grupo familiar Casariego-Tato. 

 

El entrecruzamiento confirmo en un 99,99% que Pablo Hernán es hijo biológico de Norma Tato y Jorge Casariego.   Después de más de 20 años de inclaudicable y tenaz lucha para restituir sus derechos a un bebé entonces, hoy un joven apropiado, pudimos revertir el macabro plan de los genocidas.  

 

Pablo Hernán Casariego Tato es libre.  Abuelas de Plaza de Mayo   Buenos Aires 20 de febrero de 2007 

 

difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
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