viernes, 19 de marzo de 2010

MUERTO ENVENEDADO EN MADRID.


 


 
El 15 de febrero de 1898, el gobierno norteamericano fue el responsable de la voladura del acorazado el Maine en el puerto de La Habana. La prensa y todos los periódicos de ese país acusaron a los  salvajes e incivilizados españoles del atentado,  de la explosión y  los muertos, casi todos negros,  que el potente artefacto  provocó.
Ese fue el pretexto para que el  22 de abril comenzara  el bloqueo a Cuba y posteriormente el bombardeo a los principales puertos cubanos y la intervención en la Guerra.
 
Estados Unidos despojó a España de su otrora fiel Isla de Cuba, de Puerto Rico, Guam y sus posesiones en Filipinas.
El 28 de noviembre de ese año la comisión española de paz se doblegó ante el ultimátum norteamericano donde le exigían aceptar, sin más dilaciones, las condiciones impuestas por Estados Unidos y abandonar difinitivamante la Isla.
El 10 de diciembre los españoles fueron obligados a firman esos acuerdos y la historia continuó dominada por ellos o sus sirvientes hasta el 1 de enero de 1959. Aún queda la Base Naval de Guantánamo en manos de esa potencia.
Para sacar a  España de Cuba y Puerto Rico y poner fin al dominio colonial  en América Latina  explotaron al Acorazado el Maine, ahora con iguales propósitos le envíaron un cadáver envenenado, que ha provocado  un efecto de terremoto en ese país.
 
Seguramente le hará mala digestión a los políticos y los puede intoxicar de mala manera. Esa actitud grosera, injerencista y vulgar significará una disminución significativa en la  influencia de España en Cuba y otros países de América Latina.
Los norteamericanos siempre afirmaron que el idioma español era bastardo y no podría resistir el poder competitivo del robusto y vigoroso inglés.
 
Ellos consideraban a  muchos españoles como granujas,  canallas y degenerados. Tal vez en aquella época existía un periódico tipo El País, diputados a las Cortes, como los del Partido Popular y periodistas e intelectuales como aquellos.
Para los cubanos acostumbrados a todo tipo de agresiones y campañas mediáticas, está será una de tantas en 50 años de plena Independencia, Soberanía y Libertad.
 
El pueblo cubano  junto a los verdaderos españoles e italianos seguirán juntos, aunque les duela al Imperialismo Norteamericano, a la mafia terrorista, a los parlamentarios europeos, a  José María Aznar, Esperanza Aguirre, Pedro Almodóvar, Ana Belén y todos los que quieran sumarse a la Indignidad.
Los  mercenarios,  opositores, disidentes, como quieran llamarlos, son anexionistas al servicio de Estados Unidos, no de España. 
 
Ellos responden a Estados Unidos, que les paga. No a España, incluso ni a Brasil, pues ahora  acusan a Lula  de querer apoderarse de Cuba, por jugosos intereses económicos. Dicen que controla una parte del mercado del tabaco, aspira a las reservas de petróleo y de gas y tiene en marcha millonarias inversiones en el puerto del Mariel, en cadena de hoteles y promete desplazar a España e Italia en el turismo.






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