Crudo relato en el juicio a Videla del asesinato de los Vaca Narvaja El hermano de la embajadora en México fue fusilado y su padre, decapitado. Por Marta Platía. (*) Córdoba. Alfredo de Breuil tiene ahora 60 años. Ayer, ante la mirada de reojo del represor Jorge Rafael Videla contó los últimos momentos de la vida de Gustavo de Breuil, su hermano menor; de Higinio Toranzo, un militante del PJ, y de Miguel Hugo Vaca Narvaja: hermano de la ex diputada y designada embajador en México Patricia Vaca Narvaja, y de Fernando, uno de los líderes de Montoneros. Alfredo le debe su vida a un juego perverso: los fusiladores arrojaron una moneda al aire para ver a cuál de los hermanos dejaban vivo. ¿La idea? Que volviera a la cárcel y les contara a los presos políticos lo que les sucedería. Ocurrió el 12 de agosto de 1976: "Nos sacaron de la penitenciaría (la UP1) en dos autos, esposados, amordazados y atados los pies (…). Cuando llegamos al lugar –estima que es un sitio cercano al actual estadio del Chateau Carreras— a mí no me bajan. Sí a los otros ... Se sienten infinidad de disparos ... El "Capitán" (según la acusación sería el entonces teniente primero Osvaldo Quiroga) dice que los desaten, y recojan las vainas. Alguien me desata los pies, me bajan. Uno que parecía estar muy nervioso, me toma del brazo y me dice que me va a sacar la venda y la mordaza. Que no diga nada. Que siempre mirara hacia abajo. Lo primero que veo es el cuerpo de Vaca Narvaja. Después el de Toranzo, y por último el de mi hermano Gustavo … Todos estaban boca arriba". De la escena y el momento del crimen puede dar fe del nombre de otro de los imputados: Francisco Pablo D´Aloia, a quien uno de sus subordinados nombró preguntándole si jugaría al fútbol ese fin de semana. "Imbécil ¿no ves que acá tenemos terroristas subversivos?", reprendió, el hoy imputado, furioso de que lo hayan identificado. De Breuil recordó que "antes de que nos trasladaran, el que llamaban Capitán habló mucho. Nos dijo que era "un mal día" para nosotros y dijo cosas muy feas del padre de Vaca Narvaja . Recuerdo que él lo defendió con una enorme dignidad". Miguel Hugo Vaca Narvaja tenía sólo 35 años cuando lo detuvieron en la escalinata de los tribunales de Córdoba cuando había concurrido a defender a un preso político. Había ocupado un cargo en el gobierno de Ricardo Obregón Cano y era papá de tres hijos: Miguel Hugo, que hoy es uno de los abogados querellantes; Hernán, director de una revista de Río Cuarto, y Carolina. A su vez, el padre del fusilado, Hugo Vaca Narvaja, ex ministro del Interior de Frondizi, había sido secuestrado un par de semanas antes de la detención del hijo. Lo decapitaron y su cabeza apareció tirada en una bolsa de nailon . Luego de todo esto, la familia debió exiliarse en México. Los fusiladores devolvieron a De Breuil a la UP1, donde contó lo sucedido. Entre los presos estaba Jorge, otro de sus hermanos. "De la violenta redada que hicieron en mi casa; mi hermana se salvó de que se la llevaran gracias a mi madre: es que ella tiraba de un brazo y uno de los militares del otro hasta que otro le dijo: "Má sí, dejále la chinita". (PE/Clarín) (*) Publicado en el matutino Clarín, Buenos Aires, el 21 de julio de 2010. Marta Platía es corresponsal de ese medio en Córdoba. PreNot 8985 100721 Agencia de Noticias Prensa Ecuménica 54 291 4526309. Belgrano 367. Cel. 2914191623 Bahía Blanca. Argentina. www.ecupres.com.ar asicardi@ecupres.com.ar |