Sábado, 21 de Agosto de 2010 04:23 administrador
Según documentos judiciales hechos públicos esta semana el británico Barclays Bank ha aceptado pagar 298 millones de dólares, lo que serían unos 232 millones de euros, de los cuales 149 millones de dólares al Gobierno estadounidense y otros 149 al distrito de Nueva York, para poner fin a varias demandas por haber violado el bloqueo contra Cuba y otros países.
La Administración de Obama acusaba al grupo bancario de incumplir la ley sobre negocios con países enemigos, al haber realizado desde marzo de 1995 a septiembre del 2006, transacciones por valor de 500 millones de dólares.
Ante esta situación de presión por parte de Estados Unidos, hace ya dos años el banco prefirió llegar a un acuerdo con los fiscales, entre ello facilitar más información sobre otras transacciones, que ahora tendrá que ser ratificado por un juez federal.
El caso de esta entidad financiera no es la primera impuesta por el Departamento de Justicia por violar el bloqueo, ya fue sancionados en diciembre de 2009, Credit Suisse por ocultar transacciones a cuentas de sus clientes en países como Irán o Sudán, por lo que tuvieron que pagar 538 millones de dólares de penalización.
El “bloqueo cubano” parece haberse convertido casi en anécdota para la media occidental. Pero qué es esta política sino un acto terrorista que se lleva ejerciendo sobre Cuba desde 1961.
Según las leyes internacionales el bloqueo económico sólo se puede ejercer entre aquellos países que se encuentran en guerra. En 1992, Bush junto a su oponente a la presidencia, William Clinton, refuerzan este bloqueo con la “Ley para la Democracia Cubana” o “Ley Torricelli”. Esta fórmula, tan usada por la mafia de los años 50, establece la prohibición de realizar negocios a todas las empresas subsidiarias de empresas norteamericanas y niega la entrada a puertos estadounidenses a todos los barcos que anclen en suelo cubano. Entre 1994 y 1995 el Congreso estadounidense, en el que se encuentran los cubano-americanos representantes de la extrema derecha más reaccionaria, blinda definitivamente el bloqueo con la “Ley Helms-Burton”. Se establece un “Bloqueo Internacional Obligatorio”, en nombre de Díos y de la Libertad, en el Consejo de Seguridad de la ONU. El bloqueo no sólo atenta ya contra Cuba de forma directa, sino contra la libertad y la soberanía del resto de los países. Sanciona a las terceras potencias que establezcan un vínculo comercial con la isla, violando su derecho internacional y extraterritorial. Todos se oponen, pero también todos lo consienten. El miedo de occidente al gran Imperio esta presente. Nadie quiere ver afectada su economía. La ley del más fuerte se impone, tristemente una vez más.