Más allá de lo estadístico, la argumentación tiene que ver con una cuestión práctica, existen en el país menores de 16 años detenidos con una medida de seguridad (igual que la que se le aplica a los insanos declarados tales en juicio), en donde quedan en calidad de detenidos, pero sin posibilidad alguna de ser juzgados y condenados eventualmente, respetando la proporcionalidad al hecho imputado, la resocialización, etc pues se mezcla la cuestión penal con la cuestión social ( abandono, etc).-
Si bien nunca es positivo para una sociedad hablar de la edad que serán encarceladas personas, tenemos como ciudadanos que solucionar los problemas causados por una realidad puntual: dejar a merced de la policía la detención sin control de un menor de 16 años es un gran error, pues en la mayoría de los casos y como la construcción mediática del enemigo apunta a los chicos menores de barrios pobres del conurbano, la policía, que tiene un índice alto de complicidad delictual, utiliza la edad de los pibes para entregarlos a la sociedad haciendo saber falazmente que son los responsables de los delitos más graves cometidos, total no hay posibilidad alguna que sea demostrado si efectivamente ellos han sido autores o no y por otro lado tampoco tienen la posibilidad de negociar la pena a cambio de identificar quien lo reclutó para trabajar y así poder descabezar y desmontar las asociaciones criminales que se sirven de pibes pobres para delinquir.
Es una postura de slogan suponer que estos argumentos son de derecha o izquierda, son de sentido común, de nada nos sirve por un lado pensar que la gente que pide endurecimiento de penas tiene razón, pues existe superpoblación carcelaria en los institutos de menores, incluyendo pibes menores de 16 (o sea la puerta no es giratoria, excepto que la haga giratoria la policía sin intervención judicial para fines personales: reclutamiento), y por otro lado existen chicos de 14 años detenidos imputados por delitos graves que no serán juzgados hasta que cumplan 18 años, por el delito cometido como menor y que nunca sabremos que responsabilidad le cupo en el hecho, si es que participó del hecho. Haciéndole engordar los bolsillos a la policía y fomentando el descontrol estadístico respecto al efectivo conflicto de los pibes con la ley penal.
Hay que obligar a los diputados que se estipule en la ley la forma de obtener el presupuesto necesario para la intervención de los resortes sociales previo a la intervención policial tal como lo establece la ley 26.061; también para la especialización del proceso penal juvenil (jueces y fiscales elegidos previa audiencia pública) , por lo tanto es menester contar con los recursos monetarios. Por otro lado, parte fundamental de este proyecto es garantizar en serio el efectivo acceso a la educación de los pibes detenidos, como herramiento indispensable para evitar las reincidencias. ( proyecto de doble escolaridad dentro de los institutos).-
Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras.-
Florencia Arietto.-Presidenta ONG Arde la Ciudad.-
Mariángeles Astiz- Secretaria.-