Todo vuelve, todo se paga a su tiempo.
RADIACION JAPONESA RIEGA EEUU
Tal pareciera que Japón le está pagando, aunque en cantidades casi infinitamente menores, las dos bombas atómicas que EEUU dejo caer en esa nación asiática hace casi 66 años.
Bombas lanzadas por orden del presidente Harry Truman (apellido típico judío) sobre las indefensas ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Fueron ‘el acto de terrorismo más grande que se haya cometido jamás’. Y lo más cruel, no era necesario usar esas bombas pues el grueso de las fuerzas imperiales de Japón, concentradas en Manchuria, estaban totalmente derrotadas. El gobierno militarista japonés no podía ya sostenerse y el final de la guerra era sólo cuestión de días. Para alcanzar la victoria final no había que lanzar las atómicas y lo peor es que no se puede alegar que se trataba de ahorrar vidas.
¿Por qué no lanzaron las bombas sobre instalaciones o bases militares? ¿Por qué las lanzaron sobre la población civil? ¿Por qué tomaron la decisión de matar a más de 100,000 personas y crear tanto sufrimiento? Washington sí conocía lo que era y haría esa bomba. Fue un acto brutal a costa del sufrimiento de cientos de miles de japoneses indefensos que no eran culpables de la guerra.
Ahora y procedente del mismo Japón, nubes cargadas de radioactividad parecida a las que hace 66 años se esparcieron sobre el territorio nipón, avanzan incontenibles sobre el territorio de EEUU. Pero esta vez no es un típico acto de venganza (ojo por ojo) como obviamente fueron las dos bombas, sino el producto de quizás pereza combinado con un predecible episodio de la naturaleza.
Y, repetidamente cuando la gran prensa de EEUU habla de la presente crisis nuclear en Japón, nunca menciona aquellas dos bombas ni revela el nombre de las ciudades victimas, sino simplemente se refiere a la anterior gran crisis japonesa de la segunda guerra mundial.
Expertos de la industria nuclear Rusa analizaron la situación en Japón así: ‘dijeron que la planta construida por americanos hace 40 años, estaba vieja y gastada. Sobre todo solamente tiene un sistema de enfriamiento mientras que las de Rusia tienen dos. Si algo parecido sucediese aquí, enviaríamos el agua del segundo sistema al primero. Sin electricidad, los japoneses perdieron mucho tiempo tratando de encontrar como inundar el reactor con agua del mar’. Al preguntarles a los expertos rusos cual sería el peor escenario respondieron: ‘si todos los trabajadores tuviesen que abandonar la planta, al cabo de ocho días radioisótopos comenzarían a perforar los suelos. En Rusia, toda planta atómica posee electricidad autónoma por 24 horas mientras que la de Fukushima tiene capacidad para solo 6 horas; pero ni esto ayudo pues los generadores autónomos fueron inundados con agua salada y dejaron de funcionar’.
Nos dicen que las nubes radioactivas llegan al oeste de EEUU hoy viernes 18 de Marzo. Mas no se sabe con certeza cuál será la concentración de radioactividad que desde Japón generosamente viene a regar las ciudades, campos y ríos del oeste de EEUU. Tampoco se sabe el tiempo que ese regadío estará operando que podría ser por algunas semanas.
Como comparación las unidades disparadas a la atmosfera en el horror nuclear de Chernóbil nos dicen fueron alrededor de 6,000 unidades radioactivas por unidad de tiempo. Las disparadas ahora desde Japón nos dicen que son de 400 unidades radioactivas por unidad de tiempo (¿de veras?); pero la situación en Fukushima no ha mejorado ni parece mejorará por un tiempo; obviamente nos ocultan mucho. ¿Alguien sabría o podría calcular a cuanto llegaron las unidades radioactivas arremetidas sobre Hiroshima y Nagasaki? Innegablemente inmensamente más elevadas que las de Chernóbil y Fukushima juntas.
Latinos sin Fronteras, Los Ángeles. (3/18/2011).
