POEMA URGENTE PARA BRADLEY MANNING
I º
Todos vimos esas imágenes en blanco y negro,
los “civiles” desarmados, asesinados,
caminando,
los niños,
ese día,
en esa calle,
en Bagdad
Una guerra en la que hay un solo ejército,
no dos.
Una guerra contra gente harapienta que solía tener una identidad,
ya no.
Un ejército privatizado para “trascender” barreras legales
que pudieran apuntar luego a responsabilidades,
como un contrato redactado con cuidado
por un abogado de los que abogan por la tortura
para ahorrarle dinero a su jefe,
como una agencia que usurpa el lugar de un sindicato,
mediadora de la miseria de los muchos,
ahorrándole dinero a su jefe.
Esas aguas negras, sucias. *
Pero no era eso…
Era…
Todos oímos
el diálogo absurdo arriba,
ese video juego
frío,
indiferente,
vulgar,
cruel,
estúpido,
rabiando en esos helicópteros.
Esa pesadilla
compartida,
aburrida,
distanciada,
racista,
despreciativa,
que exigía “acción”
y que puso en marcha
la matanza.
Esos iraquís,
como cientos más,
miles,
tal vez millones
-nadie los contará-
se convirtieron
porque sí
en blancos
a destrozar,
en bultos yacientes
a dejar sangrando en el asfalto.
Sólo unos cuantos más
en un océano de cuerpos innumerables.
Ese discurso en los helicópteros
¿no llevábamos meses oyéndolo?
¿no estábamos todos contaminados?
¿no vivíamos en cierta medida
-demasiado grande, a pesar nuestro-
en el mundo oscuro de los depredadores?
Una fantasia
tan efectiva,
tan elemental,
tan barata.
II
A veces la verdad también parece un cuento de hadas.
aunque en colores más vivos:
Toma la forma de un joven príncipe,
rubio y de ojos azules,
valiente, osado, lleno de esperanza,
con una sonrisa inocente,
una hombría sana,
y ojos que destellan
cuando ven el engaño.
Un príncipe
Que jugando
alegremente,
incluso
ingenuamente,
podría decirse,
decide
que los que mueren son gente.
No son enemigos,
ni blancos,
ni daños colaterales,
ni criaturas
malévolas,
demasiado baratas
para preocuparnos,
o afligirnos,
sino gente,
como él,
como tú,
como yo.
Pero esta vision
es alta traición.
Le han entrenado a ver otra cosa
los Señores de la Guerra,
que presiden
el pillaje de esta tierra,
este reino tramado
de pobreza desolada
en el que unos pocos invisibles
nos tienen a todos
en un sueño aislado
para que nuestro miedo
les haga ricos.
Bradley Manning, nuestro príncipe,
conoce el juego
en el que anda metido
pero confía
que hay maneras de reencontrar la libertad.
Caminos
que cuando escogemos
nos dejan que decidamos
la manera como trataremos
las cuestiones.
Él cree que todos debemos saber
lo que está en juego,
lo que está oculto.
Cree que no miraremos a otro lado
si se nos da este lugar
de conocimiento.
Y como les pasa a todos los héroes,
sabe que no está solo
en sus deseos,
cuenta con nuestro valor
y nuestra union,
apuesta
por nuestra dignidad
de personas
que actúan conjuntamente
para la paz
para el final
del horror sinvergüenza
que siega vidas
y sustentos,
familias y hogares,
escuelas y hospitales,
y que nos fragmenta
el alma
en el nombre del dinero,
en el nombre de la guerra.
Por esta razón está el príncipe encadenado.
III
Este es un poema urgente, Bradley Manning,
y debe alcanzarte,
debe alcanzar el hacha de doble filo,
el espacio sagrado,
el centro del laberinto,
el lugar donde la llama está viva
y puede convertirse
en un bosque de llamas,
en una montaña encendida,
en una ciudad de luz.
Debe penetrar muros gruesos
y conspiraciones de silencio
que gritan con elocuencia
que el imperio
no tiene presos de consciencia.
Porque todos ellos
tratan de aislar tu claridad
y tu claridad es la nuestra,
nos pertenece a todos,
no podemos permitirnos perderla.
Este poema, Bradley Manning,
debe entrar en tus entrañas
e infundirlas de poder
con cada recuerdo de goce
que debes usar
para retener tu cordura,
para que te devuelva la certeza
de que no se te dejará solo.
¿Acaso pueden suprimir una canción silenciosa en la mente de tu celda?
Úsala como invocación
de que son tus carceleros,
no tú,
quienes han sido aislados,
que son ellos,
no tú,
los que se han condenado.
Tu voz ha entonado su canción
Con tanta fuerza
que no puede ser ignorada
ni dejar de ser interpretada.
Sin embargo la flecha de cinco ángulos
hace mucho que te hiere,
que envenena impúnemente tu esperanza,
con la misma impunidad
que asesinó a esas gentes de Bagdad
y a millones más,
y que roba las riquezas de tu tierra
y de mi tierra.
La burocracia de zombies del miedo
te aprisiona en sus garras
y trata de castigar tu voluntad
con la amenaza del olvido
con la amenaza de convertirte en una cascara vacía
de tu antiguo ser gozoso.
Bradley Manning, digo tu nombre
para que puedas oirme
y para que también yo pueda oir tu voz
pronto.
Lleva demasiado tiempo silenciada.
No me importa su tienes la voz oscurecida
por el largo confinamiento,
por el dolor o por los sedantes.
Necesito oirla.
Necesito verte a la luz del día.
Necesito que seas libre
pronto.
Porque tu alegría es la mía
y también tu esperanza,
y deben serte devueltas
pronto.
No puedo vivir sin ellas.
No podemos vivir sin ellas.
Estamos en la hora del lobo.
Igual que al amanecer
la luz se levanta y se expande
discretamente
y la oscuridad se desvanece
tan suavemente
que casi no lo notas,
tu esperanza se ha levantado y ha expandido
nuestras vidas
y tu libertad
es un volcán global
humeante.
* juego de palabras con "Blackwater"
Angelina Llongueras
San Francisco, marzo de 2011.
An Urgent Poem for Bradley Manning
Monday, 18 April 2011 09:14 |
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Esta version saldra en la New York Review of Books.
SALUDOS ESPERANZADOS,
Marta
PD si lo reenvian, por favor borren las direcciones en Bcc, porque este programa las muestra si no.
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Dr Marta Raquel Zabaleta (D.Phil. Sussex Univeristy I.D.S.)
Honorary Visiting Senior Lecturer
School of Arts and Education
Middlesex University, London, UK
www.martazabaleta.com_,_.___