Documento de los martes. Osvaldo Bayer. Daniel Goldman. El periodista e investigador Osvaldo Bayer publicó un artículo, A la búsqueda de un Dios benevolente, en el matutino Página12. Posteriormente y en el mismo medio, fue comentado por el rabino Daniel Goldman. Publicamos ese intercambio donde, junto a la buena pluma de ambos escritores, surgen una serie de tópicos que merecen detenida atención para su análisis. A la búsqueda de un Dios benevolente. "Se puede ser o demócrata o religioso." Estas profundas y valientes palabras las acaba de pronunciar el escritor israelí Yoram Kaniuk. O una cosa o la otra. Al pronunciarlas, el sabio hombre de letras lo aplicó a su país, Israel, y su estado actual, después de miles de años de experiencia. Vayamos al análisis de las religiones. ¿Qué han logrado en el mundo? ¿Cuántas guerras religiosas devastaron las presuntas civilizaciones? El odio nacido entre las religiones existentes pero también entre las distintas disidencias dentro de una misma religión, ¿cuántas vidas ha costado? Vayamos por ejemplo a la "quema de brujas" que hizo el catolicismo durante décadas. Justamente aquí, en Alemania, ha causado tremenda impresión la publicación de documentación fidedigna de cómo el Arzobispado católico de Köln (Colonia) durante el gobierno nazi de Hitler aprovechó a los trabajadores esclavos traídos desde Rusia y Polonia para hacerlos trabajar en sus instalaciones. La historiadora Anne Ostermann, quien estuvo a cargo de esa investigación, lo explicó en una rueda de prensa. Allí señaló que "la Iglesia Católica aprovechó sin ningún escrúpulo esa situación". Debieron trabajar esos prisioneros civiles en hospitales, en las chacras de la Iglesia, en orfanatos y en escuelas católicas, llevando a cabo siempre las tareas más inferiores, como las de limpieza, sin respeto de horarios. En esa zona se emplearon esas fuerzas de trabajo en 96 instalaciones. Cuando los hospitales, por ejemplo, necesitaban personal, las monjas o los sacerdotes se dirigían a las oficinas oficiales a pedir hombres o mujeres. Se traía entonces ese número pedido en camiones o vagones ferroviarios desde Polonia o Rusia, personas que se tomaban directamente de las calles y se las transportaba sin decirles el destino. Entre los prisioneros se encontraban muchas madres que así se vieron alejadas de sus hijos y trasladadas a centenares de kilómetros de sus hogares. La autora señaló que en 1944 había 180.000 trabajadores esclavos en el Arzobispado de Köln (Colonia). Se los hacía trabajar entre 12 y 13 horas diarias. Una de las prisioneras, Nina de nombre, ucraniana, declaró: "Fui llevada a los 15 años como esclava. Los nazis destruyeron mi juventud. Yo quería estudiar, pero me llevaron prisionera desde mi ciudad a Alemania y me pasé esos años juveniles haciendo limpieza en un hospital". Pero, claro, para qué hablar del comportamiento de la Santa Sede frente al nazismo y al fascismo italiano si los argentinos tenemos para recordar la actitud de las autoridades máximas de la Iglesia Católica Argentina con respecto a la dictadura de la desaparición de personas, pese a la valiente excepción de algunos obispos y sacerdotes, como Angelelli y De Nevares. La Historia está para aprender y los pueblos al parecer están aprendiendo. Por ejemplo, en la ciudad alemana de Rheinbach, entre 1631 y 1636 fueron quemadas vivas setenta "brujas" por orden de los llamados "comisarios de brujas". El partido ecológico Verde ha presentado ahora una moción para rehabilitar la memoria de esas setenta mujeres. En principio, el alcalde señaló que esa tarea le corresponde hacerla a la Iglesia Católica porque los procesos contra esas mujeres fueron llevados a cabo por esa Iglesia. Finalmente se aprobó y se realizará un acto recordativo, y el alcalde declaró: "No podemos librarnos de la vergüenza por lo cometido hace casi cuatrocientos años, pero por lo menos podemos aprender a no hacer discriminaciones contra grupos o personas". Pero, salvo estos casos aislados de reacción contra lo irracional, hasta ahora hay poco eco en las religiones. Hemos visto en la Iglesia Católica que cada vez más salen a la luz casos de pedofilia cometidos por curas y los llamados hermanos en escuelas religiosas e iglesias en cursos de doctrina. En Holanda acaba de revelarse un nuevo escándalo sexual. Siempre, cuando salía a la luz un caso de pedofilia, en el catolicismo se respondía "No sabíamos nada". Ahora ya no se puede responder así. Los curas recomendaban, cuando se conocían casos parecidos: "Rezar, rezar y mirar hacia adelante". Lo de Holanda lo dice todo. El ministro Wim Deetmanm, presidente de la comisión independiente que ha investigado esos casos de abuso sexual por los sacerdotes católicos, ha escrito: "Desde 1945, en las instalaciones católicas han ocurrido más de diez mil casos de abuso sexual con menores. En todos los sectores de la Iglesia Católica se supo eso, pero todos callaron". Ante esa declaración irrefutable, por primera vez los obispos católicos holandeses hicieron una declaración en la que señalan: "Estamos profundamente avergonzados porque los responsables dentro de la Iglesia no fueron capaces de tomar las medidas necesarias". El arzobispo Simonis no respondió y fue defendido por el arzobispo Wim Eljk, así: "El obispo Simonis no se enteró de los abusos sexuales en los internados de alumnos". De acuerdo al estudio realizado entre 34.000 holandeses, el 9,7 por ciento de ellos fueron abusados sexualmente. La Iglesia respondió que se trata de un problema de toda la sociedad. El obispo respondió a eso: "Fue un error callar y también la actitud de sólo trasladar de colegio a los responsables del delito. La inocencia de los niños tiene una importancia fundamental para la sociedad toda". Los diarios holandeses comentaron que la Iglesia Católica de ese país este año vivió una Navidad nada agradable. Es que el problema no está sólo en la denuncia. La Iglesia Católica tiene que rever aquello de la castidad y el celibato para sus sacerdotes y monjas y terminar para siempre con el mito de que María, la madre de Jesucristo, fue siempre virgen. El amor no puede ser nunca pecado salvo, sí, cuando hay violación. Aquí, en Alemania, acaba de ocurrir un nuevo caso de abuso sexual por un sacerdote católico. Ocurrió en Würzburg, cuando un cura de 59 años reconoció haber tenido contactos sexuales con un menor de edad. El cura fue de inmediato pasado a retiro. Por lo menos eso se ha logrado. Lo mismo ocurre con lo que es practicado por muchas otras religiones: ver el cuerpo de mujer como un objeto de pecado. Acaba de ocurrir en Israel, cuando la judía Tanja Rosenblit se sentó en la primera fila de asientos de un ómnibus para ultraortodoxos judíos. ¡Para qué! Los ultraortodoxos judíos se levantaron y trataron de desalojarla por la fuerza, ya que para ellos las mujeres sólo pueden sentarse en los asientos de atrás. El hecho trascendió, y ahora Tanja es una feminista heroica para sus congéneres que van a luchar para terminar con esa discriminación. Y ya se han movilizado grupos de israelíes que van a ocupar esos medios de transporte y defender a las mujeres que se sientan adelante. Pero hay preocupación en Israel porque los ultraortodoxos religiosos van ganando cada vez más poder. Cada vez más ultrareligiosos se retiran de sus ghettos y van a ocupar casas en los barrios llamados modernos de Tel Aviv. Hace pocos días, una niña de apenas ocho años fue escupida por ultraortodoxos porque su cuerpo no estaba totalmente cubierto con su vestido. Es increíble, en esa tierra que por sus experiencias y persecuciones debería ser habitada por sabios, todavía hoy se encuentran sectas –cada vez más numerosas– con esos principios absolutamente irracionales. Para no hablar de los pueblos árabes y musulmanes y sus ultrarreligiosos, con su increíble limitación de la libertad de la mujer y sus atentados contra los que piensan distinto. Por eso, lo que acaba de suceder en Arabia Saudita es una verdadera revolución. Sí, es llamada "la revolución de los corpiños". Por primera vez se ha permitido que las mujeres sean atendidas por mujeres en la compra de su ropa interior. Hasta ahora sólo estaba permitido a vendedores hombres aceptar el pedido de ropa interior femenina para mujeres. Pero, en una medida revolucionaria, el rey Abdullah aprobó la ley por la cual las ventas de ropa femenina y productos cosméticos puedan ser atendidas también por mujeres. Y ha habido una reacción inmediata: ya se han anotado 28.000 mujeres para ocupar esos puestos de trabajo. Increíble el ser humano. Increíbles sus religiones. Ninguna de ellas ha conseguido eliminar las guerras entre los pueblos. Ninguna de ellas ha solucionado los problemas económicos del mundo entero. Ninguna de ellas inició nunca un diálogo con otras religiones para llegar a un consenso de sentimientos, dar pasos positivos y solucionar, por lo menos, el hambre de los niños en el mundo. En vez de esclarecer se aplica la palabra "pecado" como explicación de todo. Un trabajo para los congresos de psicólogos sería: ¿por qué el ser humano inventó tales religiones? En vez del diálogo racional, no, "eso es pecado", "Dios lo dispuso así", "el ser humano es malo por naturaleza", donde cabe la racional pregunta: entonces, ¿por qué Dios lo creó así? La única salida es la búsqueda a través de la Ciencia. Ciencia y no guerras. Ciencia y no countries para unos y villas miseria para otros. Ciencia, pero por sobre todo, el ser humano tiene la Etica como camino. La defensa de la vida. Ahí no puede haber dudas.+ (PE/Página12) Publicado en Página 12 el 17 de enero de 2012. ¿SE PUEDE SER DEMOCRATA Y RELIGIOSO? Hace demasiado calor en Buenos Aires como para pensar en teología. Salir a la calle se asemeja a ingresar a los infernales distritos que sólo el Dante pudo describir con poética precisión. Dificultad que no presenta Bonn en esta época del año, vestida de blanco, ciudad que visité un tiempo atrás. Escenario bello que permite reflexionar sin aprietos alrededor del dios benévolo y considerado. Fue frente a esa paradoja climática que el maestro Osvaldo me obligó en el pasado descanso sabático a volver a recordar mis obligaciones metafísicas, y desde ahí reconfirmar que si es Bayer es bueno. En su habitual contratapa del día 7 de enero, cita al israelí Yoram Kaniuk, un hombre que recién ahora la crítica y la academia reconocen como uno de los grandes escritores, al nivel de Amos Oz o A. B. Yehoshua, quien con vehemencia describe que se puede ser "o demócrata o religioso". Frase penetrante en el contexto de una extensa región donde los integrismos se expanden cada vez más. Pero relativa cuando el modo disyuntivo de la tradición nos interpela a otros a la búsqueda y a la confirmación de que se puede ser "demócrata y religioso". Y no en nombre de la tradición, sino de la argumentación y la lógica, contenida en la interpretación más genuina y exquisita de las fuentes bíblicas y talmúdicas, que en forma dialéctica intiman intelectualmente a oponernos a cualquier integrismo que socave la libertad de reflexionar y actuar, y que a su vez reinstalen en la superficie el eco de las voces silenciadas de la historia, como diría Walter Benjamin. Tal vez ser religioso es ser demócrata, aunque pensándolo mejor, ratificar taxativamente los problemas ontológicos del "ser" me resulta absolutamente autoritario. De cómo tienen que "ser" las cosas, conceptualmente me sofoca. Por eso prefiero el "déjalo ser" de los Beatles al "deber ser" de Emmanuel Kant. También esta división categórica entre religiosos y seculares me incomoda bastante, ya que el apelativo de religioso me resulta un tanto deprimente y sospechoso. La búsqueda del dios benévolo en la argumentación de Bayer, con su permiso, además de tierno tiene un efecto potente en el pensamiento teológico, aunque posiblemente él lo niegue. Por eso, ¿quién es el religioso y quién no lo es? A veces se canoniza tanta argumentación científica con el autoritario criterio de autoridad, y con sanciones y excomuniones parecidas a las que vergonzosa y lamentablemente se realizan en el campo de las religiones. Y al revés puedo presentar otras luchas. Por ejemplo, la que hemos dado en este país hace casi dos años, cuando en el marco de la discusión del establecimiento del matrimonio igualitario los llamados "religiosos" de varios credos que apoyábamos la ley, con firme convicción y alejados de cualquier oportunismo, fuimos minoría en nuestros marcos comunitarios, y por ende castigados o, en el mejor de los casos, ignorados por nuestras propias estructuras. Si bien otros lo padecieron de manera más fuerte, en lo personal me resultó desafiante y a la vez divertido. Un rabino declaró ante la prensa local que por pensar como pienso me deberían llevar preso. Al final, es extraordinario advertir de manera empírica que cuando las mismas estructuras se organizan parapetándose y no adelantándose humanamente a los escenarios reales, los cambios culturales terminan pasándolos por encima. Vaticino que días más, días menos, lo mismo ocurrirá con el tema de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Y espero que días menos, ya que no se puede seguir cerrando los ojos y negar lo que les pasa a los miles de pibas que terminan abortando en condiciones infrahumanas. ¡Chapeau, Uruguay! Son estas experiencias las que, a contrapelo de la historia, me indican que "si se es religioso se es espiritualmente anarquista". Y en esto espero que el amigo Bayer coincida conmigo. Soy rabino y justamente por eso no soy un defensor de la religión en su sentido institucional. Me simpatizan aquellos que los "religiosos" definen como "herejes". Es más, desde otro lugar, y reflexionando al revés, me atrevo a afirmar que en realidad los herejes son los que se denominan conservadores de la ley (en todas las creencias habidas y por haber); porque atribuyéndose el patrimonio de la verdad enfrascaron los textos clásicos en una visión tan sesgada, tediosa y sofocante, que llegaron a disecar lo bello, lo poético y lo revolucionario que atesoran las Escrituras. Tan antipáticos y peligrosos son, que fueron capaces de argumentar acerca de la inferioridad de la mujer, la más misteriosa y por lo tanto, la mejor creación de Dios según la Kabalá. Nos recuerda Bayer en su artículo que en una pequeña ciudad de las afueras de Jerusalén quisieron obligar a una joven a sentarse atrás en un micro. ¿Para qué? Para que no los contaminara. Lo que no advirtieron es que mandándola atrás demostraron el atraso que existe en sus almas, si es que el alma existe en algún lugar del corazón o en la psiquis. Y si bien actitudes más cruentas ocurren en muchos países, se espera que los que se autodenominan observantes de las normas religiosas se comporten de otro modo. Pero vale la pena destacar que la reacción de la joven, que se negó a sentarse en el lugar donde los otros determinaron, adelantó una gran discusión y produjo que parte del colectivo israelí reaccionase de otro modo. A eso por lo general se lo denomina salud social. Las mujeres y los gays son para estos llamados religiosos un gran problema. Las unas son diferentemente inferiores y los otros son homogéneamente enfermos. Contrariamente a lo que sostienen estos conservadores de la lectura (y obviamente del poder omnímodo), reprimir y censurar la natural y encantadora connotación sexual y erótica que contienen muchísimos pasajes de la Biblia no es otra cosa que parte de una estratagema que demuestra una incapacidad de abstracción, y aunque crean lo contrario, transforman la teología en un objeto de culto pagano. Si uno relee el Talmud, el Midrash, los exegetas medievales y los escritos místicos, descubre que los de antaño eran mucho más liberales que la mayoría de los mentores y profesores de los seminarios actuales, que por lo general sufren de una involución reflexiva y de un temor a los fantasmas dogmáticos que supuestamente los persiguen. Y permítanme ir un poco más allá. El rabino Rami Shapiro, a quien conocí en una oportunidad, y aprendí a respetar por expresar las honestas certezas que me abrazan en su incomodidad, afirma que "todos los sistemas de creencias reflejan los prejuicios humanos". Lo que dice Shapiro no es nuevo. Lo dicen desde los antropólogos hasta los psicoanalistas. Pero en lo personal, escuchándolo en boca de un colega rabino, me resulta encantador, me conmueve de manera escandalosa, me contiene, permite afirmarme en mi religiosidad, y por sobre todas las cosas me hace sentir muy cómodo. De lo contrario, si la sistematización fuese de origen divino, Dios hubiese sido simplemente un analista de sistemas o un tedioso contador. Desde allí, Dios es la metáfora más sublime y abstracta. Tan abstracta que sólo puede comprendérsela en la comparación con la realidad más cruda. Como hubiese dicho Maimónides: sólo "la negación" de lo que el hombre atribuye a la usanza de los atributos humanos llega a aproximarse a Dios. Está mal definir que Dios "es", porque Dios "no es". Todo "ser" "es" desde la concepción humana. Por lo tanto, desde ese lugar, el sexo es absolutamente humano, pero se me ocurre que "el goce" puede llegar a ser reflejo de esa metáfora divina. Siempre que no exista violencia o manipulación física o psíquica, todos los modos de expresión de la sexualidad son sagrados, como parte arrolladora de esa metáfora. Obviamente que la lectura que me atrevo a realizar es absolutamente ideológica. Tan ideológica como la más conservadora. En mi caso, la tradición judía, a la que pertenezco sin apropiarme exclusivamente de ella, me permite articular mis creencias, que seguramente, y por suerte, no son las mismas que las de todos los judíos. Porque si todos pensasen-creyesen como yo, no existiría la tensión y la polémica que, de manera intrínseca produce la creación intelectual, artística y tecnológica. Siguiendo la reflexión anterior, ya muchos pensadores judíos, acompañándose en algunos casos de la Crítica Bíblica (disciplina académica que analiza las Escrituras tomando como referencia la lingüística moderna, la arqueología, la historia, la antropología, etc.), sostienen de un modo muy agudo que no hay revelación divina en el texto. Así como Dios no es varón ni mujer, ni homo ni trans, ni contador ni analista, tampoco es ensayista, poeta o novelista. Acorde con el punto de referencia que considero en este caso, el texto bíblico es una creación humana al servicio de la política económica, social y espiritual de los que la crearon y sigue siendo un factor de composición para los que la interpretamos y nos inspiramos en ella, porque es parte de una cultura que llevamos encantadoramente a cuestas, sea cual fuere nuestra idea de Dios o nuestra incredulidad. Y aunque él no lo crea, los que somos apodados "religiosos" necesitamos de más herejías teológicas como las de Bayer, de más interpretaciones liberadoras, ya que son parte de las batallas ideológicas que debemos dar en éstos, nuestros tiempos, y que corren en la misma línea de tradición, de convicción y de talento como fueron las de Abraham el patriarca, Moisés el líder, David el Salmista, Salomón el estadista e Isaías el profeta. Menos mal que cada uno de ellos existió. Y si no existieron, ¡qué bueno que hubo alguien que los inventó!+ (PE/P12) * Rabino de la Comunidad Bet-El. Publicado en Página12 el 19 de enero de 2012. En búsqueda de lo humano. El jueves pasado, en este diario, el rabino Daniel Goldman, con sentido del humor pero también yendo al fondo de la cuestión, puso en duda –con mucha calidad– la frase del escritor israelí Yoram Kaniuk, quien sostuvo: "Se puede ser o demócrata o religioso", frase que yo califiqué de "profundas y valientes palabras". Goldman no está de acuerdo ni con Kaniuk ni con mi opinión. Y después de un análisis pleno de profundidad y generosidad llega a su propio convencimiento de que "se puede ser demócrata y religioso". Es una página escrita con gran amplitud de criterios, con mucho de benevolencia y humor. No me pudo convencer pero me hizo pensar. Gracias don Daniel Goldman aunque, para mí, la frase del generoso Yoram Kaniuk es para reflexionar y aplaudir. Dejémoslo allí, para la polémica, aunque tal vez dentro de un siglo o algo menos el estado de ese mundo futuro pueda llegar al convencimiento de "o se es religioso o demócrata". Y ahora, por lo menos, nos hace pensar……+(PE/Página12) Nota. Luego de comentar lo referido a Goldman el artículo de Bayer continúa con otros temas. Publicado en Página12 el21 de enero de 2012. Durante enero y febrero PE/Ecupres se edita los martes, miércoles y jueves. Agencia de Noticias Prensa Ecuménica 54 291 4526309. Belgrano 367. Cel. 2914191623 Bahía Blanca. Argentina. www.ecupres.com.ar asicardi@ecupres.com.ar |