Asunto: Entrevista exclusiva al Lic. Arístides Rondón Velázquez, Historiador cubano"Quien quiera ser honesto consigo mismo no puede olvidar el ejemplo del Che"
Ejerció como profesor, además de Historiador en la Universidad Pedagógica Félix Varela de Santa Clara hasta su jubilación en el 2010. Su afición por el estudio de la vida y acción del Che aumentó a partir del asesinato del Guerrillero el 9 octubre de 1967, en Bolivia. A partir de sus investigaciones, ha cultivado la amistad de don Ernesto Guevara Lynch, padre del Che; Ana María Erra Viuda de Don Ernesto, los hijos de ambos, Calixto Morales, expedicionario del Granma y cercano colaborador del Che; Alberto Granado, amigo y compañero de Ernesto Guevara en su primer viaje por Latinoamérica; Alberto Castellanos, combatiente de la sierra y escolta personal de Guevara, Ciro Bustos, Calica Ferrer, Edison Velázquez, Enrique Oltusky, Luís Monteagudo, y Manuel Medina, entre otros colaboradores cercanos del Che. Pedagogo con 45 años de ejercicio en casi todas las enseñanzas en la actualidad se desempeña como Especialista Principal del Centro de Desarrollo Juvenil Francisco Gómez Toro adscrito a la Unión de Jóvenes Comunistas de Villa Clara, Cuba.
Por:Martín Consoli
M: Arístides que recuerdos tienes de aquellos días en la Cuba de Fulgencio Batista de 1952 a 1958?
AR: Fueron días muy difíciles, llenos de tragedias que aun los niños percibíamos; cuando sólo tenía 10 años yo trabajaba por unas monedas, entre las labores que realicé te menciono con orgullo que vendí periódicos, repartí pan, fui mozo de limpieza en la consulta de dos excelentes médicos: la Dra. Delza Peñaranda Díaz y el Dr. Más Drest en su consulta situada en la calle Máximo Gómez 118 bajo, Holguín. Ellos suministraban a mi familia los medicamentos que necesitábamos por medio de las muestras que recibían de los Viajantes de Medicina. Hice otros trabajos. Con 13 años vi uno de los muertos que aparecían en la ciudad de Holguín, justo donde está ahora el más famoso hotel holguinero. Esos días los asocio con hambre, incertidumbre, dolor, angustias.
M: Que impresión te causaron las primeras noticias radiales acerca de un grupo de barbudos Rebeldes dirigidos por Fidel Castro?
AR: A mi edad de entonces no tenía ninguna preocupación de índole política. Sólo recuerdo que mi primo Nelson Velázquez se pegaba a la radio para oír. Mi ignorancia era tal que yo no entendía por qué él hacía eso si el radio tenía más volumen. Él oía Radio Rebelde oculto hasta de las personas mayores de la familia. Por entonces estuve cerca de un campamento rebelde con la idea de unirme a ellos en el lugar donde mi familia se refugió en San Agustín de Aguarás, el jefe era el Comandante Delio Gómez Ochoa. Me falto decisión, o más exactamente valor. Lo significativo es que muchos años después conocí a Delio a quien me une una sincera amistad y con quien he hablado mucho de la guerra y de sus experiencias en República Dominicana. Nunca le he dicho nada de mi indecisión. A un Comandante de la talla de Delio, que de niño luchó, no le será grato tener un amigo vacilante…aunque dicen en Cuba que de chiquito no se vale.
M: Imagino que eras un adolescente cuando el triunfo de la Revolución. Cuál es la primera imagen que te viene a la mente de aquellas jornadas memorables?
AR: Mi padre y mi hermano, ninguno de los cuales tengo y a cuya ausencia no me he acostumbrado 20 años después, y yo regresamos a Holguín a principios de enero de 1959. El viejo no tenía un centavo y viajábamos en lo que se pudiera. Llegamos a un puente que estaba destruido. Las rutas de ómnibus llegaba a un extremo y al otro había otro ómnibus de la misma ruta. Realizar ese trasbordo era tarea de alguna dificultad. Los tres estuvimos haciendo labores de maleteros mientras tuvimos trabajo allí. Con ese dinero llegamos a Holguín y pudieron venir mis otros dos hermanos y mi madre. Por entonces se fusilaba a esbirros y torturadores; le pedí a mi padre que me llevara a ver dos fusilados. Me complació y fuimos al cementerio de Holguín. Al llegar vi sangre. Entramos hasta el final en donde había dos cuerpos, me elevé sobre los pies y vi lo más terrible que he visto en mi vida el hombre había recibido la descarga en la cara y tuve la visión de que se ría. Se nombraba Aldo. Al otro no lo pude ver. Lamento que hubiera que fusilar a muchos de aquellos hombres que servían a un dictador que los abandonó. No había otra opción. Acepto que hacer eso fue muy difícil, no hacerlo habría sido peor pues se habría tomado la justicia de manera personal. Recuerdo que en enero o febrero yo vendía periódicos y pregonaba un titular que decía: Ajusticiado…que clavaba clavos en la cabeza de los revolucionarios Después de aquello empezó a amanecer.
M: Qué fue lo que te motivó a seguir la carrera de pedagogía?
AR: Acepto lo planteado por el Che en cuanto a la vocación. Jamás ni siquiera jugué a ser maestro. A fines de 1960 recibí una beca para estudiar en la Escuela de Instructores de Arte que funcionaba en el Hotel Comodoro (ahora lo volvió a ser, creo que era de un hijo de Fulgencio Batista, el director era un chileno al que Fidel visitaba a menudo. Ignoro como se llamaba. En rigor aquello no era lo que yo quería. Por un motivo absolutamente intrascendente fui expulsado de ese centro y me incorporé a la Brigada de Alfabetizadores Conrado Benítez, alfabeticé en el Central Jesús Menéndez donde atendí a varias personas. Alfabeticé a tres personas y superé a 7 campesinos que me decían que lo querían era aprender de cuentas. Era lo que más necesitaban para defenderse. Claro esos no eran analfabetos, pero no les interesaba profundizar sus conocimientos. El 22 de diciembre de 1961 yo estuve en la Plaza de la Revolución para respaldar la declaración de que Cuba era el Primer Territorio Libre de Analfabetismo. De ese día sólo recuerdo a Fidel Castro. Aun hoy, luego de más de 50 años, lamento no haberme acercado más para conocer al Che. Nunca lo vi. Algo que lamentaré siempre.
Fidel Castro esbozó un amplio Plan de Becas y entre ellas estaba estudiar magisterio en Minas de Frio en la Sierra Maestra, era por un tiempo limitado y escogí magisterio porque pronto iba a poder a trabajar y ayudar la economía familiar todavía muy menguada. Estuve en esa hermosa tarea 45 años de mi vida, es la más hermosa profesión que existe. Los maestros forjan el futuro de una nación, a veces creo, que ahora los maestros nuestros no tienen claro que su trabajo es decisivo en cualquier sociedad. Quizás la masividad nos jugó una mala pasada.
M: Y tus primeros pasos como Educador?
AR: Empecé a trabajar como maestro primario con un salario de 86 pesos y una matrícula de 105 niños de primero a sexto grados en la escuela Argelio Puig Jordán en La Güira de Guirabo, Holguín. Trabajaba hasta las 10 de la mañana de primero a tercero y luego de 10 a 12.30 de cuarto a sexto grados. Cuando me visitaba la Inspectora holguinera la Dra. Sara Besill yo hacía todo lo posible por conversar y que ella no me viera dando clases. Al fin tenía que hacerlo. Ella era muy profesional y creo que me mantuvo en el aula porque no había nadie mejor a quien poner. Ni peor. Como había interrumpido mis estudios de magisterio en Topes de Collantes por enfermedad me permitieron matricular un curso de formación de maestros populares. Estudié hasta que me hice Maestro y luego me hice Licenciado en Educación Primaria. En realidad luego debí estudiar bastante.
M: En los momentos más críticos de agresión Norteamericana allá por el año 1962 cuando la crisis de los Misiles parecía desencadenar una guerra nuclear, me han comentado que fuiste Miliciano?
AR: No soy de los fundadores de las Milicias, cuando las Crisis de los Misiles yo estudiaba interno en Topes de Collantes en medio del Escambray. Allí participaba en la defensa con el Profesor Raúl de Armas Ramírez, Profesor así con mayúscula. En rigor iba a hacer mi guardia como una necesidad porque allí había bandidos, los hubo hasta 1965 en casi todo el país, lo hacía con otros compañeros mejor preparados. Por suerte nunca tuve que usar el fusil. Por tanto ignoro cual será mi reacción ante una balacera fuera de la pantalla pequeña o gigante.
M: Arístides es bien sabido que eres un Guevariano casi patológico, ¿como surge esta pasión por el estudio de la vida y obra de nuestro Comandante?
AR: El Che desde que estaba en la Sierra Maestra despertó un inmenso cariño en todos los cubanos. No éramos, en general, internacionalistas y saber que él había dejado su patria y todo por venir a luchar en un medio tan hostil y desconocido despertaba simpatías, a eso se une el hecho de su amistad profunda con Camilo que era la representación mas acabada de un cubano. Él Che fue el encargado de la organización de los jóvenes de entonces, él fue el forjador de la Asociación de Jóvenes Rebeldes a la que sí pertenecí. En la prensa se hablaba o escribía a diario de él. Trascendía su desinterés, su honestidad, su laboriosidad. En 1967 cuando él es asesinado yo escuche la intervención de Fidel Castro por la televisión ocasión en que se confirmó lo que aun dudábamos pues muchas veces lo había asesinado la prensa. Ese día se convocó a una Velada Solemne en la Plaza de la Revolución José Martí para el 18 de octubre a las 6 de la tarde, Nicolás Guillén dijo, con una emoción impresionante, su Che Comandante. Por cierto Nicolás llegó con un minuto de atraso, lo que le hizo notar Raúl Castro y el Poeta fue directo al podio. Yo no estaba allí pero lo recuerdo con una nitidez absoluta. El propio Nicolás me dijo que nunca él había hablado delante de tantas personas y que no hubo presentación. Eso está en nuestra memoria.
Conocer a personas entrañables tan cercanas al Che me ha hecho comprender su grandeza, Granado cuya amistad cultivé por más de 25 años, Don Ernesto y Calica Ferrer entre otros muchos, por medio de los cuales conocí no ya al Che sino a Ernesto, aquel que le dijo al científico notable que su libro no servía ante el rostro severo de Granado. Luego de que Ernesto le dijera al Dr. lo que tenía que decirle salieron, caminaron 20 cuadras, sin hablar, Granado indignado, se detuvieron y entonces el Petiso le reprochó con fuerza que aquel hombre les había llenado la panza, les había dado dinero e incluso una carta de presentación y lo único que quería era una opinión favorable sobre el libro…entonces, dice Granado: puso una carita y me dijo pero Petiso Vos no viste que yo quería hablar.
Es el hombre incapaz, lo dice Granado, de mentir. ¿Hay muchos hombres en este mundo convulso incapaces de mentir? Capaces de decir lo que piensan en cualquier circunstancia cueste lo que cueste. No abundan en política. Pero Che, es único, irrepetible, inconmensurable. Para mi no es un Dios, porque el Che era muy terrenal, pero no está lejos de su grandeza. Su ejemplar desinterés debiera ser tomado más en cuenta. Él lo merecía todo y se conformó sólo con un fusil para seguir sembrando libertad y justicia. Cuando de muchos se hable y se les recuerde más por sus errores que por sus aciertos del Che se hablará por sus muchas virtudes que no es necesario mencionar. Él no lo necesita.
M: Que les dirías a todos aquellos que se llenan los bolsillos con su imagen?
AR: Mi opinión en ese caso pudieras considerarla ambivalente. Las remeras como dicen ustedes, que traen la imagen del Che y que son costosas generalmente se venden en Cuba en tiendas estatales, como se venden en el resto del mundo. Si alguien porta esa imagen en algún momento aun cuando sea un ignorante tendrá que saber quien es el Che. Alguien se lo dirá, sin embargo, ya es muy difícil que se desconozca quien es el Gran Argentino. Los que comercian con esas imágenes de alguna manera promocionan al Guerrillero. Acepta que lo hagan.
Los que lo usan en marcas de ropas, hasta íntimas, u otros productos son seres que carecen de sensibilidad y sólo buscan ganancias. Yo admiro que el Pibe de Oro lo tiene grabado en su cuerpo. Creo que en alguna medida también en su conciencia, como muchos. En fin hay matices en torno al tema.
M: Hay una canción para algunos polémica del trovador Frank Delgado, ”Si el Che Viviera? y si el Che Viviera, Arístides?
AR: No discrepo absolutamente en nada del contenido de la letra que señalas. Sólo que no es muy sólido hacer ese análisis de un hombre que partió hace 45 años. Sin embargo estoy seguro de que de que si el Che triunfa en sus empeños suramericanos el destino de la humanidad habría sido otro diametralmente opuesto. Las razones de que no tuviera éxito no caben en estas breves reflexiones. Pero pudo haberlo tenido, quizás cometió pequeños errores como permanecer en una zona militarmente indefendible en aquellas condiciones en que se encontraba, pero él había acordado con Vilo Acuña reencontrarse con su grupo en tres días, y el Che cumplía su palabra aunque en ello le fuera la vida. Sólo pensó que aquellos compañeros podían necesitar de su ayuda y permaneció allí. Ejemplo mayor de grandeza no lo encuentro en la historia.
Pero supongamos que viviera con sus 80 años entre nosotros; no fuera el icono que es porque él tuvo coraje para decir lo que pensaba y hacer lo que decía como señaló Eduardo Galeano. Muchísimos no dicen lo que piensan ni hacen lo que dicen para mantener privilegios y ladas destartalados… o nuevos. O cargos de más o menos relieve. En mi fuero interno considero que la caída del Che fue el golpe más contundente que recibimos los pobres de la tierra, como nos llamó José Martí, en la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, Martín, no caben derrotismos pues si hay un Indio Presidente en Bolivia y un despertar en Nuestra América (no acepto decir América Latina y el Caribe) es por la fructificación de las ideas del Che. Por otra parte quien quiera conocer las ideas de él sobre graves problemas de la sociedad cubana actual y de otros lares que lea lo que él escribió sobre la conducta de los cuadros, la burocracia, la sumisión sindical y otros temas muy candentes. No tuvo que vivir hasta el 1991 para ver la caída toral del socialismo en Europa del Este y la URSS pues él lo previó 27 años antes.
M: En la década de los 80 ustedes recibieron ayuda fundamental de la Unión Soviética verdad?
AR: En rigor Cuba empezó a recibir ayuda de la URSS desde mucho antes. Cuando los Estados Unidos se negaron a comprarnos el azúcar que adquirían en Cuba desde mediados del siglo XIX los soviéticos decidieron adquirir los alrededor de 3 000 000 de toneladas que dejaron de comprarnos, así sucedió con el combustible al ellos no suministrarlo se lo compramos a la URSS y al ellos negarse a refinarlo les intervenimos las refinerías. Siempre tuvimos la ayuda de la URSS, a lo que nos obligaron los norteamericanos que quisieron matarnos por hambre y carencias de medicinas y otras salvajadas en que el pueblo ha sido la víctima principal.
Cuando desapareció la URSS en diciembre de 1991 si vivimos días terribles pues entonces el gobierno de USA promulgó la Ley Torricelly en 1992 que nos impedía comerciar con las subsidiarias de ese país, al no acabar con nosotros promulgaron la Ley Helms Burton para rematarnos, para entonces no recibíamos casi nada del exterior. ¿Cómo sobrevivimos? Fácil, los cubanos tenemos más imaginación que T.A. Edison.
Fueron los días terribles del Periodo Especial en que la grasa desapareció, el detergente el jabón, los alimentos. Un compañero mío me ofreció en medio de aquella crisis jabón angolano, incauto lo acepté, entonces me dijo: bañarse con agua y las manos. Inventamos pero te aseguro que aquello fortaleció a mi generación y demostró el odio que nos tienen a los que no los creían capaces casi de un genocidio Ya hay libros que recogen vivencias de aquellos días, cosas inimaginables que prefiero no recordar.
M: Por tu labor como Historiador has conocido muchas personas que estuvieron muy cerca del Che, te tiro algunos nombres ¿me das una breve referencia de ellos?
Don Ernesto Guevara Lynch: El más ilustre de mis amigos.
Alberto Granado: El hermano que muchas me dio consejos, además, de alguna crítica.
Edison Velázquez: Era de los pocos que discutía con el Che, y el Argentino lo escuchaba. Para mi es el hermano mayor que nunca tuve. Su lealtad a su Jefe la demostró emocionado al dirigirse al Che en el Memorial el 7 de diciembre de 2010. Impresionante.
Orlando Borrego: El hombre mejor preparado en el mundo para hablar de Ernesto Che Guevara.
Calica Ferrer: Por él he conocido cosas que no están en los libros por mojigaterías. Lo admiro porque nunca aprovechó su cercanía al Che, es un joven admirable…
Alberto Castellanos: El cubano exquisito que conocía al Che como pocos y fue su aliado sincero, su sentido del humor es admirable. Su jovialidad me hace tutearlo.
Ciro Bustos: Siempre lo admiré, próximo a cumplir a 81 años lo respeto y aprecio mucho: Si luego de que desaparezca físicamente tratan de rendirle homenaje sus amigos cubanos, independiente de jerarquías, haré una protesta que se escuchará lejos. Es mi amigo. El peor tratado de los amigos del Che.
Enrique Oltuski: El Polaquito a sus 84 anda mal de salud. Tanto él como Marta, su esposa, han sido muy generosos conmigo en mi casa celebramos sus 75. Su historia está por escribir. Habrá un biógrafo digno como él lo merece.
Calixto Morales: Con más de 80 años está produciendo alimentos con su esposa Juana Martínez Tamayo. Es uno de mis Héroes preferidos, con él no converso: escucho un libro.
M: Deseas agregar algo Arístides?
AR: Quien quiera ser honesto consigo mismo no puede olvidar el ejemplo del Che. Él nunca ordenó algo que no hiciera. Nunca regaló o utilizó en su beneficio los recursos del Pueblo, mereciéndolo todo, y más, vivió modestamente. Es la Luminaria del siglo XX.
"Esta sociedad compra cosas que no necesita, con dinero que aun no tiene, para impresionar a gente que no le importa"
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