miércoles, 28 de marzo de 2012

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Froilan y Adys [mailto:froilan@cubarte.cult.cu]
Lunes, 26 de Marzo de 2012 03:31 p.m.

 

Eladio e Irene

Las Malvinas pertenecen a Argentina.

 

  Para Aucalatinoamericano

Desde el Torreón de San Lázaro

 (Símbolo de defensa contra los piratas y corsarios)

 

Por Adys Cupull y Froilán González

 

 

Sólo la verdad es vida si hay valor de llevar la verdad de frente al mundo.    Antonio Guerrero  (preso cubano en EEUU desde hace 13 años).

 

 

 No más armas, no más bombas nucleares, ni artefactos destructores de la vida y la naturaleza. No más guerras, son millones los niños, huérfanos, violados, mutilados,  víctimas de los promotores del exterminio mundial, víctimas de la injerencia extranjera en su país.

 

 En Cuba las niñas y niños  se reúnen  para estudiar, jugar, “crear o para hacer algún bien a alguien”, como les dice José Martí en la Edad de Oro. Se aprecia  esta labor en toda escuela cubana y en instituciones culturales entre ellas el Taller de Transformaciones del  barrio de Cayo Hueso, en La Habana, donde acuden  para analizar y exponer sus estudios sobre la Historia de la Localidad. También existe la  Casa  situada en la calle que lleva el nombre del Obispo Juan Díaz Espada, Son proyectos comunitarios donde la canción y la poesía se unen a la investigación.

Ellos son la esperanza y nacen para ser felices. Ellos saben amar,  dicen la verdad, conocen que la Revolución Cubana cuida y trabaja para que nadie los ofenda o los desprecie, para que sean útiles.

 

Estuvo presente la maestra Graciela Gutiérrez que orienta el trabajo en equipo de los alumnos de la Escuela Primaria Raquel Pérez quienes  analizaron la importancia histórica de la Calle San Lázaro,  una vía ancha,  arbolada en las aceras, con  edificios altos. Comienza en el Paseo del Prado y termina frente a la Universidad de La Habana, donde el busto de Julio Antonio Mella y el monolito que guarda sus cenizas presiden la entrada del Alto Centro.

Los pequeños se refirieron a  las manifestaciones de protestas que en el siglo pasado protagonizó Mella,  fundador de la FEU en 1922; luego en la década de 1950, José Antonio Echeverría su presidente, y los jóvenes de la Generación del Centenario del Apóstol  guiada por Fidel Castro. Todos  lucharon contra los gobiernos que robaban a los cubanos  la libertad y entregaban el patrimonio histórico y natural de Cuba al imperio  expansionista de Estados Unidos.

Los alumnos reseñaron la oprobiosa imposición de la  Enmienda Platt, apéndice de la Constitución de la República neocolonial,  tenían en sus manos el libro “Cayo Hueso, estampas del barrio”.

 Aman el territorio donde viven,  y son  protagonistas de lo que explicaron muy bien, al referirse a  los desfiles victoriosos  que  realizan los  universitarios cada año  para rendir homenaje a los ocho estudiantes de medicina, inocentes, asesinados el 27 de noviembre de 1871 por orden del Gobierno Colonial español en Cuba, que satisfacían el odio de los llamados Voluntarios  cuyas ideas eran contrarias a la  independencia de Cuba. Fue un hecho injusto y deshonroso, que conmovió al pueblo e hizo llorar por siempre a  las madres.    

En el encuentro  también hablaron del Torreón de San Lázaro, símbolo de defensa contra piratas y corsarios situado próximo al malecón habanero y la calle que tiene el nombre del padre Félix Varela, conocida por Belascoaín, El Padre Varela fue el primero que nos enseñó en pensar (pensar en la independencia de Cuba); igualmente los monumentos a los generales Antonio Maceo, El Titán de Bronce, el de la Protesta Baraguá, y  de Quintín Banderas, paradigmas ambos de rebeldía e intransigencia.

Se refirieron a La Fragua Martiana, y al horroroso Presidio Político que sufrió  José Martí a los 17 años;  luego  indicaron  el paso de Mella por las calles que ahora ellos transitan  con sus padres y hermanos, dueños de los sueños de ayer.

Después situaron a la Sociedad de Torcedores  en la calle San Miguel entre Marqués González y Lucena, cuyo edificio es conocido como. Palacio de los Torcedores, donde hoy se preparan las condiciones para organizar El Museo Nacional de los Trabajadores de Cuba. Ahí estuvieron Carlos Baliño, Rubén Martínez Villena, Juan Marinello,  Jesús Menéndez y  Lázaro Peña, entre otros dirigentes políticos y líderes obreros del siglo XX. De todo eso hablaron los niños y de la Universidad Popular José Martí, que a partir del año 1925  tuvo una de sus  aulas allí.

Cristian Figueredo dijo: que en  la calle Jovellar 107  vivieron los padres de la Heroína del Moncada Melba Hernández y confeccionaron uniformes de los moncadistas; por su parte,

Leonardo Capote, dijo que tenía nuestro libro “Así mi corazón”.  Señaló que debemos recordar la casa de Neptuno, donde residieron algunos combatientes de la gesta del Moncada y la imprenta de  los hermanos Ferrás en la calle Lucena  que fue  centro de distribución del conocido manifiesto histórico “La Historia me absolverá”.   

En el encuentro hubo versos y poesías, esta vez dedicadas a los Cinco Héroes luchadores antiterroristas. El libro de  Antonio Guerrero titulado, Desde mi Altura comenzó a circular en una ronda animada,  iniciada por  Cristian Figueredo al declamar el poema El beso de la Patria, continuó Francisco Savián con La firmeza de tu suelo, Marielis Sánchez y Nadia Abreu se unieron en los versos de La verdad; Jenifer Núñez, escogió el poema  Surtidor de Sueños: y Leonardo Capote culminó el recital dedicado a  Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y René González, con el poema en el cual Tony  afirma que el mundo es nuestro, y debemos cuidar, que los injerencistas  no podrán adueñarse de él. Decimos acercándonos a Martí, que tiemblen de temor al futuro incierto los que ayudan a torturar, violar, matar y exterminar la especie humana.