VIGILIA ROJA EN PALERMO ZULIA* y FIESTÓN
Peripecias de un militante por Eladio González (toto)
Buenos Aires, 7 de octubre de 2012.
20 p.m. El colectivo me deja a tres cuadras de la Embajada Venezolana en el barrio de Palermo (Zulia) . Vallada y custodiada por la Policía Federal, repleta de funcionarios y venezolanos opositores y oficialistas afiebrados recibiendo cifras desde Caracas, en av. Luis María Campos que está cortada entre su intersección con Santa Fé y hasta Dorrego. Muchos cientos de chavistas argentinos ocupan veredas y todo el pavimento con su amorosa expectativa, banderas, cánticos y solidaridad. No hay carros de asalto, solo dos patrulleros, uno en cada extremo del núcleo de la manifestación. Pasa un tren por el puente sobre la calle a veinte metros de la sede diplomática y me da la solución a donde colgar el pasacalle cuyas grandes letras rojas declaman:
¡ BIENVENIDO COMANDANTE !
LA DIGNIDAD DE AMERICA
CHAUBLOQUEO - MUSEO ERNESTO CHE GUEVARA
20.15 p.m. Decido trepar hasta los rieles por el lado no visible a los policías (pudieran habérmelo prohibido) y al rodear el puente entro en una zona oscura, donde una pareja apretada contra las rejas festejan a la vida, en tiempo real deshaciéndose las bocas entusiasmados. Me adelanto unos metros para no quebrarles la magia del momento y tiro mi bolsón, el rolllo con el pasacalles, la caña de pescar telescópica, mi poncho rojo salteño, la gran bolsa de tres kilos de papel picado y mi pobre humanidad por arriba de la alta verja metálica (2.30 mts.). Afortunadamente caigo bien, la pareja no me registró, ni perdió un jadeo, subo cuidadosamente el talud pues llovizna y es tierra resbalosa (recuerdo al Che trepando las sierras asmático) pensando en el tercer riel y el riesgo de la electrocución, con opción a ser atropellado por algún tren. Tomo mil precauciones (menos 990) y logro cruzar indemne, abandono todo menos el pasacalle y me descuelgo fuera del puente (diez metros de altura) a una especie de tarima metálica, que parece a propósito para lo que quiero hacer, mi pasacalle tiene en sus extremos cuatro largos alambres forrados en plástico que hace de la tarea algo fácil y antes de terminar oigo gritos de aprobación de militantes, algunos me gritan para que pose, cosa que hago mientras con mi camarita filmo el tren que pasa a mi lado, el patrullero sobre el que caeré si pierdo el equilibrio y la avenida repleta de banderas rojas y también argentinas. Decido bajar y elijo el lado policial y no los dos rieles electrificados bajo la llovizna. Gracias a Fidel no resbalo, ni me golpeo y algunos jóvenes me ayudan del otro lado de la reja recibiendo mis elementos de lucha. Cuando voy a tomar impulso para treparme y saltar la reja, un joven un poco más lúcido que yo tira de la reja hacia afuera y esta “SE ABRE”. Paso entonces caminando y despliego la caña de pescar telescópica en el tope de la cual cuelga el pendón con el hermoso rostro de Ernesto Che Guevara. 21.00 p.m. Reparto entre esos jóvenes revistas del Che y también folletos explicativos sobre la Ley de Medios y paso a manifestar. Con mi gorra amarilla que dice “CUBA” adornada con escarapela argentina, el poncho salteño rojo flameando al viento y el rostro de Che a cuatro metros de altura me voy abriendo paso por el centro de la multitud a fuerza de sonido. Sí, porque la caña la llevo en la izquierda mientras con la derecha hago girar una enorme matraca de madera, que mi sordera ignora, pero altera a todo ser humano ó animal que se halla a cien metros de distancia. La mayoría pensó que ya habíamos ganado, pero cuando vieron mi apariencia y actitud volvieron a la normalidad expectante. Con esa enorme matraca acompañé (desafinando) los fervorosos cánticos que aleatoriamente nacían en diferentes puntos de la concentración acompañados por rítimicos y entusiastas saltos. Para no aburrir ni repetir extraje mi otro instrumento ecológico, una especie de gran paleta de madera dura sobre la que golpean dos lenguas del mismo material abisagradas por un grueso hilo que sacudí durante toda la noche con entusiasmo. Alternadamente arrojé puñados de papel picado ante los atónitos ojos de los presentes, que no entendían mis tiempos de razonamiento, yo imaginaba un tráiler de “volver al futuro” con el triunfo ya logrado (yo unas dos horas más viejo) y acometía el simulacro totalmente creído de lo que hacía. Gracias a mi pendón del Che cientos de personas me fotografiaron, los más de cien niños con los que me crucé de manos de sus padres me miraron aprobadoramente y hubo algunos a los que presté mis instrumentos sonoros para que disfrutaran. 22.00 p.m. Una dama joven me fotografiaba y acostumbrado me inmovilizé para ayudarla en su intención, luego se me ocurrió pedirle que con mi cámara me tomara una instantánea. Sonrío y explicó en mal castellano “soy extranjera” . La miré bien y sus rasgos asiáticos me hicieron recordar al Che enamorado de su Hilda Gadea (primera esposa y su bellísima –pequeño Mao- hijita Hildita). Pase a mi disco rígido en inglés y pude enterarme de que es filipina, estudiará ocho meses aquí y (mmmmmm….. ¿no estará embarazada y viene a parir a un hospital público argentino? ….sería culpa de la yegua que se está pareciendo a Chávez.). O será que es al revés y Chávez se está pareciendo a ella…. Digo…. Porque oí…. No me lo contarón con un ritmo muy agradable, dulce, para nada agresivo…. Como cientos de jóvenes y jovencitas agitando banderas y bailando coreaban…¡ QUE LINDO QUE ES CHAVEZ !…… ¡ QUE LINDO QUE ES CHAVEZ…! ¡ QUE LINDO QUE ES CHAVEZ ….! Cosa que sonaba ingenua y se lee ingenua, pero… eran los de LA CAMPORA los que cantaban. La cuestión que a la china, digo a la filipina le explique donde se había metido y ella meta sonreir fotografiando con un celular, me pidió le sacara yo una foto con su aparatito y para mi es chino básico, les tengo miedo pero apreté lo que dijo. Le di el dato de mi hijo Manuel Emiliano para que vaya a aprender tango milonguero filipino los jueves a las 20 hs. en la ochava de Perón y Montevideo, CABA (Plaza Congreso) y quedamos amigos. Veo y disfruto saludando a la pareja joven de la Casa de la Amistad Argentino Cubana de CABA que difundieron esto en que estoy participando. Luego me saludó Edgardo Esteban el autor de “Iluminados por el fuego” con su trípode, cámara y micrófono de Telesur, fue una alegría verlo y le chimenté que el 9 de Octubre a las seis de la tarde realizarían un homenaje a Ernesto Che Guevara en la Legislatura de la Ciudad Autónoma, Peru , Salón Montevideo, que el Embajador de Cuba y el hermano (Martín) menor del Che hablarían. Agregué que Calica Ferrer Zorrilla el amigo del Che que lo acompañó en su segundo viaje me había comentado que viajaría a Valle Grande y a La Higuera donde se realizaría los días 7, 8 y 9 el Encuentro Nacional de Casas Bolivianas de Solidaridad con Cuba. Hermosa actividad allá donde nuestro querido y admirable rosarino se ofreció como labriego, arado, semilla y humedad para que hoy haya fructificado un pueblo como el que eligió, acompaña y defiende a Evo Morales. Hermosa actividad la que se hará en la “Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” que como tengo mis años recuerdo era hace años… el “ Consejo Deliberante de la Capital ”. Y vuelve Che Guevara a mi mente porque recuerdo la alegría de todos los compañeros de Chaubloqueo (los argentinos y los de Cuba también) cuando ese Consejo declaró de “Interés de la Ciudad” al “Primer Museo Sudamericano Ernesto Che Guevara”, que con Irene Perpiñal habíamos fundado en 1996. 23.15 p.m. La multitud crecía y hervía de entusiasmo, la llovizna persistente no lograba apagar el fuego de la expectativa y el amor a la revolución bolivariana, martiana, sanmartiniana, guevarista en mi caso. Me moví permanentemente y no deje de aturdir a todos y a todo con matraca y paleta. Tuve premio y un par de jóvenes, cámara, micrófono, trípode plantearon una nota. Tengo el sí fácil y rápidamente me pasé el cartón de treinta por veinte centímetros con los rostros a todo color de Rene, Antonio, Ramon, Fernando, Gerardo y la bandera cubana, que llevaba colgado en mi espalda a mi pecho para que la cámara no tuviera mas remedio que tomarlos con el gran texto impreso
LOS CINCO LA HISTORIA NO CONTADA
¡ C U B A N O S !
C H A U B L O Q U E O
Mientras ellos se acomodaban y preparaban el hombre preguntó mi nombre y cuando pregunté de que medio eran oí sorprendido “Noticiero Iraní en Castellano”. Preguntó al aire.. “¿Por qué está usted aquí frente a la Embajada Venezolana en Buenos Aires?” Contesté… “Me siento en Caracas porque los medios argentinos de comunicación, enemigos de mi presidente dicen que ella se parece a Chavez, cosa que me emociona porque Hugo es un gigante bolivariano que está en primera línea en la lucha contra el imperialismo. Como lo están ustedes los iraníes, atacados por Estados Unidos y sus socios. Atacados por nuestros medios mafiosos de comunicación, que ocultaron a los argentinos durante catorce largos años la injusta prisión de estos cinco héroes cubanos antiterroristas, que son otros cinco Che Guevaras como el que enarbolo en la imagen y que fue asesinado en Bolivia hace 45 años, sin juicio previo. Pero Ernesto Che Guevara vive hoy más que nunca en Bolivia con Evo, en Cuba con Raul y Fidel, en Ecuador con Correa, en Argentina, Brasil, Uruguay y en Irán a cuyo pueblo saludo fraternal y revolucionariamente. Al rato una pareja joven con una nena pasa saludando y “huelo inmediatamente a cubano” por lo que comienzo a lanzar papel picado. La gente cerca de mí piensa erróneamente que estoy conectado por radio al Centro Eleccionario y que Chavez ganó. A la hora los veo pasar al mismo hombre y su hijita que no cabe duda que son cubanos, por la sonrisa y la expresión corporal, esta vez estoy con matraca a todo vapor y la cubanita sonríe. Una compañera de militancia Cristinista del barrio (bandera argentina sobre su espalda) con su esposo me saludan y nos fotografiamos junto con un joven vecino (participante de las mesas de seguridad de Caballito) que me hizo el aguante todo el tiempo y eso me permitió cambiar de matracas, levantar bolsas de papel picado, entregar revistas del Che y folletos a granel de la Ley de medios sin necesidad de ser un pulpo de ocho brazos. En algún momento estalla en la vereda de la Embajada el grito, el aplauso, la algarabía que se desparrama como fuego sobre líquido inflamable y abriendo mi gran bolsa de papel picado me meto entre la muchedumbre que ríe, sonríe y llora, salta, baila, aplaude y mete sus manos en mi bolsa y agradece y arroja al viento eufórica esa nieve tan falsa como lo son Jorge Lanata, ó Pepe Eliaschev. La avenida queda blanca y de golpe llegué no se como a la puerta misma de la Embajada, donde los venezolanos participan con el papel picado y soy testigo de la doble hilera de responsables y policías, que custodian la “retirada” de los delegados Caprilistas que habían permanecido allí contabilizando hasta el último instante lo que se convirtió (tiene razón mi hermano chileno el profesor Hugo Moreno Peralta ) tras cuarenta y cinco años en la derrota del imperialismo que había asesinado al Che Guevara y hoy caía ante el imparable poder ético y amoroso del pueblo guevarista, chavista y bolivariano de Venezuela, mediante una elección impecable.
Repentinamente una bicicleta frena a mi lado un joven con casco me abraza diciendo… “Hola Che, soy populista y paraguayo y te felicito che”. Su sonrisa me gana y palmeándolo fuertemente le recito….
En idioma guaraní , una joven paraguaya tiernas endechas ensaya cantando en el arpa así, en idioma guaraní . Llora, llora urutaú en las ramas del yatay , ya no existe el Paraguay donde nací como tú, En el dulce Lambaré feliz era en mi cabaña, vino la guerra y su saña no ha dejado nada en pié, en el dulce Lambaré. Le conté al flaco que esta poesía que es mucho mas larga, fue escrita en el momento de la guerra por el poeta Palacios, argentino que se jugó la vida denunciando ese genocidio. El pibe agradeció y nos despedimos.
¡ Ú, Á, CHAVEZ NO SE VA ! “ fue el común denominador de todas las gargantas, durante las seis horas en las que le pueblo argentino hizo el aguante a la FELICIDAD AMERICANA que se traduce en un twitter de una mujer que desde Buenos Aires le escribió…. “Hugo, a menudo mencionás al Bolivar solitario que dijo “He arado en el mar”.
“Hugo, vos araste en la tierra, sembraste y hoy cosechás”. Cristina.
Quería volver a casa para escuchar junto a Irene el discurso del Comandante Hugo Chavez Frías, sabía que iba a mencionar sin ninguna duda a un hombre. Lo hizo, en su momento sostuvo el sable de Bolívar en su diestra exhibiéndolo al pueblo y también hizo aparecer por cadena mundial al San Martín del siglo veinte el rosarino ERNESTO CHE GUEVARA DE LA SERNA.
¡ Hasta la Victoria Siempre !
Eladio González toto director
· Palermo “Zulia” licencia del autor pues ese antiguo barrio porteño fue patronímicamente descuartizado con “Soho” y “Hollywood”