UNA INFAME Y COBARDE PROVOCACION
Un juez Federal de la Nación, parte del sector más podrido de la “familia judicial”, en un acto de absoluta injusticia, de cobarde provocación, decidió la detención de HEBE DE BONAFINI, Presidenta de MADRES DE PLAZA DE MAYO.
La causa, negarse a declarar en un juicio por presuntas estafas en las obras de viviendas “Sueños Compartidos”, donde los verdaderos responsables están libres y en el cual Bonafini declaró y aportó voluntariamente todos los documentos requeridos por la Justicia.
Este “recio” juez, Martínez de Giorgi, a las órdenes de un gobierno representativo del mismo poder económico, político y financiero que asoló el país en la Dictadura cívico-militar de 1976 en un acto político intimidatorio contra todo el movimiento popular se plantea detener a una mujer de 86 años y enferma que es un emblema de la lucha antidictatorial y en defensa de los derechos humanos en la Argentina y en todo el mundo.
Lo hace al mismo tiempo que genocidas, autores de los peores crímenes contra la humanidad, de secuestros, asesinatos, desapariciones, torturas, robos de niños, violadores de mujeres, de las leyes y de la propia Constitución Nacional, son dejados en libertad o detenidos en sus domicilios luego de años de juicios y trabajosas condenas, o de juicios que duermen en sus “prestigiosos” escritorios o son desestimados para brindar impunidad.
Para elevar aún más el nivel de la provocación, Martínez de Giorgi, envía la policía un jueves, día tradicional de la ronda de las Madres, una forma más que explícita de decir, “aquí estamos los que mandamos, el verdadero poder de la Argentina y así les va a pasar a todos quienes se nos enfrenten”.
Todo indica que, comenzando con Milagros Sala y ahora con Hebe de Bonafini, está en marcha un plan de represión orientado a referentes del movimiento popular y social que resiste la ofensiva hambreadora y entreguista del gobierno con el objetivo de sembrar el miedo y paralizar sus justas luchas.
Estos cobardes deberían revisar la historia para entender que al pueblo argentino que sufrió la detención, asesinato y desaparición de decenas de miles de sus mejores hijos a los largo de su historia no lo podrán paralizar en su justa lucha por la libertad, por sus derechos sociales y por la independencia de la patria.
Alberto “Cacho” Rodríguez
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