De: antoniobrailovsky=gmail.com@mail.clouddatabank.info [mailto:antoniobrailovsky=gmail.com@mail.clouddatabank.info] En nombre de Antonio Elio Brailovsky
Enviado el: miércoles, 31 de agosto de 2016 05:49 p.m.
Para: eladiogonzaleztoto@gmail.com
Asunto: Qué hacer con esas malditas pilas
Queridos amigos:
Tal vez el tema ambiental que haya generado mayor cantidad de equívocos sea la contaminación provocada por pilas y baterías usadas.
Se parte de un hecho cierto, que es la presencia de materiales peligrosos en la composición de estos productos, que se difunden en los ecosistemas cuando se los descarta de un modo que no sea apropiado.
El tema ingresa en la agenda pública a partir de reclamos de movimientos sociales que destacaron en todo el mundo la ausencia de políticas públicas para una disposición confiable de las mismas. Una búsqueda en Google por contaminación del agua y pilas arroja más de 600.000 resultados, mucho más que otros contaminantes de mayor riesgo a la salud (por afectar mayores volúmenes de agua para consumo), como los nitratos y el arsénico.
Existen incontables agresiones ambientales que son comparables a las pilas, pero las pilas tienen una característica que facilita que se disparen las conductas de acción individual, y es que permiten echarle la culpa a la víctima.
Gracias a una presión mediática –a veces interesada– millones de usuarios se sienten responsables por las pilas que tienen que descartar con la basura común porque no les ofrecen una alternativa mejor. Esta publicidad encubierta ha permitido desviar la atención de los verdaderos responsables de esta contaminación.
Un aspecto sugestivo de la economía actual es la estrategia de muchas empresas internacionales de acortar la vida útil de los productos que ofrecen, para poder vender varias veces el mismo producto. La electricidad móvil (es decir, las pilas y baterías) constituye uno de los campos más emblemáticos en los que dicha estrategia se desarrolla.
La información circulante es tan confusa que una página Web del Ministerio de Ambiente de la Nación dice que en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires “las pilas comunes y alcalinas pueden ser desechadas junto a la basura común”, mientras que la Agencia Ambiental de la Ciudad dice exactamente lo contrario: “no deben ser dispuestas con los residuos domiciliarios”.
Son muchos los docentes que cayeron en la trampa y pusieron a sus alumnos a juntar pilas usadas. Pero una pila es un residuo peligroso. Sólo puede ser manipulado por personal especializado, nunca por niños. Y una escuela es el peor lugar imaginable para acumular residuos peligrosos.
Los que están en mejores condiciones para tratar las pilas usadas son aquellos que tienen instalaciones industriales para fabricarlas. Sólo la conciencia pública sobre este hecho permitirá avanzar en respuestas de gestión que incluyan a los principales responsables.
Son necesarias políticas públicas que obliguen a las empresas que las venden a hacerse cargo de las pilas usadas para su destrucción en condiciones controladas. Aplicar el principio de responsabilidad extendida del productor no significa (como se hace ahora) habilitar unos pocos puntos de recepción para poder publicar una fotografía en los medios. Significa ordenar por ley que en cada punto de venta de pilas se reciban las usadas y que las empresas se hagan cargo de todos los costos de logística y de tratamiento de estos residuos peligrosos.
Para analizar las implicancias del tema y sus posibles respuestas he publicado un informe sobre gestión ambiental de pilas y baterías usadas en el marco delObservatorio Ambiental de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que está a mi cargo. Alejandro Amor, Defensor del Pueblo de la Ciudad advierte que: “No será posible conquistar un ambiente sano para nuestros vecinos si los residuos peligrosos desechados en la Ciudad –como las pilas usadas– carecen de un tratamiento sustentable. El Estado local está en deuda en materia de fuentes contaminantes. Este primer informe del Observatorio Ambiental y las iniciativas que éste promueve son un primer paso apuntando a saldar una deuda que afecta los derechos ambientales de tod@s l@s vecin@s de nuestra ciudad”.
Sobre las funciones del Observatorio, señala Bárbara Rossen, Subsecretaria de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente de la Defensoría:“Nuestro Observatorio Ambiental funcionará como un foro de producción de información y análisis, que desarrolle información adecuada y oportuna sobre la temática ambiental urbana, identificando temas prioritarios y emergentes por medio de la investigación y los procesos consultivos, y que fomente el diálogo entre los interlocutores sociales, las empresas instaladas en la jurisdicción, el Estado y la sociedad civil”.
En este mensaje ustedes reciben:
· Mi informe sobre “Gestión ambiental de pilas y baterías usadas”. Pueden bajarlo gratuitamente de la página Web de la Defensoría o de este enlace:
Si el enlace parece no funcionar, lo copian, lo pegan en la parte superior de su navegador (Google o el que usen) y le dan enter. Puede tardar un rato en abrirse o bajar, dependiendo del estado de la conexión a Internet.
· La imagen adoptada por los grupos ecologistas para reclamar que las empresas se hagan cargo de la contaminación que generan. Son los muñequitos emblemáticos de varias empresas que fabrican pilas, que, hartos ya de tener que dar la cara por corporaciones irresponsables, reclaman que el que la hace la pague.
· La obra de arte que acompaña esta entrega es un cuadro del artista alemán Pedro Pablo Rubens, pintado entre 1636 y 1638, que representa a“Vulcano forjando los rayos de Júpiter”. Se trata de la representación de un episodio de La Eneida, de Virgilio, en que el herrero de los dioses fabrica otro instrumento de electricidad móvil, mezclando rayos de granizo, rayos de fuego y otros del viento del sur. En el momento en que lo vemos “estaba añadiendo a la obra los horribles resplandores, el estrépito y el miedo”. Millones de pequeñas pilas no tienen un aspecto tan espectacular, pero sus consecuencias sobre nuestra salud son mucho peores.
· El recordatorio de mi libro “Historia ecológica de la Ciudad de Buenos Aires”, y el contacto con el distribuidor para quienes quieran adquirirlo.
Un gran abrazo a todos.
Antonio Elio Brailovsky
Los muñequitos de los fabricantes de pilas están hartos de dar la cara
Pedro Pablo Rubens: "Vulcano forjando los rayos de Júpiter", óleo sobre tela,
Museo del Prado.
Los interesados en adquirir el libro pueden comunicarse con Alejandro Russo al mail
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