lunes, 29 de julio de 2019

Masacre de Tarará Habana cuatro muertos Rolando Perez PNR Yuri, Orosmán y Rafael Guardiafronteras CHAUBLOQUEO museo Che Guevara de Buenos Aires Eladio González toto


SUBIDO AL BLOG  EL  13 de Mayo de 2012

Primera carta general que escribí para responder a las 122 cartas que me llegaron desde Cuba por la donación de sangre.

Buenos Aires.  4 de Marzo 1992.  República Argentina. 

QUERIDOS HERMANOS CUBANOS:  Orosmán, Rafael, Yuri y Rolando.

Me llamo Eladio González y tengo la enorme dicha de haber recibido 122 (ciento veintidós) cartas que me dejan perplejo.  No tengo la MENOR DUDA DE QUE SON USTEDES LOS QUE ESCRIBEN, PORQUE RECONOZCO VUESTRO INQUEBRANTABLE ESPIRITU DE SACRIFICIO POR ESA PATRIA MARAVILLOSA, QUE ES EJEMPLO EN EL PLANETA TIERRA, pero ¿ porqué
Las letras son diferentes?. Porqué el cambio de edades y de sexos?  ¿Porqué están ustedes en todos los sitios de CUBA?   USTEDES, MIS MARTIRES, ¿no son ya otras personas? . Desde Santiago de Cuba, Bayamo, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Avila, Sancti Spiritus, Santa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Pinar del Río y La Habana, ¡ me dicen hermano! , me envían y piden fotos.  Con mi mujer, que es la que me impulsó a viajar a CUBA, Irene, nos turnábamos ayer en abrir y leer entrecortadamente y regando con incontenibles lágrimas una carta ella, otra carta yo.  Tanta energía, patriotismo, madurez en cada frase nos colmó, créase o nó, la capacidad de recibir afecto, tanto fue el amor que nos mandaron en cada misiva.  Con intervalos manejados por estas sensaciones, fuimos bebiendo en ésos cálices de papel CUBANO, el mejor de los elixires, LA AMISTAD, LA FRATERNIDAD, EL RESPETO, EL AGRADECIMIENTO, LA GENEROSIDAD DESINTERESADA, Y LA CELERIDAD EN LOS REFLEJOS PATRIOTICOS.   Tengo 49 años cumplidos el 10 de Enero de 1992 y la última noche de año nuevo la celebré bailando sobre vuestro suelo al que admiro.  Esta fue nuestra segunda visita a Cuba, mi mujer Irene y mis dos hijos menores, Damián Rafael (14) y Manuel Emiliano (12) fueron testigos  y partícipes de cómo son ustedes, como reciben al extranjero, como abren las puertas de sus hogares y de sus corazones, como comparten su pan (a pesar del período especial) su cerveza y sus mojitos.  Y fue hablar con cientos de cubanos en esas calles, entrar en muchas casas (de puertas abiertas y fotos del Che Guevara colgadas en el living) y fue ir al Palacio de los Matrimonios (por curioso) y colarme a la ceremonia y oir emocionado, dar el SI a ella (de Alamar) y a él (de Guanabacoa) é incrédulo verme arrastrado a la fiesta en la Habana Vieja y allí recibir mi primer CAKE y bailar con la novia.  Otro día, ver otra “NOVIA CUBANA DE LA DANZA” Alicia Alonso, levitar sobre el escenario del Teatro Federico García Lorca. Otro día charlar con el empleado del depósito de restos mortuorios en el Cementerio de Colón, (charlamos sobre Guillén, al que admiro).  Luego el bautismo de Carolina, hija de PICALLO, Rodolfo Díaz, plástico, dibujante, amigo nuestro del Vedado, cuyo papá que veníamos a conocer, no esperó el regalo que le traíamos de Argentina y se murió.  Es caminar y comprar “de usado” y en cualquier acera “La Historia me absolverá” a un viejo vendedor de libros (porque adoro las cosas con uso, que otro tocó, ó leyó, tal vez por eso trabajo con antigüedades a las que amo). Y busqué y no encontré los longplay de Nicolás Guillén (usados por supuesto) y tuve que comprar para mi ahijada de Argentina los cuentos infantiles de José Martí (EN INGLES) porque ya va mi segunda visita y me dicen que no lo tienen en CASTELLANO.  Viejo, arreglen eso.  Mi almanaque MARTIANO 1992 (que me lo traje) preside nuestra cocina-comedor que es donde se desarrolla la mayor actividad familiar en mi hogar.  Ultimo día, Hospital Naval, un taxista que no olvido, hematología, corredor, puerta, sala, padre gigantesco don Manuel Pérez, mi carta (inconscientemente dictada por ustedes y por Don Manuel sufriendo a mi lado). Regreso al hotel, mi mujer me premia con besos, yo la premio contándole lo que ví y sentí.  Beso el suelo de mi segunda patria antes de ascender al avión.  Mi patria me recibe. Pasada la noche y por teléfono me despierta la Cuba que despedí ayer. De Radio Rebelde preguntan  ¿Por qué? 
Lo hice por un ser humano, por un mártir, por un compañero combatiente, por todo el amor que me dio Cuba hasta ése día.  Por el tremendo respeto que tengo por esa Revolución de lozanos y palpitantes 34 años.  Por Norberto León Sanchez, por el escultor Arango, por el chofer Rodríguez Valdez que se casó con María Eugenia, por Ricardo Reyes Hernández y su esposa de Trinidad, por los guías de Turismo, por el escultor David Rosales Rosales (iluminado autor de las esculturas de Camilo y el Ché que “VIVEN” en el Museo de la Revolución) por Charito su esposa, por los hijos de ambos Davicito y Danielito, por Raul Brizuela Quintanilla y su señora de Guiteras, por Alberto Elias músico de Torriente, por Virgilio Animas que me pagó la guagua, por la Dra. Rebeca del Vedado, por Antonia Entenza (yoruba) por el Actor Enrique Molina, por Ramiro Calas, Helia, Alina, Ernesto, Nadia, Ramirito, Rodolfo, Wandy, Carolina, el sacerdote que la bautizó y el perro Toki.  Por Gualberto con su Santa Barbara y su (no tan santa) Alina, por Edemi, por el misterioso Dayso de Varadero, los músicos del Grupo Generis, empleados del Siboney, los guardavidas y el señor de la librería Hanoi, todos de Varadero, mas esa mulata que pasó rompiendo corazones sobre la carroza en el Carnaval. Por Regla y Adriana de Turismo, por el sonidista del Grupo Teatro Infantil en La Habana y su papá el médico, por Maceo, por Martí, por Fidel, por Guillén, por Cuba, por mi mujer, mis 5 hijos, mis dos nietos, mis padres, por el pueblo argentino, por mi desaparecido amigo Héctor Rivera (asesinado por la dictadura de 1976) y a renglón seguido:

“por todos los jineteros que rechacé en La Habana” y a los que expliqué en su momento que aunque me beneficiara 20 a 1 ó mil a uno yo no cambiaba en mercado negro por……

ese hombre que vive en vuestros hogares y vuestros corazones,
ERNESTO CHE GUEVARA  (argentino como yo).

Aclaración: en idioma indígena argentino “quechua”  CHE significa “Mi”.

               Hasta  la  victoria  siempre            Chau.

Como si San Martín la mano pura, a Martí familiar tendido hubiera, como si el Plata vegetal viniera , con el Cauto a juntar agua y ternura, así Guevara el gaucho de voz dura, brindó a Fidel su sangre guerrillera, y su ancha mano fue más compañera, cuando fue nuestra noche más oscura.  Huyó la muerte, de su sombra impura, del puñal, del veneno de la fiera, solo el recuerdo bárbaro perdura.  Hecha de dos un alma brilla entera, como si San Martín la mano pura a Martí familiar tendido hubiera.

                   Nicolás Guillén   1958     Buenos Aires