De: german renteria
Síntesis rebelion.org 27092019.
27-09-2019
Por qué y cómo Lula ha llegado a ser el prisionero político más importante del mundo
El preso del Sur global
Rafael Poch de Feliu
Blog personal
Julian Assange es el más importante disidente occidental preso. Eduard Snowden, el principal exiliado. Luiz Inácio Lula da Silva es el prisionero del Sur global por excelencia. Noam Chomsky se ha referido a Lula como “el prisionero político más importante del mundo” y “una figura extraordinaria del siglo XXI”, y ha comparado su encarcelamiento con el del fundador del Partido Comunista Italiano, Antonio Gramsci (1891-1937). ¿Por qué esos títulos?
Bajo el mandato de Lula, Brasil pasó de la inexistencia en la esfera internacional a ser seguramente el país más respetado del mundo. Lula dignificó a la mayoría social de su país que no contaba para nada. En 2010, el programa alimentario mundial de la ONU le otorgó el título de “campeón del mundo en la lucha contra el hambre”. Tras ocho años en la presidencia sacó de la pobreza a millones de brasileños y dejó el poder con un grado de aprobación sin precedentes.
Lula fue capital en la prometedora y en gran parte malograda integración independiente de América Latina, que implicó a Chávez, Morales, los Kirchner y demás, y entre todos ellos era el más respetado no solo por el peso específico de su enorme país. Con Lula nacieron los BRIC´s (Brasil, Rusia, India, China y otros) como concepto en el que Brasil ponía la primera letra. Pues bien, este personaje está en la cárcel desde hace año y medio, tras haber sido condenado a una pena total de doce años y once meses en un caso manifiestamente fabricado y seis meses antes de unas elecciones a las que acudía como favorito. ¿Por qué?
Sobre el motivo hay varias explicaciones. Según el profesor Elias Jabbour de la Universidad de Río de Janeiro, Lula fue víctima de una acción de guerra híbrida orquestada desde Estados Unidos después de que en Brasil se anunciara el descubrimiento de unas importantes reservas de petróleo, lo que dio fuerza a una agresiva campaña mediática contra la izquierda y la política en general. El propio Lula sugiere el motivo principal en otro aspecto: su protagonismo general en el establecimiento de los BRIC´s, y en los movimientos para crear una moneda alternativa al dólar en las relaciones comerciales de ese enorme conglomerado de países que incluye a la mayoría del planeta, tanto en población como en volumen de transacciones.
“Estados Unidos tenía mucho miedo de nuestros debates sobre la creación de una nueva divisa. Obama me llamó y preguntó, “¿estás intentando crear una nueva moneda, un nuevo euro?” y yo le dije, “No, estoy intentando deshacerme del dólar americano simplemente para no ser dependiente”. Según el periodista Pepe Escobar que recogió esta declaración en una entrevista con Lula mantenida este verano en la cárcel, “Obama pudo haber intentado advertir a Lula de que el Estado profundo (Deep State) americano nunca permitiría a los BRIC´s invertir en una moneda o una cesta de monedas para eludir al dólar. Más tarde, Putin y Erdogan advirtieron a (su sucesora en la presidencia) Dilma Roussef, antes de que fuera depuesta, de que Brasil sería atacada sin piedad. Al final, la dirección del Partido de los Trabajadores fue pillada completamente desprevenida por una conjunción de sofisticadas técnicas de guerra híbrida”, explica Escobar. “El resultado fue que una de las mayores economías del mundo fue tomada por asalto por duros neoliberales sin lucha alguna”.
Detrás de todo esto se advertía algo más que un revés para el hegemonismo occidental: la idea de que el consenso y la acción concertada entre BRIC´s y grandes países del Sur global, es capaz de elaborar un programa para el mundo, alternativo al caos del hegemonismo de Euroatlántida con sus recetas belicistas. El caso de Irán ofrecía una pista concreta.
Fue el Brasil de Lula quien en 2010 alcanzó en Teherán, de común acuerdo con Turquía e Irán, un acuerdo nuclear con el régimen de los ayatollahs. Eso fue cinco años antes del famoso acuerdo de Viena de 2015, que Bolton y Trump han hundido con el apoyo de Israel y Arabia Saudita al retirarse de él y reabrir el escenario bélico. En la mencionada entrevista carcelaria, Lula recuerda que tras aquel acuerdo Obama y Merkel se mostraron nerviosos: “fui como el chaval que ha sacado un diez en la escuela, se lo dice a su madre y esta da a entender que eso está mal”.
En el mundo de hoy, un tipo con carisma que dirige un gran país y que va de por libre es algo que produce enorme recelo imperial. Empiezan a ponerse de acuerdo y a resolver problemas globales sin nosotros y sin nuestra moneda, ¿y dónde iremos a parar? Esas son las coordenadas del encarcelamiento de Lula.
El método fue la combinación de la guerra judicial con la manipulación informativa de los grandes medios en manos de magnates, dirigida a la destrucción del adversario político concreto mediante la judicialización de la política. Lo que se conoce bajo el término “Lawfare”.
“Comienza con denuncias sin pruebas, continua con campañas de denigramiento mediático y obliga a los señalados a interminables justificaciones, luego viene la cárcel y las multas, el Lawfare encierra los debates políticos en los tribunales de justicia”, señala un manifiesto firmado este mes por varios centenares de personalidades de todo el mundo. El resultado final de la operación -un cambio de régimen- es el mismo que el de los golpes militares latinoamericanos de antaño auspiciados o directamente dirigidos desde Estados Unidos.
Gracias al trabajo publicado este verano por el periodista Glenn Greenwald en The Intercept, se conocen los pormenores de esta corrupta guerra judicial contra Lula, pero el asunto trasciende a Brasil. Los expresidentes de Ecuador y Argentina, Rafael Correa y Cristina Kirchner son perseguidos por esta combinación bastarda. En África están los casos del mauritano Biram Dah Abeid, el candidato a la presidencia de Camerún Maurice Kamto, el ex diputado de Gabón Bertrand Zibi, el líder de la oposición camboyana Kem Sokha, el dirigente del Frente de Izquierdas de Rusia, Sergei Udaltsov, la senadora filipina Leila de Lima e incluso el líder de la izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, objeto de acoso mediático y acusado de rebelión. De todo este muestrario, Lula es el más importante desde todos los puntos de vista.
(Publicado en Ctxt)
Fuente: https://rafaelpoch.com/2019/09/25/el-preso-del-sur-global/#more-336
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27-09-2019
Pánico en la Reserva Federal y retorno del credit crunch sobre un mar de deudas
Eric Toussaint
CADTM
Ante la catástrofe, el martes 17 de septiembre de 2019 la Reserva Federal de Estados Unidos inyectó 53.200 millones de dólares en los bancos, ya que sufrían una escasez de financiación diaria en el mercado interbancario y también en los Money market funds (Véase el recuadro). Y lo volvió a hacer el miércoles 18, el jueves 19, el viernes 20 de septiembre, con una inyección diaria de 75.000 millones de dólares. Lunes 23 y martes 24, la Fed volvió a repetir la misma operación (https://lta.reuters.com/articulo/economia-fed-repo-idLTAKBN1W91X8).
Este tipo de intervención nos hace pensar en el mes de septiembre de 2008 cuando los grandes bancos, en pleno colapso, interrumpieron los préstamos interbancarios —cuestión que provocó, especialmente, la quiebra de Lehman Brothers— y tuvieron que acudir a los bancos centrales. Los grandes bancos privados habían dejado de confiar los unos en los otros. El mercado bancario se había secado de repente y el término credit crunch apareció en la prensa para designar ese fenómeno. A partir de ese momento, la Fed inyectó liquidez de manera permanente a los grandes bancos privados de Estados Unidos y también, hasta 2011, permitió a los bancos europeos tener acceso de forma masiva a la liquidez en dólares. Y había una razón: los bancos estadounidenses y europeos estaban tan interconectados que una falta de liquidez en dólares en Europa habría podido impedir a los bancos europeos mantener sus compromisos con los bancos de Estados Unidos, provocándoles graves dificultades.
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27-09-2019
Entrevista a Abel Prieto, asesor del presidente de Cuba y exministro de Cultura
Cuba, Venezuela y la política agresiva de Estados Unidos
Hernando Calvo Ospina
Rebelión
Fuente: http://www.youtube.com/channel/UCGa4Zu3_qv8DolE7tDX7Jaw
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27-09-2019
La mirada económica de Rosa Luxemburgo
Claudio Katz
Rebelión
Exposición en las Jornadas sobre Rosa Luxemburgo. A 100 años de su asesinato, Buenos Aires 24 de septiembre de 2019.
Buenas tardes, gracias por la invitación y me alegro mucho de esta incorporación de Rosa Luxemburgo, a la lista de lista de revolucionarios homenajeados, como ya hicimos con Marx, Lenin, el Che o Fidel. Bienvenido este tributo a los 100 de Rosa, que fue una excepcional exponente del marxismo clásico. Como todos sus pares ella fusionaba la acción política con la teoría y la militancia con el pensamiento. Por esa razón desenvolvió una vida tan integral.
Puesto que no alumbró una corriente específica perdurable, su obra fue poco visitada y poco citada durante muchos años. Yo creo que abordó problemas de gran actualidad al actuar en un partido socialista, que principios del siglo XX ya era una organización de masas, con gran predicamento sindical y fuerte protagonismo parlamentario.
En esta mesa de las Jornadas nos concentramos en Rosa como economista y como partícipe de la extraordinaria generación de teóricos que sucedió a Marx. Yo creo que en ese terreno nos legó aportes muy significativos en varios planos.
Primero en la metodología de investigación del capitalismo. En su época ya se había generalizado el estudio del Tomo 1 de El Capital, con gran atención entrados en la explotación, la plusvalía y los desequilibrios de la órbita productiva. Rosa fue la primera en ir más allá de estos enfoques, propiciando un análisis de toda la dinámica de la reproducción. Integró especialmente la esfera de la circulación, mediante la exhaustiva incorporación del Tomo 2 a la indagación del capitalismo.
Revisó con gran audacia los esquemas de reproducción ampliada de la obra de Marx, que ofrecían un modelo integral de funcionamiento del sistema. Se propuso incluso enmendar los errores que observó en esos esquemas, para formular a partir de allí su propia teoría de la crisis.
Luxemburgo discutió acaloradamente esa corrección con varios economistas. Sus críticos objetaban la introducción de un razonamiento empírico directo, en modelos abstractos. Esos esquemas estaban concebidos con muchos supuestos, con el objetivo de evaluar cómo puede funcionar un sistema socavado por tantas contradicciones. Yo creo que los críticos tenían razón. Pero las grandes pensadoras suelen abrir extraordinarios caminos de renovación, cuando transitan incluso por pistas falsa.
Rosa inauguró el estudio contemporáneo de El Capital como totalidad y como valor en movimiento. Tomo en cuenta la metamorfosis de todos sus componentes. Sólo ese abordaje permite comprender el proceso general de distribución, realización y valorización del capital. No alcanza con indagar lo que sucede en el ámbito de la producción y en la generación de plusvalía. El capitalismo está socavado por múltiples contradicciones, que irrumpen en todos los planos de su desenvolvimiento. Ese abordaje totalizador fue comenzado por Luxemburgo.
El segundo tema es la crisis. En la época de Rosa se discutía intensamente cuál era el desequilibrio principal del capitalismo. Ella integraba la corriente subconsumista que atribuía esas convulsiones a la estrechez de los salarios, recordando que un sistema basado en la explotación no genera la demanda requerida para su propio funcionamiento. Consideraba que el capital emigraba de un país a otro para contrapesar la insuficiencia del consumo insuficiente y situaba los límites del sistema, en el agotamiento de los mercados no capitalistas.
También esa mirada suscitó fuertes polémicas con sus pares marxistas, que resaltaron cómo el propio sistema genera contrapesos a ese desequilibrio, mediante otros consumos, mayores demandas de bienes producción y nuevos mercados. De ese debate emergió en mi opinión la mejor síntesis contemporánea de la teoría de la crisis, que integra las insuficiencias de la demanda a todos los desequilibrios concentrados en la sobreproducción. El principal problema del capitalismo no es la pobreza de las masas, sino la tendencia capital a expandir la producción por encima del consumo.
Pero la atención de Rosa a los desequilibrios de la demanda tiene gran actualidad, puesto que el neoliberalismo provoca un serio deterioro del poder de compra. Incentiva el consumo sin brindar la correspondiente contraparte de ingresos superiores y e n gran parte de la periferia inferior directamente recrea el drama del subconsumo. En el caso de América Latina incide en el desencadenamiento de periódicas crisis de intensa gravedad
El tercer tema es la dimensión económica del imperialismo. Al igual que Lenin, Luxemburgo estimaba que la competencia obliga a los capitalistas a incursionar en el mercado mundial, para capturar nuevos territorios. Pero Rosa atribuía esa compulsión a la existencia de mercancías invendibles y a la necesidad de realizar en la periferia, la plusvalía no absorbida en las economías centrales. Por el contrario, Lenin explicaba el imperialismo por el proteccionismo, la supremacía financiera, el monopolio y la exportación de capitales sobrantes.
Mientras que la mirada de Lenin ha sido actualizada por los teóricos del capital rentista, el enfoque de Luxemburgo es retomado por los teóricos del Nuevo Imperialismo. Resaltan especialmente el papel de esa nueva configuración para lidiar con la sobreproducción global itinerante. Yo creo que esta segunda vertiente es más fructífera, en la medida que evita todos los inconvenientes de localizar exclusivamente la crisis en el plano financiero.
En la interpretación política del imperialismo existió total convergencia entre Lenin y Luxemburg. Ambos cuestionaban la ilusión de impedir el estallido de la Primera Guerra Mundial mediante pactos entre las potencias. Objetaban las ilusiones en el desarme negociado y convocaban a la lucha para impedir la matanza de los pueblos. En esa actitud frente a la guerra radica, en mi opinión, el eje de la teoría clásica del imperialismo. En un período de grandes guerras por la apropiación del botín colonial, ese enfoque aportó el fundamento político para el rechazo revolucionario de la guerra.
Ese escenario se modificó radicalmente a partir de la segunda mitad del siglo XX. Pero mediante el Pentágono, la CIA y los marines, el imperialismo persiste como el gran instrumento de dominación de las empresas transnacionales. Luxemburgo señalaba especialmente que el capitalismo se sostiene en el uso de la fuerza. Y como el sistema necesita recurrir a esa coerción, es un gran error suponer que el imperialismo ha sido reemplazado por rivalidades meramente hegemónicas, disputas ideológicas o búsquedas de consenso.
Yo creo que se incurre en el mismo equívoco, cuando se analizan las relaciones internacionales en términos de unipolaridad o multipolaridad. La dramática vigencia del imperialismo se verifica en las guerras que devastaron al continente africano y al mundo árabe y que han desintegrado varios países para asegurar la captura de las materias primas.
Luxemburgo nos aportó también el primer análisis de la forma en que la periferia queda plenamente integrada a la dinámica global del capitalismo. D etectó las relaciones desiguales que vinculan a las economías dominantes y subordinadas y anticipó las teorías del “desarrollo del subdesarrollo” . Describió especialmente cómo la periferia es doblemente esquilmada por succiones económicas y pillajes coloniales y señaló, además, que la acumulación primitiva de capital no fue sólo un proceso histórico de preparación del capitalismo. Constituye una dinámica recurrente en el funcionamiento del sistema.
De esa mirada surgió el concepto de acumulación por desposesión. Ya no se aplica al estudio de la depredación de las colonias durante las grandes guerras, sino al análisis de la expropiación que implementa el neoliberalismo especialmente en el terreno de las privatizaciones o el extractivismo.
Sobre el tema específico del trabajo, yo observo a Luxemburgo como una estudiosa de la compleja dinámica de la explotación. Me parece que su mirada es muy útil para evaluar el curso contemporáneo de la precarización, el desempleo y la intensificación de la jornada de trabajo. Siempre subrayaba la importancia de las conquistas obreras y los logros en materia de ingresos o condiciones laborales. Ponía especial atención a la evolución del componente histórico social del valor de la fuerza de trabajo.
Por eso entiendo que era crítica de teorías simplificadas de la pauperización absoluta y no veo sintonía de su enfoque, con un postulado general de pago usual de los trabajadores por debajo del valor de su fuerza de trabajo. Observó, en cambio, una gran familiaridad con las nuevas síntesis de la Teoría del Proceso de Trabajo, que remarcan el peso del control patronal y la dinámica contradictoria de diferenciación y recalificación de la fuerza de trabajo.
Finalmente, sobre el futuro del capitalismo Rosa nos legó dos planteos. Por un lado, cierta sugerencia de crisis terminal del sistema por agotamiento de los mercados no capitalistas, a tono con las teorías del derrumbe de la entre-guerra. Por otra parte, una gran atención a la competencia y al crecimiento exponencial, con el consiguiente distanciamiento del estancacionismo. Este segundo registro es retomado por los teóricos del Nuevo Imperialismo, cuando avizoran un futuro de crisis capitalistas sucesivas y peligrosas, pero evitando augurios de desenlaces terminales.
En cualquier caso, Luxemburgo observaba el futuro como una disyuntiva entre el socialismo y la barbarie. Y basta registrar la gravedad de la destrucción del medio ambiente para notar la dramática actualidad de esa encrucijada. Bajo el capitalismo la barbarie no es una opción de futuro. Es una realidad cotidiana en todos los países.
Y la encrucijada que planteo Rosa implica que el futuro depende de la lucha. Depende de nosotros y de nuestra construcción de alternativas. Ese fue el mensaje central de Luxemburgo: la reflexión teórica para el compromiso con las mayorías populares, el estudio para la acción militante y el debate entre compañeros para construir una sociedad sin explotadores ni explotados.
Claudio Katz, economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI. Su página web es: www.lahaine.org/katz
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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27-09-2019
Revolución permanente del sentido
André Breton
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Instituto de Cultura y Comunicación UNLa
“No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar las banderas de la imaginación”. André Breton
Muy pronto estaremos celebrando el Centenario del Surrealismo (1924) y con él sus Manifiestos [1], que siguen vigentes y desafiantes como en la primera hora: el Amor y la Poesía como fuentes Revolucionarias; la “realidad” del “establishment” como mascarada ideológica y emboscada para esconder las verdades humanas; Revolución en las potencias lúdicas, eróticas y creadoras como vertederos de libertad y Arte; como fuerza para la transformación del mundo. (Bonet) “Breton sigue siendo un irrecuperable. Su inmenso proyecto –necesariamente inacabado– de fusión alquímica entre el amor loco, la poesía de lo maravilloso y la revolución social es inasimilable para el mundo burgués y filisteo. Permanece irreductiblemente opuesto a esta sociedad y tan duro de roer como un hueso –un hermoso hueso, semejante a los que los indígenas de las islas Salomón llenan de inscripciones e imágenes– atravesado en el gaznate capitalista”.
Es imprescindible estudiar el aporte de Bretón, y de los surrealistas, para sentir, como propia, su batalla vigente en las fuerzas revolucionarias del “sentido” que, desde muy temprano, se asentaron entre las expresiones fundamentales del Siglo XX… pero, también porque es indispensable mostrar la vigencia del Movimiento Surrealista que plantó su dinámica revolucionaria en pleno corazón de la podredumbre capitalista realmente existente. En “Primer Manifiesto” aparecen los “principios” programáticos, las bases y las herencias del surrealismo y se ofrece un método poético para la creación, la intervención directa en la vida y la subordinación de todos los instrumentos del conocimiento a la rebelión de los sentidos. En el “Segundo Manifiesto” se expone un plan político para la poesía (lo que los surrealistas definieron como poesía) y en los “Prolegómenos para una Tercer Manifiesto” se dispone a detonar todo el edificio de la ideología dominante con los explosivos del surrealismo como una semiótica-ética. Tres manifiestos que, en realidad, son una unidad indivisible. Contra todo lo que digan los sepultureros de las revoluciones.
El Movimiento Surrealista desarrolla una radiografía, material y concreta, del mundo que ha sido secuestrado por el capitalismo y propone armas para combatirlo echando mano de la emancipación de la imaginación, del amor y de la poesía. Su táctica consiste en sublevar la expresión libre, directa, sin la intervención de la “razón” hegemónica. Lo valioso de una acción surrealista no es sólo el “producto” sino, también, los estragos, las fisuras, los quiebres epistémicos duraderos que puedan ocasionarse en el “espíritu” belicista, financista, ilusionista…de la época (la ideología de la clase dominante) y en todos sus mecanismos alienantes, incluidos sus bastiones de “belleza”, “arte” e instituciones morales. El modo como se desencadena la ofensiva surrealista descansa en ráfagas de imágenes, mediante el “automatismo psíquico” que fue ensayado por primera vez por Breton y Soupault: “Campos magnéticos”. Método de insurrección consciente para facilitar las erupciones del inconsciente. Como lo entendieron.
Aragón decía: “El surrealismo es la inspiración reconocida, practicada y aceptada. No ya corno una visita inexplicable sino corno una facultad que se ejerce. De una amplitud variable según las fuerzas individuales y con resultados de interés desigual. El fondo de un texto surrealista importa en el más alto grado, pues es el que le concede su inestimable carácter de revelación”. En la palabra “revelación” para el surrealismo habita la palabra revolución. Ansias de liberar a la humanidad de toda forma de opresiones, esclavitudes y tristezas.
El movimiento surrealista fue acción directa en el territorio del sentido común hegemónico: político-cultural-artístico… y combatió sin atenuantes al sistema capitalista, sus modos de producción y sus relaciones de producción. Desmantelaron, a su modo, la ideología de la clase dominante y desnudaron el plan de alienación, cosificación y mercantilización contra la especie humana. El Segundo Manifiesto –1930- es un programa en el que se profundiza el objetivo de “arruinar las ideas de familia, patria, religión” esgrime la libertad relativa para todas las iniciativas artísticas transformadoras. “‘Transformar el mundo’, dijo Marx; ‘cambiar la vida’, dijo Rimbaud: estas dos consignas para nosotros no son más que una”.
En 1938 Breton viajó a México donde fue huésped de Diego Rivera y de León Trotsky. De ese encuentro surgió la FIARI (Federación Internacional de Artistas Revolucionarios Independientes y donde intervinieron Diego Rivera, Breton y el propio Trotsky) “Por un arte revolucionario independiente”: “Si para desarrollar las fuerzas productivas materiales, la revolución tiene que erigir un régimen socialista de plan centralizado, en lo que respecta a la creación intelectual debe desde el mismo comienzo establecer y garantizar un régimen anarquista de libertad individual. ¡Ninguna autoridad, ninguna coacción, ni el menor rastro de mando!”.
Contra todo el palabrerío desatado por los santones intelectuales de la burguesía, el Movimiento Surrealista entraña –hasta el presente- una vocación de acción revolucionaria directa conectada indisolublemente con las bases. De ninguna manera anheló ser una desplante de élite ni un plan de escándalos “estéticos” propio de artistas burgueses. Lo escribieron con todos “los puntos sobre las íes”: “El otro problema es el de la acción social pendiente. Nosotros nunca la rechazamos y afirmamos que encuentra su método propio en el materialismo dialéctico; por lo demás, no podíamos desinteresarnos de ella ya que nos adherimos sin reserva al materialismo dialéctico y consideramos la liberación del hombre la condición sine qua non para la liberación del espíritu, y sólo podemos esperar esta liberación del hombre de una revolución proletaria.” [2] Es en el Segundo manifiesto del surrealismo (1930) donde expone todas las consecuencias de este acto, al afirmar, “totalmente, sin reservas, nuestra adhesi ón al principio del materialismo hist ór ico”. Breton insiste “el surrealismo se considera ligado indisolublemente, como consecuencia de las afinidades antes señaladas, a la trayectoria del pensamiento marxista, y sólo a esa trayectoria”. No hace falta se ña lar que el marxismo que defiende Breton no tiene nada que ver con la vulgata oficial del estalinismo. Como lo definió Sánchez Vázquez.
Supieron poner el debate que arde sobre ciertas heridas en la dialéctica de la autocrítica: “…también es imposible que el marxismo se abstenga más tiempo de tomar en cuenta la base científica de las investigaciones sobre el origen y el cambio de las imágenes ideológicas.” A. Breton. Todo lo denunciado por el Surrealismo, hace casi 100 años, persiste agravado. “Muralla del dinero salpicada de sesos”. Breton dijo que, “finalmente”, habrá “una revisión radical de la historia revolucionaria de estos últimos cuarenta años, historia cínicamente deformada y donde no solamente se haga completa justicia a Trotsky, sino que también alcancen todo su vigor y amplitud las ideas por las que dio su vida”. Eso mismo habrá que decir de Bretón. Y de tantos otros.
Notas
[2] Fragmento de: Bradu, Fabienne. “André Bretón en México”. iBooks. https://books.apple.com/ar/book/andr%C3%A9-bret%C3%B3n-en-m%C3%A9xico/id839144473
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27-09-2019
Todo huele mal en la Casa Blanca
El Congreso inicia un juicio político a Trump
Mirko C. Trudeau
CLAE
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, anunció que iniciará el proceso formal de impeachment (juicio político) en contra del presidente Donald Trump, cediendo a la presión de otros demócratas y llevando a un país dividido a un enfrentamiento entre el Congreso y el mandatario, en año electoral.
La investigación se centra en si el magnate abusó de su autoridad y buscó ayuda de un gobierno extranjero para su campaña de reelección. "Las acciones de la presidencia revelaron los hechos deshonrosos de traición a su juramento al cargo, la traición a nuestra seguridad nacional y la traición a la integridad de nuestras elecciones", acusó Pelosi, al anunciar el inicio del procedimiento.
El mandatario, poco antes de intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas, replicó que el proceso de destitución en su contra es "“acoso presidencia, una cacería de brujas, basura"”. Trump prácticamente retó a los demócratas a iniciar el proceso, confiado en que el espectro de un juicio político reforzaría el respaldo de los votantes.
"Hay que exigir responsabilidades al presidente. Nadie está por encima de la ley". Con estas palabras, Nancy Pelosi, anunció que inicia formalmente la investigación para un posible proceso de juicio político (impeachment) Donald Trump.
Todo huele mal en la Casa Blanca. El presidente en ejercicio, parece haber presionado a otro jefe de Estado para que investigara a un ciudadano estadounidense que además es uno de los políticos más destacados de su país y su posible rival electoral en 2020, cuando todavía no se ha esclarecido su responsabilidad en la manipulación de 2016, con la presunta cooperación de Rusia, enemiga bélica de la que aparecía implicada.
Lo que no consiguió el informe Mueller con el llamado Rusiagate, lo pone en marcha la denuncia anónima y en origen discreta de un miembro de los servicios de inteligencia de la Casa Blanca, en momentos en que ya no parece tan seguro el blindaje de la mayoría republicana en el Senado, que será, a la postre, el órgano de poder que decida la suerte del presidente, cuya capacidad y honestidad fue nuevamente puesta en duda.
Frente a la Casa Blanca desfilan los fantasmas políticos de la reciente historia estadounidense: Nixon (Watergate), Reagan (Irán-Contras), Bill Clinton (Whitewater, Lewinsky), que esperan que Trump se una al cortejo.
En 2016, halcones de la derecha demócrata y la prensa guerrerista como el New York Times, el Washington Post y CNN, señalaron que personas del entorno más cercano de Trump se reunieron con agentes rusos a fin de obtener información confidencial que dañara la campaña de la demócrata Hillary Clinton. Las críticas volvieron a cobrar fuerza cuando se reveló que el magnate habría comprado el silencio de dos mujeres con quienes mantuvo relaciones extramaritales.
Fue la burocracia demócrata y la manipulación de los diarios hegemónicos la que inventó la "trama rusa", fabricando un responsable y manipulando los sentimientos fascistas y anti-rusos en EU, dejando entrever que quisieran provocar un conflicto armado con Rusia que bien podría destruir la humanidad-, con la intención de tapar sus propios errores..
Ahora Trump condicionó la ayuda militar a Ucrania, un aliado crucial en el horizonte geoestratégico, a cambio de su complicidad en una confrontación política interna a Estados Unidos
Hoy, la filtración de una llamada telefónica entre Trump y el jefe de Estado de Ucrania, Volodymir Zelensky, en la cual el estadounidense habría coaccionado a su par europeo para que éste investigue alegaciones de corrupción contra Hunter Biden, hijo del ex vicepresidente y aspirante presidencial demócrata Joe Biden
Zelensky, actor de profesión, es un presidente inexperto y pretendidamente renovador, sigue enfeudado a los intereses económicos de su patrón, protector y financiador. Asimismo, Biden quedó bajo la sospecha d proteger los negocios de su hijo, mientras la Casa Blanca le ha negado información al Congreso, lo que convierte el escándalo en un potencial conflicto institucional explosivo y destructivo.
La actuación de Trump, señalan los analistas, resulta de un egoísmo monstruoso en cualquier jefe de Estado, y es revelador de la hipocresía de quien justifica su conducta pendenciera ante el mundo con el lema Estados Unidos primero. Y constituye una señal de alarma para los líderes europeos, pues el que gobierna en su principal aliado y paraguas militar no muestra ningún escrúpulo en dejarlos a su suerte si cree que con ello puede obtener una ganancia política personal.
La actuación egoísta y prepotente de Trump deja pocas dudas sobre su responsabilidad, así como en su flagrante obstrucción a la justicia a lo largo de la investigación del fiscal especial Robert Mueller en torno de la llamada trama rusa, todo lo cual haría necesario su separación del poder. El país más poderoso del mundo se encuentra expuesto a que un ególatra apueste los intereses geopolíticos en aras de su propia carrera y sus propios intereses financieros y económicos.
El camino de los demócratas
Los demócratas plantean que Trump "ha traicionado la seguridad nacional y la integridad de las elecciones", por conspirar con una nación extranjera para influir en el resultado electoral, luego que el mandatario reconociera que, en al menos una llamada telefónica, presionó al nuevo presidente de Ucrania para que investigara los negocios en el país del hijo de su principal rival político, Joe Biden, vicepresidente de Obama y hoy por hoy el favorito entre los demócratas para presentarse contra él en 2020.
Tras haberlo negado varias veces, Trump admitió el martes que, poco antes de esa conversación con el presidente de Ucrania, ordenó congelar las ayudas de 400 millones de dólars a ese país a pesar de que está en mitad de un conflicto con Rusia. O sea, le dijo que desbloquearía el dinero si atacaban a Biden. El mandatario sigue impidiendo al Congreso acceder a la denuncia del oficial estadounidense de inteligencia que fue la que descubrió todo el asunto y tampoco hace pública la grabación de la llamada.
Cabe recordar que los demócratas siempre han estado divididos sobre cómo había que tratar las maniobras de Trump para hacerse con la presidencia. Los moderados (entre ellos Pelosi) señalaban que un intento de echarlo por una vía que no fuera la electoral podría convertirse en un boomerang político y terminar por reforzarlo. El ala progresista, reforzada tras las elecciones legislativas de medio mandato de 2018, pugnaban por una actitud de máxima beligerancia.
Fue el empecinamiento del equipo presidencial en despreciar al legislativo lo que modificó la tradicional posición cautelosa de los demócratas.
Pero el del impechment es un proceso largo y complejo, que debiera arrancar de la remisión al comité judicial de la Cámara las investigaciones de los delitos cometidos por el presidente por los seis comités de la Cámara de Representantes. El comité debe decidir entonces si estos son "graves crímenes y faltas", como indica la Constitución, y por tanto si recomienda que se adopten como "artículos de impeachment" contra Trump.
Tras ese paso, el pleno de la Cámara debería votar si acusa o no formalmente al presidente. Los demócratas tienen mayoría en todos esos comités y en el pleno, así que es razonable pensar que lo logren. Tras ello, el juicio se celebraría en el Senado, donde para alcanzar un veredicto condenatorio y destituir al presidente haría falta que votaran a favor de su culpabilidad dos tercios de los senadores.
Hoy eso parece muy improbable porque los republicanos tienen mayoría en la cámara y Trump tendría que sufrir al menos 20 deserciones de su propio partido.
Apenas dos presidentes -Andrew Johnson en 1868 y Billo Clinton en 1999 (caso Mónica Lewinsky)- han llegado a ser formalmente acusados por la Cámara de Representantes y juzgados en el Senado, y dos fueron declarados inocentes. Richard Nixon, el de caso Watergate, nunca fue acusado formalmente, ya que prefirió renunciar, 14 meses después de iniciarse el proceso.
En el momento en que el presidente fuera condenado por el Senado y apartado del cargo, automáticamente el vicepresidente se convertiría en presidente. Mike Pence recibiría todos los poderes, pero solo hasta que tomara posesión el ganador de las elecciones de noviembre de 2020. De no poder asumir Pence, sería Pelosi, presidenta de Diputados, la que asumiría el cargo. De darse el juicio político, seguramente también se impediría la participación de Trump en cualquier otro cargo público.
La Constitución estadounidense dice claramente que el proceso de impeachment no puede continuar después de que el acusado abandone el cargo, y el proceso moriría si Trump pierde las elecciones de noviembre de 2020 y su sucesor toma posesión en enero de 2021.
Mirko C. Trudeau: Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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27-09-2019
El peligro de una guerra nuclear
Olga Pinheiro
Derecho de vivir en paz
Una petición titulada “Por la paz: detengamos una guerra nuclear” fue enviada, en estos días, a diversos organismos internacionales como la ONU, OEA, Unión Europea, Cruz Roja Internacional, como también al Vaticano y al Consejo Mundial de Iglesias, donde se pide a sus líderes tomar acciones a favor de la paz exhortando a EEUU a que mantenga tratados imprescindibles para la seguridad planetaria y acepte el diálogo con Corea del Norte, Irán y la Federación Rusa con el objetivo de lograr acuerdos con estos países y reducir el peligro que acecha contra la humanidad de una guerra nuclear.
En la misiva señalan su profunda preocupación de que Estados Unidos, luego de salir del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, que mantenía con la Federación Rusa - y que, de acuerdo a BBC Mundo, logró eliminar nada menos que 2.600 misiles nucleares-, no oculta sus planes de salir también de los tratados de Reducción de Armas Estratégicas (conocido como NEW START), y del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT). Al mismo tiempo, manifiestan su preocupación por la tensión permanente con Corea del Norte y con Irán.
La petición está firmada, entre otros, por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; por los intelectuales Noam Chomsky, Atilio Boron y Ana Esther Ceceña; por Martín Almada, Premio Nobel Alternativo; por las activistas por la paz Medea Benjamin y Martha Hennessy; por el fundador de SOAWatch, Roy Bourgeois; por Alfred L. Marder, presidente del US Peace Council, de EEUU; por el teólogo español Benjamín Forcano; por el escritor brasileño, Frei Betto; por Kate Hudson, Secretaria General de la Campaña por el Desarme Nuclear, del Reino Unido; por la abogada española Purificación González de Ojos para la Paz; por los periodistas Andrés Conteris, Eva Golinger, Michel Collon y Andrés Figueroa, entre otros.
La petición es un llamado a que el 26 de septiembre, en el Día Internacional para la Eliminación Total de Armas Nucleares, los organismos mundiales “condenen públicamente la política de Donald Trump” y “exhorten a Estados Unidos a mantener el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (NEW START) y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) y a dar pasos significativos en la búsqueda del diálogo con Rusia, Corea del Norte e Irán, con el fin de llegar a acuerdos con estos países y reducir el peligro nuclear que hoy sufre toda la humanidad”.
La petición también fue firmada por organizaciones de América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa, entre ellas por el Comité de Surveillance OTAN, Agir Pour La Paix, INTAL, de Bélgica, por SOA Watch de EEUU; por la Asociación Gabriela Mistral de Alemania; por CEBRAPAZ de Brasil; por el Centro de Amigos para la Paz de Costa Rica; por la Liga Argentina por los Derechos Humanos, por el Servicio Paz y Justicia de Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay; por el Centro Memorial Dr. Martin Luther King de Cuba; por ALBA Movimientos; por MOPASSOL de Argentina; por la Unión Dominicana de Periodistas por la Paz de República Dominicana; por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y el Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas de Chile, entre otras organizaciones.
La iniciativa, que logró congregar y sumar a diferentes voces del mundo en favor de la paz, es un llamado de esperanza para reducir la sombría perspectiva de una catástrofe nuclear.
Olga Pinheiro es parte del equipo de la Revista El Derecho de Vivir en Paz
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27-09-2019
El supuesto "Pacto de Leticia por la Amazonia", apuntes críticos
Nicolás Boeglin
Rebelión
Reunidos en la localidad de Leticia, ubicada en la frontera de Colombia con Brasil y Perú, los representantes de siete Estados adoptaron el pasado 6 de setiembre del 2019, un texto titulado "Pacto de Leticia por la Amazonía". La noticia fue ampliamente divulgada; bastante menos, el contenido exacto del texto adoptado, el cual se analizará en las líneas que siguen, y cuyo texto integral se reproduce al final de esta misma nota.
El contexto político de la reunión de Leticia
A esta reunión concurrieron los Jefes de Estado de cuatro Estados, a saber Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Brasil fue representado por su Ministro de Relaciones Exteriores, mientras que asistieron por parte de Surinam su Vice Presidente, y por parte de Guyana, su Ministro de Ambiente.
Es probable que el repudio internacional generalizado a la acción errática de Brasil para contener los incendios y al discurso (incendiario) de su Presidente no sean ajenos a la idea de convocar esta reunión inter-estatal. La cual fue celebrada en el interior de una construcción indígena en Leticia, con presencia de integrantes de comunidades indígenas (que asistieron a la reunión ubicados detrás de las delegaciones oficiales): en este artículo publicado en Colombia, se percibe le sensación negativa de varios representantes indígenas, a los que no se les permitió tomar la palabra durante la cita (véase artículo publicado en Semana).
Con relación al Estado anfitrión, cabe recordar que la región amazónica representa el 41 % del territorio colombiano, en la que diversas regulaciones nacionales protegen sus recursos naturales (véase mapa ubicado en la página 13 de esta publicación auspiciada por la CEPAL y las autoridades ambientales colombianas).
Esta reunión en Leticia se dió dos semanas después de un profunda crisis diplomática originada en la reacción tardía de Brasil en contener los fuegos en la Amazonía pese al llamado hecho por varios miembros de la comunidad internacional (véase al respecto nuetra breve nota titulada "Crisis diplomática a raíz de los incendios en la Amazonía brasileña: breves apuntes sobre discursos incendiarios").
Es de notar que a diferencia de otros Estados, los Estados de América Latina sa han mantenido extremadamente reservados con relación a valorar la forma en que Brasil ha permitido un avance tan decisivo de las llamas desde finales del mes de julio. Por alguna razón, ni Francia (Estado que colinda en la selva amazónica con Brasil al igual que Surinam y Guyana, a través de su departamento de ultra mar - "La Guyane"), ni Venezuela participaron a esta reunión.
Nótese que Venezuela solicitó formalmente en agosto del 2019 una reunión extraordinaria de los Cancilleres de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA): véase carta oficial reproducida en esta nota de prensa. Esta iniciativa no prosperó por razones que sería interesante dar a conocer, al tratarse de la única organización internacional de cooperación con la que cuentan los Estados amazónicos: posiblemente el hecho que, salvo Bolivia, Guyana y Surinam, los demás Estados amazónicos hayan optado por reconocer al opositor Juan Guaidó como único representante legítimo de Venezuela, guarde alguna relación con el poco éxito de esta iniciativa venezolana
El supuesto "Pacto" de Leticia
El texto adoptado en Leticia enumera varias obligaciones ya existentes para estos Estados en materia de cooperación, que derivan del mismo Tratado de Cooperación Amazónica suscrito en 1978, y de otros instrumentos adoptados en materia ambiental en el marco de Naciones Unidas.
Con relación a los incendios forestales como tal, leemos que los Estados suscriptores decidieron:
3. Crear la Red Amazónica de Cooperación ante desastres naturales entre los Centros de Operaciones de Emergencias para coordinar y articular los sistemas nacionales de prevención y atención de desastres con el objeto de atender de manera efectiva las emergencias de impacto regional, como incendios forestales de gran escala.
4. Intercambiar e implementar experiencias en el manejo integral del fuego, fomentando el desarrollo de políticas, instrumentos y acciones técnicas, basadas en la prevención de incendios forestales, la promoción de alternativas al uso del fuego en el medio rural y el fortalecimiento de capacidades técnicas, científicas e institucionales.
Tratándose de una situación de emergencia como la vivida por los Estados afectados por estos incendios y la falta de capacidad (confirmada) de varios de ellos para erradicar las llamas, estas dos iniciativas propuestas pueden considerarse como un primer (y muy tímido) paso, que deberá consolidarse mucho más en el futuro para lograr consensuar un mecanismo regional efectivo en materia de lucha contra incendios.
Con relación a las poblaciones indígenas, se lee que los Estados declaran "12. Fortalecer las capacidades y la participación de los pueblos indígenas y tribales y de las comunidades locales en el desarrollo sostenible de la Amazonía reconociendo su papel fundamental en la conservación de la región".
No se tiene claro si este reconocimiento al "papel fundamental en la conservación" de estas comunidades (u otra parte del texto) ha inclinado al Palacio del Itamaraty (Brasil) a no difundir desde su sitio oficial los resultados de la cita en Leticia, como sí lo hicieron los aparatos diplomáticos de Colombia, de Ecuador y de Perú desde sus respectivos sitios oficiales.
Un "pacto"... sin pactos
Más allá de lo que puede llevar a un Estado a no difundir oficialmente algunas cosas a las que participan sus máximas autoridades, se recomienda la lectura completa del texto de manera a hacerse una idea sobre su alcance real.
Es de recalcar uno de los considerandos del texto, en el que se afirma que los problemas de la deforestación se deben principalmente al cambio climático. Se lee en efecto que los siete Estados,
"expresando su preocupación frente a la deforestación y degradación forestal que se presenta por diferentes causas en cada uno de los países, teniendo en cuenta sus respectivos marcos regulatorios, incluyendo las causas de deforestación que, según la evidencia necesaria, pudiesen estar asociadas al cambio climático y sus factores estructurales" (sic).
Se trata de una interesante aseveración que seguramente sorprenderá a muchos e interesará a científicos y especialistas en materia de deforestación, al evitar (convenientemente) mencionar los principales factores (humanos), responsables directos de la deforestación: la inversión de la relación causa/efecto constituye una maniobra semántica bastante hábil y merece (como mínimo) una mención, aún modesta.
En realidad, más que asumir obligaciones y compromisos, tal como lo sugiere la misma palabra "Pacto", el texto se limita a un recordatorio de obligaciones internacionales ya adquiridas en el pasado por estos mismos Estados en materia de cooperación (y pocamente implementadas en el caso de varias de ellas).
Lejos de constituirse en una herramienta eficaz de estos Estados amazónicos ante la crisis actual provocada por incendios desde finales de julio del 2019, pareciera que este "Pacto" intenta ante todo responder a la presión internacional originada por la actitud (algo peculiar) del Jefe de Estado brasileño: a propósito de este último Estado, nótese en los considerandos y en la parte final del denominado "Pacto", la reiterada referencia al respeto a la soberanía de los Estados amazónicos sobre sus recursos naturales.
Poblaciones indígenas y defensores del ambiente en la Amazonia, una situación de indefensión
También vale la pena señalar, con relación a las poblaciones indígenas, que los siete Estados suscriptores del texto en Leticia han ratificado el Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales,más conocido como Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el cual reza, en su artículo 4 que:
"Artículo 4 1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados. 2. Tales medidas especiales no deberán ser contrarias a los deseos expresados libremente por los pueblos interesados." (véase texto en español del Convenio 169)
Por alguna razón, ni en los considerandos, ni en la parte dispositiva del denominado "Pacto" de Leticia se encuentra referencia alguna a este instrumento de carácter vinculante adoptado en 1989.
Cabe mencionar que tres días antes de la cita en Leticia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) expresaron su honda preocupación por la situación de las poblaciones indígenas amazónicas, en particular en el territorio brasileño: véase el comunicado oficial de la CIDH emitido el 3 de setiembre, muy pocamente difundido en medios de prensa internacionales y cuya lectura integral se recomienda.
Por otra parte, este 17 de setiembre, la ONG Human Rights Watch dió a conocer su informe titulado "Rainforest Mafias. How Violence and Impunity Fuel Deforestation in Brazil’s Amazon" (véase texto completo así como comunicado de prensa de HRW), en el que detalla la impunidad campante que se ha instalado en Brasil con relación al asesinato selectivo de líderes ecologistas e indígenas que defienden la Amazonia en los últimos años. En una parte de este informe se precisa que:
"Of the more than 300 killings that the Pastoral Land Commission has registered since 2009, only 14 ultimately went to trial. Of the 28 killings documented in this report, only two did. And of the more than 40 cases of attacks or threats, none went to trial — and criminal charges have, to date, been filed in only one case".
La impunidad que se instala y el blindaje institucional que se construye para impedir investigaciones con relación al asesinato de algunos líderes sociales no es una situación propia de Brasil: tuvimos la oportunidad de analizarla en el caso de la muerte de Berta Cáceres en Honduras. Remitimos a nuestros estimables lectores a nuestra breve nota publicada en noviembre del 2017 y titulada "Asesinato de Berta Cáceres: contundentes conclusiones del informe del GAIPE", en la que recordábamos que:
"En América Latina, sólo en el año 2016, se contabilizaron 14 crímenes de líderes comunitarios en Honduras, 37 en Colombia y 49 en Brasil, según esta misma organización".
Ayuda internacional y soberanía, obligaciones internacionales y responsabilidad: ¿a qué juega Brasil?
Como bien se sabe, el Jefe de Estado brasileño se ha mostrado particularmente sensible sobre el tema de la soberanía de Brasil en la Amazonia, dejando convenientemente por fuera en su discurso las obligaciones internacionales que Brasil ha asumido en materia de protección y de preservación así como en materia de derechos humanos. Por ejemplo, al revisar cuidadosamente la lista de sitios de Brasil inscritos por la UNESCO, a solicitud de Brasil (véase listado oficial), se puede verificar que más de 6 millones de hectáreas de la Amazonia brasileña aparecen desde el año 2000 bajo la denominación del "Complejo de conservación de la Amazonia Central" (véase ficha técnica), superficie que fue aumentada en el 2003: las declaraciones de sitios como "Patrimonio Común de la Humanidad" y de reservas como "Patrimonio Natural Mundial" conllevan para el Estado solicitante una serie de obligaciones internacionales.
Cabe precisar que, pese a la posición un tanto airada del Presidente de Brasil, la ayuda internacional para combatir el avance de los fuegos no afecta la soberanía de ningún Estado. Bolivia, por ejemplo, ha tenido algunas limitaciones para frenar el avance de los incendios, pese a contratar los servicios de un "supertanker" para este fín (véase nota de la BBC del 23/08/2019): a diferencia de Brasil, Bolivia aceptó por parte de Francia el envío de un destacamente de bomberos galos que llegaron a Santa Cruz pocas horas después de la reunión celebrada en Leticia (véase nota de prensa de RFI). Bélgica de igual manera ha anunciado el envío de material a Bolivia (véase comunicado de prensa oficial del 9/9/2019). Chile, Estado que cuenta con la mayor experiencia en la lucha contra incendios forestales en el hemisferio americano (conjuntamente con Canadá y Estados Unidos) ha puesto a disposición 4 aviones AT802 para ayudar a los Estados afectados (véase nota de prensa de Tele13 del 28/08/2019). Paraguay, que enfrenta también un gran número de incendios forestales en la región del Chaco, ha podido contar con la ayuda de aviones provenientes de Argentina, Chile y Brasil para frenar el fuego (véase nota de prensa).
Referirse a cuestiones de soberanía en medio de una emergencia regional debido al fuego no facilita la contención de las llamas. Estas últimas siguen implacablemente avanzando en varias partes de la Amazonia desde finales de julio del 2019.
Este 20 de septiembre, Brasil anunció que prorroga por 30 días más la presencia de sus militares en labores de apoyo contra los incendios (véasecable de la agencia de prensa Xinhua): como se recordará, la decisión de ordenar a las fuerzas militares brasileñas apoyar en tareas contra el fuego se adoptó tan solo el 24 de agosto del 2019, en gran parte debido a la presión internacional.
La voracidad del fuego debió de llevar los estos Estados amazónicos a encontrar y afinar mecanismos regionales eficientes para canalizar, optimizar y coordinar los (pocos) recursos puestos a su disposición por parte de la comunidad internacional para luchar contra estos incendios. El hecho que dos Estados amazónicos (Francia y Venezuela) no fueran invitados a participar a esta reunión constituye en sí una primera limitante de este esfuerzo conjunto (y que tal vez se pueda superar en el futuro).
En una reciente artículo de opinión publicado en Colombia el pasado 15 de setiembre, firmado por el ex titular del Ministerio de Ambiente de Colombia, se lee que:
"Se requiere mucho más que unos pañitos de agua tibia, como es el Pacto de Leticia. ¿Estarán los líderes políticos y empresariales de los países amazónicos listos para renunciar a una parte de sus proyectos mineros, petroleros, hidroeléctricos, viales, de apertura de la frontera agrícola, etc., que son las principales causas de la destrucción de la selva? No nos engañemos: si no lo hacen, la suerte de la Amazonia está echada" (véase artículo publicado en El Tiempo y titulado "Pacto de Leticia: pañitos de agua tibia").
A modo de conclusión
Como se puede observar, la finalidad de esta reunión no pareceria ser la lucha eficiente contra los incendios de la Amazonia, sino responder a la creciente presión internacional mediante una maniobra mediática y diplomática.
De cara a los efectos del cambio climático que ya se hacen sentir (y se harán sentir con mayor fuerza), era necesario buscar la forma de dotar a los Estados en los territorios de los cuales se ubica la Amazonia de un mecanismo regional de respuesta a incendios de manera permanente. La reunión en Leticia debió de ser el primer paso en esta dirección precisa.
La tragedia que se vive en la Amazonia debería a su vez inspirar a otros Estados, en otras latitudes, en aras de dotarse de mecanismos conjuntos eficaces de lucha contra los incendios forestales, en particular cuando compartan extensos bosques o parques nacionales en sus zonas fronterizas.
Este texto fue elaborado por Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica - UCR
Blog del autor: http://derechointernacionalcr.blogspot.com/
Texto integral del "Pacto de Leticia por la Amazonia"
El texto de la declaración conjunta, denominada por sus siete Estados suscriptores "Pacto de Leticia por la Amazonia" (véase versión oficial colgada en el sitio de la Presidencia de Colombia) se lee de la siguiente manera:
"Los Jefes de Estado y Jefes de Delegación del Estado Plurinacional de Bolivia, la República Federativa del Brasil, la República de Colombia, la República del Ecuador, la República de Guyana, la República del Perú y República de Surinam reunidos en Leticia, Colombia, el 6 de septiembre de 2019:
Reafirmando los derechos soberanos de los países de la región Amazónica sobre sus territorios y sus recursos naturales, incluyendo el desarrollo y el uso sostenible de esos recursos, conforme es reconocido por el derecho internacional;
Conscientes del valor de la Amazonía para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, así como, de sus bosques húmedos tropicales, fuente del 20% del agua dulce del planeta y regulador del clima, que provee servicios ecosistémicos esenciales para el desarrollo sostenible de las poblaciones amazónicas;
Teniendo en cuenta que en la Amazonía habitan más de 34 millones de personas, incluyendo pueblos indígenas y tribales y pueblos en condición de aislamiento voluntario y contacto inicial (PIACI) poseedores de saberes ancestrales, conocimientos tradicionales y diversidad cultural y lingüística, que deben protegidos;
Reafirmando todos los principios de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, teniendo en cuenta la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, incluyendo el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales, la Convención sobre Diversidad Biológica, la Convención de Lucha contra la Desertificación y Degradación del Suelo, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres; el Convenio de Minamata sobre el Mercurio; así como los tratados regionales, como los principios y propósitos del Tratado de Cooperación Amazónica y otros acuerdos internacionales relevantes para el desarrollo sostenible de la Amazonía y ecosistemas mundiales;
Conscientes de la importancia de la implementación y generación de sinergias entre la Agenda 2030 y sus Objetivos para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París y el proceso de construcción de un marco global para la biodiversidad posterior a 2020;
Reafirmando que para la conservación y el desarrollo sostenible de la Amazonía se requieren los esfuerzos de los países amazónicos, y expresando su preocupación frente a la deforestación y degradación forestal que se presenta por diferentes causas en cada uno de los países, teniendo en cuenta sus respectivos marcos regulatorios, incluyendo las causas de deforestación que, según la evidencia necesaria, pudiesen estar asociadas al cambio climático y sus factores estructurales, y manifestando su compromiso de incrementar los esfuerzos nacionales y regionales para afrontar esta problemática de manera integral y urgente;
Reafirmando que la cooperación entre los países amazónicos es una condición importante para la conservación de la Amazonía, que genere oportunidades para el desarrollo sostenible y el bienestar de su población;
Considerando que, si bien existen mecanismos y programas financieros establecidos, incluyendo la banca multilateral, que complementan los esfuerzos de los países amazónicos y que contribuyen a la solución de estos desafíos, se requiere incrementar la provisión y movilización de recursos financieros para el cumplimiento de los compromisos asumidos en el marco de estos mecanismos para la consecución de este objetivo;
Alentando a la comunidad internacional a cooperar por la conservación y el desarrollo sostenible de la Amazonía, sobre la base del respeto a sus respectivas soberanías, prioridades e intereses nacionales, decidimos suscribir el presente:
PACTO DE LETICIA POR LA AMAZONÍA
1. Fortalecer la acción coordinada para la valoración de los bosques y la biodiversidad, así como para luchar contra la deforestación y degradación forestal, con base en las políticas nacionales y sus respectivos marcos regulatorios.
2. Establecer mecanismos de cooperación regional y de intercambio de información que permitan combatir las actividades ilegales que atentan contra la conservación de la Amazonía.
3. Crear la Red Amazónica de Cooperación ante desastres naturales entre los Centros de Operaciones de Emergencias para coordinar y articular los sistemas nacionales de prevención y atención de desastres con el objeto de atender de manera efectiva las emergencias de impacto regional, como incendios forestales de gran escala.
4. Intercambiar e implementar experiencias en el manejo integral del fuego, fomentando el desarrollo de políticas, instrumentos y acciones técnicas, basadas en la prevención de incendios forestales, la promoción de alternativas al uso del fuego en el medio rural y el fortalecimiento de capacidades técnicas, científicas e institucionales.
5. Concretar iniciativas de restauración, rehabilitación y reforestación acelerada en las zonas degradadas por incendios forestales y actividades ilegales incluyendo la extracción ilegal de minerales con miras a la mitigación del impacto, y recuperación de especies y funcionalidad de ecosistemas.
6. Incrementar los esfuerzos asociados al monitoreo de la cobertura boscosa y demás ecosistemas estratégicos de la región con el fin de contar con informes periódicos, en particular, en lo que respecta a la generación de un sistema de alertas tempranas por deforestación y degradación para actuar con un enfoque preventivo.
7. Intercambiar información para mejorar las capacidades de monitoreo del clima, la biodiversidad, los recursos hídricos e hidrobiológicos de la región bajo un enfoque de cuenca hidrográfica y basado en comunidades.
8. Promover iniciativas de conectividad de ecosistemas prioritarios y figuras de protección para la conservación de la biodiversidad por medio del uso sostenible, restauración y gestión de paisajes, respetándose las soberanías nacionales.
9. Intercambiar e implementar experiencias en el manejo integrado de los sistemas de áreas protegidas de los países amazónicos en los niveles regional, nacional y subnacional para su gestión efectiva y en beneficio de las poblaciones locales, a través de la promoción del desarrollo de programas y/o proyectos de conservación y uso sostenible.
10. Fortalecer los mecanismos que apoyen y promocionen el uso sostenible del bosque, los sistemas productivos sostenibles, los patrones de producción y consumo responsable y que promuevan las cadenas de valor y otros enfoques de producción sustentable, incluyendo las basadas en biodiversidad.
11. Impulsar acciones conjuntas orientadas al empoderamiento de las mujeres que habitan la región amazónica para fortalecer su participación activa en la conservación y desarrollo sostenible de la Amazonía.
12. Fortalecer las capacidades y la participación de los pueblos indígenas y tribales y de las comunidades locales en el desarrollo sostenible de la Amazonía reconociendo su papel fundamental en la conservación de la región.
13. Fomentar procesos de investigación, desarrollo tecnológico, transferencia de tecnología y gestión del conocimiento con el propósito de orientar la adecuada toma de decisiones e impulsar el desarrollo de emprendimientos ambientales, sociales y económicos sostenibles.
14. Desarrollar y articular entre los países amazónicos actividades de educación y creación de conciencia sobre el rol y función de la Amazonía, los principales retos y amenazas que enfrenta para su conservación y uso sostenible de los bosques y la protección de los conocimientos tradicionales de las comunidades que la habitan; así como sobre los escenarios de riesgo de desastres para el fortalecimiento de la resiliencia de las poblaciones amazónicas.
15. Trabajar conjuntamente para fortalecer los programas y mecanismos financieros, reivindicar los compromisos de los países asumidos en estos espacios, movilizar recursos públicos y privados, incluyendo la Banca Multilateral, según corresponda, para la implementación de este Pacto.
16. Avanzar rápidamente en la formulación de la segunda fase del Programa Paisajes Sostenibles de la Amazonía ante el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
DECLARAMOS:
Nuestra voluntad de acoger el presente Pacto de Leticia por la Amazonia.
Nuestro compromiso de coordinar, a través de las Cancillerías y las autoridades competentes, la formulación de un plan de acción para el desarrollo de las acciones adoptadas, así como de realizar reuniones de seguimiento para evaluar el avance en la formulación e implementación de dicho plan.
Nuestra intención de cooperar y nuestro llamado a otros Estados interesados, a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y demás organizaciones regionales e internacionales a cooperar para la consecución de las acciones aquí acordadas construyendo en armonía con los esfuerzos nacionales y en atención a las solicitudes de los países amazónicos signatarios de este Pacto y con pleno respeto a su soberanía."
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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27-09-2019
Perú entre la cuestión de confianza, la vacancia presidencial y la irrupción de las masas
“Choques” de castas políticas
La Abeja
“… Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe…”
José Carlos Mariátegui (El 1° de Mayo y el Frente Único, el Amauta, 1924).
El desarrollo de los acontecimientos en la tierra del poeta universal y marxista César Vallejo, producto de la crisis del establishment político, se caracteriza por la volatilidad, la polarización, el desconcierto y las tendencias a la reacción antidemocrática y a la rebelión popular, respectivamente.
Y no es para menos. El archivo del PL 4637 de Adelanto de elecciones, por parte de la Comisión de Constitución del Congreso de la República, implica un “portazo en la cara” del mandatario populista y liberal Martín Vizcarra y a la vez una nueva ofensiva del recompuesto y ultraconservador aprofujimorismo, que viene articulando una nueva correlación de fuerzas internacionales (Comisión de Venecia) y nacionales como Alianza Para el Progreso (APP), que integra el ex premier e involucrado en el affaire Lavajato, César Villanueva, así como una parte de su disgregada bancada ppkausista, entre otras.
A esta cuestión hay que agregar que el reciente fallo de la Corte Suprema de Inglaterra (madre de la democracia moderna y mayor inversionista minero en Perú), rechazando la disolución del Parlamento inglés (planteado como una estrategia para salir de la crisis del Brexit), por parte del premier conservador Boris Jhonson, le “quita piso” al gobierno semibonapartista de Vizcarra.
Y talvez este factor internacional podría explicar porque en la “Conferencia de prensa” del premier Salvador Del Solar, el día de hoy, hubo “mucho ruido y pocas nueces”, en el sentido de que solo atinó a declarar que, “no se quedaran con los brazos cruzados”, y que convocan a la ciudadanía a movilizarse. Lo que también puede ser comprendido como parte de una estrategia para “ganar tiempo” (no se imaginaban talvez el plan de acelerar los tiempos de la oposición política), y replantear su correlación de fuerzas. Es un secreto a voces que el oficialismo está convocando a una movilización social con la participación de sus prefectos en todo el país y que cuenta con el apoyo de la centroizquierda, oenegés y la Coordinadora por la Reforma Política (CRP).
El desarrollo de la crisis, que se origina en el sistema de dominación legal, hace una relativa metástasis involucrando al régimen político en su conjunto, pero que tiene al Ejecutivo, al “Poder Judicial”, las FF.AA. y algunos poderes fácticos del capital financiero, la construcción/inmobiliaria y la gran “prensa concentrada”, como un bloque liberal que se beneficia popularmente de la “lucha contra la corrupción” (prisiones preventivas, reformas), y que plantea “una salida inteligente” a la convulsión social que tiene su epicentro en “Tía María” y la crisis del sistema (caída de la demanda de materia prima y del crecimiento del PBI, migración venezolana, paquetazos DS 345/237), a través del adelanto de elecciones; mientras que el lumpen aprofujimorismo, pugna porque no haya ninguna reforma política, el control de la “lucha contra la corrupción” y por la mano dura y el garrote para derrotar la “rebelión” de la “nación clandestina” de trabajadorxs.
Es así como hemos llegado al impasse actual, donde las tendencias son relativamente claras. La renuncia de Vizcarra es poco probable ya que podría acabar preso por el caso CONIRSA, entre otros. El Cierre del Congreso con los “tanques” en las calles es inviable porque lo desprestigiaría más. Entonces, lo que aparece como una perspectiva más probable es, por un lado, la convocatoria a un referéndum con la “participación ciudadana” como actor protagónico (en ese sentido apunta la pulseada del premier Del Solar) o hacia una nueva negociación política (bicameralidad), lo que implicaría un desgaste político del populismo liberal.
En esta dinámica de la lucha de clases, y con una directiva como el de la CGTP, que convoca a marchas, pero sin un Plan de Lucha Unitario (PLU), que articule el malestar, un tercer actor, “irrumpió” en la escena política poniendo su sello en la historia. Nos referimos no solo a la lucha contra Tía María sino al proletariado minero. El primero obtuvo una victoria parcial con la suspensión de la licencia social a la transnacional. El segundo, “conquistó” el corazón de miles de trabajadorxs y jóvenes plebeyos al encarar a los otorongos congresistas en el propio hemiciclo y al gobierno en el MINTRA, siendo luego reprimido salvajemente como si fuera “delincuente”.
El Perú se caracteriza actualmente no solo por la crisis en las alturas sino por una convulsión social (huelgas obreras en Ica, comuneras en el Corredor Minero del Sur, etc.) y una lenta recomposición obrera. La marcha contra la privatización del agua fue importante bordeando los 10 000 pobladores. Un PLU de todos los sectores en conflicto a través del método de la movilización y la huelga, con su propia plataforma programática, derrotaría al régimen imponiendo la consigna “que se vayan todos”, y generando una nueva correlación de fuerzas y “rompiendo” con los esquemas de pensamiento conservador de la población. “Las masas quieren la unidad, las masas quieren fe”, decía Mariátegui, pues, llegó la hora de dárselas. De lo contrario, la derecha seguirá con la iniciativa y sus planes de ajustes a los más vulnerables.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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27-09-2019
La importancia de la nueva lucha
Yunier Mena
La Trinchera
Bajo el elocuente título La importancia de la tautología, Miguel Alejandro Hayes publica los resultados de su lectura y discusión de mi reciente Carta sobre el socialismo dirigida a Juventud Rebelde, ignorada y más tarde acogida por otros medios de izquierda que por suerte dan voz a los comunistas sin prensa. Hayes observa, en un acto innecesario de relativización del término por el cual me imputa un error teórico, que la liberación de las fuerzas productivas no conduce al capitalismo. Para él liberar las fuerzas productivas es una frase de significado general e impreciso que sugiere el aprovechamiento de la potencia productiva de una sociedad. Las fuerzas productivas, dice con razón, comprenden «la capacidad productiva del hombre, la de la naturaleza, y de lo que estos en combinación crean, la capacidad de los medios de producción». Hayes saca de contexto mi análisis de las fuerzas productivas en relación con el capitalismo, lo desprende de su referencia a una Cuba en transición y lo eleva a la universalidad de la economía política de una manera muy poco marxista.
Liberar las fuerzas productivas, dicho de forma absoluta y categórica, como lo expresó el economista Antonio Romero y como yo lo utilicé en mi respuesta no tiene reducción de magnitud ni ambigüedad semántica o pragmático—discursiva: dejar libre de toda restricción y obstáculo a los actores económicos de un país en transición socialista para que produzcan riqueza, actores entre los que se encuentra la propiedad privada. No se ha dicho liberar algunas fuerzas productivas, sino liberar—las, o sea, liberarlas todas. Tal criterio de liberación en el contexto económico, político y social cubano desembocaría en el establecimiento a corto plazo de una economía mixta capitalista que pretenderá lanzar el comunismo al basurero de las utopías.
En Cuba no hay que liberar las fuerzas productivas, hay que liberar las fuerzas productivas que sirvan para basar el socialismo, liberar, en todo caso, las fuerzas productivas de la tiranía de las relaciones capitalistas de producción. Hay que pensar otra economía, otra política, otra costumbre, otro arte y otro periodismo. Miguel Alejandro Hayes elige sentar cátedra sobre ciertas perogrulladas del marxismo y elige jugar con el lenguaje con afición de sofista o de fílólogo para ignorar el cotexto y el cómo de la revolución de cuya ausencia se lamenta en mi epístola y que en realidad sí aparece esbozado. Remito al lector a ese esbozo que debería ser el verdadero centro del debate para sustituirlo o enriquecerlo.
ida a Juventud Rebelde, ignorada y más tarde acogida por otros medios de izquierda que por suerte dan voz a los comunistas sin prensa. Hayes observa, en un acto innecesario de relativización del término por el cual me imputa un error teórico, que la liberación de las fuerzas productivas no conduce al capitalismo. Para él liberar las fuerzas productivas es una frase de significado general e impreciso que sugiere el aprovechamiento de la potencia productiva de una sociedad. Las fuerzas productivas, dice con razón, comprenden «la capacidad productiva del hombre, la de la naturaleza, y de lo que estos en combinación crean, la capacidad de los medios de producción». Hayes saca de contexto mi análisis de las fuerzas productivas en relación con el capitalismo, lo desprende de su referencia a una Cuba en transición y lo eleva a la universalidad de la economía política de una manera muy poco marxista.
Liberar las fuerzas productivas, dicho de forma absoluta y categórica, como lo expresó el economista Antonio Romero y como yo lo utilicé en mi respuesta no tiene reducción de magnitud ni ambigüedad semántica o pragmático—discursiva: dejar libre de toda restricción y obstáculo a los actores económicos de un país en transición socialista para que produzcan riqueza, actores entre los que se encuentra la propiedad privada. No se ha dicho liberar algunas fuerzas productivas, sino liberar—las, o sea, liberarlas todas. Tal criterio de liberación en el contexto económico, político y social cubano desembocaría en el establecimiento a corto plazo de una economía mixta capitalista que pretenderá lanzar el comunismo al basurero de las utopías.
En Cuba no hay que liberar las fuerzas productivas, hay que liberar las fuerzas productivas que sirvan para basar el socialismo, liberar, en todo caso, las fuerzas productivas de la tiranía de las relaciones capitalistas de producción. Hay que pensar otra economía, otra política, otra costumbre, otro arte y otro periodismo. Miguel Alejandro Hayes elige sentar cátedra sobre ciertas perogrulladas del marxismo y elige jugar con el lenguaje con afición de sofista o de fílólogo para ignorar el contexto y el cómo de la revolución de cuya ausencia se lamenta en mi epístola y que en realidad sí aparece esbozado. Remito al lector a ese esbozo que debería ser el verdadero centro del debate para sustituirlo o enriquecerlo.
Fuente: http://www.desdetutrinchera.com/economia-en-cuba/importancia-nueva-lucha-carta-sobre-el-socialismo/
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27-09-2019
Cuatro campesinos, una niña y un soldado fueron las víctimas
La masacre de Warisata
Miguel Pinto Parabá
Rebelión
Acerca de la muerte de la menor de ocho años, “hay que ver qué sucedió, quizás una bala perdida”, argumentó el ministro de Gobierno de entonces, Yerko Kukoc, después de explicar a los periodistas que ante una “emboscada” no hay otra salida que tomar “definiciones militares”.
El sábado 20 de septiembre de 2003 fue un día de luto para los habitantes de Warisata. Con el aval del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, dirigió un convoy de militares y policías que ejecutó un “rescate humanitario” de turistas “secuestrados” en Sorata. Frente al bloqueo de caminos, la “acción comando” se abrió paso a sangre y fuego. La jornada concluyó con seis muertos y 13 heridos a bala. Así empezó “la guerra del gas” en Bolivia.
Al instante los medios afines al Gobierno divulgaron la “noticia” de que el uso de armas fue en respuesta a una “emboscada”. Sin embargo, días después, las pesquisas realizadas por entidades estatales e independientes de derechos humanos y la Defensoría del Pueblo demostraron lo contrario.
Hoy, a 16 años del suceso y pese al recurrente compromiso de realizar “justicia”, no existe un solo detenido.
CONFLICTOS
Luego del levantamiento policial del 12 y 13 de febrero del 2003, que concluyó con 33 muertos y cerca de 210 heridos, los sindicatos, en septiembre, comenzaron una nueva ola de conflictos.
El Gobierno –integrado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y la Nueva Fuerza Republicana (NFR)– estaba en crisis económica. En ese marco, planteó un “régimen impositivo drástico” y la exportación de gas por puerto chileno. El Fondo Monetario Internacional (FMI) además le exigió un “gasolinazo”. Incluso la Iglesia Católica propició un “rencuentro social”. Empero, el imparable tren de la rebelión ya se había puesto marcha.
El 1 de septiembre, según los periódicos de la época, cuatro militares rechazaron la “competencia de la justicia ordinaria” para ser procesados por la muerte de civiles en “febrero negro”; confesaron que tenían inclusive “órdenes de disparar sus ametralladoras”. Al día siguiente, los alteños realizaron una manifestación contra la “regularización” de impuestos, que culminó con seis heridos. El 4, los trabajadores en salud acataron un paro de 72 horas. Los estudiantes y docentes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), a través de belicosas marchas, exigían “autonomía”.
Para evitar una nueva rebelión policial, el régimen, al día siguiente, aprobó un “reglamento” que sancionaba “motines, huelgas y deliberaciones”. Posteriormente, el Mayor David Vargas, junto a 42 oficiales, fue expulsado de esa institución. Todo eso elevó más el termómetro de las luchas sociales.
HUELGA
La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) de Felipe Quispe, “El Malku”, y la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, el 7 de septiembre, comenzaron una marcha desde el altiplano “contra la venta del gas”. A esa acción, se sumó la Central Obrera Boliviana (COB) de Jaime Solares que “no tenía reconocimiento del Ministerio de Trabajo”. El Gobierno había conformado una “COB paralela” liderada por el minero Édgar Rejas y el gremial Francisco Figueroa.
El 10 de septiembre, los marchistas llegaron a El Alto. Luego, en la radio San Gabriel, más de mil autoridades originarias se declararon en huelga de hambre. La medida conmovió al país. Días después, la CSUTCB aprobó un bloqueo nacional de caminos y la COR un paro cívico. El Presidente (también conocido como “Goni”) decretó “la militarización” de las zonas en conflicto.
El 15, la huelga de la COR fue un éxito. El bloqueo campesino sólo se acató en los Yungas. Ante la “débil movilización”, en Tarija, Sánchez de Lozada inició su “campaña” para vender el gas a Estados Unidos y comprometió la “reelección” de Ana María Romero de Campero como defensora del pueblo.
MARCHAS
El martes 16, en El Alto, la policía reprimió los bloqueos. Varios vecinos quedaron heridos; 39 fueron detenidos, y ocho fueron encarcelados. El 19, la COB ingresó en el conflicto con una masiva manifestación desde El Alto. Solares fue el primero en hablar en la plaza San Francisco. Advirtió que si “el gringo Goni” no cambia de política “caerá en cualquier momento”.
En la noche, una marcha de teas de la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz cercó la Plaza Murillo, vitoreando una consigna: “El gran día está llegando/Todos nos levantaremos/K’encha gringo vas a morir/Las orejas te cortaremos”.
Al filo de la noche, otra consigna fue coreada por los manifestantes: “¡Ahora sí, guerra civil!”. Los dirigentes aseguraron que ese día 500 mil trabajadores tomaron la ciudad de La Paz. En Cochabamba, una gran concentración recordó los tiempos de la “guerra del agua”, informó La Prensa.
MASACRE
A las 4:30 de la madrugada del 20 de septiembre, 120 efectivos de la Policía y 300 militares pasaron por Warisata, ubicada a 89 kilómetros de La Paz, rumbo Sorata, disparando balines y gases lacrimógenos. El hecho enfureció a los comunarios.
A las 15:30, la caravana de “rescate” de turistas, retornó por el mismo lugar e “ingresó a Warisata disparando gases y balas calibre 7,9 FAL y 22 de fusiles policiales”. Los pobladores respondieron la represión con piedras y dinamita. Ahí fallecieron cuatro campesinos, una niña de la comunidad y un soldado. El informe de una “comisión independiente”, publicado por La Prensa, destacó que es “muy difícil aceptar la idea de que la comunidad hizo una emboscada a las fuerzas armadas”. En realidad, fue un encuentro desigual que culminó en una masacre.
Sobre la muerte de una niña de ocho años, “hay que ver que sucedió, quizás una bala perdida”, afirmó el ministro de Gobierno, Yerko Kukoc, luego de aclarar a El Diario que frente a una “emboscada” no hay otra salida que tomar “definiciones militares”.
GUERRA
La “masacre” generó indignación en todo el país. El ampliado de la COB, que se realizó en Huanuni, el 25 de septiembre, decretó el bloqueo nacional de caminos y la huelga general indefinida hasta que el Presidente renuncie a su mandato.
Así, la guerra del gas tomó otro rumbo. En octubre, los sindicalistas paralizaron el país; pero al régimen no le tembló la mano para ordenar otras matanzas.
El 17 de octubre, “Goni” y sus ministros renunciaron y escaparon a Estados Unidos.
Miguel Pinto Parabá es periodista.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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