martes, 19 de junio de 2007

General Antonio Maceo Ejército Libertador Cubano Titán de Bronce Armando Hart José Miró Argenter

EL GENERAL ANTONIO.

¡Si habláis de la vergüenza;

si queréis señalar las altas cumbres del decoro…

sobre llamas, túmulos y banderas estremecidas,

tenéis que alzar la voz y dar el nombre puro y hondo,

¡Tenéis que dar la excelsitud de un grito:

¡EL GENERAL ANTONIO!

(Manuel Navarro Luna)

En ocasión del aniversario 162 del natalicio del Mayor General Antonio Maceo y Grajales, el Centro de Documentación de RADIO HABANA CUBA les ofrece una reseña biográfica y pinceladas sobre las características personales y gustos del Héroe de Baragua. Anexamos frases y valoraciones sobre el insigne cubano.

Hombre devenido un símbolo de la nación cubana, Antonio Maceo y Grajales nació el 14 de junio de 1845 en la ciudad de Santiago de Cuba. Fue el primogénito de los nueve hijos del venezolano Marcos Maceo y Mariana Grajales, a quien Cuba honra como Madre de Titanes.

Los sólidos principios morales de su hogar y la esmerada educación en él recibida fueron los cimientos del firme carácter y virtudes del Titán de Bronce. Es conocido que Mariana Grajales, su madre, no consentía a ninguno de sus hijos llegar a la casa después de las 10 de la noche. Tampoco admitía amistades de dudosa conducta. A todos exigía respeto y honradez.

En su ciudad natal ,Antonio Maceo cursó estudios que lo dotaron de conocimientos elementales sobre Aritmética, Escritura y Lectura. Completó su instrucción de forma autodidacta. También se esmeró en perfeccionar sus modales. Su inteligencia fue calificada de excepcional por quienes lo conocieron.

En 1864 Antonio Maceo se inició en la Logia Masónica Gran Oriente de Cuba y las Antillas. Según sus biógrafos, en el entorno culto, laico y democrático de esta institución Maceo expandió el fervor independentista que décadas después lo ubicarían en las cumbres de la historia cubana.

Maceo tenía 23 años de edad cuando el 12 de agosto de 1868 se incorporó a la lucha insurreccional. Una década después ostentaba el grado de Mayor General del Ejército Libertador. En su hoja de servicios figuraban cientos de combates. Veintidós heridas ya habían dejado sus huellas en el cuerpo de quien, sin preparación militar al debutar como guerrero, adquirió en el campo de batalla los conocimientos bélicos que, unidos a su valor e inteligencia, hicieron de él una leyenda.

En 1878 el General Antonio se irguió ante la claudicación de los cubanos que aceptaron el Pacto del Zanjón, una paz sin independencia gestada por la metrópoli española.

Con su dignidad y devoción patriótica, Maceo logró unir a otros jefes militares mambises para el 15 de marzo de 1878 protagonizar la histórica Protesta de Baragua.

Sobre este hecho Tomás Estada Palma, entonces presidente de la República en Armas, expresó en carta al patriota Julio Sanguily:

“ (…) y creo bien que convendrá Ud. conmigo en que Maceo, atrayendo a una concordia patriótica a jefes divorciados hondamente, ha obtenido más brillante triunfo que los de los 100 combates en que ha peleado como héroe.”

Concluida la contienda, Antonio Maceo parte al exilio. Retorna a Cuba el 1 de abril de 1895 para incorporarse a la guerra emancipadora iniciada el 24 de febrero de ese año. El Mayor General Antonio Maceo asume el mando en el oriente cubano.

En septiembre de 1895 la Asamblea Constituyente de Jimaguayú ratifica a Antonio Maceo en el cargo de Lugarteniente General del Ejército Libertador, segunda jerarquía de este cuerpo armado. El 22 de octubre

inicia a las órdenes del Generalísimo Máximo Gómez la invasión a occidente, que expandió por toda Cuba la lucha revolucionaria.

Considerada una de las grandes proezas militares del siglo XIX, la Invasión a Occidente decidió el derrumbe militar, político y económico del régimen colonial en la isla. Tras concluir la triunfal campaña, Antonio Maceo y Grajales , el Titán de Bronce, cae en combate el 7 de diciembre de 1896.

En una carta enviada a su viuda, María Cabrales, el Generalísimo Máximo Gómez expresó: “ Con la desaparición de ese hombre extraordinario, pierde usted el dulce compañero de su vida, pierdo yo al más ilustre y al más bravo de mis amigos y pierde en fin el Ejército Libertador a la figura más excelsa de la Revolución.”

Características físicas, cualidades y gustos .

.- “ … su figura era atrayente; fornido y bien proporcionado; fisonomía simpática y sonriente, facciones regulares, manos y píes chicos, formando un conjunto que lo destacaba siempre, por numeroso que fuera el grupo que lo rodeaba. Acostumbraba a hablar bajo y despacio; su trato era afable. Talento natural, sin pulir, pero unido a una fuerza de voluntad extraordinaria, que le hicieron dominar sus defectos naturales.”

(Descripción hecha por el patriota cubano Enrique Collazo, quien conoció a Antonio Maceo desde su juventud)

El general José Miró Argenter en su libro “Cuba : Crónicas de la Guerra” precisa que ANTONIO MACEO:

.- No decía improperios, pero sus miradas hablaban por su enojo y “producían más estragos que las descargas a quemarropa del enemigo”.

.-Detestaba las groserías. Jamás vertió una palabra mal sonante, ni bajo el furor de la ira. Tampoco se le escuchó decir insulto soez, dicharacho o epíteto injurioso.

.- Era la antítesis de todo lo feroz. Su carácter era abierto, franco, liberal. Le repugnaba la sangre que no fuera vertida en el campo de batalla.

.- Era cortés, afable y obsequioso con propios y extraños. Muy generoso, era propenso a la largueza. Para Maceo el dinero era “cosa errante y efímera”.

.- No fumaba, ni bebía vino o licor espirituoso. No soportaba el humo del tabaco y el vaho del alcohol. En el Ejército Libertador dictó órdenes severas para extirpar la embriaguez. El oficial que se embriaga una sola vez, perdía la estimación de Maceo.

.- Su disciplina militar y sentido del respeto son legendarios. Jamás discutió una orden de sus jefes.

.- Las mujeres eran su pasión. Todas le gustaban mientras no fueran coquetas o provocativas. Sentía predilección por aquellas de aire lánguido o sentimental.

.- Era muy limpio, un “esclavo del aseo”. Se afeitaba diariamente. Vestía sencilla, pero elegantemente.

.- Se distinguía por la modestia. Recoge una anécdota que en 1890 se encontraba en la ciudad de La Habana. En una recepción que le fue ofrecida en los salones de la sociedad “La Bella Unión”, la niña Rita Flores encabezó el grupo infantil encargado de darle la bienvenida. Al saludar a Maceo lo llamó GENERAL.

El Titán de Bronce la besó en la frente y dijo a Rita:

“- No, hija mía, no me llames General. Dime Antonio, a secas .

- No, le replicó la niña. Para las cubanas Usted es nuestro General .”

Recoge la historia que Maceo no pudo ocultar su emoción.

VALORACIONES SOBRE EL HEROE DE BARAGUA.

“MACEO no fue solamente un gran talento militar sino, también, fue un hombre de honor, de insaciable curiosidad por la cultura, de amplísima visión humanista y de estrechos vínculos con el pueblo explotado del que era su más nítido representante en el Ejército Mambí. Apreciamos en él a un guerrero de modales cultivados en el hacer y en el decir; que hasta sus enemigos se vieron obligados a reconocer como un CABALLERO”

Armando Hart, intelectual cubano.

(Maceo) “No es Hércules ni Aquiles: es un héroe, si epónimo, auténtico y absoluto, que nuestra generación ha conocido y admirado en el cenit de la gloria…”

José Miró Argenter. General del Ejército Libertador.

“ Pero MACEO, ante que todo y más que todo, fue un ciudadano. A sus cualidades de patriota ciudadano debió sus cualidades de guerrero; a su patriotismo, su vehemencia; a su civismo, su constancia; a su deseo de justicia, su clemencia; a su ansia de libertad, su entusiasmo; a su ardentísimo anhelo de igualdad, el popular ejercicio que hacía de su superioridad”.

Eugenio María de Hostos, escritor y patriota puertorriqueño.

(A Maceo) :

“ Le son naturales el vigor y la grandeza”

“MACEO tiene en la mente tanta fuerza como en el brazo”.

José Martí, Héroe Nacional de Cuba.

(Maceo es) “… un patriota de elevadas miras, orador incomparable, la encarnación simpática de la protesta romántica, sincera, movible y a la vez permanente del pueblo cubano- su aliento, su intérprete, su verbo prodigioso.”

Manuel Sanguily, patriota y orador cubano.

“La unidad del pueblo cubano, por todos los medios, era lo que MACEO quería, superando con valor toda ignominia de la servidumbre colonial, con sus divisiones de castas y colores”.

José Luciano Franco, historiador cubano.

ELABORADO POR: Teresa Martínez Cartaya

FORMATO DIGITAL: Inés Rangel

BIBLIOGRAFIA:

Franco, José Luciano. Antonio Maceo: apuntes para una historia de su vida. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1975

Hart, Armando. Perfiles. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2002

Miró Argenter, José. Cuba: Crónicas de la Guerra. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1970.

Toro, Carlos del. Antonio Maceo, el Hombre. Bohemia (La Habana) (25): 56-58, dic. , 1996.