El jurista italiano Fabio Marcelli afirma en Canarias que hay que redoblar la presión internacional sobre el caso.
"La prisión que soportan los Cinco pretende meter entre rejas el derecho de los pueblos a su autodeterminación"
"Los Cinco son continuadores de la lucha por la justicia de Cuba; ellos no defienden sólo a su país, defienden a la Humanidad"
Su hoja curricular desglosa que Fabio Marcelli es primer investigador en el Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales del Consejo Nacional de Investigaciones de Roma, vicesecretario de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, miembro del Consejo de administración de la Asociación Europea de los Juristas para la Democracia y los Derechos Humanos en el Mundo y presidente del Centro de Investigación y Elaboración para la Democracia (CRED).Su práctica afirma que le preocupa y le ocupa el Derecho en todas sus facetas, desde las leyes que lo materializan hasta el concepto filosófico que guarda.
En días pasados Marcelli visitó Canarias para abordar, entre otros, el tema de los Cinco cubanos presos en Estados Unidos por defender a su país del terrorismo organizado de la Florida. Bajo el título "Estados Unidos y la ¿Justicia?", que convocaba a un acto organizado por la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, el jurista italiano repasó los hechos que caracterizan en el caso de René González, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández. Su conclusión es rotunda: "Con los Cinco no se ha cometido sólo una injusticia, sino un crimen contra el ser humano. La prisión que ellos soportan pretende meter entre rejas el derecho de autodeterminación de los pueblos".
Precedentes
Durante su exposición, el jurista italiano habló de las acciones que habían conducido a la detención de los revolucionarios cubanos y, en este contexto, detalló algunos de los ataques terroristas dirigidos contra Cuba con la complicidad necesaria del Gobierno de los Estados Unidos, que jamás ha perseguido a sus autores materiales. "La voladura del avión de Cubana de Aviación en 1976 – dijo- es un ejemplo claro de esta complicidad. Se ha probado, incluso con confesiones expresas de ambos, que Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, estuvieron detrás del asesinato premeditado de las 73 personas que viajaban en esa aeronave. El criminal que colocó la bomba declaró cumplir órdenes directas de Bosch, quien, a su vez, no dudó en afirmar que se trataba de un acto de guerra legítimo porque la compañía Cubana de Aviación pertenecía a Cuba y, por tanto, a su Gobierno. Pues bien, Bosch nunca ha sido detenido y Carriles, que también asumió haber ideado ese ataque, aparte de otros muchos, incluidos varios intentos de asesinato contra Fidel Castro, sólo ha pasado por las cárceles de EEUU como acusado de delitos migratorios, lo cual evidencia cuál es la verdadera cara de la administración de justicia de ese país".
Idéntica línea de consentimiento tácito –dijo Marcelli- se mantuvo a lo largo de los años, recrudeciéndose en los 90, cuando las acciones terroristas contra Cuba aumentaron de forma notable. "Mi compatriota Fabio Di Celmo fue una de las víctimas de ese repunte del crimen organizado contra Cuba. Él viajó a la isla como turista, en 1997, y cayó asesinado en el hotel donde se hospedaba, por la explosión de una bomba colocada por agentes de los grupos mafiosos radicados en la Florida a los que en ningún momento se investigó. Por eso los Cinco se infiltraron en esos grupos, para investigar sus actividades criminales y obtener pruebas de ello. Cuando las consiguieron, los Cinco informaron al Gobierno de Cuba, que, a su vez, las trasladó a la administración estadounidense, cuya reacción (contraria a la obligación que tienen todos los Gobiernos de cooperar contra el terrorismo) fue meter en la cárcel a quienes las habían obtenido".
Juicio
"Ahí empezó una odisea que aún no ha terminado". Con esta frase definió Fabio Marcelli el proceso judicial de Ramón Labañino, Fernando González, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González.
"Antes, por espacio de casi año y medio, los Cinco estuvieron confinados en celdas de aislamiento de 2x2 metros, llamadas el hueco (the hold), sometidos a condiciones inhumanas que pretendían quebrar su moral, romper su posicionamiento firme y que se acusaran entre ellos de los cargos que les habían adjudicado a cada uno".
En este punto, el vicesecretario de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas hizo especial referencia a que "en EEUU no existe límite para la prisión preventiva lo cual dice mucho de las bases sobre las que se asienta su sistema judicial" y resaltó la conciencia revolucionaria de los Cinco, que siempre mantuvieron, tal y como quedó probado después en el juicio, que no habían buscado ni tenido acceso a información relacionada con la seguridad nacional de EEUU; que únicamente había actuado para defender a su país y a su pueblo.
En lo referente al juicio penal y a las condenas, el experto italiano denunció el hecho de que el jurado fuera elegido en base a su posición política declarada contra Cuba. "En función de ello, -dijo-, no hay que dudar en decir que la ultraderecha y la mafia criminal de la Florida (que controla y forma parte de las instancias de poder en EEUU) condicionaron el proceso y lo convirtieron en un juicio político en el que no existieron garantías legales, no se observaron las normas del debido proceso, no se respetaron los derechos de los abogados defensores, que no tuvieron acceso a los documentos de la acusación, y se violaron todo tipo de derechos fundamentales de los acusados".
Marcelli, que acudió como observador a varias de las sesiones de la apelación presentada por la defensa de los Cinco, afirmó que "en lugar de proceder a su detención, a estos hombres debieron proponerlos para un premio internacional de Paz, pues resulta evidente que no estaban defendiendo sólo a Cuba; estaban defendiendo a la Humanidad de la práctica organizada del terrorismo. Lo que han hecho con ellos es, más que una injusticia, un crimen".
También en torno al proceso, Fabio Marcelli explicó al público asistente a su conferencia que el clima, marcadamente anticubano, de la ciudad elegida para celebrar el juicio hacía imposible la objetividad del mismo pero que, pese a las peticiones hechas por la defensa referidas a un cambio de sede, éstas habían sido denegadas una y otra vez, contraviniendo no sólo las leyes internacionales al respecto ,sino la propia jurisprudencia de Estados Unidos, en concreto la Enmienda 8 de su Constitución.
"Dichas irregularidades, unidas a la resolución del Grupo de Trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias, que ya había declarado ilegal el arresto de los cubanos, llevaron al Panel de tres jueces del Onceno Circuito de Atlanta a dictaminar, en 2005, que el juicio y las sentencias de los Cinco tenían que ser anulados; una decisión que, contrariamente a la norma, fue rechazada por el pleno de jueces del ese Circuito, justo un año después, con lo que a las aberraciones legales ya cometidas se unía la violación del artículo 14 del pacto de derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas según el cual todo imputado tiene derecho a un juicio objetivo".
A partir del veredicto de los jueces de Atlanta -siguió exponiendo Marcelli-, la defensa de los Cinco presentó una nueva apelación que fue resuelta en junio de 2008 por un panel distinto al que dictara sentencia en 2006, ratificando la mayor parte de condenas salidas del juicio de Miami, y dictando la revisión de algunas de ellas por la misma jueza que actuó en 2001.
"Frente a este hecho –dijo-, sólo quedaba hacer un recurso a la Corte Suprema de Estados Unidos al que se adjuntaron unos doce documentos, Amicus Curiae, suscritos por abogados, profesores de universidad y juristas del mundo entero, incluidos diez premios Nobel, detallando todas las irregularidades y violaciones de derechos que han concurrido en este caso. La respuesta fue desconocer el recurso, ignorar el clamor internacional y considerar que el asunto no tenía la importancia suficiente como para que la Corte interviniera. Lo peor es que no podía esperarse nada distinto"
Dos cadenas perpetuas
El caso de Gerardo Hernández, por la gravedad de las condenas a las que se enfrenta ocupó un tiempo especial en la intervención de Fabio Marcelli.
Según Marcelli, la argumentación fue que el acusado había llegado a un acuerdo con el Gobierno de Cuba para derribar un avión estadounidense en el que murieron cuatro personas, en 1996. "Varias cuestiones es necesario aclarar en torno a este argumento. En primer lugar, distintas avionetas procedentes de EEUU habían sobrevolado ilegalmente el espacio aéreo cubano en esas fechas, lo cual suponía un atentado contra la seguridad del país. Cuba estaba legitimada, como nación soberana, para responder ante tal agresión, y lo hizo publicando en distintos medios de comunicación estadounidenses la prohibición expresa de Cuba a que dichos vuelos volvieran a repetirse. Fue eso precisamente, la reiteración de dichos vuelos, lo que llevó a Cuba a defenderse y a derribar a uno de los aviones que invadió su territorio, con lo cual, quedó probado que no había existido acuerdo previo entre Gerardo Hernández y el Gobierno cubano para actuar en este caso. Sin embargo, lo más llamativo es que aunque ese acuerdo hubiera existido, el hecho no implicaba directamente a Gerardo en el derribo del avión, con lo que condenarlo por ello no tiene fundamento legal alguno.
En cuanto a la otra baza de la acusación, la de espionaje y atentado contra la seguridad nacional de EEUU, en el juicio se demostró (incluso a través de las declaraciones de expertos militares estadounidenses) que ni Gerardo, ni ninguno de sus otros compañeros habían entrado en contacto con informaciones relativas a la seguridad de ese país, lo cual dejaba en evidencia la falsedad esta línea acusatoria.
Todo lo anterior –terminó diciendo el jurista italiano- pone de manifiesto la intencionalidad del Gobierno estadounidense de emplear cualquier artimaña para intentar doblegar a la Revolución cubana, o a cualquiera de los que la representan y defienden. Eso sin contar con que, paralelamente, muestra a las claras la doble moral de una política (imperialista) que dedica tantos esfuerzos a priorizar el tema de la seguridad propia, como a poner en peligro la del resto del mundo".
Lo que queda por hacer
En otro orden de cosas, y refiriéndose al nuevo presidente de EEUU, Marcelli afirmó que "el cambio de rostro en el Gobierno norteamericano no ha significado nada nuevo en el tratamiento de este asunto. Ni siquiera las esposas de René y Gerardo han recibido visas para poder visitarlos, y llevan casi once años sin poder hacerlo. Esto es un derecho humanitario que les ha sido negado a estos hombres y constituye una más de las violaciones de derechos que se dan en torno ellos. Pues bien, si esa aberración no ha sido rectificada, no parece que Obama vaya a cambiar ningún punto en este caso, aunque sea un reclamo expresado por instancias como el Parlamento Europeo o por organizaciones como Amnistía Internacional. Tras el último pronunciamiento de la Corte Suprema estadounidense, la vía jurídica está agotada y ahora sólo queda redoblar las acciones que se hagan desde las organizaciones de solidaridad, que son cientos en todos los continentes. También cabe pensar en que el tema pudiera colocarse en la agenda de Naciones Unidas, pero eso llevará más tiempo y entre tanto no se puede permanecer en silencio.
La solución de este caso, la libertad de los Cinco, vendrá de la mano de la lucha política de los pueblos".
Para finalizar su charla en Canarias, Fabio Marcelli habló de la labor de alfabetización que desarrollan los Cinco en las distintas cárceles donde cumplen sus condenas. "Ellos –dijo ya fuera de micrófono- son los mejores continuadores del espíritu de lucha por la justicia que simboliza Cuba".
La Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos conmemorará el próximo domingo, 26 de julio, el 56 aniversario del Asalto al Cuartel Moncada con una nueva edición de la fiesta internacionalista que organiza desde 1999. La actividad, que tendrá lugar en el parque de la Condesa de Jinámar (Telde) servirá igualmente para rendir homenaje a los 50 años de la Revolución cubana.
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