| Testimonio. Dar cuenta de los 34.... desde los 54.
Adolfo Pedroza.
Rosario. Santa Fe. No es un juego de palabras. Soy un padre de 54 años que tiene que decirles a sus hijos que significa el "Feriado" del 24 de Marzo. No es la primera vez que lo hago, pero ellos ahora están más grandes y dos en la universidad. Entonces el lenguaje puede ser otro y va a ser escuchado de otra manera; además reafirmaré una vez más que de "esto"... hay que seguir hablándolo. Decir que "esto" es referirse al Golpe de Estado Militar y Genocida que se dio -contra un gobierno electo democráticamente- el 24 de marzo de 1976. Efectivos militares y policiales que ejecutaron una masacre sobre 30.000 personas forzadas a desaparecer. Al hablar de desaparecidos no es una voz romántica del castellano/argentino sino de personas concretas que fueron muertas por su forma de pensar. También hay que decir que aún hoy se siguen encubriendo a muchos de los que fueron los ejecutores del "Proceso de Reorganización Nacional" que las sucesivas juntas militares encabezaron y ejecutaron sintiéndose los "salvadores de la patria". No es difícil abrir la cabeza y pensar en 30.000 muertos. Cuando los jóvenes dicen "éramos una masa de 15.000 en el recital de rock", pueden pensar claramente que al doble de esa cantidad fue asesinado por pensar como "no se debía pensar en ese tiempo". Tampoco es difícil darse cuenta que hoy que también hoy quieren que no se piense ciertas cosas. Que no se debe ser crítico del hambre, la miseria y la degradación política que se ronda a nuestro alrededor. Que ello es un invento de los detractores del gobierno de turno. Es tiempo de darse cuenta que "todo tiene que ver con todo" y que aquella ideología "comunista y desintegradora de la sociedad" había empezado a intuir lo que se venía. ¿Cómo explicar que padres/madres de desaparecidos defiendan hoy el pago de una deuda externa ilegitima e inmoral? Si alguien me quiere ayudar a explicarles esto a mis hijos, agradeceré todos los aportes. Alguien me dijo, "che, hay que aflojar con esto; ha pasado mucho tiempo". Claro yo soy uno de los "loquitos e irresponsables" que sigue pidiendo justicia. Soy uno de los "miedosos" de que volvamos a repetir un pasado que seguimos sin resolver ni asumir. Es cierto. Hemos avanzado y mucho. Pero no lo hemos superado. Pensemos por un instante como estábamos hasta el momento que se desarrolló aquella horrorosa "Reorganización Nacional"; ¿Creemos que hoy estamos mucho mejor? Necesitamos seguir compartiendo experiencias y reflexionando a fin de coordinar las acciones pertinentes frente a la grave realidad de miseria, marginación, sometimiento y degradación que continuamos sufriendo como pueblo. Nos tiene que llamar la atención como, directa o indirectamente, los diversos poderes del Estado Argentino violan sistemáticamente la Constitución Nacional así como los pactos y tratados internacionales referidos a la defensa y vigencia plena de los Derechos Humanos, que integran la aludida Constitución. No voy a ser un estúpido que dice que esto se origina con el gobierno actual. La pregunta es ¿Qué esperamos para detener y revertir este proceso?; y uso la palabra "Proceso" a propósito. Basta de declaraciones mediáticas y mentirosas peleas con los medios; la tarea es acabar con las injusticias, la corrupción e impunidad que se suceden sin pausa en nuestro país desde marzo de 1976. La metodología es la misma, destruir la organización y participación popular e imponer el sistema económico-social actual. Parecería que la política de estado que se desarrolla hoy en nuestro país es una múltiple y gran interna, a cuyos participantes no les interesa ni el bienestar ni el futuro del pueblo, ya que están orientados y ocupados en mantener y acrecentar los privilegios y el poder de su propia facción partidaria. Esto puede resultar doloroso y también parecería que uno es "destituyente", palabrita peligrosa... y manejada con tanta liviandad por nuestros políticos. No tengo la más mínima pretensión de imponer a este estado democrático y legítimo mi concepción que hace a mi propio pensar político, religioso, social, cultural y moral. Además soy un ferviente defensor -como corresponde- de que los mandatos se cumplan para el que fue electo y asuma otro que también fue electo cuando se cumple lo que la constitución indica. Mi reflexión tiende a que nos fortalezcamos para resistir a la degradación que este sistema nos trata de imponer, intentando transitar nuevamente juntos los caminos de verdad, solidaridad y comunidad, que sin duda confluirán en el surgimiento de una auténtica y verdadera Nación libre, justa y soberana. Evidente. Si pudimos "aprovechar" el feriado del 24 "para eso" estaremos realmente entendiendo el significado del mismo.+ (PE)
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