Irene y Toto y su hijo cubano, La Habana 2010.
¡Que entre Aznar y Vargas Llosas te vea!
La frase suena a maldición gitana como esas que salen del alma cuando se desea que alguien se aleje de uno y se vaya al Infierno a hacerle compañía a Lucifer y todos los demonios que acompañan al Príncipe de las tinieblas.
Ninguna otra exclamación nos viene a los labios cuando leemos en la prensa la lista de nombres de los intelectuales y artistas españoles que calzan el manifiesto anti-cubano lanzado desde Madrid que encabeza el desnaturalizado escritor peruano, ahora ciudadano español Mario Vargas Llosas.
De Vargas Llosas basta decir que nada bueno se puede esperar para un país latinoamericano como Cuba, de alguien que prefiera ser heredero del conquistador español Francisco de Pizarro que del Inca rebelde Túpac Amaru. Por ahí hay que empezar para entender la razón que mueve hoy al frustrado aspirante a la presidencia de su país, que en gesto arrogante de soberbia dejó su patria atrás, lacerado por el rechazo de sus conciudadanos para irse a vivir a España a lamentar su derrota y en busca del apoyo a sus ideas reaccionarias que no podría encontrar jamás en el mestizo y tercermundista continente latinoamericano.
En realidad en esta seguidilla mediática contra Cuba, ahora por la vía de intelectuales y artistas españoles, quienes acompañan a Vargas Llosas son en su mayoría los mismos que con anterioridad habían dado ya un giro a la derecha, después del “desmerengamiento del Socialismo Real” de la Europa del Este. Nada hay de original en aquellos que antes miraban a Moscú para hacer lo que desde allí les indicaban y ahora miran al otro extremo en busca del perdón de sus pecados.
No hay que ser un experto politólogo para entender lo que hay detrás y que persigue el documento que desde Madrid lanza Vargas Llosas contra Cuba. En primer lugar es una zancadilla trapera contra el gobierno del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Es evidente que en eso asoma la oreja peluda del ex presidente de gobierno José María Aznar y de su Partido Popular. La Fundación FAES - la nueva Falange Española que preside Aznar- es uno de los motores que impulsa a Vargas Llosas y sus acompañantes en este esfuerzo anti-cubano que tiene por objetivo impedir que en la reunión cumbre entre los representantes de la Unión Europea fijada para estos días, se tome el acuerdo que propone el gobierno español de Zapatero de modificar la llamada “Posición Común” que entorpece las buenas relaciones del viejo continente con el gobierno cubano.
¿ Cuanto en serio se puede tomar un documento- por malintencionado que sea- que para hacerlo más representativo, sus propugnadores han agregado a las firmas originales no se sabe cuántas falsificadas, al estilo de las farsas electorales de las republiquitas bananeras de tan triste historia en América Latina?
Y en esas trampas se ve bien claro la mano sucia de la extrema derecha cubana de Miami. Entre los que firman el documento contra Cuba- y hemos leído lista- junto a los nombres de Vargas Llosas, el ex comunista español Jorge Semprún, el cineasta Pedro Almodóvar, la cantante Ana Belén y su marido- están también las firmas de Carlos Alberto Montaner con toda su familia acompañándolo, que firman dos veces haciendo trampa, seguidos del periodista de Canal 41 Miguel Cosío, otro de los arrepentidos que también firma el documento dos veces. Le siguen, el ultra conservador Republicano Paúl Crespo, Nelson Rubio el arrepentido regordete ex periodista de Radio-Rebelde, el inevitable racista negro Enrique Paterson y por supuesto, entre los “vivos” firmantes aparecen los “muertos” sacados de los cementerios de Miami para hacer más voluminosa la lista de los adheridos al documento de Vargas Llosas contra Cuba.
Y para que lo que pareciera al principio ser algo muy en serio, al final se convierta en broma, cuando junto a los Disidentes de la isla , las Damas de Blanco, el “Coco” en huelga de hambre, “Macho Rico” y su esposa Yoani la Bloguera, aparece la rubrica de uno que dice llamarse Gusanera Hernández, “el mercenario”.
Seguimos leyendo las firmas y nos encontramos con dos nombres a todas luces que algún bromista travieso suscribió por ellos, para darle un toque surrealista al documento del ex peruano Vargas Llosas . Uno de los firmantes es Fulgencio Batista , que dice al pie de su nombre: “Gran Demócrata cubano”. Hay otra firma que tampoco puede ser cierta: “Fidel Castro, Presidente de Cuba”....