viernes, 14 de mayo de 2010

Vargas Llosa y Aznar cómplices de Amodóvar y Batista

Experimento revolucionario Irene Toto y Damián negro.JPG

 

Irene y Toto y su hijo cubano, La Habana 2010.

 

¡Que entre Aznar y Vargas Llosas te vea!

 

La frase  suena a maldición  gitana como   esas  que  salen del alma cuando se desea que  alguien se  aleje de  uno y se  vaya  al   Infierno a  hacerle compañía  a  Lucifer  y  todos  los  demonios que   acompañan  al  Príncipe  de las  tinieblas.

Ninguna otra  exclamación nos  viene a los  labios  cuando  leemos en la  prensa la lista  de  nombres de los  intelectuales  y  artistas españoles  que  calzan  el  manifiesto anti-cubano  lanzado desde  Madrid  que  encabeza el  desnaturalizado escritor  peruano,  ahora ciudadano  español  Mario Vargas Llosas.

De Vargas Llosas  basta  decir que nada bueno  se  puede  esperar para  un  país latinoamericano  como  Cuba,  de  alguien que  prefiera  ser heredero  del  conquistador  español  Francisco  de  Pizarro  que  del  Inca rebelde  Túpac  Amaru. Por  ahí hay  que  empezar  para  entender  la razón  que  mueve hoy al  frustrado  aspirante  a la  presidencia de  su país, que en gesto  arrogante de soberbia dejó  su  patria  atrás, lacerado  por  el  rechazo de  sus  conciudadanos  para  irse  a vivir  a  España a  lamentar  su  derrota  y  en  busca  del  apoyo a sus ideas reaccionarias  que  no  podría  encontrar  jamás  en  el  mestizo y tercermundista  continente  latinoamericano.

En realidad en esta  seguidilla  mediática  contra  Cuba, ahora   por  la  vía  de  intelectuales  y  artistas  españoles, quienes  acompañan a  Vargas Llosas  son en  su  mayoría  los  mismos  que  con anterioridad habían dado ya un  giro  a la  derecha,  después  del  “desmerengamiento  del  Socialismo  Real”  de  la  Europa  del  Este. Nada  hay  de  original en aquellos  que  antes  miraban a  Moscú  para hacer  lo  que  desde  allí les indicaban y   ahora  miran  al otro  extremo en busca  del  perdón de sus  pecados.

No  hay  que  ser  un experto  politólogo  para  entender  lo que hay  detrás  y que  persigue  el  documento  que desde  Madrid    lanza  Vargas Llosas  contra  Cuba. En primer  lugar es  una  zancadilla trapera contra  el  gobierno del  Presidente José Luis  Rodríguez  Zapatero. Es  evidente que  en eso  asoma  la  oreja  peluda  del  ex presidente de  gobierno  José María  Aznar y  de  su  Partido  Popular. La Fundación  FAES -  la  nueva  Falange  Española  que  preside  Aznar- es uno  de los  motores  que  impulsa  a Vargas  Llosas  y sus  acompañantes  en este  esfuerzo  anti-cubano que  tiene  por objetivo  impedir  que en la  reunión  cumbre  entre  los  representantes de la  Unión  Europea fijada para estos  días,  se tome  el  acuerdo  que propone  el  gobierno  español  de  Zapatero  de modificar  la  llamada  “Posición  Común”  que  entorpece  las  buenas  relaciones  del  viejo  continente  con  el gobierno cubano.

¿ Cuanto  en serio  se  puede  tomar  un documento- por  malintencionado que sea- que para  hacerlo más representativo,  sus propugnadores han agregado a las  firmas  originales no se sabe cuántas  falsificadas, al estilo  de las farsas electorales  de  las  republiquitas bananeras de tan  triste  historia en América  Latina?

Y en esas  trampas se ve bien  claro la  mano  sucia  de  la  extrema derecha  cubana  de  Miami. Entre  los  que  firman  el  documento contra  Cuba- y  hemos  leído  lista- junto  a los nombres  de   Vargas Llosas, el  ex comunista español  Jorge  Semprún, el  cineasta  Pedro  Almodóvar,  la  cantante  Ana Belén y  su marido- están también las  firmas  de Carlos  Alberto  Montaner  con  toda  su  familia acompañándolo, que firman  dos  veces haciendo  trampa, seguidos  del  periodista  de  Canal  41  Miguel  Cosío, otro  de los  arrepentidos  que  también  firma  el  documento dos  veces. Le siguen, el  ultra conservador  Republicano  Paúl  Crespo, Nelson Rubio el arrepentido  regordete ex  periodista  de  Radio-Rebelde, el  inevitable racista negro  Enrique  Paterson y por  supuesto, entre  los  “vivos” firmantes aparecen los  “muertos”  sacados  de los  cementerios  de  Miami  para  hacer más  voluminosa  la  lista de  los  adheridos  al  documento  de  Vargas  Llosas  contra   Cuba.

Y  para  que  lo  que  pareciera  al principio ser  algo muy  en  serio, al final  se  convierta en broma, cuando  junto a los  Disidentes de la isla , las Damas  de Blanco, el  “Coco”  en huelga de hambre, “Macho Rico”  y su esposa Yoani  la Bloguera,    aparece la rubrica de uno  que  dice  llamarse Gusanera Hernández, “el mercenario”. 

Seguimos  leyendo  las  firmas y nos  encontramos con  dos  nombres a  todas  luces que algún  bromista travieso  suscribió por  ellos, para  darle  un  toque  surrealista  al   documento  del  ex peruano  Vargas  Llosas . Uno  de  los  firmantes   es  Fulgencio  Batista , que  dice al pie de su nombre: “Gran  Demócrata  cubano”.  Hay  otra  firma  que  tampoco  puede  ser  cierta:   “Fidel  Castro, Presidente  de  Cuba”....