| | Boletín Mensual: Agosto del 2010. Año II. No. 18 | 
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| | Enfoques | | 
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| | Bayamo, un síntoma y un símbolo. La protesta cívica de 1946. | |
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| | Por: Liliana Alarcón Vázquez El autenticismo llegó al poder local en las elecciones de 1940, cuando José Fernández de Castro Unruch resultó electo alcalde. Los bayameses cifraron sus esperanzas en la gestión del PRC(A). Sin embargo en las postrimerías del primer mandato auténtico en la localidad, la prensa le criticaba la extrema tolerancia con el desorden público, la prostitución, el proxenetismo y el juego. Al cabo de cuatro años, poco se había logrado en materia de obras públicas para el municipio. La indiferencia, la desidia, la falta de iniciativa y la inocuidad fueron las notas sobresalientes de los primeros destellos de cubanidad.
En el plano nacional el triunfo de Ramón Grau San Martín en los comicios de de 1944 renovó las esperanzas de un pronto cambio. El amplio programa de gobierno dado a conocer por el flamante Presidente en la noche del martes 10 de octubre, desde el Capitolio Nacional, contemplaba un reordenamiento total de la salubridad, construcción de una amplia red de carreteras y caminos vecinales, y construcción de acueductos.
A pesar de los pocos logros de los primeros años de gobierno auténtico en Bayamo, en las elecciones de 1944 obtuvieron nuevamente la alcaldía municipal, esta vez en la figura de Alberto Saumell Soto quien fue reelecto en 1946. En el plano nacional el primer año de gobierno de Grau San Martín arrojó, de manera general, un saldo positivo en materia de obras públicas para la nación. La labor del Ministro José San Martín, cristalizó en la construcción de vías de comunicación, parques, hospitales y reparación de algunos edificios. En Bayamo, el carisma del alcalde Alberto Saumell, su oposición a los grandes propietarios y el logro de algunas obras le inyectaron nuevos bríos al autenticismo.
Sin embargo el pueblo dudaba, había promesas incumplidas, necesidades ignoradas y el juego, el vicio y la prostitución continuaban entronizándose en la sociedad bayamesa, sin que ello constituyera una preocupación para los cuerpos legislativo y ejecutivo. Solo quedaba esperar por el cumplimiento de tantas promesas.
Pero la paciencia tocó a su fin el 24 de septiembre de 1946, cuando la ciudad despertó estremecida por el anuncio del traslado a Holguín de las Oficinas de Obras Públicas radicadas en Bayamo desde 14 años atrás. La disposición gubernamental que amparaba tal decisión, provocó la indignación de todos los sectores sociales. Casi espontáneamente se gestó un amplio movimiento de protesta cívica a cuyo frente se colocó la Sección Juvenil Auténtica. Instituciones locales respaldaron inmediatamente la airada protesta y dirigieron telegramas al presidente de la República y al Ministro de Obras Públicas.
Paulatinamente el movimiento cobró fuerza y organización. Alberto Saumell se sumó rápidamente a lo que se tornaba ya, una huelga escalonada planificada para unas cuantas horas.
Aunque el Ministro de Obras Públicas escribió asegurando que el movimiento carecía de razones, pues ya se habían ejecutado varias obras de importancia, la gravedad de los acontecimientos lo obligaron a viajar de inmediato a Bayamo para calmar el ánimo de sus habitantes. Recorrió a pie varias arterias de la ciudad, comprobando por sí mismo el pésimo estado de las calles. El periplo concluyó en la Plaza de la Revolución, frente al Circulo Bayamo. El pueblo enardecido negó al visitante el aplauso solicitado por el alcalde Saumell.
José San Martín expresó su decisión de cumplir con su deber a toda costa, pidió la cooperación y la comprensión del pueblo. Explicó las dificultades que confrontaba el gobierno y prometió exponer a los culpables de la dilapidación de los fondos públicos. El Comité que lideró el movimiento cívico confió en las palabras del Ministro y acordó poner fin a la protesta. La ciudad volvió a la normalidad de manera paulatina. Bayamo apostó nuevamente a la espera, pero lo ocurrido significó una señal de alerta para el gobierno de Grau San Martín, como le advirtió el periodista Sergio Carbó del periódico habanero Prensa Libre: Reconozca que la Cubanidad esta cancaneando, a pesar de que sigue siendo amor, y es urgente echarle un remiendo antes de que se atasque definitivamente. ¡Aun está a tiempo de rectificar, doctor, y recuerde que Bayamo es un síntoma y un símbolo!... | |
| | ir a Enfoques» | | Cronica sobre los Carnavales de Bayamo. | |
| | Por: Alexander Ruíz Beltrán. Suenan tambores nocturnos que ensayan por la vieja Plaza de San Francisco devenida en Parque de las Madres, son las comparsas. Hay ritmo africano y danza fatigosa de gente joven. Coreografía de pueblo en vísperas de un carnaval sin diablitos ni antifaz que nunca fueron raíz cultural de Bayamo. Papeles y recuerdos viejos evocan las fiestas agosteñas del patrón salvadoreño y también las de Santa Ana con comparsas vestidas de punzó y azul, corridas de cintas, palo encebado, porrón y sartén como aquellos del Barrio de San Juan, donde un 26 de julio de 1867 se dio por vez primera el grito de ¡Viva Cuba Libre! Hasta el Bayamo del siglo XXI se viene celebrando el carnaval en las fechas tempranas de agosto como principal fiesta de la ciudad coincidiendo con el 6 de agosto en reminiscencia de aquella celebración patronal. En aquellos tiempos el término carnaval ya se había adueñado del mes de agosto. Para el año 1962 el carnaval duró desde el primero hasta el 6 de agosto. El área central estaba en la Avenida de Castro, hoy Francisco Vicente Aguilera. A tal espacio de desplazaron las comparsas, los bazares, los conciertos, las vitrolas, los productos de la gastronomía popular y el bullicio habitual de la gente. En fechas como esta se recuerda los bailables con las Orquestas de Benny Moré, la Riverside, Pacho Alonso, Barbarito Diez, Chapotín, además se sumaron unos cuantos órganos y melcochas guajiras. Se seleccionó también la Estrella del Carnaval coronada el 4 de agosto, ocasión a la que asistieron carrozas desde Santiago de Cuba. En el año 1978, la prensa de la localidad “La Demajagua”, muestra mayores datos de la fiesta, se destaca el proyecto organizativo que contó con seis áreas, 8 carrozas, 40 kioscos, 5 comparsas, 11 cabaret, 13 tarimas, así como 55 agrupaciones, En estas festividades no se puede dejar de mencionar las tradiciones de las casitas de guano y yagua con sus mesas y manteles en el Parque de la Plaza Revolucionaria, con las ricas y exquisitas comidas tradicionales del entorno bayamés como son: el macho asado, el casabe, la longaniza, el congrí, las ciruelas borrachas, el ron y el ponche caliente, sin dejar de mencionas las tómbolas, los bailes de verbena y el salón de trovadores y repentistas, no pudo faltar las muñequitas de trapo negritas y blancas, todas las granjerías bayamesas como: las rosquitas, el matahambre, los turrones de coco, entre otros, amenizados por los tradicionales paseos en coche y las noches alegres de un agosto veraniego en una ciudad saturada de fiestas y tradiciones. Aunque en nuestra ciudad no nacieron las tradiciones de comparsas, sino que fueron traídas de la hermana tierra santiaguera, con el tiempo se fue arraigando a nuestras costumbres carnavalescas que ya son imprescindibles en los paseos del carnaval y el pueblo sigue amando estas costumbres, que ya son tradiciones en medio de la algarabía festiva de un bayamés intrépido y natural. | |
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| | Patriotas y Traidores: la justicia en Cuba | |
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| Por Pastora Figueredo Gómez. Patriotas y Traidores: la justicia en Cuba._ _ La Habana: Imp. P. Fernández y comp., 1992. _ _ 262 p. Al dar a la luz este libro de carácter patriótico demuestra los sentimientos de los Veteranos en Cuba que le dieron vida a nuestra nacionalidad, y que vivieron y compartieron las penalidades de la lucha en la contienda armada a favor de la independencia y de la libertad de la Patria esclava y así como todos aquellos que dieron aliento para defender la causa de la justicia que responde a los sentimientos patrióticos. | |
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| | Boletín de Bayamo. Boletín de la Casa de la Nacionalidad Cubana
Estos textos pueden ser reproducidas libremente (siempre que sea con fines no comerciales) y se cite la fuente.
Casa de la Nacionalidad Cubana, Bayamo, Granma, Cuba. 2010
Portal Crisol, 2010 | |
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