miércoles, 8 de septiembre de 2010

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Despacho Nro 061 - Miércoles 8 de septiembre de 2010

Entrevista a Jaime Sorín

Sueño de ladrillos

Foto y Texto: India Rodríguez -De la casa barata a la construcción social del hábitat.

Jaime Sorin, arquitecto. Ex vicerrector de la UBA y Decano de la FADU – UBA. En un repaso por la vivienda social como derecho del trabajador hasta nuestros días en que se hace plausible la necesidad de ajustar la producción de viviendas a las características propias de su futuros habitantes

-¿Se puede establecer una diferencia entre vivienda social y hábitat social?

Hoy se está hablando de la construcción social del hábitat. La vivienda es parte de una serie de derechos. Entre los cuales está la vivienda y conforma una serie de derechos más amplios. Se habla del derecho a la ciudad, a la vivienda, al medio ambiente, al espacio público. Ha cambiado bastante el criterio de la primera mitad del siglo pasado. En las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siguiente, en la ciudad de Buenos Aires un 25% de su población habitaron en conventillos.

Jaime Sorín II parte

Tupac: de la construcción a la integración

De acuerdo a lo visto en sus visitas a Jujuy y en especial a los barrios construidos por la Tupac. A su juicio, ¿qué falta, qué puntos deben enfatizarse, cuáles ya se han logrado?

Es fantástico que una organización social haya podido construir esa cantidad de viviendas, en el tiempo que lo hicieron, con la mano de obra que tenían. Por que no sólo es la construcción de la vivienda, sino una integración de toda la comunidad y además haber generado los lugares de trabajo. Esto no se suele hacer y no es solamente un tema importante, sino es un tema central. En algún momento se dejará de construir viviendas en Alto Comedero, pero esas fábricas y talleres seguirán funcionando.

Entrevista a Juan Manuel “el Duende” Vila, referente de la mesa Nacional de la Tupac Amaru

Hay que llevar la fábrica al barrio

“La Tupac como organización crece. No ha dejado de crecer. Y cuando crecer significan miles de compañeros y compañeras a quienes hay que darles respuesta organizativa, un proyecto que los contenga y eso genera nuevos horizontes, nuevos interrogantes y en eso andamos desde que nació la propuesta de hacer de la Tupac Amaru un movimiento de alcance nacional. Entonces tenemos, por ejemplo, cooperativas en el Gran Buenos Aires, dentro de es conglomerado humano que se llama “el territorio”.

Entonces tenemos compañeros y compañeras que se van sumando y hay que encontrar ese marco de lo que se llama capacitación o formación de cuadros políticos.

Tupac Corrientes - Hugo Oscar Vallejo (Taka)

Los olvidados

Taka Vallejo es un pequeño productor de la provincia de Corrientes, tupaquero, cooperativista y como el mismo se dice, indio mestizo, ya que proviene de las etnias wichís y guaraní. Y tiene la marca de las injusticias padecidas por sus ancestros y también esa rebelión que lo hace un individuo activo dentro del colectivo social en que vive. Y en esta entrevista va deshojando sus saberes, su pasado y sobre todo, esa pelea hacia lo que vendrá. Taka se hace cargo de su futuro y este fue su decir.

Tupac Salta

Agasajos en el día del niño

El domingo 29 de agosto, la Organización Barrial Tupac Amaru Salta, festejo el día del niño junto a mas de 800 compañeritos de las diferentes Copas de Leche que pertenecen a la organización y que durante semanas estuvieron trabajando para poder festejar con la grandeza que corresponde, ese día mágico. Y como para ver y saber cierto significado de ser parte de este sueño, se invitó a los niños que habitan en barriadas aledañas al barrio de la Tupac Amaru.

El encuentro comenzó a las 15 horas y se realizó en el barrio Tupac Amaru Salta, donde todos los compañeros trabajaron durante la semana entera para acondicionar el lugar, colgando banderines y armando el escenario.

Palabras de compañera - Tupac Quilmes – barrio La Sarita

Inundados, y con garra tupaquera festejando el día del niño

Sí, se vino el agua. La sudestada siempre o casi siempre es castigo para los pobres. Hubo que salir corriendo de algunas casas. Nosotros estamos en una barriada que está junto al Riachuelo, La Sarita, que está cerca de la rotonda de Pasco. Pero no es sólo la sudestada, caen dos gotas y hay sectores que ya están bajo el agua. Y aquí estamos trabajando, la Tupac Amaru. Donde esta la gente más necesitada, donde hay mucha pobreza. Con el agua hasta las rodillas. Y ver gente tan pobre como somos muchos, no sé. Hay que tener duro el corazón y no caer. El agua es así.

Editor Responsable: Prensa Organización Barrial Tupac Amaru
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Entrevista a Jaime Sorín

Sueño de ladrillos

Foto y Texto: India Rodríguez -De la casa barata a la construcción social del hábitat.

Jaime Sorin, arquitecto. Ex vicerrector de la UBA y Decano de la FADU – UBA. En un repaso por la vivienda social como derecho del trabajador hasta nuestros días en que se hace plausible la necesidad de ajustar la producción de viviendas a las características propias de su futuros habitantes

-¿Se puede establecer una diferencia entre vivienda social y hábitat social?

Hoy se está hablando de la construcción social del hábitat. La vivienda es parte de una serie de derechos. Entre los cuales está la vivienda y conforma una serie de derechos más amplios. Se habla del derecho a la ciudad, a la vivienda, al medio ambiente, al espacio público. Ha cambiado bastante el criterio de la primera mitad del siglo pasado. En las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siguiente, en la ciudad de Buenos Aires un 25% de su población habitaron en conventillos.

Con gobiernos como el de Yrigoyen que tuvieron una pequeña preocupación social, comienza a pensarse en salir del conventillo y se inicia la construcción de los barrios. Aunque esta iniciativa, también hay que decirlo, fue un gran negocio del capital financiero. El excedente que quedaba de la explotación del campo se aplicaba a la propiedad inmobiliaria. Esto fue así hasta el primer gobierno de Perón en el cual se incluye a la vivienda como uno de los derechos del trabajador; durante esos diez años por primera se construyen viviendas de manera masiva, quinientas mil viviendas. Ahí comienza a entenderse a la vivienda como un bien de uso y no sólo como bien de cambio.

Luego, en la segunda mitad del siglo XX la práctica del Estado no fue muy visible, si bien se construyó mucho a partir de la aparición del FONAVI, pero siempre con viviendas dirigidas a la clase media baja y poco accesible a la clase media, media y menos accesibles a la clase trabajadora.

Hoy estamos en una situación en la cual el gobierno está construyendo muchas viviendas con el Plan Federal y debería pasarse a otro estadío de la vivienda, que es la incorporación de los sectores interesados en la producción de la casa. Esto es lo que se denomina la producción social del hábitat, es decir la incorporación de las cooperativas. Pero no solo en un modelo de vivienda centralizado, que se produce aquí en la capital y luego se distribuye por todo el país, sino la posibilidad de que sean los mismos usuarios quienes puedan discutir cómo deben ser sus barrios, sus viviendas y poder generar las mismas teniendo en cuenta el tamaño de las familias y de esta manera no seguir generando hacinamiento.

Durante una visita a Formosa pudimos ver viviendas próximas al Trópico de Capricornio con techos de chapas. En principio llamar a estas construcciones vivienda social suena, como mínimo, a broma.

Este gobierno ha generado una gran cantidad de metros cuadrados de viviendas con un único modelo en general, quizá en los primeros años donde había mucho apuro por generar mano de obra esto era “aceptable”. Pero en una segunda etapa debería haberse pasado a una descentralización de los proyectos. Hoy tenemos que pensar en la participación de las comunidades en la generación de los proyectos, lo cual no significa que el usuario mismo vaya a ponerse a dibujar, por que para eso están los técnicos, pero sí que pueda haber un intercambio entre los institutos técnicos de cada provincia, cada ciudad y la comunidad donde va a asentarse la vivienda.

Esto de Formosa también lo he visto en el Chaco de manera muy clara, la misma vivienda que se construye en Quilmes se construye en Chaco y Formosa. Es el mismo plano. La vivienda con dos dormitorios, en familias que a veces tienen siete u ocho hijos. Conforma un total de menos de 50 metros cuadrados de superficie. En estos lugares es necesario respetar una forma de vida que por ejemplo, tiene que incluir la galería, cocina exterior, incluir los lugares de trabajo y los lugares de cultivo. En el Chaco hicimos un trabajo para el Ministerio de Salud la Nación por que están preocupados por el Mal de Chagas, que sigue siendo una enorme endemia, especialmente en los sectores de pueblos originarios y comunidades rurales empobrecidas. Allí pudimos ver que las viviendas mismas que se entregaban, eran viviendas prochagásicas; se veían las paredes manchadas por las vinchucas. Ni siquiera se había tomado en cuenta que debían ser materiales distintos.

De acuerdo con esto vimos la necesidad de generar una cultura distinta desde el punto de vista del proyecto. Hicimos un prototipo en conjunto con las personas a las que iba destinada la vivienda, con ellos generamos casas con grandes galerías, por que por el gran calor en verano, se estila dormir afuera. También fueron necesarios baños con acceso desde el exterior para que los dormitorios durante el día estén bien cerrados. Otro problema con el que nos encontramos es que los animales entran con la vinchuca, los animales están infectados, hay toda una serie de problemas culturales y que al generar el proyecto de la vivienda no se tienen en cuenta. Por ejemplo, los techos de chapa son una solución. Pero no se trabaja igual un techo de chapa en el Chaco que en Lomas de Zamora. Otra costumbre, es juntar agua de lluvia. Entonces el aljibe es una necesidad y esto determina que en este prototipo haya canaletas importantes.

Es necesario pasar a otra etapa en la producción de la vivienda y que es la de escuchar a aquél que la va a usar y también aprender a mirar. Muchas veces, en los equipos técnicos que trabajan esta problemática hay una burocratización muy grande y un desprecio por ciertas comunidades a las cuales se las quiere “enlatar” en un producto que no es para ellos. Pero no es necesario irse tan lejos. También en el Gran Buenos Aires suceden este tipo de situaciones. Todavía falta bastante para recorrer en el tema de la vivienda social.

En la actualidad donde los titulares machacan hasta el hartazgo con la tan mentada inseguridad. ¿Existe la posibilidad de volver a la idea del barrio como comunidad?

Primero habría que lograr que la sociedad funcione como comunidad, o sea achicar las enormes diferencias que hay, no sólo de ingresos sino de posibilidades culturales, enseñanza igualitaria. No puede haber avance sino hay igualdad de posibilidades, creo que lo que más problemas genera es, justamente, la desigualdad. Hemos avanzado bastante contra la indigencia que se vio durante 2002 y 2003, aunque todavía subsisten bolsones de pobreza. Pero lo que resta es achicar la brecha en torno a la desigualdad, los extremos de la sociedad y allí radica el problema. Es muy difícil la integración de una sociedad cuando existen desigualdades tan grandes.

Los barrios se generaron en una especie de mezcla de clase media con clase trabajadora, la indigencia era muy poca. En un barrio vivía el profesional junto al trabajador estatal y la escuela cumplía un papel integrador importante. Hoy tenemos una diferencia muy grande entre los chicos que van a la escuela del Estado y una privada, aún dentro del mismo barrio y ni hablemos del secundario. Todo esto habla de la falta de una política de integración, no es posible tener una “buena vecindad” cuando existen estas diferencias tan grandes que han ido generando problemáticas tan serias.

Se habla de la integración de las Villas y uno se pregunta qué es lo que hay que integrar, cómo se trabaja para que un barrio que está frente a una villa se integre, qué quiere decir integrar, urbanizar una villa. Las villas están urbanizadas, no están en medio del campo y tienen sus propias leyes, códigos y formas, entonces debemos trabajar sobre esas culturas. En Brasil han hecho trabajos más interesantes, intentaron que las favelas se integren a través de los bordes, las escuelas, los comercios, los centros de atención comunitaria, por que no es enormemente distinta la condición económica de una persona que vive a dos cuadras de una villa, que las personas que viven en la villa misma Son estas cuestiones las que se deben trabajar cuando hablamos de integración.

Jaime Sorín II parte

Tupac: de la construcción a la integración

De acuerdo a lo visto en sus visitas a Jujuy y en especial a los barrios construidos por la Tupac. A su juicio, ¿qué falta, qué puntos deben enfatizarse, cuáles ya se han logrado?

Es fantástico que una organización social haya podido construir esa cantidad de viviendas, en el tiempo que lo hicieron, con la mano de obra que tenían. Por que no sólo es la construcción de la vivienda, sino una integración de toda la comunidad y además haber generado los lugares de trabajo. Esto no se suele hacer y no es solamente un tema importante, sino es un tema central. En algún momento se dejará de construir viviendas en Alto Comedero, pero esas fábricas y talleres seguirán funcionando.

El tema de la cooperativa me parece interesante pues ha generado un espíritu de colaboración interno. Un sentido de comunidad con plaza central, con su propia propuesta vivencial, y no eso del barrio dormidero, que tanto se ve aquí, en el Gran Buenos Aires.

Por otra parte, creo que hay trabajar un poco más el tema de la urbanización, que no sea manzana a la calle y nada más. Hay que poner vegetación, en los barrios es importante contar con la vegetación por que ésta permite el uso de la calle, sobre todo en las altas temperaturas que son propias del NOA. Los árboles son importantes para mejorar la calidad de vida de las personas.

Por otro lado, creo que hay que comenzar a pensar en cierto aporte profesional, que no lo están teniendo y que tampoco lo tuvieron en su momento, para poder discutir el tipo de vivienda que se hace, qué agregar, qué mejorar. Igualmente, los temas constructivos han levantado muchísimo su nivel desde la primera vivienda, se nota que han aprendido mucho. Pero seguramente en un trabajo en conjunto se va a poder seguir avanzando en las mejoras. Y esto me parece bueno por que el Alto Comedero es una suerte de espejo para el resto del país. Ahí abreva pueblo. Eso importa. En el área de educación. ¿Cuál es su evaluación?

El hecho de que se incentive a todos los miembros de la comunidad para que avancen en su formación me parece un gran acierto. Además que la Organización cuente con su propia escuela va generando pautas culturales y de esta manera esquiva supeditarse a la educación que brinda el Estado, que a veces deja muy lejos las pautas culturales de una determinada población. Es sumamente importante que se haya podido avanzar en este campo y es necesario que las Germán Abdala se multipliquen para que el avance sea homogéneo.

He visto en la Tupac, esta preocupación de generar la integración a través de la educación y además enfatizar que, integrar no implica abandonar las pautas culturales. Esto se demuestra de manera plausible en el barrio con toda la iconografía que lo decora. Llama la atención en esta organización el muralismo generalizado que posee. Este rasgo es interesante por que a los habitantes del barrio, a cotidiano, los pone frente a su propia historia.

¿Cómo integrar en los espacios urbanos compartidos a las clases medias y los sectores más desfavorecidos?

Los sectores medios hacía rato que no estaban tan bien, que no podían consumir tanto, especialmente los urbanos y de los rurales ni hablemos. Están hablando de lo llenos que están, no es el tema de la entrevista pero el campo no debería quejarse tanto como se está quejando. Es un tema político, obviamente.

Pero con los sectores urbanos medios hay un importante tema cultural. Cómo se cambian las relaciones de vecindad, cómo se general una cultura ciudadana que integre todos los sectores. Hace cincuenta años que lo venimos viendo. Después del primer peronismo, prácticamente, no se lo pudo lograr y después vino el `73 pero, siempre ha existido esta tensión, de ver al otro no sólo como distinto, sino como hasta enfrentado. Distinto es, pero el hecho que sea distinto no implica que deba ser un adversario.

Por esto creo que si se urbaniza lo que está alrededor de Alto Comedero, quizá de a poco quienes vivan allí se van a ir integrando, compartiendo algo. En los bordes geográficos de zonas o barrios que no están integrados, resulta útil instalar o construir elementos de porosidad. En el caso de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño, la feria que se instala los fines de semana, permite un acercamiento entre estos vecinos y el Barrio Presidente Rivadavia, los cuales están separados de los primeros, nada más que por una avenida.

Es más difícil integrar al que vive tan lejos, como el centro de la ciudad. Pero creo que en el caso de la Tupac, a medida que vaya creciendo la Organización, debería ir integrando todo lo que está alrededor. Estas son todas hipótesis de trabajo, la realidad es más compleja. Después la sociedad resuelve. Además en la medida en que desde el Estado no se trabaje en esa línea, también se hace más difícil. Se podría pensar en generar actividades, puesto que la Tupac cuenta con espacios abiertos interesantes, actividades con las escuelas, etc. Pero eso es tarea del Estado y no parece que el Estado jujeño tenga mucha voluntad de generar actividades comunes. De cualquier manera, creo que para el posterior desarrollo de la Tupac esta no es una cuestión menor. Pero ellos tienen esa fuerza, esa voluntad y sobre todo, ese sueño, de reproducir en todo el país su experiencia.

Entrevista a Juan Manuel “el Duende” Vila, referente de la mesa Nacional de la Tupac Amaru

Hay que llevar la fábrica al barrio

“La Tupac como organización crece. No ha dejado de crecer. Y cuando crecer significan miles de compañeros y compañeras a quienes hay que darles respuesta organizativa, un proyecto que los contenga y eso genera nuevos horizontes, nuevos interrogantes y en eso andamos desde que nació la propuesta de hacer de la Tupac Amaru un movimiento de alcance nacional. Entonces tenemos, por ejemplo, cooperativas en el Gran Buenos Aires, dentro de es conglomerado humano que se llama “el territorio”.

Entonces tenemos compañeros y compañeras que se van sumando y hay que encontrar ese marco de lo que se llama capacitación o formación de cuadros políticos.

Y por otra parte, dar cauce orgánico a compañeros que, en muchos casos, ya son cuadros políticos. Encontrar la forma de darle contenidos, de ampliar ese territorio de base y todo eso requiere organización y requiere contención, ya que por lo general, la Tupac trabaja un la franja de sectores marginales al sistema e con incorporando hermanos de los pueblos originarios como un mandato que nos viene desde la convicción, desde nuestro centro ideológico.

Inicios

“Nosotros, la experiencia de la Tupac nace en la Copa de Leche. Digamos, es nuestra unidad básica. El término vale, porque ahí no es sólo preocuparse porque los niños se alimenten sino que es el lugar de encuentro de ese barrio, de esa comunidad, allí donde se traen los problemas, como es la desocupación o la droga o la falta de documentos o eso que hace a la vida de los sectores más carenciados. Esto es lo cierto. La Copa de Leche tracciona como lugar de encuentro. Pero si nos quedamos solamente en lo operativo, en darle una comida diaria o conseguir una jubilación a una anciana o un discapacitado… si nos quedamos solo en eso, no estamos haciendo futuro sino tapando agujeros. Casi te diría, asistencialismo, que es lo contrario a nuestro sentir. “La Tupac no es eso, no es su objetivo. Hay que cargar esas actividades de contenido político, de pensamiento político y que todos los que componente la organización se sientan como elementos actuantes, digamos, seres activos sobre la realidad. Entonces el acto de formación de cuadros en una necesidad permanente, cotidiana. Estamos y esto creo, que las cooperativas son una prolongación de la Copa de leche. En el sentido que ya los compañeros, las compañeras, tienen una experiencia, ya han compartido algo fundamental como en el interactuar juntos. Y también en la Tupac existe como un mandato, una mística si se quiere, que una vez comenzada una experiencia común, no se puede fracasar.

“Esta especie de módulo, Copa de Leche, cooperativas, ordenamiento territorial, es lo que la Tupac viene haciendo en todas las provincias y cada una de acuerdo a sus circunstancias sociales o culturales, pero partimos de una experiencia que ya en Jujuy a dado su fruto. Sabemos que no en todos lados se puede hacer el Alto Comedero o lo que si hizo en San Salvador como el Centro Educativo Germán Abdala, pero es una luz, digamos, hay una referencia clara hacia donde vamos cuando hablamos de educación para todos.

Y demostrando además, que la educación también la podemos hacer nosotros, que podemos hacer una escuela, que podemos sacar los profesores de nuestra propia organización o incorporar, ir ampliando esta base de sustentación de la Tupac. Y el Gran Buenos Aires, ese territorio que ahora estamos transitando, lo hacemos llevando esta propuesta…

-Esta claro. Ahora, al hablar del Gran Buenos Aires, uno sabe de 30 años de punterismo, de políticas de cooptación de voluntades, de precisamente, actitudes nada participativas por los sectores políticos. ¿Cómo ves eso?

“Bueno. Eso es como meter la para en el infierno. El Gran Buenos Aires, donde hay bolsones sociales, digamos, los sectores más expulsados a la marginalidad, donde esta instaurada la cultura política de la chapa para el techo y el vale de alimento cuando llegan las elecciones, de arrearlos al colectivo para un acto: el punterismo. Eso mirado desde el otro lado, es lo que no vamos a hacer. Para la Tupac, ese ámbito de marginalidad, de pobreza, de droga, de falta de vivienda, salud, educación, bueno, ahí es donde tenemos que estar. Ese es nuestro desafío.

“La gran diferencia con ese punterismo ni toda esa utilización de la pobreza, es que nosotros no vamos a disputar en el terreno electoral o de partidos. No habrá nadie que se arrime para ser concejal o intendente ya que no vamos por ese camino. Somos la antítesis de eso. Por decirlo de manera acotada: para nosotros la política se hace en el territorio. Esto es una concepción política: todo empieza en el territorio. Por eso la Copa de Leche. Es nuestra unidad madre.

¿Se comprende?

Del territorio es donde tienen que surgir las respuestas para las comunidades que son territoriales. Si nosotros trabajamos y hacemos un barrio, hacemos la plaza, hacemos un centro cultural, una salita para medicina preventiva, lo que estamos haciendo, es precisamente, una comunidad, no un barrio que se utiliza de dormidera. Está la fábrica instalada en ese barrio como tiene que estar la escuela.

“Desde esta visión, no hay posibilidad de punterismo. Y menos cuando en la Tupac tiene una organización donde las bases, se conforman eligiendo sus delegados y un delegado es representante de un mandato que debe cumplir. No que viene a canjear cantidad de gente por votos. Todo lo contrario, ser delegado es una responsabilidad, la responsabilidad que le han delegado sus compañeros. Esto creo, es lo diferente de la Tupac y, vamos a decirlo, lo revolucionario. Un delegado es el emergente de un colectivo social.

-Bueno. Todo bien. Hasta suena bien eso de revolucionario. Ahora, ¿hacia donde apunta la Tupac Amaru como organización?

“Naides es más que naides”, es una frase de Felipe Varela y que a mi muchas veces me funciona como bandera: la igualdad de oportunidades: una sociedad justa es una sociedad de iguales. Y nos referimos al derecho a la salud, a la educación, a la vivienda propia, al trabajo digno. Ese apunta a la modificación de la distribución de la riqueza, apunta para ahí…

-¿Y eso se logra en el territorio?

“En la etapa de construcción que se encuentra la Tupac Amaru, en estos momentos, todos nuestros esfuerzos son el trabajo en el territorio. Ya expuse las razones, hacer de un barrio un dormidero, un sector social desarticulado, eso no es Tupac. Creemos que cambie cuando llevamos la fábrica al barrio, eso hace una unidad de acción en si misma, creando su propia fuerza, su capacidad de construcción social. Entonces, poner una Copa de Leche, al lado una cooperativa, al lado una escuela, al lado un dispensario, es lograr armonizar el territorio. No ir a buscar votos, ir a encontrar al compañero, al hermano. Y ahí plantás la cooperativa, plantás la fábrica. Ese es el gran cambio que nos proponemos llevar adelante.

“Pero, es bueno aclarar que la Tupac Amaru como organización también implementa políticas con otras fuerzas, como son la red de organizaciones sociales, o que implemente políticas culturales con Carta Abierta, que tiene una clara inserción y participación en el accionar de la CTA, que los pueblos originarios son un eje central en nuestras propuestas. Esto, por nombrar algunas de las actividades que llevamos adelante con otros sectores con los que tenemos afinidad de objetivos.

“Y un poco para terminar: hay algo que siempre dice Milagro (Sala), no podemos descansar mientras haya un compañero sin trabajo, no podemos descansar mientras haya un niño con hambre. No podemos descansar mientras no se reconozca el derecho de los pueblos originarios, no podemos hasta lograr otro país, quebrar con la injusticia, la discriminación, la riqueza desmedida para unos y nada para muchos. Entonces, por ahí suena como suena pero es así, un país para todos. Eso, creo, es un poco, la síntesis y esencia de la Organización Barrial Tupac Amaru”.

Tupac Corrientes - Hugo Oscar Vallejo (Taka)

Los olvidados

Taka Vallejo es un pequeño productor de la provincia de Corrientes, tupaquero, cooperativista y como el mismo se dice, indio mestizo, ya que proviene de las etnias wichís y guaraní. Y tiene la marca de las injusticias padecidas por sus ancestros y también esa rebelión que lo hace un individuo activo dentro del colectivo social en que vive. Y en esta entrevista va deshojando sus saberes, su pasado y sobre todo, esa pelea hacia lo que vendrá. Taka se hace cargo de su futuro y este fue su decir.

“Nosotros vivimos en un pueblito, San Cayetano que está a 16 kilómetros de Corrientes Capital. Somos unos 3000 habitantes y hay otras comunidades cercanas, Riachuelo de 3000 habitantes y El Sombrero, que tendrá unas 2500 personas. Gente pobre, de mucha pobreza. De niños en pata, de comer cuando hay y eso que seguramente poco se conoce, ya que cuando más pobre sos, menos te ven.

“Bueno. Digamos que estamos entre el campo y la ciudad, somos como quinteros, o pobladores con pequeñas parcelas. Quién más tiene 25 hectáreas. Yo tengo 16. Y tenemos un buen clima para sembrar verduras y lo que sea. Y muchos somos descendientes de aborígenes o mestizos. Aquí tenemos unos mil productores, pequeños ¿no? Gente que agacha el lomo, que sabe lo que es la tierra, lo que es trabajar duro y siempre nos han estado corriendo, teniéndonos en menos, mucha injusticia hemos tenido.

“Y yo quería contar de eso, de cual es nuestra situación o lo que viene desde lejos, porque nosotros hemos sido explotados desde ya mucho, desde nuestros abuelos y antes todavía. Esta es una provincia manejada por terratenientes. Y uno tiene que estar con un color o con otro pero nunca tirando para su propia gente, para su propia dignidad. Nosotros, le digo, venimos peleando porque el gobierno nos encargue la “caja alimentaria agropecuaria”, esto es que lo que producimos lo podamos vender. Porque hay problema que parece de chiste, que por ahí llega verdura de Mendoza o de cualquier parte del país. Y eso comen los Correntinos. Mire usted.

Y nosotros que estamos a tiro de caballo, ni ahí, no tenemos mercado para nuestros productos. ¿A usted le parece que teniendo esta tierra, teniendo gente que trabaja, que sabe, hay que comprar a miles de kilómetros la verdura o el melón o lo que sea? Y eso pasa. Eso nos viene pasando desde hace mucho. Es la especulación y no pensar en el otro, no organizar la unidad alimentaria. Hasta terminamos en el mismo pueblo donde vivo consumiendo verduras de otro lugar. Especulan, los ricos especulan y te joden. Y no queremos vender la tierra. Estamos resistiendo eso, que vienen los que tienen y te quieren comprar, te quieren echar con unos pesos y ¿adonde vamo a ir?

Yo le cuento un poco como me viene. Mi abuelo salió corrido en 1860, al Chaco, de cosechero. Y por ahí nací yo. El era guaraní nacido por el lado de Mercedes y mi abuela era wichí del lado boliviano. Indio mestizo soy. Honrado de serlo. Yo no me avergüenzo de ser, al contrario. Aquí tenemos viejitos que no quieren decir que son. Tanto les ha golpeado la vida que no dicen que son guaraníes o son wichís. No. Se silencian.

Bueno. Si quiere, cuente de Karina, de la Tupac y de esa cooperativa que están formando.

“Mire. Karina (Castro –la referente Tupac en Corrientes), ha sido como que te llega un ángel. Ella vino, no sé, vino y nosotros estábamos desesperados, ya sin alma y ella nos dice, hagamos una cooperativa de productores. Y nosotros diciendo que no, que nos van a dejar, que siempre los terratenientes, el poder político nos ha cortado todo vuelo, nos quieren pobres, miserables y sólo para votar. Y Karina que no, que hay que hacer una cooperativa. Y bueno. Así nación la Tres Fronteras. Nos hemos juntado unos 100 agricultores y comenzamos a tramitar la cooperativa agrícola.

“Eso es como que avanzamos. Ya le dije. Somos gente de la tierra, de agachar el lomo, de trabajar duro. Y tenemos que esta tierra da todo, da lo que le pida. Sea fruta, sea verdura, sea trigo. Todo da. Entonces estamos programando para hacer eso que le dije, la caja alimentaria agropecuaria. No va a ser fácil. Nada lo es en la vida, menos para un indio -pero para nosotros tampoco la vida ha sido fácil, así que estamos felices con este proyecto. Hay como un respaldo de Karina y de la Tupac. Y hay respeto por eso que somos, pueblos originarios, aborígenes.

Chamigo las pelotas

“Ya le digo, esta provincia ha sido siempre manejada por los terratenientes. Yo soy así, y poco instruido como soy, fui candidato a intendente en San Cayetano y perdí la elección porque del otro lado votaron demasiados muertos. Pero eso ya no importa. O uno aprende. Creo que estamos dejando de ser los olvidados. Eso hemos sido siempre, gente que olvidada, como que no existía. Nos quedaba irnos, meternos en las cosechas, no tener destino. Y sigue siendo así para muchos. Estamos peleando duro para que los pocos que quedamos no vendan su parcela, que lo que les espera es pobreza y no ser, dejar de ser de la tierra.

-¿Los olvidados, dijo?

“Eso dije. No somos eso que aparece por televisión, dando gritos, chamigo y todo eso. Chamigo las pelotas. Eso para vender afuera. Uno siente que lo empujan desde la no existencia, negar, el no vernos porque somos indios, porque no quieren que haya comunidad con autoridades que respondan a la gente, sino esto de la política que se hace ¿no? Si hay créditos para el campo, le llega a los grandes, si hay crédito para los chicos, se pierde por ahí, en algún despacho. Contra ese olvido venimos dándole duro. Yo tengo cuarenta años, y tengo salud, me siento con fuerza. Pero hay muchos viejitos que se han quedado, que ya no son familia que se han ido los hijos, las hijas, han quedado solos, resistiendo el silencio.

-Entonces… la cooperativa.

“Usted lo dice. Y es lo cierto. Tres Fronteras le pusimos porque aquí están los paraguayos, los bolivianos y nosotros, los argentinos. Eso somos, de ahí venimos como pueblos. Y tener respaldo es fundamental. Existe ahora la esperanza que podamos trabajar y vender. Usted sabe lo que es la especulación. Yo no sé si pasa en todo el país. Pero aquí, todo lo que sea verduras, frutas, lo que sea de la tierra, la manejan unos pocos. Ya se lo dije. Pero no deja de asombrarse uno, de cómo destruyen al pequeño. Con saña. Uno siembra, entonces cuando llega la cosecha no te pagan. Compran en otro lado hasta que te ven con la lengua afuera y tenés que vender por nada. Especulación.

-Es duro lo que cuenta.

“Ha sido así. No soy de andar exagerando. Hay que ver tanta pobreza, tanto niño desnutrido y ese destino ¿no? Crecen para irse. Y nos vamos quedando secos, y todo el interior, los pueblitos se vuelven pueblitos de viejos. Yo, otros pocos, de porfiado, por rebeldes nomás, no hemos negado, hemos buscado una salida. Ahora hay una luz. Como que tenemos un camino delante. Y lo vamos a andar. No hay que dejar la madre tierra. Ella es quien nos cobija, que siempre nos ha dado su alimento. Bueno. No sé, eso es lo que puedo decir. Y diga que ser originario es tener un saber, que nunca nos vamos a rendir. Es así.

Tupac Salta

Agasajos en el día del niño

El domingo 29 de agosto, la Organización Barrial Tupac Amaru Salta, festejo el día del niño junto a mas de 800 compañeritos de las diferentes Copas de Leche que pertenecen a la organización y que durante semanas estuvieron trabajando para poder festejar con la grandeza que corresponde, ese día mágico. Y como para ver y saber cierto significado de ser parte de este sueño, se invitó a los niños que habitan en barriadas aledañas al barrio de la Tupac Amaru.

El encuentro comenzó a las 15 horas y se realizó en el barrio Tupac Amaru Salta, donde todos los compañeros trabajaron durante la semana entera para acondicionar el lugar, colgando banderines y armando el escenario.

La apertura fue a través de unas palabras de nuestro referente en la provincia, Carlos Guardo, quien dio la bienvenida a los presentes y expresando la emoción de poder este año cumplir con la expectativa de que cada niño se lleve un juguete.

“Todos sabemos –dijo Carlos Guardo- la situación que hemos pasado durante bastante tiempo, donde no lográbamos recursos y que en esos momentos no les podíamos ofrecer a nuestros compañeritos no un juguete, ni siquiera un caramelo. Pero lo mismo lo pasábamos juntos. La construcción de nuestra organización tiene como eje la mirada sobre los niños. Sabemos que en todo el país, donde existe la Tupac Amaru, existe esa mirada hacia el niño. Una mirada y una responsabilidad que asumimos ya que darle una alegría a una pibita a un chico es sólo un gesto. Todos sabemos que vamos por educación, salud, trabajo, vivienda y vida digna”. Además, Guardo destacó también el hecho de poder contar con un espacio propio, como es el galpón –que ya terminamos de preparar- donde se instalará la cooperativa textilera, producto del esfuerzo y de las ganas de trabajar de los compañeros. Y tener un pedazo de tierra donde iremos construyendo nuestras viviendas. Todo es futuro, y apostamos al trabajo y sobre todo, con la mirada en que a los pibes no les falte qué comer o la alegría de un juguete”.

Fiesta

Sobre un escenario montado en el predio tupaquero, la animación del encuentro estuvo a cargo de los payasos “Sastre y Desastre”, quienes con su frescura, su buen humor y ocurrencias lograron arrancar carcajadas de alegría a grandes y a chicos. Y la tarde del domingo se vistió de fiesta, de colores, música y no faltó en ningún momento, las ganas incansables de jugar, saltar en los peloteros y de mostrar las destrezas al jugar al tumba lata, ponerle la cola al burro, el castillo de terror, el juego de los aros y, fútbol, tenis y boley.

Lo mas lindo y sorprendente fue ver jugar no sólo a los niños sino también a sus padres, quienes recordaron en esos momentos las kermeses de antaño y como no podía ser de otra manera, el fútbol también estuvo presente, donde se jugo un partido muy ajustado entre mujeres y varones y, por supuesto la derrota fue de los varones. Los arrasamos…

Luego llego la hora del cine, el cual fue instalado en el galpón -todo adornado con globos y listo para la función. Tanto en el cine como en las distintas situaciones de juegos se repartieron 1000 bolsitas de golosinas, alfajores, chupetines, caramelos galletitas, puflitos, chizitos y turrones de chocolate, porque una fiesta, pensar al niño, también hay que darle esa sorpresa y la alegría de estar entre ellos compartiendo y sabiendo que hay para todos por igual.

También se dio lugar a la presencia de un grupo de niños pertenecientes a la Copa de Leche Chirolita, quienes bailaron saya. Pero las sorpresas no terminaron ahí ya que el grupo de baile Fortaleza, deleitó al público con bailes típicos mexicanos y el ya tradicional pin pin.

Siendo las 18 horas y con la ayuda de los payasos Sastre y Desastre, se comenzaron a repartir los 1000 juguetes que la organización había obtenido con gran esfuerzo. Eso, ante la mirada atónita de los niños. Y para ellos hubo muñecas, camiones, cochecitos de bebe, triciclos, pelotas, rompecabezas, sonajeros, autos y todo lo mejor que consiguieron los compañeros y compañeras para homenajear a los niños. Las sonrisas se multiplicaban y el objetivo, de la gran fiesta se había cumplido. Luego vino el chocolate acompañado de pan dulce, elaborados con amor por cada una de las compañeras de las Copa de Leche.

La tarde se fue estirando en la música y las risas y casi sin darse cuenta la noche los encontró en pleno festejo. Eran las ocho de la noche y los payasos y las compañeras seguían repartiendo golosinas y más juguetes. Y así, una fiesta tupaquera y salteña prosiguió hasta que llego el momento de decir adiós y hasta el año que viene.

Tanto nuestro referente como cada uno de los compañeros que participamos en esta jornada estábamos muy cansados pero con el corazón lleno de alegría y con la satisfacción de haber hecho muy feliz a nuestros compañeritos, Al fin y al cabo es por su bienestar que la Tupac Amaru existe y lucha día a día.

Por Valeria Guardo- Tupac Salta

Palabras de compañera - Tupac Quilmes – barrio La Sarita

Inundados, y con garra tupaquera festejando el día del niño

Sí, se vino el agua. La sudestada siempre o casi siempre es castigo para los pobres. Hubo que salir corriendo de algunas casas. Nosotros estamos en una barriada que está junto al Riachuelo, La Sarita, que está cerca de la rotonda de Pasco. Pero no es sólo la sudestada, caen dos gotas y hay sectores que ya están bajo el agua. Y aquí estamos trabajando, la Tupac Amaru. Donde esta la gente más necesitada, donde hay mucha pobreza. Con el agua hasta las rodillas. Y ver gente tan pobre como somos muchos, no sé. Hay que tener duro el corazón y no caer. El agua es así.

Pero por suerte ya pasó. Algunas familias han perdido mucho o les va a costar reponer lo perdido. A pesar de estar viviendo un mal momento, en Quilmes no nos olvidamos de los niños. La Tupac Amaru, ya lo sabemos, el día del niño es de festejo. Eso es comprender que pasa en el alma de una pibita que recibe una muñeca o un juego. Esa alegría. Milagro dice que eso es sembrar y creo que sí, que poner algo en el almita de los chiquitos, ser solidarios, es sembrar. Lo hemos dicho muchas veces pero sigue, vale.

Es Daniela – así, como decir Daniela de la Copa de Leche o Daniela de la Tupac-, quien al ser consultada cómo vivieron la experiencia de los festejos del Día del Niño, tiene para decir, pero más tienen sus ojos, es que el recuerdo de esas caritas felices, como viendo todo por primera me llenan el alma de alegría. Y cuenta: Bueno, día del niño fue algo novedoso, con mucha alegría y una buena experiencia ver el gran apoyo de toda la Tupac y de nuestros compañeros. Porque hubo que moverse. No sé, a veces se habla mucho de militancia, de solidaridad, se habla y son buenos sentimientos. Otra cosa es por eso en marcha. Eso es algo que con palabras no se puede expresar, hay que estar ahí, hay que vivirlo. Fue totalmente inesperado, porque pusimos todo el esfuerzo y la gratitud para hacer esto por estos chicos que nosotros día a día vemos la ayuda que necesitan.

-¿Ustedes siempre están trabajando con los chicos, no? Es su gran preocupación.

-Si. Hay como zonas muy sumergidas, marginales y ahí estamos, siempre tratando de sacarlos de las esquinas y darles aliento. Mostrándoles que hay gente que se interesa por ellos, les decimos que en ellos está salir, que nosotros sólo podemos poner lo nuestro, nuestra voluntad, nuestra demostración como organización que se puede avanzar, que hay que encontrar el cauce para pelear por derechos. Y les decimos que ellos Son Importantes.

Y así se lo hacemos sentir. Ese es un trabajo de todos los días que nos comprometimos a cumplir, donde ponemos la fuerza, no solo en los chiquitos, sino también en los que están entrando en la adolescencia. Un juguete que sirve para que crezcan planeando y soñando un futuro mejor.

Y así los llevamos con nosotros el Día del Niño, fue un día inolvidable.

Pachamama

Y también nos dimos fuerza y tiempo de ir con los compañeros, compañeras, los que conformamos la Tupac aquí y llevamos invitados, para que vean, para que sientan que significan los pueblos originarios. Y participamos de la Ceremonia de la Pachamama en Parque Lezama el 28 de Agosto. Todos querían ver a Milagro, conocerla. Pena que no vino, pero lo mismo fue deslumbrante.

Sí, la ceremonia de la Pachamama fue algo increíble. Era la primera vez que participábamos y teníamos grandes expectativas por saber cómo era estar en ese momento tan importante y compartir con todos los compañeros jujeños. Fue un ritual emocionante, ver toda la fe que le ponen y tan contagioso que el año que viene es una cita a la que nadie faltará. Aniversario de la Tupac.

Falta poco para el aniversario de la Tupac. Se nos viene encima. ¿Cómo nos estamos preparando? Para el décimo aniversario de la Tupac nos estamos preparando con todos y no sé como vamos a hacer ya que comenzamos los preparativos con todos los compañeros… y todos quieren ir a Jujuy, conocer aquello de lo que tanto sabemos y pocos hemos visto. Ir para ellos va a ser algo novedoso y bueno.

Estamos muy ansiosos esperando ese momento para mostrar lo que realmente queremos hacer en Buenos Aires con la Tupac. Es nuestro gran desafío y tenemos muchas expectativas para llegar a cumplirlo. Estamos seguros que va a ser una gran fiesta con muy buenos resultados. Pensando siempre en el futuro de esta gran Organización que nació para quedarse y seguir creciendo.

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Prensa Organizacion Barrial Tupac Amaru

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