sábado, 23 de octubre de 2010

Bolivia Luis Espinal asesinado borrador inconcluso sobre mártires

De: ricardo capelli [mailto:capelli2000@hotmail.com]


 eduardo.de.la.serna

Sat, 23 Oct 2010 03:10:09 -0300

Un nuevo muerto nos enluta. Es revulsivo y lamentable. Nada vale lo que vale una vida. Pero frente a este hecho absolutamente lamentable y del que espero que se haga justicia, me surgen unas preguntas:

 


Joaquín Morales Solá parecía "desear" un muerto, entre los periodistas, para poder mostrar cómo este gobierno persigue a tan egregia e inmaculada profesión.

 


La izquierda, como siempre, grita, protesta, y se levanta, buscando muertos por los que después "llorar" y reclamar levantando también ellos sus banderas.

 


Obvio, "el muerto" queda allí, en el medio, mientras los impolutos reclaman justicia y exigen que se calme el dolor interminable de los muertos que ellos mismos -quizás- provocaron.

 


Hay un muerto (y hubo muchos otros, y seguramente, los habrá más). Mi pregunta es si lo que se reclama es "justicia" realmente, o si lo que se reclama es cuestionar a este gobierno (al anterior o al que venga), sin que en el fondo nos importe Fuentealba, Kosteki y Santillan, Ferreira o Montoto, porque lo que nos interesa verdaderamente es que este (o el otro) gobierno mate, o poder achacarle a este (u otro) gobierno sus muertes, para tener razones que levantar.

 


En lo personal, lamento totalmente la muerte de Ferreira y espero que se haga justicia real y los responsables terminen en la cárcel; pero -por otro lado- estando el PO en el medio, lamento creer que el PO está celebrando, y que Ferreira fue un peón del ajedrez que entregaron (como las tomas en la Facultad de sociales) mientras "juegan a la política, antes de tener su próxima tarjeta de American Express y ser gerentes de multinacionales".

 


Eduardo

 


-Añado esto que hace unos años, escribió Luis Espinal -estaba en su escritorio, inconcluso, cuando lo encontraron asesinado en Bolivia- . Quizás sirva. Quizás no.
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NO QUEREMOS MÁRTIRES

 


(borrador inconcluso)

 


El país no necesita mártires, sino constructores. No queremos mártires, así se queden vacías las horas cívicas.

 


El mártir es un personaje vistoso, demasiado emotivo; es el último refugio para los "héroes" revolucionarios, sobre todo si proceden de la pequeña burguesía.

 


El mártir es demasiado vistoso, y los personajes vistosos no sirven para el socialismo; piensan demasiado en sí mismos. El mártir es el último aventurero; en otro siglo, pudo haber sido un pirata o un negrero. El mártir es un individualista, equivocado de lado.

 


El mártir es un masoquista; si no puede vencer en el triunfo, procura sobresalir en la derrota. Por esto, le gusta ser incomprendido y perseguido. Necesita al torturador; e inconscientemente lo crea.


¿El mártir no será un flojo? No tiene la constancia para vivir revolucionariamente; por esto quiere morir, en espera de convertirse en personaje de vitrina. Porque el mártir tiene algo de figurón y de torero.


El grupo político desplazado tiende a la mística del martirio; procura sublimar la derrota.


En cambio, el pueblo no tiene vocación de mártir. Cuando el pueblo cae en el combate, lo hace sencillamente, cae sin poses, no espera convertirse en estatua.


Por ello, necesitamos videntes, políticos, técnicos, obreros de la revolución; pero no, mártires.


No hay que dar la vida muriendo, sino trabajando. Fuera los slogans que dan culto a la muerte. Alguien dijo: "El peso lo llevan los bueyes, y no las águilas".


Para la revolución social desconfiemos del entusiasmo adolescente. Los mártires son adolescentes. Y hay adolescentes de 50 años de edad.


La revolución es algo demasiado serio para tomársela a la ligera. La revolución es violenta: es una operación quirúrgica social; por esto no hay que entusiasmarse con el bisturí.


Dicen que la revolución es laica; pero si nos descuidamos podemos caer en todos los mitos idolátricos de culto a la personalidad, al esfuerzo, al melodrama... Pero, revolución y melodrama no combinan.


Porque la revolución necesita hombres lúcidos y conscientes; realistas, pero con .ideal. Y si un día les toca dar la vida, lo harán con la sencillez de quien cumple una tarea más, y sin gestos melodramáticos.


                                        Luis Espinal sj


mártir en Bolivia
secuestrado el 21 de marzo, encontrado la madrugada del sábado 22, torturado y asesinado