sábado, 23 de octubre de 2010

Iquique desnutricion parias Pelota de Trapo

Agencia de Noticias Pelota de Trapo <agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar>


 

 

 

 

 

 

Misiones
18/10/10

Por Silvana Melo

(APe).- Tenía apenas dos años, una debilidad extrema, nombre de héroe troyano, un sistema neurológico deshilachado por origen y por condena, nombre de paradoja atroz (en griego, "el que sostiene fuertemente"), una desnutrición de cuatro meses, primer nombre de guerrero y segundo de artista, una muerte perentoria, un número en un registro del programa "Hambre Cero" de Misiones y un destino que no necesariamente estaba escrito, que podía torcerse por decisión de despacho, de escritorio, de estado.

Héctor Rafael Díaz tenía nombre de persona mayor, apellido de miles en la guía telefónica, cuerpecito de nada en los programas oficiales. Se murió el 5 de setiembre de desnutrición. Vivía con sus seis hermanos y su madre, Rosa Acosta, en un rancho de madera, un cuadrado sin baño ni luz ni agua. Ninguno de sus hermanos va a la escuela. Los que quedan sobreviven por un par de asignaciones que cobra su madre. A dos ya se le detectaron deficiencias de peso. Ninguno aparece en los registros del programa "Hambre Cero" de Misiones.

Héctor Rafael Díaz nació en un pueblo que se llama Apóstoles. Que serán doce tal vez pero sin cena. Que serán doce tal vez que ven morir, en la extensión de los tiempos, cientos, miles, cientos de miles de cristos mínimos y desnutridos, de huesitos como pelusa, de piel transparente y gris. En Apóstoles se murió Héctor Rafael Díaz, de hambre. En Misiones, donde el gobernador se llama Maurice Closs, nombre europeo en una tierra roja y esquilmada, poblada de yerbatales, hambrienta y sudamericana.

Misiones, señalada por la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud como la segunda provincia con más altos índices de desnutrición crónica y bajo peso de todo el país. En Misiones hay un 55 % de niños menores de dos años con anemia por deficiencia de hierro. Misiones, que tiene un 84% de niños con problemas de alimentación. Dos de cada diez con desnutrición severa. Uno de cada diez con problemas de crecimiento irreversible. Un 80% sin aportes de calcio suficientes. Un 88% sin cobertura médica. Misiones.

A 65 kilómetros de Posadas está Apóstoles. Donde Héctor Rafael Díaz murió de hambre el 5 de setiembre. Pero su muerte chiquita, insignificante, indigna hasta de una estadística, recién se supo un mes después. El niño con nombre de héroe troyano estaba inscripto en el plan "Hambre Cero" y su pequeña vida fue hasta el final una paradoja feroz. Porque se murió de hambre. No recibió ayuda. Ni asistencia. Y se convirtió en una triste fotografía de la verdad de los planes puramente declamatorios.

El programa implica el nombramiento de un padrino. Un hombre enviado por el Ministerio del Hambre Cero de la segunda provincia más desnutrida que, supuestamente, debe garantizar la llegada de los alimentos imprescindibles para que el niño pueda evitar la muerte que lo acecha, voraz, en las hendijas del rancho de madera, en los soplidos de la noche, en las puertas cerradas en la nariz de su madre.

Héctor se murió porque nada llegó nunca. Y sus bracitos ya rígidos por la muerte a la que el estado le abrió las puertas y le puso alfombra en vuelo para que se lo llevara, se convirtieron en un paradigma terrible del abandono, de la ausencia de los que tienen la obligación de la presencia, del fracaso de la política porque un pibe de dos años se murió de hambre y eso es un escándalo que debería estallar como big bang en los despachos de las gobernaciones.
Pero la Vicegobernadora Sandra Giménez y tres ministros del gobierno del Frente Renovador salieron a declarar, ya muerto Héctor, un mes atrás. No pidieron perdón por la muerte de todos los niños del mundo que se mueren en el torso de costillas marcadas y levedad infinita del Héctor de Apóstoles. Descalificaron a la familia, a su madre, al padrino que mandó el Ministerio del Hambre Cero de la tierra colorada. La vicegobernadora dijo "El padrino se convirtió en padrastro…". Y el niño volvió a morirse, una vez más y cada vez que los funcionarios abrieron la boca.

"Es increíble: aquí donde se tira la comida muere otro infante por indigencia", dijo Mónica Marín, la nutricionista del hospital de Apóstoles. Dicen que al llegar al hospital, ya gris, ya transparente, presentaba "un severo cuadro de desnutrición". "Hicimos todo el esfuerzo posible pero no pudimos salvarlo. Tenía un grado de desnutrición de cuatro meses, pero en Misiones, la segunda provincia del país con desnutridos crónicos, cuando los indigentes comen absorben calorías, pero no nutrientes".

Habrá juicio por "abandono de personas" e "incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos", dicen. Pero Héctor Rafael Díaz se murió. De hambre. Y tenía que vivir. Héctor, marcado por un nombre de héroe troyano. Que no pudo, en su extenuación, luchar por conquistar su propia vida. Cuando desde el caballo de madera apareció una legión de infames, novios de la muerte.

Fuentes de datos:
Diarios El Litoral, Misiones Cuatro, Noticias de la calle, La Nación y Diariosalud.net

Santos mineros de Iquique
21/10/10

Por Alfredo Grande

 "Pero entonces: ¿el hombre no era el lobo del hombre?"
(aforismo implicado)



RESCATARON A LOS MINEROS CHILENOS; EL ULTIMO RECLAMO AL GOBIERNO. "Que esto nunca más vuelva a ocurrir". A las 21.55 se oyó un extenso aplauso. Habían sacado a quien la NASA, de activa participación en el rescate, consideró como el "líder natural" de los mineros atrapados: Luis Urzúa, de 54 años, el jefe de turno. Doscientos fotógrafos y camarógrafos, compitiendo por la altura con sillas y escaleras, tomaron esta última escena, la más fuerte del día. Rodearon a 20 familiares que miraban el final del rescate en la proyección del canal local sobre una pared del comedor. "¡Vamooos, vaaaamos mineros, que esta noche lo vamos a lograr!", corearon todos juntos. El rescate era historia. Urzúa salió, sin lágrimas en los ojos. Su padre estaba afiliado al Partido Comunista y fue desaparecido por la dictadura de Augusto Pinochet cuando él era un niño. Su madre al menos pudo enterrar al padrastro de Urzúa, Benito Tapia, asesinado por los militares. Era del Partido Socialista. "Desde chico fue el hombre de la casa, se hizo cargo de sus cinco hermanos", contó hace poco ella. El jefe de turno caminó dos pasos y enseguida le salió al cruce, con los brazos tendidos, el presidente Sebastián Piñera, el mismo que pide perdonar los crímenes que marcaron la vida de Urzúa y aún insiste en "dejar el pasado en el pasado".
Página/12 - 14-10-10


(APe).- "Nunca más" es el deseo mas desgarrador que pueda habitar el alma. "Nunca más" apela a conjurar el horror y a desterrar lo siniestro que se infiltra en las aguas no calmas, pero tampoco embravecidas, que denominamos "lo cotidiano". Tragedia, masacre, catástrofe, accidente, son significantes que dan cuenta de la ruptura de una racionalidad convencional y encubridora, donde pensamos y sentimos que las cosas son como nos dicen que las cosas son. Pero de vez en cuando la vida, en vez de besarnos en la boca, como propone Joan Manuel Serrat en su canción, simplemente nos arranca la cara de un mordisco. Entonces, y no por demasiado tiempo, pasamos a ese otro lado del espejo. En vez de reflejarnos en las imágenes y sonidos donde nuestra identidad de percepción y pensamiento está capturada por la cultura represora, (a esto se llama habitualmente poder mediático), entramos en la caverna donde las presencias del horror se amontonan. "Que esto mas no vuelva a ocurrir", exigencia, desvelo, súplica, orden, interpelación, deseo, temor. Hay que nunca mas debe volver a ocurrir. Ese nunca más que perfora sin poder atravesar del todo, la roca mas dura que es la subjetividad reaccionaria de muchos de los líderes de las democracias formales, devenidas todas ellas en "demos gracias". En Río Turbio, año 2004, un accidente muchas veces anunciado se produjo y arrasó con 14 vidas. ¿Dónde están los responsables de esa verdadera criminalización del trabajo? Mejor no escribirlo, porque sería un insulto para muertos y sobrevivientes del horror minero incluirlos en la misma nota que está escrita para destacar el coraje, la valentía, el amor que tienen los trabajadores cuando están hermanados como clase y por fuera de los enormes espejo de todas las corporaciones, incluso las laborales. La consigna Nunca Más deberá amplificarse en otra que propongo y que surge de estos 70 días que también conmovieron al mundo. Esa consigna se construye por sostener una travesía institucional que no tiene la certeza de una tierra prometida pero si la convicción de una lucha compartida.1 La consigna es "Siempre Más". Pero no olvidemos. Estamos del otro lado del espejo. Hemos atravesado la espectacularidad y la especularidad burguesa, donde el lucro encubierto alimenta lobos, para transitar por los territorios solidarios y fraternos de no hay lobos, ni corderos, sino, nada mas y nada menos, que compañeros. Compartiendo diferentes tipos de pan. A 700 metros de profundidad, en el horror de los 17 días del puro desamparo, 33 hombres se propusieron sostener aquello que el enemigo de clase siempre quiere arrebatarles: la vida. En esos 700 metros de profundidad, el mítico relato del comunismo primitivo se hizo actual, se hizo visible a los ojos, a los oídos, a los cuerpos de aquellos que lo sabían desde siempre, pero que lo pudieron llevar fundante de la propia subjetividad amenazada. La cultura represora no permite profundizar en nuestra subjetividad, porque su lograda misión política es aplanarla. Hombres mediocres al decir de José Ingenieros, unidimensionales al decir de Herbert Marcuse, honestas medianías al decir de Sigmund Freud. Ni el taladro de Center Rock puede perforar aquello que la cultura represora cristalizó. Pero en esas profundidades de la mina y en esas profundidades del alma, no es necesario ningún taladro, ni siquiera aquel que el cinismo de Daniel Henninger decretó como el salvador de los mineros. A los mineros los mata el lucro (en Río Turbio, en Copiapó) porque el capitalismo no lucra para poder producir, sino que produce para poder lucrar. Y el lucro es la sangre y la carne que alimenta a los lobos que tienen a los hombres como sus enemigos culturales. Pero en esas profundidades otra cultura volvió a ser posible. Severo Rennis, médico argentino que trabaja en Machagai, provincia del Chaco, lo advirtió: a los mineros los salvó la conciencia proletaria 2. Había que llegar a la profundidad a la cual la cultura represora nunca podrá llegar. En la profundidad se pudo ratificar que en unión nace otra fuerza. Y señalar para toda eternidad posible que esa otra fuerza, es mucho más poderosa que la del taladro. Fuerza colectiva, amorosa fuerza que derrumba tronos y construye hermanos. Esos santos mineros son como los obreros del salitre, que marcharon de sus planicies de muerte para ser asesinados en Iquique. Y son como los hermanos mapuches, condenados por el mismo presidente lobo a 90 días de huelga de comida, ya que de hambre no los dejan hacer ninguna huelga. Si esa unión que permitió nacer otra fuerza sostuvo la vida cuando parecía que nada podía sostenerla: ¿como no va a sostener la vida cuando la tierra, el agua, el aire, los bosques solamente sea de aquellos que saben unirse? Ningún Estado Protector, por más protector que sea o que se diga, puede reemplazar esta fuerza. Que es la misma de las fábricas recuperadas, aunque los poderes de la cultura represora insistan en destruirla, como está ocurriendo en estos días con la metalúrgica IMPA. Por eso al Nunca Más para todos los horrores de los lobos del hombre, tendremos que oponer el Siempre Más para todos los lazos fraternos que puedan sostener, ahora en la superficie, en todas las superficies, el comunismo primitivo y fundante que engendró al sujeto colectivo. Estos santos mineros de Iquique nos enseñan que el hombre no es, al menos no es necesariamente, el lobo del hombre.
Siempre Mas porque Chile es un país muy largo y mil cosas pueden pasar…unámonos como hermanos que nadie nos vencerá….
Y si quieren terminar esta lectura con un canto a la lucha redentora, acá les dejo una bella forma de estar todos juntos, aunque sea en la profundidad de nuestra tierra.

www.youtube.com/watch?v=_OcxipDA5Co

1 Aforismo Implicado
2 Foro de Psicoanálisis Implicado

Parias urbanos
19/10/10

Por Claudia Rafael

(APe).- Estudios del Observatorio Social Legislativo de la Cámara de Diputados de la Provincia, centrados en 2008 y hechos públicos en estos días, revelan que el 59.6 por ciento de las muertes adolescentes en el territorio bonaerense se debió a causas externas. Es decir, a suicidios, homicidios o accidentes de tránsito. Y ahí los suicidios alcanzan el 15.5 por ciento; los homicidios, el 18 por ciento y los accidentes viales, el 18.4 por ciento.

Pero en la Séptima Sección Electoral, que abarca Olavarría, Tapalqué, Roque Pérez, General Alvear, Bolívar, Saladillo, Veinticinco de Mayo y Azul ese porcentaje trepa al 72.2 por ciento. Y de ese total, los suicidios llegan al 30.8 por ciento; los homicidios, al 15.4 por ciento y los accidentes de tránsito el 23. Del resto, no se sabe con exactitud.

 


Ver nota completa

Un Orden Criminal
21/10/10

(APe).- Mariano Ferreyra -militante del Partido Obrero- fue asesinado porque trabajaba con otros en Avellaneda y en sus esperanzas. En carta a los compañeros Agustín Tosco decía en 1969 que es preferible honra sin Sindicatos, que Sindicatos sin honra. Los Sindicatos no son uno o cien edificios, los verdaderos Sindicatos son un conjunto de Compañeros unidos por el gran ideal de Justicia y de redención humana. Lo demás viene por añadidura.

Mariano amorosamente existiendo fue una negación perturbadora del capitalismo perverso. Por eso el crimen. Porque era germinal, definitivamente humano.