La muerte del periodismo neutral Por Dante López Foresi (Diario EL VIGÍA- 11/11/10) - Nuevamente, y casualmente desde la derecha más neoliberal, nos cuestionaron la parcialidad de EL VIGÍA. El titular del bloque de concejales PRO, que forma parte del sector interno de ese partido más fundamentalista y con dirigentes que piden abiertamente amnistía para genocidas, arremetió contra nosotros "acusándonos" de parcialidad por motivos "ideológicos o económicos". Es que en realidad, para este tipo de derecha no hay distinciones entre ambos conceptos. Su ideología es mensurable en dinero. Encarnan el neoliberalismo y el capitalismo salvaje al cual EL VIGÍA combate y combatirá desde sus páginas con firmes convicciones. En realidad, la derecha argentina no entiende como funciona esto de "comprometerse" por principios desde la prensa. Están habituados a medios cuyos propietarios ejercen la "libertad de empresa" y les resulta imposible comprender porqué un periodista renuncia al dinero que podría ganar con publicidad privada, sosteniendo una línea editorial que promueve cada vez mayor injerencia estatal, distribución de las riquezas e integración regional. No entienden que nos definamos. No pueden creer que renunciemos a ser un periodismo aséptico, pues para la derecha, toda ideología es infecciosa y contaminante. Salvo la ausencia de ideología (que es la peor de las ideologías) o la de ellos, cuya lista de principios se limita a sólo tres: dólar, pesos y negociación. Ya ni siquiera leen a Peter Drucker o Fukuyama para absorber argumentos aunque sea por ósmosis. Se inspiran en el intelecto de Mauricio Macri. Así es como subestiman la inteligencia de los argentinos. No tenemos la más mínima intención de escribir para quedar bien con todos los sectores. Publicamos todas las voces por convicción y para demostrar lo que para nosotros significa el ejercicio de la Ley de Servicios Audiovisuales. Pero a la hora de opinar, elegimos no mentirles a nuestros lectores diciéndoles que somos meros "informativistas" desapasionados y neutrales. Objetivos e independientes, son conceptos que nos repugnan por mendaces y engañosos. Inspirándonos en periodistas comprometidos de nuestra historia, como Roberto Arlt, Rodolfo Walsh y Mariano Moreno, entre otros, preferimos explicarles a nuestros lectores desde qué lugar ideológico opinamos, para evitar manipulaciones en la opinión pública. De esa manera nos diferenciamos claramente del periodismo que despreciamos desde siempre. El de Clarín, TN, Radio Mitre, el de Joaquín Morales Solá, el de Luis Majul, el de Jorge Fontevecchia y su Perfil, el de La Nación y su equidistancia histórica de los intereses populares o el de los incomprensibles Ernesto Tenembaun o Jorge Lanata y el nuevo Jorge Asís del siglo XXI llamado Martín Caparrós. Compare estos nombres con los que inspiran nuestra línea editorial ¿Qué hubiera pasado si Rodolfo Walsh hubiese sido como ellos? ¿Hubiera existido su histórica carta abierta a la Junta Militar? O para formular mejor la pregunta ¿Qué actitud adoptaban la mayoría de ellos con los genocidas mientras Walsh escribía su carta que le costó la vida?? La mayoría de los medios y periodistas mencionados pretendieron desacreditarnos, publicando en sus páginas nuestra pauta oficial por cada medio que poseemos: el Diario Digital y el Periódico impreso gratuitos, intentando dañar por elevación al gobierno nacional, denunciando un supuesto "ejército de blogueros K". Actitud delirante y delatora coherente con sus complicidades con la dictadura militar y el menemato. Tienen vocación de alfombras y alcahuetes, y es lo que mejor les sale. Y están sumamente nerviosos luego de las manifestaciones populares en apoyo del gobierno nacional. Hacemos una encendida defensa de las pautas oficiales del Estado Nacional para medios zonales, porque si en el caso de EL VIGÍA más de 40 mil vecinos comprobables nos eligen diariamente, debe ser porque están ávidos de escuchar otras campanas distintas de las del discurso único de los grupos económicos que poseen más del 85% del "mercado" de consumidores de noticias. Clarín vende en Avellaneda 11 mil ejemplares diarios. Nosotros brindamos un servicio gratuito que llega diariamente a más de 40 mil personas, gracias a Internet y las Redes Sociales. Quizás eso explique porqué nos atacaron con semejante virulencia. Antes delataban a militantes, muchos de los cuales aún se encuentran desaparecidos. Hoy, intentan desacreditar acusando a trabajadores de prensa zonales ¿Tanto miedo le tienen a un diario digital de Avellaneda? La respuesta es SI. Le temen a la credibilidad de la prensa que se define, pues la gente descubrió la mentira de los que ocultan sus ideologías e intereses. Es que la Ley de Medios está comenzando a funcionar y ellos la combatieron con tanto énfasis porque sabían que no sólo perderían mucho dinero, sino la exclusividad del discurso. No tendríamos porqué dar explicaciones sobre nuestros ingresos. Sí nos deben una explicación sobre los aumentos de más del 30 por ciento en el Papel Prensa que ordenó Héctor Magnetto durante el último trimestre, incremento ordenado exclusivamente para medios zonales, que nos aumenta los costos para asfixiarnos y provocar que desaparezcamos. No caeremos en la trampa de debatir en el territorio de lo que sólo a ellos les importa. Nosotros defendemos un modelo de país y lo decimos abiertamente. Porque, antes que periodistas, somos personas y argentinos. Mientras ellos hacen malabares discursivos después de las evidentes y clarísimas expresiones populares de los días 27,28 y 29 de Octubre en Plaza de Mayo, nosotros hacía rato que estábamos en el lugar correcto. Del lado de los más castigados por el neoliberalismo y lejos de ellos. Para nosotros, los lectores no son mercado ni consumidores. Son también personas que evolucionaron lo suficiente como para no caer fácilmente en las trampas de la desinformación. Al leer EL VIGÍA, podrán coincidir o discrepar, pero siempre sabrán desde qué lugar definido ideológicamente opinamos e informamos. Pues son momentos en los cuales hay que definirse ideológicamente. Aclaramos, sin embargo, que No estamos de acuerdo con el ejercicio partidista del periodismo, pues eso lo convertiría en mera propaganda. Pero cada periodista debe ser honesto intelectualmente con sus lectores u oyentes. Y son épocas en que las máscaras y caretas de los periodistas que ganaron prestigio durante el menemato gracias a que a la derecha de Menem sólo había una pared, están cayendo una tras otra. Y eso los muestra cada vez más desesperados, hasta el punto de ensañarse con un periodista de Avellaneda o un simple programa de la TV Pública, aún perteneciendo a grupos económicos que poseen la enorme mayoría de los medios tradicionales, audiovisuales y gráficos. A la derecha que nos reclama "neutralidad y objetividad" le respondemos definitivamente: NO. Siempre tendrán espacio en nuestros medios porque ejercemos la ecuanimidad, pero así como las pautas oficiales no nos condicionan la opinión y jamás nos pidieron determinado tratamiento de las noticias desde el gobierno nacional o desde el municipal, debemos ser francos y decir que las privadas con su ausencia suelen ser más censoras que las oficiales ¿O es que nuestros detractores no notaron la ausencia evidente de ciertos anunciantes privados que suelen aparecer en medios con muchísimo menos lectores que nosotros? Claro...son medios "objetivos y neutrales". De "los de antes". Respetamos el derecho de empresas privadas a pautar avisos donde les plazca. Pero también tenemos el derecho de resignar jugosas pautas de empresas poderosas para poder opinar como mejor nos parezca. Acostúmbrese. La Ley de Medios nació de una lucha para que se escuchen todas las voces. Y cada voz tiene una historia y una carga ideológica subjetiva. El periodismo se está reinventando y las nuevas generaciones nos superarán, si es que hacemos correctamente nuestro trabajo. Y nuestro trabajo, hoy, es limpiar de escoria el camino para que las nuevas generaciones de periodistas no tengan que soportar los agravios y el escarnio de que la agenda mediática la diseñen quienes desde hace décadas ponen sus firmas para defender los intereses económicos de quienes los contratan. Podremos cometer errores en la labor cotidiana. Podremos ser injustos con algún sector en alguna noticia puntual. No es fácil ser parte de un grupo de medios pequeños que funcionamos como contrapeso del discurso hegemónico. Estamos más expuestos a esos errores involuntarios. Lo que jamás seremos, es de la misma condición de nuestros detractores. Como decía el gran Arturo Jauretche, "cada mañana leo La Nación, y me coloco inmediatamente en la vereda de enfrente". Nosotros también. Aunque la lista de medios y periodistas que nos sirven para el mismo fin que le servía La Nación a Don Arturo, es hoy infinitamente mayor y mucho más poderosa. Compartir Siga a "EL VIGÍA" en EL VIGÍA en VUELVA AL DIARIO EL VIGÍA |