jueves, 23 de diciembre de 2010

Antonio Guerrero Cesar Vallejo Cienfuegos Cuba preso Dagmara Barbieri

 Gracias Xarlo.

 

Trabajo publicado en el semanario cienfueguero Cinco de septiembre. Muchos besos desde acá.

 

 

Caso de “los cinco”: Crujidos del odio de Dios:

 

                          Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
                                Golpes como del odio de Dios …..”

                                                                                      César Vallejo.

 

 Me place cotejar preceptos de los grandes sabios. Daniel Chavarría asevera que conocer las  culturas grecolatinas y sus raíces linguísticas significa comprobar las metáforas implícitas en nuestros vocablos.  En su diario Antonio Guerrero, uno de nuestros cinco héroes,  alude al término ‘entusiasmo’, pues en la etimología citada significa “tener a los dioses dentro”.

 

Pero esos dioses no son los heraldos negros anunciadores de la muerte, expuestos por el poeta peruano, son hados  de la fuerza,  acaso los potros de bárbaros Atilas. Solo esa acepción podría  avalar el enardecimiento de quien representa al grupo de cinco antiterroristas cubanos prisioneros del imperio y renace cada día en un diario de hojas enérgicas, pletóricas de optimismo.

 

Quizás ese entusiasmo, cual halo de dioses ampare la resistencia de nuestros cinco hermanos, así lo demuestra Tony en sus páginas de amor y grandeza.

Cuánta devoción por la vida muestran sus escritos desde una penitenciaría de mediana seguridad. La ventana y un paisaje bastaron para incentivar su imaginación y en extraña analogía menciona la obra “Estética del paisaje”, de Hugo Hiriart:

 

“…Para entender por qué nos deleita la contemplación del paisaje conviene empezar preguntando por qué necesitamos que los cuartos donde habitamos tengan ventanas. Una casa perfectamente ventilada y con iluminación eléctrica, pero sin ventanas, no puede satisfacernos…”

 

“…Una primera respuesta obvia es que la vista necesita espacio donde vagar y discurrir. Ya sabemos que no es la vista propiamente la que precisa espacio de vagabundeo, sino la imaginación identificadora que viaja en ella. La vista sin imaginación nos daría solo manchas irreconocibles y confusas. Digamos entonces que la vista necesita espacio, como aire el animal…”

 

Entonces explica:

 

“…Nosotros fuimos directo a un "hueco", los 17 primeros meses desde el día del arresto. Luego cuando por fin pudimos estar con la población penal, nos parecía un sueño. Sin embargo, no puede haber nada más tedioso que el Centro de Detención de Miami. Al llegar a las prisiones, nuestras mentes experimentaron una expansión, al poder, luego de tres años y medio, disfrutar de un patio, sin árboles ni césped, pero patio al fin, donde se podía caminar y respirar el aire con más ‘libertad’…”

 

En octubre de 2009 resentenciaron a Tony Guerrero;   aunque fue exonerado de cadena perpetua,  22 años, a quien ya cumplió injustamente la mitad de esa cifra es otra infamia.

El sostén moral de Tony lo mantuvo enhiesto al afrontar su nueva pena, desde sus versos y su altura nos entrega  el lírico testimonio de esta nueva afrenta.

Mirando a la vida, como suele hacerlo desde su angosta celda, renacen sus rimas.

 Entonces vuelve a latir su verdad inmaculada y afirma que es este el camino a la redención, pues su esperanza es tan ancha como el mundo  La fe venerable de este héroe y sus hermanos son encontronazos del odio de Dios, pues  con las razones como escudo, saben que encontrarán  la justicia verdadera.

 

Dagmara Barbieri López.