viernes, 17 de diciembre de 2010

Clinton le mintió a Hillary y hoy miente al mundo Haití ONU

 

Reflexiones de Fidel Castro:

 

Las mentiras de Clinton

 

(El líder de la Revolución Cubana desmiente las afirmaciones de Bill

Clinton, “enviado especial” de la ONU en Haití, el que según un

despacho de la agencia norteamericana de noticias AP, expresó que en

una clínica administrada por “Médicos sin Fronteras” habían sido

tratadas 100 mil personas afectadas por la epidemia de cólera. Fidel

sostiene que es una absoluta falta de respeto tal afirmación. «Clinton

con sus mentiras pretende ignorar el trabajo de más de mil médicos,

enfermeras y técnicos cubanos y latinoamericanos que están llevando el

peso principal de la batalla para derrotar la epidemia, enfatizó)

 

 

Realmente me apena tener que desmentirlo. Hoy no es más que un hombre

de aspecto bonachón consagrado al legado histórico, como si la

historia del imperio e incluso algo más importante: el destino de la

humanidad, estuviese garantizado más allá de algunas decenas de años,

sin que por Corea, Irán o cualquier otro punto conflictivo estalle una

guerra nuclear.

 

Como se conoce, la Organización de Naciones Unidas lo designó su

“enviado especial” en Haití.

 

Clinton -que por cierto fue Presidente de Estados Unidos después de

George H. W. Bush y antes que George W. Bush- por ridículos celos

políticos impidió que el expresidente Carter participara en las

negociaciones migratorias con Cuba, promovió la Ley Helms-Burton y fue

cómplice de las acciones de la Fundación Cubano-Americana contra

nuestra Patria.

 

Sobre esa conducta existen sobrados testimonios, pero no por ello lo

tomábamos demasiado en serio, ni éramos hostiles a sus actividades en

torno a la misión que por razones obvias le asignó la ONU.

 

Veníamos cooperando con ese hermano país desde hacía muchos años en

varios campos, especialmente en la formación de médicos y la

prestación de servicios a su población, y Clinton no nos estorbaba

para nada. Si le interesaba tener algún éxito, no veíamos razones para

obstaculizar nuestra cooperación en tan sensible campo con Haití. Vino

el inesperado terremoto que tanta muerte y destrucción causó y

posteriormente la epidemia.

 

Hace solo dos días, una reunión que se realizó en la capital

dominicana en torno a la reconstrucción de Haití vino a complicar las

cosas. Alrededor de 80 personas, entre ellas varios embajadores,

representando los donantes de más de 100 millones de dólares,

numerosos miembros de la Fundación Clinton, del gobierno de Estados

Unidos y el de Haití participaron en la misma.

 

Pocas personas hicieron uso de la palabra, entre ellos el embajador de

Venezuela, por ser uno de los donantes más importantes, lo cual hizo

brevemente, con sentidas y certeras palabras. Casi todo el tiempo lo

utilizó Clinton en un encuentro que comenzó a las 5 y 30 de la tarde y

terminó a las 12 de la noche. Allí estaba, como invitado de piedra, el

embajador de Cuba a petición de Haití y Santo Domingo. No se le

concedía derecho a decir una palabra, aunque sí ser testigo de un

evento en el que no se resolvió absolutamente nada. Se suponía que

proseguiría al día siguiente. Pero nada de eso ocurrió.

 

La reunión en República Dominicana fue una maniobra de engaño. La

indignación de los haitianos estaba absolutamente justificada. El país

destruido por el terremoto ocurrido hace casi un año, en realidad

había sido abandonado a su suerte.

 

Hoy jueves 16 de diciembre un despacho de la agencia norteamericana de

noticias AP, publicaba lo siguiente:

 

“El expresidente Bill Clinton declaró su confianza sobre el esfuerzo

de reconstrucción de Haití durante una visita de un día en medio de

desórdenes civiles, un mal endémico y una crisis política inextricable.

 

“El enviado especial de la ONU a Haití viajó al afligido país un día

después que la comisión de reconstrucción interina, cuya presidencia

comparte, fue obligada a sostener una reunión en la vecina República

Dominicana por la violencia que estalló después de las disputadas

elecciones presidenciales haitianas del 28 de noviembre.

 

“Clinton visitó una clínica especializada en pacientes afectados por

el cólera que administra “Médicos sin Fronteras”, donde han sido

tratadas 100.000 personas afectadas por la epidemia que estalló en

octubre. A continuación fue a visitar la principal base de

pacificación de la ONU para sostener reuniones con funcionarios

haitianos e internacionales.

 

“En la reunión del día previo se aprobaron proyectos por unos 430

millones de dólares. Pero lo más notable fueron las expresiones de

indignación por el lento ritmo de la reconstrucción y una carta

enviada por frustrados miembros haitianos que afirmaban que se les

marginaba de las decisiones y se quejaban de que los proyectos

aprobados ‘no contribuían a la reconstrucción de Haití, ni al

desarrollo a largo plazo’.”

 

Observen lo que según el despacho añadió después en una conferencia de prensa:

 

“‘Comparto su frustración…’.”

 

“…cientos de miles de haitianos hallarán vivienda permanente el

próximo año y muchos más dejarán de vivir en tiendas y carpas de lona

que han albergado a más de un millón de personas desde el terremoto

del 12 de enero.

 

“Sin embargo esas promesas han sido hechas antes. [...] Sólo han sido

entregados 897 millones de dólares de la ayuda prometida de más de

5.700 millones de dólares para el 2010-11.”

 

Los 897 millones de que se habla no se ven por ninguna parte.

 

Constituye, además, una absoluta falta de respeto a la verdad afirmar

que en una clínica administrada por “Médicos sin Fronteras” han sido

tratados 100 mil personas.

 

En una declaración a la prensa de la doctora Lea Guido, representante

de la OPS-OMS en Haití, informó hoy que el número de afectados hasta

el 11 de diciembre se elevaba a 104 918 personas, una cifra realmente

sin precedentes que no podían ser atendidos en una clínica por

“Médicos sin Fronteras”.

 

Es evidente, y le consta al señor Clinton, que Europa, Estados Unidos

y Canadá sustraen médicos, enfermeras, rehabilitadores y otros

técnicos de la salud a los países del Caribe, y carecen del personal

necesario para cumplir esa tarea, salvo honrosas excepciones.

 

Obviamente, Clinton con sus mentiras pretende ignorar el trabajo de

más de mil médicos, enfermeras y técnicos cubanos y latinoamericanos

que están llevando el peso principal de la batalla para derrotar la

epidemia de la única forma posible, que es penetrando hasta los más

apartados rincones del país. La mitad de sus casi

10 millones de habitantes viven en las áreas rurales.

 

Tan elevado número de personas, en tales condiciones, no habría sido

posible atenderlas sin el apoyo de la eminente latinoamericana que

representa a la OPS-OMS en Cuba y Haití.

 

Nuestro país se ha comprometido a movilizar el personal humano

necesario para cumplir esa noble tarea.

 

Como ella indicó: “Los recursos humanos que está enviando Cuba están

dirigiéndose en estos momentos a las zonas más aisladas de esta

nación. Y eso es muy oportuno.”

 

Ya están llegando y muy pronto estará allí el personal necesario.

 

En el día de ayer se atendieron por la Brigada Médica Cubana 931

pacientes, con dos fallecidos, para una tasa de letalidad ese día del 0,2%.

 

 

Fidel Castro Ruz

 

Diciembre 16 de 2010