domingo, 13 de febrero de 2011

religión y marxismo Nueva York Padre Barrios Engels Che Guevara

La crítica de la religión

 

Cuando se busquen todas las  similitudes se verá cómo es realmente posible la

alianza estratégica entre  marxistas revolucionarios y cristianos

revolucionarios.

 

Los interesados en  que tales alianzas no se produzcan son los imperialistas.

(Fidel  Castro)

 

En un encuentro comunitario durante esta semana me  preguntaba un supuesto

ateo –uno/a de esos/as que se han peleado con la Iglesia  muchas veces con muy

buenas razones;  ¿cómo usted siendo una persona tan  inteligente cree en Dios?

 

Yo a la verdad que nunca tuve claro si lo que me decía  o preguntaba venía

acompañado de un elogio o si me estaba dando una  reprimenda.

 

 

De todas maneras, durante nuestro encuentro el compañero,  o camarada, como

me pidió que le dijera,  en menos de lo que se pela un  guineo me tronó una

proclama acompañada de lo que él me citó como un escrito  sagrado de Carlos Marx

titulado; La Crítica de la Filosofía del Derecho de  Hegel.

 

Para no cansarles mucho ni complicarles la vida el hermano camarada  me dijo

que en este escrito Marx dejó dicho lo siguiente: el hombre hace la  religión,

la religión no hace al hombre. Yo todavía no entiendo en donde es que  está

el meollo del asunto, porque por un lado yo creo igual que Marx y por otro 

lado no se cuantas personas me tomarían en serio si yo comenzara a elaborar una 

payasada mística en donde se diga que fue Dios quien creó la religión.

 

Ahora  bien, le preguntaba yo al camarada hermano, quien es también mi

hermano  camarada; ¿a qué cree usted que estaba Marx  respondiendo y/o reaccionando 

cuando escribió estas verdades?

 

Aproveché para decirle que el hermano Marx le

 declaró la guerra a la religión que se nos presenta como paradigma de una 

teología extraterrestre del milenarismo, o sea, un credo sin dimensiones 

sociales y/o políticas que no explican el por qué es que suceden las cosas aquí  en

la tierra. Ejemplo de esto pueden ser el hambre, las guerras, la xenofobia, 

el racismo, el sexismo, el heterosexismo, colonialismo, etc.

 

De aquí el que  no tenga la menor duda, le decía a mi camarada hermano, que

lo que Marx condenó  enérgicamente fue una religión que está desconectada de

las realidades  históricas que no pretenden explicar críticamente la opresión y

exclusión en  nuestro mundo capitalista neoliberal. Por supuesto, tampoco

explican el fenómeno  de la lucha de clases.

 

Aun más, le dije al hermano camarada, Marx, similar a  Jesús, discursó y

accionó un rechazo total al parasitismo religioso que se  inventó la clase

dominante y gobernante para ocultar la manera en que modelos  políticos y económicos

fueron elaborados e implementados con la intención de  poder controlar al

pueblo.

 

Aquí es que ingresan muy bien las mal llamadas  teologías de la prosperidad

que no nos dicen la manera en que en un sistema  capitalista neoliberal como

el nuestro se realiza una distribución errónea de la  creación de nuestra

Diosa, dejando como resultado que unas pocas gente tiene  mucho y unas

muchas están mendigando.

 

Esta religión, como experiencia de  catarsis, también se distingue por ser una fuente

socio-psicológica para  canalizar unas emociones personales y/o comunitarias que

se caracterizan por  promover el quietismo, el derrotismo, y  la desmovilización socio-política. 

Definitivamente, fue a esto a lo que Marx denominó como un opio.

 

Por  supuesto, también tuve que decirle al hermano camarada que es necesario

tomar en  consideración que hay la posibilidad que no haya sido Marx quien se

inventó este  cuestionamiento del embotellamiento religioso.

 

Esto lo digo porque lo mismo  sucede cuando nos quieren hacer creer que Marx es

el padre del comunismo cuando  todo/as las/os Ángeles, las/os Santas/os, Jesús,

y mucha gente sabia aquí en la  tierra saben muy bien que este asunto del comunismo

se lo inventó Dios y Marx se  lo plagió.

 

Por otro lado, conociendo un poco sobre los escritos de Marx y de  las

preocupaciones que lo motivaban a escribir, yo no tengo la menor duda, le  decía a

mi hermano camarada  que si él estuviese vivo físicamente hubiese  escrito algo

más o menos con el siguiente título: La crítica de las  Organizaciones no

Gubernamentales (ONG).

 

Imagínese usted, estos modelos  comunitarios, los cuales surgieron dentro de

un proyecto político alterno del  pueblo, en la mayoría de los casos se han

prostituidos y han pasado a ser unos  anestésicos comunitarios promoviendo

el quietismo y la inercia socio-política.

 

Y  por desgracia, la programación que traen a nuestras comunidades tiende a estar 

moldeadas de un paternalismo y/o asistencialismo. Existen unas realidades dentro 

de muchas de estas  ONG en las cuales solo se fomentan los análisis y/o  cambios

personales o interpersonales pero cuando tiene que ver con realizar el  análisis o

intervenciones a un nivel de estructuras sociales, políticas,  económicas, etc.,

las mismas no se permiten.

 

En última instancia terminan  llevando a cabo un tipo de reciclaje comunitario parecido

a lo que mi abuela  Doña Bárbara solía decirme: el mismo perro, pero con otra soga.

 

Véalo de  esta manera. Las ONG no son gubernamentales pero reciben dinero del

gobierno y  ese mismo gobierno les establece  no solo la línea ideológica

pero también  les controla su accionar.

 

Esta realidad la estamos viendo en todas estas  propuestas de trabajo que han sido

moldeadas a partir de la perspectiva dizque  de comunidades de fe proviniendo desde

la derecha religiosa la cual se distingue  por impulsar un cristo-centrismo dogmático,

fanático y terrorista.

 

Este ha sido  la espina dorsal de la administración de gobierno del presidente George

W. Bush  cuando condicionan el promover el uso de condones y/o agujas en la campaña 

contra el VIH/SIDA; cuando promueven la abstinencia y la fidelidad conyugal como  las

soluciones viables ante la epidemia del VIH/SIDA; el prohibir el que se  mencione  el

aborto como una alternativa en los derechos reproductivos de  las mujeres; el no

reconocer la relación de parejas del mismo sexo cuando se  habla de núcleos familiares; etc.

 

¿Cuál es entonces la diferencia entre la  religión de la derecha y estas organizaciones?

A mi juicio, ninguna.

 

O tal  vez si Marx estuviese entre nosotros/as, le machaqué al camarada

hermano, él  hubiese escrito un libro con el título: La televisión es un opio.

 

 

Sobre todo  cuando sabemos que aquí en Estados Unidos un/a niño/a promedio pasa

unas 8 horas  diarias frente a una televisión que le bombardea con imperialismo

cultural.

 

Este  proceso de enajenación y embrutecimiento tiene como intención

el aniquilar no  solo el conocimiento sobre la conciencia crítica, sino

también la conciencia de  clase. 

 

Tomen por un momento los mal llamados reality show

los cuales de  realidad tienen muy poco porque todo en estos programas está

muy bien calculado  dentro del cómo mercadear un entretenimiento que tenga la

capacidad  ideológica-política de embelesar y a la misma vez producir dinero.

¿Cuál es  entonces la diferencia entre la religión de la derecha y la

televisión? A mi  juicio, ninguna.

 

En resumidas cuentas, le resalté al hermano camarada, para  ustedes la gente

atea o quienes se han peleado con la religión es necesario que  por un lado

eviten las generalizaciones y por otro lado entienden que quienes  creemos en

Dios no somos el enemigo.

 

De aquí el que cuando se hable o se  escriba, se haga la diferencia entre la

religión de la derecha que bendice la  opresión del pueblo y la religión de la

izquierda que libera al pueblo.

 

Y por  supuesto métanse esto bien claro en la cabeza – y aquí usted tenía

que verle la  cara a mi hermanito camarada porque el pobre puso los ojos

como pescao de  nevera- no es posible eliminar la religión, esto es un fenómeno

social y  espiritual que llegó para quedarse.

 

Por lo tanto, es tiempo de cambiar la  estrategia y en vez de hablar o planificar

el como eliminar la religión se  comienza a declarar que tipo de religión ha

pasado a ser el enemigo del pueblo. 

 

O sea, comenzar a hablar con qué tipo de religión queremos que el pueblo se 

involucre. ¿Con la que esclaviza o la que libera? Y es aquí que puede servir de 

mucho provecho los análisis de Manuel Marzal quien nos ha demostrado en su 

discusión sobre "el hecho religioso" que es importante el poder entender la  religión

como creencia; la religión como un rito; la religión como organización  comunitaria;  la

religión como una ética; o la religión como una emoción  psicológica.

 

Y para no perder el tiempo de la acción en la palabra, entonces es  de gran importancia

también poder entender lo dicho por el compañero y hermano  profeta Fidel

cuando nos alerta que los/as imperialistas están muy  interesados/as en evitar que

se pueda dar alguna alianza entre quienes creen en  Dios y quienes no creen. 

 

Pero también como pueblo creyente debemos de  sentirnos con mucho orgullo

porque nuestro modelo de liberación fue establecido  por el compañero y hermano

Jesús miles de años antes que el marxismo apareciera. 

 

O sea, entendimos la necesidad de la liberación del pueblo en todas sus  magnitudes

–ejemplo, social, política, económica, cultural, racial, sexual,  genero, etc.- no porque el

marxismo nos lo haya dicho sino porque pasa a ser una  necesidad complementaria

en el proyecto liberador del Evangelio social.

 

De aquí  el que como pueblo cristiano nuestra fe revolucionaria nos conduce a una 

práctica social de la justicia a tono con los fundamentos que el hermano y  compañero

Jesús nos enseñó.

 

Esta es nuestra fe liberadora la cual  fundamentándose en la solidaridad

radical construye una religión diferente, esa  que promueve una espiritualidad

subversiva para contrarrestar el desorden que  existe en este mundo.

 

Por lo tanto, podemos ser marxistas ateos/as,  marxistas teístas, cristianas/os socialistas,

etc., lo importante es que podamos  entender que es necesario buscar el denominador

común que nos une: la práctica  de la justicia.

 

Sigamos entonces proclamando y defendiendo la religión de  vanguardia, la que nos dice

que nadie va al cielo sin pasar por la tierra, es la  religión que Marx nunca rechazó.

 

Por lo tanto, nuestra preocupación es la de  construir esa comunidad terrenal en donde

la justicia social, política,  económica, racial, de género, cultural, sexual, etc., pueda ser

implementada  aquí en la tierra.               

 

Paz con justicia.

 

                                                                                   P. Luis Barrios

 

Iglesia San Romero de  Las Américas

New York, New York

20 de octubre de 2007

 

No se vive celebrando victorias, sino superando derrotas. San Ernesto  Che

Guevara

 

Do not live celebrating victories, but overcoming defeats.  Saint Ernesto Che

Guevara 

 

 

www.kubakoetxea.com

 

Gracias,  CHE...

 

Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier  injusticia

realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la  cualidad más linda

del revolucionario

 

Déjenme decirles, a riesgo de  parecer ridículo, que el revolucionario

verdadero está guiado por grandes  sentimientos de amor

 

Todos los días hay que luchar para que ese amor a la  humanidad viviente se

transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de  ejemplo, de

movilización.

 

Me he sentido guatemalteco en Guatemala,  mexicano en México, peruano en

Perú, como me siento hoy cubano en Cuba. Y  naturalmente, como me siento argentino

aquí y en todos los lados. Ese es el  estrato de mi personalidad, no puedo

olvidar el mate y el asado.

 

Me  siento patriota de América Latina, de cualquier país de América Latina y

tal  vez, si fuera necesario, estaría dispuesto a dar mi vida por la

liberación de  cualquier país latinoamericano, sin pedir nada a nadie

 

La revolución se  lleva en el corazón, no en la boca para vivir de ella

 

Lo que nosotros  tenemos que practicar hoy es la solidaridad. No debemos

acercarnos al pueblo a  decir: Aquí estamos, venimos a darte la caridad de nuestra

presencia, a  enseñarte con nuestra ciencia, a demostrarte tus errores... No.

Debemos ir con  espíritu humilde a aprender en la gran fuente de sabiduría

que es el  pueblo

 

A una señora Guevara "No sé bien de que parte de España es mi  familia. No

creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de  temblar de

indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos 

compañeros, que es más importante"

 

Muchos me dirán aventurero, y lo soy,  sólo que de un tipo diferente: de los

que ponen el pellejo para demostrar sus  verdades

 

A sus hijos "Vuestro padre ha sido un hombre que actúa como  piensa, seguro,

leal a sus convicciones"

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Amen!