miércoles, 4 de mayo de 2011

Obama murió en credibilidad Eduardo de la Serna

Barack Obama murió también.  Su credibilidad es nula.  Toto

Había resultado evidente el apresuramiento de otorgarle a Obama el premio Nobel de la Paz, si es que los premios Nobel conservan algo de credibilidad más allá de lo marketinero. Ser “no-Bush” resultaba atractivo, ser el “primer presidente negro”, también, pero dar un Nobel decían que era algo más serio. Pero ya sabíamos que no se lo daban a Borges por sus posturas políticas, y luego apareció Vargas Llosa…

 

Todos sabíamos, o creímos saber, que Bin Laden era un asesino y terrorista; al menos de eso nos convencieron, por más que queden decenas de dudas al respecto. ¿Pruebas? No, gracias. Si hasta había 25.000.000 de dólares por recompensa, como en el viejo oeste. Es verdad que hacía muchos, muchos años que no sabíamos nada más de Bin Laden, un millonario saudí con vínculos petroleros con la familia Bush. Pero…

 

Pero de pronto arde Medio Oriente. Los países árabes empiezan uno tras otro a tambalear, muchos de ellos viejos amigos de los USA (que los usa, puede leerse), como Egipto; no olvidemos que el podio de países que reciben “apoyo” de la “Madre Patria” eran Israel, Egipto y Colombia. Es bueno recordar tanta generosidad gratuita. Y esta ola democratizadora, juvenil y laica, parece no haber pedido permiso. Y esto también es bueno recordarlo.

 

Pero lo cierto es que parece que un desarmado Bin Laden, que parece que era terrorista, parece que fue matado. Lo que sí es cierto que un presidente, Nobel de la Paz, invade un país soberano y mata a una persona desarmada, y luego arroja su cuerpo al mar (en obvia limitación idiomática, algunos medios dijeron “enterrado”, como si hubiera “tierra” en el “mar”). ¿Eso es Paz? ¿Eso no es terrorismo? ¿Eso no es “comerse al caníbal”, para usar una metáfora borgeana?

 

Pero claro, Obama apoya el golpe en Honduras, alienta el TLC con Colombia, siguen sus tropas en Medio Oriente, ¿se habrá teñido de blanco?, ¿se habrá travestido en Bush?, ¿o será simplemente que “aunque la mona se vista de seda” seguirán siendo Imperio?

 

Lo cierto es que manejando –como manejan- los hijos y las voces, el mundo entero creyó sus cantos de sirenas, y ahora parece que debemos cantar hosanas, a Obama por Osama.                Oh my God!