Susana Osinagas: En Octubre de 1967 era enfermera en el Hospital Señor de Malta.
¿Usted fue la encargada de preparar el cadáver del Che para exhibirlo?
Susana Osinagas: Yo no sabía quién era. Me llamó la atención que me pidieran que lo lavara, nosotros nunca lavábamos los cadáveres. Estaba muy sucio y tenía siete heridas de bala. Lo lavamos con agua y jabón y el doctor José Martínez Caso le aplicó una inyección de formol en la aorta para que no se descomponga. Él tenía los ojos abiertos y me miraba todo el tiempo, me corría para un lado y me miraba, me corría para el otro y me seguía mirando. Cada tanto lo sueño que me mira.
Vive en Vallegrande.