sábado, 5 de noviembre de 2011

cardiopatias bloqueadas en Cuba operacion Cóndor Quien mató al Che Guevara polit8

 

 

 

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4044

 

 

 

Año 9 Número 88 | Fecha 2011-11-04

TITULARES

Opinión

BLOQUEO SIN PALIATIVOS por Lidia Sol Michel

ENTREVISTA A MAGALI LLORT, MADRE DE UNO DE LOS CINCO por Ana Margarita González y Rafael Hojas Martínez

SIN CASUALIDADES EN FOZ DE IGUAZÚ por Iroel Sánchez

LA OPERACIÓN CÓNDOR CONTRA CUBA (I) por José Luis Méndez Méndez

Noticias

PRESENTAN EN NUEVA YORK LIBRO "QUIEN MATÓ AL CHE" 

Opinión

BLOQUEO SIN PALIATIVOS

por Lidia Sol Michel

Una visita al cardiocentro infantil de Ciudad de la Habana basta. El bloqueo de Estados Unidos contra la nación cubana entraña sufrimiento: de niños, padres y especialistas ante el tratamiento de cardiopatías si uno solo de los componentes tecnológicos es norteamericano. Lo éticamente correcto es partir de las consecuencias inhumanas que genera determinada política. Exigir desde el chantaje no tiene justificación y es inaceptable, sobre todo entre seres apegados a su soberanía.

Si recientemente 168 países han votado NO en Naciones Unidas y solo Estados Unidos e Israel hicieron lo contrario, lo inaudito salta a la vista, máxime cuando durante los últimos 20 años acontece el mismo varapalo. Asistimos a un comportamiento similar del eje aliado por encima de las mayorías. Se ensaña con la UNESCO por votar a favor del ingreso de Palestina. La Casa Blanca retira el dinero. Una reacción fiel a sus prácticas de compra-venta de políticas incondicionales a su ejercicio hegemónico.

La denuncia asumida desde Cuba en todos los escenarios posibles como una prioridad coherente con los sentimientos ciudadanos es presentada como un simulacro gubernamental para justificar sus problemas internos. Hay voces en desacuerdo con el bloqueo no por lo que es: una agresión inadmisible contra cubanos y hasta quienes no lo son; sino porque dicen es el manto protector de las autoridades de la isla. La tesis del bloqueo como sustento rememora otra muy sonada en su época: el carácter satelital de Cuba hacia la desaparecida Unión Soviética hace más de dos décadas.

Sin su ayuda el proceso cubano desaparecería. Es lo que tiene darle rienda suelta a los deseos individuales al vaticinar rumbos que dependen de la voluntad de toda una nación. En Cuba, por cierto, a todos los niveles se habla de corrupción, de burocracia, de ineficiencia y de otros males domésticos al encarar lo que sí puede comprometer la supervivencia del sistema. La exposición de esas valoraciones con ejemplos y análisis transcurre en escenarios colectivos aunque no aparezca frecuentemente en los medios. La insatisfacción ciudadana hacia la gestión informativa ha desembocado en la actual reacción política e institucional para solucionar rémoras instauradas durante lustros.

Las pretensiones del bloqueo son las que han concitado el rechazo popular y el escepticismo hacia los gobiernos de Washington. La algazara por la era Obama no deslumbró a los cubanos. Aún esperan la abolición de un entramado de leyes que ha ido lesionando derechos más allá de su territorio en la medida que sus promotores consideran que la asfixia no es suficiente. Tal es el carácter de un bloqueo sin paliativos impuesto desde hace casi 50 años como parte de unas pretensiones globales sombrías. La actualidad refleja esos intereses nefastos cada vez que se predica sobre la salvación cometiendo asesinatos.

Fuente: Rebelión

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ENTREVISTA A MAGALI LLORT, MADRE DE UNO DE LOS CINCO

por Ana Margarita González y Rafael Hojas Martínez

“Me dijeron que pudiste hablar con los niños de La Colmenita; imagino como se habrán impactado, lo que significó haberte escuchado, pero me respondió: ‘para ellos solo no, lo que representa para mí’”. Magali Llort no esconde el orgullo por la confesión de su hijo Fernando,quien no deja de sorprenderla.

Usted carga una pena, pero también una gloria.

“Si no fuera por esa gloria me costaría mucho más trabajo. Con independencia del dolor por la falta del hijo en la casa y de las trampas del sistema judicial norteamericano, que no reconoce la necesidad, el valor y el sacrificio de estos hombres, me siento muy orgullosa de ellos”.

¿Se acostumbra a su ausencia?

“Nunca me acostumbraré a no tenerlo, sí a la idea de que mi tiempo ya no es mío, es de la lucha por el regreso de los Cinco; estamos en el campo de batalla y somos soldados. Sus familiares somos los más comprometidos, si no fuera así ¿cómo pedirles a otros que nos acompañen? Tenemos que agradecer a muchas personas. Cualquiera que no esté permeado de resquemores y tenga calidad humana, nos puede acompañar”.

Algo particular del último viaje a Europa.

“Me sorprendió cómo ha aumentado el conocimiento sobre los Cinco, no solo por la cantidad de personas sino por el manejo del tema, en particular del periplo judicial. Ya no hay que explicarlo desde el principio; la causa se ha expandido y la gente se involucra. El trabajo de la solidaridad tiene efectos positivos, por eso hay que seguir intensificando la divulgación, las acciones.

“Adriana, la esposa de Gerardo, y yo estábamos en Barcelona en el momento de la salida de René de la prisión, y el colmo de la solidaridad llegó cuando los jóvenes de la Sociedad Cultural José Martí que nos atendían, nos llevaron la grabación de la Mesa Redonda y la vimos transitando por la carretera.

“Nos removió las entrañas; por mucho que uno quiera, pasen los años y parezca que estamos preparadas, lo disfruté como si fuera la salida de mi hijo Fernando. Nos conmovieron las escenas, la alegría en el rostro de René y el vacío de que Olga no estuviera allí recibiendo su abrazo.

“El Gobierno de Estados Unidos pudo hacer algún gesto especial ante una situación como esa: otorgarle la visa a Olga o permitir que René regresara. Tenemos que presionar a Obama; él tiene en sus manos la posibilidad de liberarlos.

“Estamos seguros de que en algún momento habrá alguien con suficiente honestidad o vergüenza para declarar que ya ha sido bastante el castigo, no solo a los Cinco, sino también a sus familiares y al pueblo de Cuba”.

Si la injusticia se mantiene, Fernando es el próximo que debe salir…

“De acuerdo con el programa del sistema injusto que los está juzgando, debe salir en febrero del 2014. Luchamos para que ninguno de ellos tenga que cumplir su condena. No podemos disminuir la fuerza, ni dejarnos llevar por situaciones, siempre hay un huequito…, el médico que deba atender a un niño grave nunca podrá decir no tengo tiempo. Así sucede en este caso”.

Fernando no tendrá que cumplir libertad supervisada como René y Tony. ¿Prefiere recibirlo aquí o allá?

“No sé como estarán las relaciones Cuba-Estados Unidos para el 2014. Quizás me den una visa y pueda recibirlo en la puerta de la prisión, a lo mejor no, y nos encontremos aquí, pero me gustaría verlo salir de aquel lugar que me ocasiona tanta tristeza.

“Uno de esos días durante mi última visita en mayo, cuando llegué a la prisión salía un preso con sus documentos en la mano y una persona al lado —esposa o hermana, no sé, eran relativamente jóvenes los dos— y eso me llegó al alma, qué felicidad tiene que haber sentido al verse fuera de las rejas, de esas paredes de ladrillos rojos tan impresionantes, sentir que respira y no está obligado a cumplir con la disciplina férrea de hacer siempre lo mismo a la misma hora, mirándole los ojos a los guardias.

“Cuando vi a ese ser pensé ¿cuándo veremos salir a los nuestros? ¿Cuándo se abrirán las puertas para las personas que, como los nuestros, cumplen condenas injustas?”

¿Le contó esa experiencia a su hijo?

“No. Me daba dolor enfrentarlo a esa situación, me parecía que era llevarlo a una ilusión cuando faltaba mucho para que él pudiera disfrutarla. Sentí lástima, pero me conmovió”.

Se acerca el fin de la prisión.

“Para Fernan sí, para los otros no”.

¿Comienza a imaginarlo?

“Es inevitable, aunque a veces no quiera pensar en eso porque falta todavía; pero a lo mejor es antes y vuelven juntos”.

¿Cómo vislumbra la situación para Gerardo?

“Gerardo me ocasiona mucho dolor. No podemos permitir que se prolongue esa injusticia; ningún ser humano vive dos vidas. Tiene que haber una fórmula, y tengo confianza. Lo mismo que me estoy preparando para resistir hasta el final, no dejo de pensar en la posibilidad de que Gerardo esté con nosotros también”.

¿Alguna novedad sobre Fernando?

“Les diré algo: se está dedicando a pintar. Me sorprendió el día que llegué a la casa de Rosa Aurora y encontré una pintura de ella hecha por Fernando. Ha tomado ese camino, algo que me extraña, porque siempre ha tenido mucha capacidad para pensar y poca destreza con sus manos.

“Si me dijeran que hace paisajes, donde una florecita le puede quedar corrida o más rosada que las otras…, pero las caras de las personas no se pueden cambiar, no les puede hacer una cirugía plástica.

“Sin pensar que ha hecho una cosa óptima, tiene que haber pasado mucho trabajo para el resultado que nos entrega, aunque no me quitó ni una arruga para ponerme un poco más joven”.

¿Cuánto ha cambiado Fernando en estos trece años?

“Todos dicen que es el que mejor se conserva. En Cuba cogía mucho sol, ahora apenas lo ve; no es canoso, le están saliendo algunas canas, tiene sus entradas.

“Es de cutis graso y quizás el hecho de estar en un lugar frío lo ha ayudado a mantener la piel, no obstante cuando llegas después de año y medio o dos sin verlo, notas el cambio, los años, ya tiene 48.

“Nunca ha sido refunfuñón, sí muy metódico; le gusta dar consejos, analizar situaciones, sentar pautas. Manda con mucha suavidad. Le gusta decir lo que cree que uno debe hacer para que por lo menos lo tomes en cuenta.

“Cuando pregunta dónde están las cosas en casa, pienso que es para sentirse partícipe de la vida familiar. Está lejos pero no sustraído.

“Un día le pregunté, Fernan qué haces cuando nosotros nos vamos de la visita, y me dijo: me acuesto, cierro los ojos y me parece que estoy flotando”.

¿Su mayor añoranza?

“La de él es llegar a Cuba y darle un abrazo a Fidel.

“¿La mía? Es un jodedor y lo extraño en todo, esencialmente los domingos que vienen mis hijas a almorzar y él es el único que me falta. Yo hice la promesa de que no iba a haber yuca aquí y no se cocina yuca, más nunca la he comprado. Eso es un compromiso conmigo misma, hasta que él se siente en esta mesa”.

¿Cómo se prepara para esperar el 2014?

“No me quiero preparar. Estoy tratando de cuidarme un poco, ya son 73 los años que voy a cumplir y aunque la expectativa de vida en Cuba va subiendo, con el ritmo que llevamos no sé si me dejará estar entre el índice que sube o el que se va. Pretendo disfrutar de su regreso por mí y por el recibimiento que le dará este pueblo a esos cinco hombres”.

Fuente: Cuba Cinco

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SIN CASUALIDADES EN FOZ DE IGUAZÚ

por Iroel Sánchez

Es madrugada en la sala de última espera del aeropuerto de Foz de Iguazú y un punto de venta de libros llama mi atención. Entre los bestsellers del momento -incluyendo dos biografías de Steve Jobs- un libro con cubierta tipográfica (letras negras sobre fondo rojo) ocupa el lugar más preminente, su título Os últimos soldados da guerra fría, de Fernando Morais; entre el nombre del volumen y el del autor una oración anuncia el tema: “A história dos agentes infiltrados por Cuba en organizações de extrema dereita en Estados Unidos”. Me siento afortunado, un ejemplar del libro de Morais viaja en mi equipaje rumbo a Cuba, obsequiado por Sergio Bertoni, el bloguero de Paraná que moderó el panel “Experiencias en América Latina” durante el Primer Encuentro Mundial de Blogueros, en el que acabo de intervenir en Foz, junto a académicos, activistas y editores provenientes de Argentina, Ecuador y Honduras.

Varias preguntas afloraron en el intercambio con el panel sobre el caso de los cinco cubanos que aún permanecen en Estados Unidos -cuatro de ellos todavía en prisión-, incluyendo una proveniente de un bloguero que es médico graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba, y en la respuesta pude abundar acerca de cómo el gobierno norteamericano utilizó los medios de comunicación -a cambio de dinero- para condicionar un resultado judicial contra personas cuyo único delito fue tratar de evitar actos terroristas. Un buen ejemplo, sin dudas, de cómo opera la información en el mundo en que vivimos.

Si en el panel inaugural del evento Ignacio Ramonet había afirmado, con razón, que ser bloguero no es sinónimo de ser rebelde y que puede haber y de hecho existen blogueros reaccionarios que sirven al poder mediático y económico, lo que percibí en los intercambios entre los más de 400 participantes reunidos en las inmediaciones de la hidroeléctrica de Itaipú -la segunda mayor del mundo- fue un estado de rebelión global contra los monopolios mediáticos.

Como ha reseñado Jillian York, del Consejo de administración de Global Voices, el encuentro de Foz de Iguazú “logró reunir a un grupo muy interesante de personas de toda América Latina y el mundo, y debe ser felicitado”. Escuchar a personas provenientes de Egipto y Arabia Saudita contar sus experiencias en el enfrentamiento a la censura, ver el video aportado por el pakistaní Farhan Janjua sobre la evolución de las redes sociales en su país, o el de Jesse Freston sobre la represión a periodistas en Honduras -donde han muerto 15 informadores luego del golpe de estado contra Manuel Zelaya- ayudó a completar una visión plural del uso de los nuevos medios.

En particular Preston -de origen canadiense pero que ha permanecido tiempo en Centroamérica- abordó el concepto de “homos interneticus”, un término empleado por algunos antropólogos para describir a personas que ya no encuentran manera de hacer algo fuera de Internet, y frente a ello destacó el valor de la palabra Occupy. “Ocupar es una palabra muy importante”, dijo Preston, a diferencia de “Ciberactivismo”, como es imposible “cibercomer”, “ocupar” implica salir físicamente a la realidad. Sobre Occupy Wall Street, también dio un importante testimonio Andrés Contari de Democracy Now.

En la misma línea de Freston, Pascual Serrano, de Rebelión, apuntó con agudeza en el panel sobre “Experiencias en Europa y Estados Unidos”: “Si observamos, las supuestas revoluciones apoyadas en las redes sociales no han promovido verdaderos cambios en la estructura de poder: ni en los países árabes, ni en Europa ni en Estados Unidos. Son cambios lampedusianos, se cambia algo para que todo siga igual. Como ha dicho el profesor Ramón Reig, existe un éxtasis cibernético de carácter místico en Occidente -yo añadiría que también en América Latina- que mitifica a las redes y a las nuevas tecnologías para encomendar a ellas las revoluciones”.

La experiencia brasileña, animó un panel en el que la democratización de los medios ocupó un papel central. En la clausura, Jesse Chacón, el ex ministro venezolano de Comunicación, Damián Loreti, miembro de la comisión que redactó la ley argentina de medios de comunicación, y Blanca Josales, ministra de Comunicación de Perú, abordaron las respectivas políticas de sus países en este campo.

La “Carta de Foz de Iguazú“, aprobada en el evento, además de condenar las acciones de Estados Unidos contra Cuba para limitar su acceso a Internet, señala como la primera de las prioridades “la lucha por la libertad de expresión, que no se confunde con la libertad propalada por los monopolios mediáticos, que castran la pluralidad informativa”.

Miro el libro de Morais sobre Los Cinco y leo en su nota de contracubierta: “una trama desbordante jamás revelada por la prensa”, y pienso que nada es casual en este mundo, donde -como reza el título de un buen libro- el periodismo es noticia.

Fuente: Cuba Ahora

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LA OPERACIÓN CÓNDOR CONTRA CUBA (I)

por José Luis Méndez Méndez

Asesinos en Nicaragua

Los tentáculos de la Operación Cóndor se extendieron a Centroamérica desde el mismo triunfo de la Revolución sandinista el 19 de julio de 1979. Hacia la región fueron enviados decenas de asesores argentinos pertenecientes al Batallón de Inteligencia 601 del Ejército, que se diseminaron por todos los países de la región. Algunos pasaron directamente a operar en los campamentos de la Contra nicaragüense asentados en el sur de Honduras, desde donde incursionaban hacia el interior de Nicaragua sembrando el terror dentro de la población civil y para atentar contra la economía de la emergente, liberada y democrática nación que había derrocado, tras largos años de lucha,  a la dinástica dictadura de los Somoza.

Los revolucionarios nicaragüenses se enfrascaron en reconstruir  un país saqueado durante décadas de atroz dictadura, con una secuela de problemas sociales de salud y educación. Cientos de miles de nicaragüenses eran analfabetos y  fue una de las primeras medidas tomadas el erradicar ese flagelo. Cuba ofreció su experiencia y ayuda solidaria para tan noble propósito.

De inmediato se convocó en Cuba a profesores experimentados para organizar la campaña de alfabetización en Nicaragua. Cientos de jóvenes docentes se ofrecieron para llevar el pan de la enseñanza a los más remotos confines de la geografía nicaragüense. El 3 de noviembre de 1979, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz se reunió con el primer grupo del Contingente Internacionalista de Maestros Augusto César Sandino. Apenas transcurridas 72 horas después, el día 6, los primeros cien jóvenes maestros cubanos arribaron a Managua, Nicaragua, con la tarea de comenzar a alfabetizar a todo el que lo necesitara. Fueron diseminados en los lugares más apartados donde el olvido y la pobreza prevalecían.

Mientras los sandinistas se disponían a extirpar para siempre estos males, las amenazas se cernían para destruir ese proyecto revolucionario. En noviembre de 1980 el general Vernon Walter, uno de los directivos de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana y el nicaragüense Horacio Aguirre, dueño del Diario Las Américas en Miami, viajaron a Buenos Aires, Argentina para coordinar con la Junta Militar en el poder en ese país la creación de un ejército guerrillero antisandinista.

El 20 de enero de 1981, asume la Casa Blanca el republicano Ronald Reagan, es nombrado Director de la CIA William Casey con la misión de fortalecerla. Aceleradamente trabajó en el diseño de un programa subversivo contra la Revolución Sandinista, que ya en marzo estaba estructurado y casi terminado con la participación de los gobiernos de Honduras, Guatemala, Costa Rica y Argentina. Así comenzó la ayuda militar de Estados Unidos a Costa Rica, desde donde también se agredería a Nicaragua.

En el mismo enero de ese año los militares argentinos Osvaldo Ribeiro y Santiago Hoya, seleccionados para instrumentar la agresión, viajaron a Miami para explorar allí la utilización y supervisar los preparativos de los antisandinistas formados por antiguos militares del derrocado ejército somocista. Hoya conoce al grupo del coronel Enrique Bermúdez y el Chino Lau, de la Legión 15 de Septiembre, a través de paramilitares guatemaltecos jefes de escuadrones de la muerte asociados a estos exoficiales  de la dictadura.

De esta coordinación preliminar  surge el primer contingente seleccionado de somocistas para ser enviados a Buenos Aires donde recibieron entrenamiento. Procedían de la Legión 15 de Septiembre basificados en Honduras. En ese momento habían comenzado las incursiones de los grupos contrarrevolucionarios dentro del territorio nicaragüense. La modalidad inicial era entrar, atacar objetivos de cualquier tipo y retirarse al territorio hondureño;  después iniciaron el asentamiento en comarcas fronterizas y más tarde comenzaron a adentrarse en el país, asolando poblados.

En marzo y abril de 1981 se producen las visitas a Estados Unidos del Presidente de la Junta Militar Argentina Roberto Viola y del general Leopoldo Fortunato Galtieri, jefe del Ejército de ese país.

El terrorista anticubano José de Jesús Basulto León sirvió también a los intereses de los servicios especiales argentinos, que entonces captaron a varios cubanos agentes de la CIA para  operar contra dirigentes de la organización argentina  Montoneros. Según ha declarado Basulto, se subordinaba al Agregado Militar argentino en Washington.
 
Resulta interesante el análisis realizado por la CIA de los factores regionales y globales que podían impactar negativamente en los intereses norteamericanos y de aliados locales. En primer término consideraban que el respaldo de Estados Unidos a Gran Bretaña en el conflicto de Las Malvinas podía disminuir su influencia en el área incluso y citamos: “…los Estados Unidos tienen posibilidades de verse solos en América Central.”

En segundo lugar estimaba que el gobierno de Venezuela, que apoyaba a fuerzas políticas en Nicaragua y El Salvador, no querría una identificación pública con las actividades de Estados Unidos en la región centroamericana.

Y finalmente, la posición hasta ese momento protagónica de la dictadura Argentina en América Central como gendarme de Estados Unidos, podría variar como resultado del desenlace del conflicto militar en Las Malvinas y su malestar hacia Estados Unidos podría conducir a los argentinos a retirarse o buscar políticas opuestas a las de Washington.

Para consolidar esta unión los jefes de la Contra, William Baltodano, Edmundo Chamorro alias El Negro y otros Contras viajaron en el mes de abril a Buenos Aires, invitados por los militares argentinos para discutir detalles de la alianza. Fueron recibidos por el general Alberto Valin, jefe del Estado Mayor del Ejército y por el coronel Dario Davico, jefe de la Inteligencia. En esta cita criminal se acordó incrementar la presencia de asesores argentinos en San José y Tegucigalpa dando paso a la Operación Calipso que abarcaba diseminar miembros de los servicios especiales de Argentina por el continente para trabajar contra los refugiados políticos de ese país en la región.

Nuevamente en agosto de 1981 el general Galtieri visitó Washington y fue recibido por el general Edwin Meyer, jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos.

En septiembre, el jefe de los asesores argentinos en Panamá, Juan Carlos Gallessio, quien actuaba como periodista, entregó a otros dos asesores argentinos Héctor Francés y Juan Martín Ciga Correa, 10,000 dólares para trasladarlos a Honduras y entregarlos al coronel Ribeiro.

El general Galtieri vuelve a Washington en noviembre y se reúne con el director de la CIA William Casey y ultima la participación argentina en la formación de la resistencia antisandinista. A su regreso los militares argentinos conceden al gobierno de El Salvador un crédito de ocho millones de dólares, mientras Ronald Reagan presiona al Congreso y obtiene del mismo la aprobación para reanudar la ayuda militar a Argentina, paralizada desde 1978, como consecuencia de la escalada represiva de la dictadura que gobernaba en ese país.

También el Congreso ratifica a Vernon Walters como Embajador, en esta función logró la ayuda financiera a los Contras, a través del gobierno de Argentina a donde viajó en seis ocasiones.

En diciembre de 1981 el subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos reveló en una sesión ante el Comité de Inteligencia del Senado y la Cámara que se realizaban operaciones encubiertas de Estados Unidos en Centroamérica. La CIA era la encargada de suministrar secretamente dinero, entrenamiento y armas a los ex guardias somocistas, que estos fondos se canalizaban por medio de países latinoamericanos, acuerdo logrado por el general Vernon Walters, embajador itinerante con servicios especiales de Argentina, Venezuela, Colombia y Chile.

La agresión contra el gobierno revolucionario de Nicaragua se incrementó y los cooperantes cubanos que solidariamente asistían al pueblo en ese país se convirtieron en blanco de los actos de terror de los militares somocistas armados y entrenados, en alianza, por Estados Unidos y el gobierno dictatorial argentino como su gendarme de turno.

Con la colaboración de Pedro Etcheverry Vázquez

Continuará…

Fuente: Cubadebate

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Noticias

PRESENTAN EN NUEVA YORK LIBRO "QUIEN MATÓ AL CHE"

Naciones Unidas, noviembre 4.- Más de 300 personas colmaron la sede de la Misión Permanente de Cuba en Naciones Unidas para asistir a la presentación mundial del libro Quién mató al Che, de los norteamericanos Michael Ratner y Michael Steven Smith.

La ceremonia estuvo dedicada a rendir homenaje al abogado norteamericano recientemente fallecido Leonard Weinglass, quien fue el representante legal de uno de Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos desde 1998.

El caso de esos cinco hombres (Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González) ocupó el centro de la actividad, que contó con la presencia del representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera.

Los asistentes pudieron escuchar una conversación telefónica en vivo entre los autores del libro y el presidente de la Asamblea Nacional del Poder popular (parlamento) de Cuba, Ricardo Alarcón, quien elogió el trabajo realizado por Ratner y Smith.

Ustedes demostraron muy bien quién mató al Che Guevara, afirmó el dirigente cubano, quien escribió el prólogo de la obra, publicada en idioma inglés y que en el presente se trabaja en la traducción al español para su futura presentación en la isla caribeña.

Ratner explicó que los cubanos conocen muy bien la historia, que el Che fue asesinado por orden de Estados Unidos, pero el pueblo norteamericano piensa que el gobierno boliviano de entonces y el estadounidense querían capturar vivo al guerrillero argentino-cubano.

Nuestro libro demuestra que Washington quería asegurarse de que el Che fuera asesinado, al igual que pretendieron hacerlo con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el actual presidente, Raúl Castro, agregó.

La obra pone en evidencia un caso irrefutable en el cual la Agencia Central de Inteligencia (CIA) no solo conocía y aprobó el asesinato del Che, sino que fue el instrumento para cometerlo, sostuvo.

El título en inglés es Who Killed Che? How the CIA Got Away with Murder.


Por otro lado, Ratner afirmó que los Cinco antiterroristas cubanos «son cinco héroes para todos nosotros» porque trataron de detener las acciones terroristas contra Cuba.

Ratner es presidente del Centro de Derechos Constitucionales de Nueva York y encabezó el Gremio Nacional de Abogados.

También fue autor de los títulos The Trial of Donald Rumsfeld: A Prosecution by Book y coautor de The Pinochet Papers y Against War with Iraq and Guantánamo: What the World Should Know.

Por su parte, Smith, abogado que ejerce en Nueva York, integra la directiva del Centro de Derechos Constitucionales y escribió Notebook of a Sixties Lawyer: An Unrepentant Memoir y Lawyers You will Like. También es coautor de The Emerging Police State, de William Kunstler.

Fuente: Juventud Rebelde Digital

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Cubarte, 2008.