miércoles, 16 de mayo de 2007

Futuro que camina para EXIGIR sensatez, respeto y amor

Los Chicos del Pueblo en el segundo Estado argentino
ROSARIAZO DE TERNURA Y REBELDIA

(APE).- En el cielo abierto a la historia rosarina, en las escalinatas del Monumento Nacional a la Bandera, miles de personas abrazaron a la Marcha de los Chicos del Pueblo, bajo un gris plomizo que no aguantó su llanto al final del acto, pero que no pudo con la pasión, la poesía y la energía vital que surgía del otro sol, del que construyeron juntos los habitantes de la ciudad acostada sobre las aguas marrones del Paraná y las pibas y pibes que siguen cantando y soñando, denunciando y gritando que "el hambre es un crimen" y "ni un pibe menos".

El almuerzo, un riquísimo arroz con pollo, fue cocinado y servido por los Ex Soldados Combatientes de Malvinas, combatientes permanentes contra el imperio y la hipocresía, en el predio de la Granja de la Infancia. Después fue la concentración en la Plaza San Martín, donde mucha gente saludaba a los duendes marchantes de pechera azul y caritas pintadas con el multicolor de la vida que viene de adentro a pesar de todos los pesares.

La marcha atravesó el centro de la ex ciudad obrera hasta llegar al Monumento. Los referentes del Movimiento le entregaron un chaleco de recuerdo a los ex combatientes a manera de agradecimiento. "Hacemos lo que tenemos que hacer. Nosotros supimos qué significa tener hambre en un frío abril de 1982 y sabemos que el hambre duele, por eso nos propusimos que nunca más nadie tenga que sentir hambre en la Argentina", dijo Julio Más, en nombre de los veteranos siempre solidarios.

Cuando le tocó el turno a una niña que cumplió años y recibió el que los cumplas feliz de centenares de protagonistas de la historia, lo hizo en nombre de la organización Engranajes de la mítica y rebelde ciudad de Villa Constitución: "Basta de mentiras, basta de mucho para pocos y de poco para muchos".

Otra nena de la Corriente Clasista y Combativa, dijo: "Los chicos pasamos hambre y eso no está bien. Por eso con nuestros papás estamos luchando y hacemos piquetes. La Argentina es nuestra. No vamos a dejarle que nos roben ni el presente ni el futuro", dijo la piba con claridad, simpleza y profundidad.

La voz de los Pueblos Originarios en Lucha fue la palabra de un luminoso nene: "Hoy nosotros, los niños originarios, reclamamos nuestros derechos junto al resto de los niños pobres de este país. Basta de pasar hambre, basta de pasar miseria".

Dos adolescentes marchantes del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, agregaron: "Estamos convencidos que es posible parar el hambre. por eso luchamos por los chicos descalzos que viven en casas de cartón y chapa".

Por su parte, Diego Chichizola, referente del Movimiento, señaló: "Para cumplir los derechos de los niños hay que levantar las persianas de las fábricas”. Y agregó “queremos construir una sociedad de semejantes donde nadie crezca sobre el hambre del otro”. “El capitalismo extingue la vida humana. Nos hablan de capitalismo en serio, nosotros decimos que no queremos ni capitalismo en serio, ni en joda, ni en pedo", graficó con poética elocuencia.

Y aunque el cielo se empecinó en su plan de lluvia, una "juntada" de músicos populares rosarinos empezaron a cantar y terminaron haciendo tronar el espacio del Monumento al son de los versos de León Gieco en el "Ángel de la Bicicleta", dedicado al educador popular Claudio "Pocho" Lepratti. "¡Bajen las armas, que aquí solo hay pibes comiendo!", cantaban chicas, chicos, abuelas, abuelos, pueblo rosarino que hizo que los marchantes se fueran danzando y haciendo flamear la bandera cual hinchada que promete nuevas victorias. Fue un rosariazo de ternura y rebeldía. Los Chicos del Pueblo lo hicieron posible.

Mañana la cita será en Zárate y Campana, noroeste de la provincia bonaerense, siguiendo el viaje al centro de la conciencia argentina, a la plaza de la revolución inconclusa desde hace doscientos años. En la Plaza de Mayo, el viernes, los Chicos del Pueblo protagonizarán un argentinazo de dulzura y dignidad.


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Rosario

(APE).- Del corazón del segundo cordón industrial más grande de América latina después del de San Pablo a ciudad golpeada y capital del boom sojero, Rosario se ha transformado en un archipiélago donde existe una isla de la fantasía, hecha a imagen y semejanza de las riquezas de muy pocos, mientras que existen otras atravesadas por los peores fantasmas de la miseria multiplicada en los años ‘90. Casi sesenta mil pibas y pibes menores de catorce años son pobres en la llamada “nueva Barcelona argentina”. Chicas y chicos que no conocen ni el centro ni la verdura y que apenas tienen en las escuelas un lugar para sostener, aunque sea por un ratito, la esperanza anidada en sus sonrisas. Con decenas de escuelas que se caen a pedazos y barrios enteros atravesados por la compra venta de drogas más o menos pesada, la ciudad que otrora brillara por su fútbol, hoy se encuentra que ni siquiera le queda el orgullo de sus clubes, luego de la privatización del patrimonio colectivo a través de dirigencias que lavaron dinero y fundieron las identidades apasionadas de los rosarinos.
Sin embargo, pibas y pibes son capaces de inventar orquestas barriales, gracias al compromiso de jóvenes músicos universitarios que se niegan a creer que el violín y la flauta traversa sean instrumentos para las élites, como sucede con el grupo “Vibrato”.

Todavía en la zona oeste, en el barrio Bella Vista, muchachas y muchachos que debieron exiliarse de la escuela para poder parar la olla, inventaron una biblioteca popular en el Boching Club, para que ningún otro adolescente como ellos se quedara sin la magia ni el viaje prodigioso que proporciona la lectura. O en la zona norte, también castigada por la inundación que vino como consecuencia de obras no terminadas, la pelota sirve como excusa para juntarse los domingos y después guitarrear, comer choripanes y hablar de política, para así ganarle a los rantifusos barones de la droga que proliferan en la ciudad. La experiencia se llama El Entrevero y forma parte de la historia política de la esperanza de una ciudad que hace rato dejó de ser industrial y busca otra identidad, menos mediática pero más integrada.

Hay sindicatos nuevos y trabajadores jóvenes que pronuncian en conjunto la palabra “no” como primera herramienta de dignidad y libertad, y avanzan hacia un futuro distinto.

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Información diaria sobre la Marcha:
www.pelotadetrapo.org.ar

Consultas y adhesiones: chicosdelpueblo@pelotadetrapo.org.ar