Ernesto Guevara y la dignidad del trabajo: un ejemplo para la política
Los más antiguos de nosotros lo conocieron escuchando Radio Habana por las noches, después de jornadas de sol a sol en los surcos y cuando se refieren a él, le adelantan el “Don”, porque su estrella les dio ánimos bajo las siniestras dictaduras argentinas.
Ellos se acuerdan así de “Don Ernesto Guevara” y nos encomendaron celebrarlo en el día de cumpleaños.
Dicen compañeros nuestros que hoy son abuelos, que siendo el Che ministro de Economía, se iba a trabajar como uno más a las zafras agotadoras, durante semanas enteras y que esa es una enseñanza política que no ha muerto y que ese es el mayor ejemplo en los tiempos que corren.
En su opinión, el Trabajo Voluntario de aquellos dirigentes hizo tan fuerte el espíritu de la patria cubana, que pudo vencer en Playa Girón sobre el imperio y sus mercenarios y hoy le permite estudiar Medicina a hijos de nuestras familias, que de otro modo no podrían hacerlo en nuestra propia tierra formoseña, sometida al abuso terrateniente, el privilegio oligárquico y el parasitismo político, que intentan otra vez hacer pasar por democracia, poniéndose a menear la Ley de Lemas y la autoreelección indefinida de los cargos públicos en toda esta castigada provincia.
La opinión de ellos es valiosa, porque trabajaron y dieron trabajo, defendieron bravamente la tierra cuando la última dictadura, contra milicos y bandoleros armados que quisieron arrebatársela y, luego de votar a todos los partidos de esta democracia, no consiguen siquiera retener a sus hijos consigo y, menos todavía, solventar la educación de los nietos, que se pierden en la inclemencia de las ciudades.
Queremos aprovechar para reiterar, en el nombre de sufrimiento traicionado por la política y los profesionales del poder, de estas generaciones campesinas, sus comunidades originarias expoliadas y masacradas, sus docentes hambreados, sus pequeños propietarios fundidos, sus muchachos castigados por la pobreza y las balas policiales, que los más antiguos de nosotros, nos están exigiendo un compromiso sanmartiniano de lucha: Donde hay abuso terrateniente, deberá oponerse la asamblea de vecinos; donde reina el privilegio oligárquico, deberán existir mecanismos de democracia directa y donde cunde el parasitismo político, se deberá establecer la revocatoria de mandatos, como procedimiento en manos del Pueblo Soberano, es decir de sus movimientos sociales.
El Libertador dio un ejemplo de dar e irse. El Che siguió ese ejemplo de José de San Martín y colocó el trabajo y el sudor en el centro moral del orden social, por encima incluso de la tarea de gobernar, ser médico, militar, etc.
No se equivocan nuestros mayores. Fieles a ese ejemplo, nosotros le agradecemos a la Revolución Cubana su ayuda solidaria y le deseamos larga vida en el día del cumpleaños de uno de los mejores hijos de nuestro pueblo y el suyo.
¡Seamos libres, lo demás no importa!
14 de junio de 2007 Movimiento Campesino de Formosa MoCaFor
