miércoles, 20 de junio de 2007

Libro virtual de condolencias por la muerte de Vilma Espin Guillois cubana revolucionaria martiana y fidelista










LIBRO CONDOLENCIAS POR MUERTE VILMA ESPIN GUILLOIS CUBANA REVOLUCIONARIA


Queridos compañeros:

Hacemos nuestro vuestro pesar por tan dolorosa pérdida, de la gran compañera

V i l m a E s p i n

ella, como tantas heroínas de la paz forjada con la lucha sin límite, fue ejemplo
vivo de la mujer cubana, que desde el rincón más castigado por el enemigo
común, combatio con valentía y arrojo, salvando así el futuro y honor de sus
hijos,dejando tras de sí, una estela de amor inolvidable.

¡ Hasta siempre querida Vilma, tú también eres la victoria !

Irene Perpiñal Eladio Gonzalez

Chau Bloqueo - Museo del Che Guevara Republica Argentina

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las mujeres cubanas de las cuales fue ejemplo seguiremos en la lucha por ese mundo mejor por el que ella dio su vida.
gracias pos las condolencias
leticia
red genero ALAMES
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Lamento profundamente la desaparición física de esta querida guerrillera revolucionaria de Ley, que dejó su vida por la Revolución Cubana.

Viva Vilma Espín, en todos los corazones revolucionarios.

Patria o Muerte.

Sebastian Ciezar
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¡Gracias, como siempre, Toto e Irene!
Lamentablemente la vida es así, aunque los héroes, como Vilma, son siempre eternos y perduran en el corazón y la memoria de sus pueblos.
Vilma - Débora seguirá siendo la joven heroina del llano y la sierra y la madura dirigente de la Federación de Mujeres que la hicieron ser querida, admirada y respetada por todos.
Muere, una "Primera Dama" de verdad, en todo el sentido de esta expresión.
Cariños de siempre,
Ismael
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Eladio asi como ustedes tambien lamento la partida de Vilma, es una
pena pero la vida dice que nada es para siempre y que debemos dejar en
obras las buenas obras,
besos Gladys
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Buenos Aires, martes 19 de junio de 2007
¿QUIÉN DIJO QUE VILMA ESPÍN HA MUERTO?

Las grandes como ella jamás morirán!! Porque con su ejemplo nos demostraron a otras mujeres cómo entregarse a la lucha revolucionaria.

Querida Vilma, vivirás cada jueves en nuestra Plaza de Mayo, junto a nuestros hijos y al Che.

Hasta nuestro próximo encuentro.

Asociación Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini Presidenta
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Muchas gracias queridos Toto e Irene.
En esta hora de dolor también les decimos:
¡Hasta la Victoria Siempre!
Desde Chipre, con mucho cariño,
Concepción Muñoz
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Gracias por su mensaje, como toda cubana, nos sentimos conmovidas pero firmes ante el llamado de la patria, seguiremos el ejemplo de Vilma como hasta ahora.
Saludos
Dra. Esperanza
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Todos los progresistas lamentamos la muerte de Vilma
Espin que sigue asiendo grande para la humanidad.

Silvia Marenco
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Gracias hermanos una vez más por la solidaridad, más aún en este momento de tanto dolor para todo nuestro pueblo. Su mensaje no sólo fue leído en mi provincia también lo escuche por la radio y la televisión nacional

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
Alberto Loreydis
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SIPORCUBA.IT e tutti i suoi collaboratori e lettori, si unisce al profondo cordoglio di Raúl Castro, i figlie, le donne cubane e al Comitato Centrale del Partito Comunista di Cuba per la scomparsa della grande compagna rivoluzionaria Vilma Espín Guillois.

Aldo Galvagno Gioia Minuti Samuel Hernandez Gustavo Becerra
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ENVÍA MENSAJE DE CONDOLENCIA A NUESTRO PUEBLO LA RED DE SOLIDARIDAD CON CUBA EN BRASIL


La red de solidaridad con Cuba, en su capítulo Brasil, envió al hermano pueblo de Cuba sus más profundas condolencias por la muerte de VILMA ESPIN GUILLOIS.




"Mujer de bravura constante, que nos honró a todas nosotras, las mujeres brasileñas, en su condición de valiente combatiente, luchadora incansable por un mundo mejor".


"Seguiremos por usted, valerosa compañera Vilma, porque usted está sembrada en nuestros corazones. Cada avance será con usted, cada victoria será de todos nosotros. Al compañero Raúl Castro le enviamos nuestros sentimientos brasileños que hoy sufren hermanados ese momento de gran dolor".

Rio de Janeiro, 18 de junio de 2007.

ALINE CASTRO REDE DE SOLIDARIEDADE A CUBA BRASIL
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HASTA SIEMPRE VILMA, CONSTRUCTORA DE UNA NUEVA SOCIEDAD
por Marta Rojas
Vilma ha muerto. Acaba de pasar a otra categoría de entrañables. Lo hemos estado dudando aún con la certeza de la muerte, luego de su batallar con estoicismo por la vida que, en realidad, desde hacía muchos años no era solo suya, sino de Cuba y de cuanta idea justa reclamara su atención en cualquier parte del mundo, o la prodigara allí donde pensara que podía ser útil.

Vilma Espín Guillois pasa a ser un icono revolucionario, algo que su sencillez no le permitió nunca siquiera imaginar porque una de sus grandes virtudes personales y revolucionarias fue esa: la modestia.

Ha partido un exponente del valor y la inteligencia de las mujeres vanguardias que surgieron en la generación del centenario. Un solo dato nos permitirá descubrir que su quehacer revolucionario se desplegó en ese tiempo histórico, en el año del centenario de José Martí. Con mayor exactitud, cuando muere en La Habana el estudiante Rubén Batista, a causa de las heridas que recibió en la manifestación estudiantil que vindicaba el busto de Julio Antonio Mella, mancillado impunemente el 10 de enero de 1953. Como todos aquellos jóvenes que seguirían a Fidel, ella se había pronunciado ya contra el artero golpe militar del 10 de marzo de 1952, perpetrado por Fulgencio Batista, aunque nos resulte desagradable en estos primeros párrafos dedicados a Vilma, mencionar el nombre que lideró el zarpazo, implantando una tiranía sangrienta.

Vilma, amena y profunda conversadora, contó un día que después del 10 de marzo comenzaron las primeras manifestaciones en las calles de su Santiago natal -no decía en su relato que ella era una de las convocantes- entre las primeras, si no la primera, salió a las calles para protestar por la muerte de Rubén Batista. Contaba que en aquella ocasión hasta se hizo un entierro simbólico en Santiago y ese acto terminó en una verdadera batalla contra los sicarios. La idea había sido llevar flores al cementerio y en definitiva se terminó con los jóvenes revolucionarios metidos dentro de los cafés, tirando azucareras a la policía.

Bastaría ese solo episodio para incluir a Vilma entre los heroicos combatientes revolucionarios de la generación del centenario. Curiosamente, durante la agonía de Rubén Batista en la Clínica del Estudiante en el Hospital Calixto García, Renato Guitart, otro santiaguero, conoció a Fidel, para convertirse en la avanzada del movimiento revolucionario que ese año asaltaría el Moncada. Y a propósito del Moncada la joven Vilma al escuchar los tiros, sin saber qué sucedía, afirmaba a su padre, en su casa de la calle San Jerónimo, que estaban asaltando el Moncada. Bastarían unas horas para confirmarlo. Luego, nada la arredró para acercarse a una de las postas de la fortaleza y pedir lo imposible, que la dejaran ver a los héroes. La respuesta no le dio otra alternativa a ella y sus compañeras que retirarse rápidamente y aún así, detuvieron a dos de ellas. Su olfato y agilidad de reacción le permitieron escapar en un ómnibus y perderse en la ciudad hasta regresar a su casa sin que la identificaran. Nacía la heroica combatiente clandestina en la Ciudad Héroe.

En esos días de horror Santiago de Cuba acoge con solidaria actitud a los combatientes perseguidos por la soldadesca batistiana que ya ha asesinado a decenas de jóvenes en las mazmorras del Moncada. La puerta del hogar de Vilma se abre también para acoger y proteger a cualquiera de aquellos heroicos asaltantes que estuviera buscando refugio.

En los días del Segundo Frente Oriental Frank País.

Acción Revolucionaria Oriental, fundada por Frank País, fue la primera organización que tuvo a Vilma en sus filas, como activa fundadora, tras el asalto al Moncada. Mas, sería en el futuro Movimiento Revolucionario 26 de Julio donde ella habría de de-sarrollar sus dotes de organizadora y combatiente. En el M-26-7 cumplió la más amplia y arriesgada gama de deberes. Dio cauce a sus profundos sentimientos patrióticos, sociales y humanistas. Ella misma reiterará en diferentes ocasiones que en los años iniciales de su juventud revolucionaria hubo dos acontecimientos que la estremecieron: los sucesos del Moncada el 26 de julio de 1953 y La Historia me Absolverá y haciéndola comprender que Fidel es un líder valiente y hombre de ideas, con un consistente desarrollo político y una gran solidez en los principios revolucionarios.

Y ella ¿quién era?: la joven capaz y culta en la más amplia extensión del vocablo. Su vocación e interés científico, en función del desarrollo industrial, se conjugan con el amor a las artes: la música, el canto, la pintura y el ballet, fundamentalmente. Pero el deporte también la entusiasma y por ahí están sus exitosos empeños como jugadora y capitana del equipo de voleibol en la Universidad de Oriente. Pero, además, se trataba de una ferviente martiana y nutría sus conocimientos, hasta el detalle, de las campañas mambisas, y la intransigencia revolucionaria de Antonio Maceo. Las conversaciones con Vilma sobre estos temas fueron siempre maravillosas y no por un saber libresco, sino por el sentimiento que trasladaba favorecido hasta el contagio por su estilo comunicativo. En su tono suave, con su cadencia de voz, querida y respetada era capaz de ofrecer un fresco de nuestra historia, ya se tratara de las luchas por la independencia colonial, o en la República, desde los días de Julio Antonio Mella.

Su formación comenzó en el hogar. Nació en Santiago de Cuba el 7 de abril de 1930, en el seno de una familia acomodada. Pudo haber sido una simple joven de "sociedad", pero la formación que recibió, unida a sus propios sentimientos y personalidad hicieron de ella una líder revolucionaria. Sus padres fueron personas generosas, amistosas, comprensivas con sus hijos -seis- y dejaban una estela de afecto y respeto entre todas las personas de cualquier origen que los conociera. En Santiago se hablaba de Espín como el cónsul honorario de Francia a quien podían llegar los inmigrantes haitianos, entonces tan discriminados por la sociedad de elites. Educaron a sus hijos con la influencia de sus propios ejemplos de austeridad, sensibilidad humana y respeto, sin ningún tipo de barreras por el origen social, racial o religioso. Los hijos se desarrollaron de acuerdo con su forma de ser e inclinaciones personales en cuanto a la elección de los estudios superiores, de las amistades, de sus posiciones políticas, y actividades sociales y culturales.

Para Vilma, ya madre, no fue difícil crear un hogar con semejantes características, que constituye un ejemplo.

El estudio sería siempre una premisa en su hogar y Vilma ha escogido una carrera científica, la de Ingeniería Química Industrial. Muy pocas mujeres matriculaban esa carrera. Ella la venció con magníficos resultados el 14 de julio de 1954, sin dejar de participar en los eventos culturales o deportivos que le atraían en la Universidad de Oriente, incluyendo su activa participación en la Coral Universitaria. Al graduarse como ingeniera química industrial se convertiría en una de las dos primeras mujeres con esa especialidad, en Cuba. Ese mismo año partió hacia los Estados Unidos a cursar un postgrado en el Instituto Tecnológico de Massachussettss, Boston. Al finalizar el curso pidió instrucciones a la Dirección del Movimiento 26 de Julio y la respuesta fue dirigirse a México para entrevistarse con Fidel y trasladar a Cuba sus órdenes y mensajes. Es el momento en que se organiza la expedición del Granma.

Así termina la vida estudiantil de Vilma y comienza su entrega absoluta a la Revolución, sin tiempo alguno para el ejercicio de su sólida preparación como ingeniera.

Destacada luchadora estudiantil en Santiago de Cuba.

Bajo las órdenes de Frank País participa en la organización del alzamiento armado de Santiago de Cuba que se produce el 30 de noviembre. Es un puntal básico en una acción fundamental prevista para la llegada a Cuba, desde México, de la expedición del Granma bajo el mando del Comandante Fidel Castro Ruz. Su serenidad, valentía y capacidad de movimiento distinguen el papel desempeñado por Vilma.

En enero de 1957 es cuando el enemigo la detecta y su casa, que se había convertido en cuartel del Movimiento es registrada por primera vez. Vilma había encabezado una marcha de madres enlutadas en protesta por los múltiples asesinatos de la tiranía y se enfrenta cara a cara con los esbirros batistianos, muchos de los cuales habían sido connotados torturadores y ejecutores despiadados de prisioneros en el Moncada, y su historial criminal había ido en aumento.

Hay un hecho en la historia de la Revolución que recorre el mundo entero. En él Vilma está presente.

Es en febrero de 1957 cuando Fidel llama a la dirección clandestina del Movimiento 26 de Julio a una reunión en la Sierra Maestra y redacta un manifiesto al pueblo de Cuba informando la creación del Ejército Rebelde y los objetivos de la lucha. Se produce, además, la trascendental entrevista de Fidel con el periodista norteamericano Herbert Mathews que demostraría al mundo la mentira del gobierno de Batista de que el líder revolucionario estaba muerto. Vilma está presente en la reunión y participa activamente en el cumplimiento de las órdenes que da Fidel a Frank País; más tarde pasa por completo a la clandestinidad.

Es designada posteriormente integrante de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio y poco antes de ser asesinado Frank País, la imprescindible Déborah es nombrada Coordinadora del Movimiento en la provincia de Oriente, labor que desempeña hasta junio de 1958. Se hará insostenible la peligrosa situación al frente de las misiones revolucionarias clandestinas, lo cual exige cambiar el escenario de sus luchas, y se incorpora al Ejército Rebelde para convertirse en la legendaria guerrillera del II Frente Oriental Frank País, comandado por Raúl Castro Ruz.

Déborah, Alicia, Mónica, sus nombres en la clandestinidad, se convirtieron en Mariela, la brava y eficaz combatiente rebelde encargada durante el mes de julio de 1958, de realizar labores de apoyo al mando, relacionadas con las gestiones de devolución de un grupo de norteamericanos secuestrados. Posteriormente se le asigna, entre otras múltiples responsabilidades, la atención y organización del movimiento clandestino en los municipios orientales ubicados en la amplia extensión territorial del II Frente del Ejército rebelde. Ello era fundamental en tanto esas regiones ofrecían un apoyo logístico indispensable para asegurar las acciones combativas. Como en todas las tareas que cumpliría en su vida, esta la desempeñó a cabalidad.

Constructora de una nueva sociedad

En los albores del triunfo de la Revolución, Vilma y Raúl contraen matrimonio. En días como estos, hace 45 años, Déborah, la primogénita, es una de las primeras niñas que ingresan, como un infante más, en el Círculo Infantil Los compañeritos, radicado en la planta baja del Ministerio del Trabajo. Ya había sido creada -23 de agosto de 1960- la Federación de Mujeres Cubanas y la tarea de los Círculos Infantiles le fue entregada por la Revolución a la FMC, bajo la dirección de Vilma Espín. Antes, también en los albores de la Revolución -1959- cuando aún vestía traje de campaña, como Déborah, Vilma está realizando distintas tareas en función de dirigente del Movimiento 26 de Julio, y un grupo de mujeres se acerca a ella con el propósito de intercambiar ideas y expresarle el deseo de organizarse, de no quedarse atrás, de hacer la Revolución trabajando voluntariamente. Esa inquietud ella la traslada a Fidel quien con su genial visión acerca del papel de la mujer en la sociedad y la Historia, ve la importancia de un movimiento social que incluiría a la mitad de la población cubana.

Durante 1959 Vilma crea y preside el Comité de Auspicio para participar en el I Congreso Latinoamericano por los Derechos de la Mujer y el niño, convocado por la Federación Democrática Internacional de Mujeres. Este congreso se realiza en Santiago de Chile. Se trata de la plataforma que serviría de base para la unificación de todas las agrupaciones de mujeres revolucionarias que existían entonces.

Como dirigente femenina siempre dio el ejemplo.

En Cuba no se detiene el trabajo. Vilma sabe dirigir y por tanto crea cuadros que integrarán una gran plataforma para llevar la organización hasta el más lejano lugar de la Isla y nutrirse allí de mujeres de base que hasta entonces no habían tenido participación en la vida social y política del país.

El 23 de agosto de 1960, después de un intenso trabajo preparatorio en todo el territorio nacional, en zonas rurales, regiones serranas o ciénagas se crea oficialmente la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Durante los primeros 15 meses de trabajo la naciente organización, aún embrionaria, había movilizado masivamente a las mujeres hacia la construcción de escuelas y hospitales; recogida y atención de los niños que deambulaban por las calles, sin asidero cuando triunfó la Revolución; mejoramiento de la vida en los barrios llamados de "indigentes" y otras tareas sociales.

Vilma es elegida Presidenta de la FMC por Asamblea Fundacional. Cargo elegido y ratificado en cada uno de los Congresos de la Federación, desde el primero de ellos, efectuado en 1962, hasta el VII, en el año 2000.

La historia de la FMC es parte importante de la vida de la propia Vilma. Aunque no ejerce la carrera de ingeniera química industrial, ella tiene voz en programas de la Revolución de carácter técnico o económico. Pero su tarea central es política y social entendida en la extensión y diversidad más amplia.

Las primeras tareas de la nueva organización serían propiciar la superación educacional, ideológica y cultural de la mujer. Llegarían a la Habana mujeres campesinas de la Sierra Maestra y otros parajes y recibirían clases de corte y costura. Todas ellas tendrían, al menos para el comienzo, una máquina de coser. Hubo una reunión en la Ciudad Deportiva. El júbilo fue extraordinario, era el incipiente inicio de un camino que ha llevado a decenas de miles de campesinas a una vida distinta, de plena participación en la economía del país.

Cada batalla de la Revolución, la vio entregada en la primera fila.

Tras el impulso de esos cursos se le ofrece a las mujeres más humildes otros estudios sobre las primeras formas de participación fuera del hogar. Ellas, que no habían salido del estrecho ámbito familiar, descubren un mundo nuevo. Vilma sería una de las más entusiastas colaboradoras de Fidel para impulsar el conocimiento, la superación cultural, y como es lógico ello comenzaba con la alfabetización. Así integra la Comisión Nacional de Alfabetización, y coloca a la nueva organización de masas en el centro de la colosal batalla librada por todo el pueblo. Cumplida esta meta fueron emprendidas otras, como el seguimiento, las batallas por el 6to. y 9no. grados y las aulas de superación de adultos, todas ellas colmadas de mujeres. La labor de Vilma no es pasiva. No puede permanecer sentada detrás de un buró quien como ella, a riesgo de perder la vida, anduvo manejando un vehículo por toda la provincia de Oriente, en tareas de combatiente clandestina, o caminaba por las calles realizando difíciles funciones en su calidad de miembro de la Dirección Nacional del M-26-7, de manera que Vilma recorre todo el país, participa con las delegaciones de base en las movilizaciones. Atiende a las mujeres que formaron parte del Ejército Rebelde y a las jóvenes incorporadas a tareas de la defensa.

Especial atención concede Vilma Espín a la preparación militar de las mujeres, incluyendo su incorporación como profesionales en las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Ninguna tarea en ese frente podría ser más compleja para una mujer que aquella que ella misma desempeñó, perseguida por la brutal tiranía de Fulgencio Batista, servidor incondicional del imperialismo yanki.

El internacionalismo, como piedra angular de la unión de las mujeres de cualquier parte del mundo a favor de las causas revolucionarias, es fundamental. Ello encuentra en Vilma una impulsora y participante en cada acción que se lleva a cabo. La guerra revolucionaria de Viet Nam del Sur por su liberación y la igualmente heroica resistencia de la entonces República Democrática de Viet Nam (RDV) en defensa de su soberanía, frente a la despiadada agresión yanki, tienen en Vilma a una colaboradora eficaz, tanto como para los integrantes de movimientos de mujeres en Asia, África y América Latina. Al efecto, entre otras cosas, crea la Escuela de Cuadros Fe del Valle, en la actualidad Centro de Capacitación de la FMC.

Su lucha por lograr la comprensión de igualdad de género, comienza desde los albores del triunfo de la Revolución. Con ese objetivo encabeza la gran batalla ideológica que se libra en el país para eliminar la cultura retrógrada heredada del pasado acerca de los roles de género, con los consiguientes prejuicios, las creencias erróneas, los estereotipos sexuales tradicionales, los tabúes, para hacer realidad los principios revolucionarios que condenan toda clase de discriminación, ya fuere de origen social, de raza, de etnia, de sexo, de religión, de orientación sexual o cualquier otra expresión de desigualdad y trato peyorativo.

La enumeración, aún ceñida, de los valores de la revolucionaria que acaba de morir, ha de servir para que nos demos cuenta qué pérdida más grande hemos tenido. Sin embargo, el conocimiento de su pensamiento, acción y proyección serán escuela para proseguir su ejemplo.

Son múltiples las organizaciones y los planes nacionales e internacionales en los que participó Vilma personalmente para enriquecerlos, a lo largo de la Revolución.

Alguien que como ella fue tan capaz y creativa en una organización revolucionaria clandestina, también lo fue en una organización legislativa. No se trata de una enumeración de cargos. Por importantes que estos fuesen; lo válido es el trabajo que realizó en esas funciones, ya fuere como diputada a la Asamblea Nacional y miembro del Consejo de Estado, máxima organización de gobierno del país, como en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del cual fue fundadora y en el Segundo Congreso (1980) miembro suplente de su Buró Político. En el Tercer Congreso fue promovida a miembro efectivo, responsabilidad que desempeñó hasta 1991.

Un capítulo especial merecerían sus funciones de carácter diplomático, o de relaciones exteriores en todos los continentes, en diferentes momentos, al frente de delegaciones cubanas.

Ámbito familiar

Como se anota en párrafos anteriores, en 1959, Vilma y el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, jefe del II Frente Oriental Frank País, y desde octubre del propio 1959, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, contraen matrimonio. Así constituyen una familia que en la actualidad integran sus cuatro hijos y ocho nietos. Vilma siempre confió en el valor del ejemplo para la educación y formación de los hijos, y fue consecuente con este principio que supo aplicar con ejemplaridad en su educación y formación. Fue una madre, amiga y compañera. Sus hijos y nietos la amaron y amarán, la admiran y la admirarán aún más ahora, por el legado: la sabiduría que tuvo en armonizar, los sentimientos más humanos y de justicia, con la acerada fortaleza de carácter y su intransigencia revolucionaria en la defensa de las decisiones trascendentales, en defensa de los principios y la obra de la Revolución, tanto en grandes tareas como en el importante hacer de cada día.

Vilma Espín Guillois fue una mujer cubana excepcional, representante de los más elevados valores humanos dedicados con creatividad y afán a la patria, a la Revolución que vivió desde su heroico y azaroso arranque con el liderazgo de Fidel; a su familia, y a todo nuestro pueblo, con la generosidad que distingue a los grandes hombres y mujeres.

Hasta siempre, Vilma, constructora desde los cimientos de una nueva sociedad.
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VILMA ESPÍN, LA TERNURA DE LA REVOLUCIÓN
por Graciela Ramírez
Fue un 8 de marzo de 1995, en pleno período especial. Ella nos esperaba con una rosa en la mano.

Al entrar una a una nos fue saludando. La ví alta, esbelta y bella. Pero sobre todo humana y tan cercana.

Recuerdo que cuando pasamos a su lado tendió sus manos y nos preguntó de donde éramos.

Las mujeres de distintos países que asistimos a la sencilla ceremonia en conmemoración al Día Internacional de la Mujer no podíamos creer que tuviéramos ente nosotras a quien por tantos años había sido emblema de la emancipación de la mujer.

En aquel momento pensé en su batallar desde la Sierra Maestra siendo solo una jovencita, en su valentía al integrar las filas del Ejército Rebelde en plena dictadura de Batista, en su inquebrantable decisión de acompañar cada uno de los pasos de la Revolución Cubana desde sus mismas simientes hasta alcanzar los logros más importantes de la mujer en América Latina.

Pensé en las mujeres y los niños de Chile, Argentina, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Uruguay, Vietnam o Angola, a las que ella, en nombre de la dirección del país, había tendido esas manos suaves, cálidas y siempre solidarias de la Revolución Cubana.

Si este pueblo pudo resistir el bloqueo genocida más grande de la historia fue gracias a la heroica resistencia de las mujeres. En ella ocupará siempre un lugar cimero Vilma Espín, quien hizo de la Federación de Mujeres Cubanas valladar y trinchera de combate.

No alcanzarán las rosas para rendirle tributo a tanto amor desplegado durante una vida entera.

Solo la lucha por los derechos de los más desposeídos, por la igualdad plena de la mujer en todo el mundo, por el bien de la humanidad y el Socialismo, por Fidel y por Raúl hará que sus sueños se sigan construyendo.

Vilma Espín vivirá por siempre en la ternura y el corazón rebelde de las mujeres y los hombres de nuestros pueblos.
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UNA MUJER VUELVE A EMPEZAR
por Dixie Edith
Muere en Cuba Vilma Espín, guerrillera del Ejército Rebelde, presidenta de la Federación de Mujeres y promotora de los cambios más revolucionarios en el terreno de los derechos femeninos

“En las tareas de la Revolución siempre se vuelve a empezar, se puede empezar y se debe empezar. Nunca se termina”.

Así era Vilma Espín. La frase quedó en las páginas de una entrevista en 1985 pero bien podría usarse para resumir su vida.

Era muy jovencita cuando en 1960 asumió la tarea enorme de encabezar una organización de mujeres “que habrá de unirnos a todas, de un extremo a otro de la isla, en un gran lazo de amor, pero de amor combativo, por nuestros hijos y por nuestra patria, a la que juramos defender hasta morir”..

Era muy jovencita, pero ya había sido Déborah en la clandestinidad, trasladando armas y medicamentos bajo las sayuelas y coordinando las acciones del Movimiento 26 de Julio en Oriente junto a Frank País. También se había llamado Mariela y dejando atrás las calles de Santiago de Cuba para subir a las montañas, en medio de la contienda, había ganado el liderazgo de esas mujeres que luego se reunían para armarse como una fuerza grande, de respeto.

Fiel a sus esencias, aquel 23 de agosto de 1960 les dijo a sus compañeras que estaban solo empezando. En los años siguientes a ese discurso comenzó una y otra vez. Fueron los tiempos del nacimiento de los círculos infantiles, la legalización del aborto, la batalla por ilustrar a las jóvenes campesinas y por entregar a las antiguas trabajadoras domésticas una vida digna.

Y también los de las polémicas encendidas, cuando la recién nacida revista Mujeres, con su respaldo, alborotó la escena nacional con atrevidos –pero necesarios- debates sobre educación sexual.

Detrás vinieron las largas sesiones de trabajo antes de la aprobación, en 1975 de un Código de Familia, inédito para el continente, que establecía igualdad de derechos y deberes, de padres y madres, frente al cuidado y educación de los hijos.

No por gusto Fidel dijo que estas mujeres estaban haciendo una revolución dentro de la Revolución.

Las cubanas fueron dando pasos cada vez más rápidos, con la guía de Vilma, atenta y cariñosa; pero también aguda y persistente. A la par, otras batallas, menos públicas y lejos de estas fronteras, comenzaban a gestarse.

La Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), fundada durante los días posteriores a la derrota sobre el fascismo, en 1945, alcanzó en las décadas de los 70 y 80, una gran fuerza dentro del movimiento mundial de mujeres y promovió iniciativas globales como las del Año Internacional de la Infancia o el Año Internacional de la Mujer.

Lo que muy pocos saben es que detrás de cada una de esas batallas diplomáticas también estuvo, de alguna manera, la dulce tenacidad de Vilma. Lo asegura Natalia Berezhnaya, quien era entonces enviada del Comité de Mujeres Soviéticas en la sede de la FDIM en Berlín y hoy representa a Rusia en la Liga Internacional de las Mujeres por la Paz y la Libertad. Para esta veterana, la presidenta de las mujeres cubanas fue la responsable indiscutible de conseguir cohesión entre las distintas organizaciones de América Latina.

Otros testigos de tormentas políticas más recientes cuentan que cuando desapareció el Muro de Berlín y la FDIM se encontró, de golpe y porrazo, frente a un abismo, el liderazgo de Vilma fue vital para que no se perdieran esas conquistas. “Era la que consolidaba las fuerzas, contaba con la autoridad suficiente”, asegura Alevtina Fedulova, última presidenta del Comité de Mujeres Soviéticas y presidenta de honor de la actual Unión de Mujeres de Rusia.

Y cuando en Cuba, la revolución energética daba sus primeros pasos un 8 de marzo hace tres años, Vilma alentaba a aquella tropa de mujeres reunidas en el Palacio de las Convenciones, a emprender, una vez más, el cambio: profundo, revolucionario.

Por todas esas certezas, por cada uno de sus recuerdos, esta vez Vilma Espín Guillois tampoco termina. Desde las alturas del Segundo Frente Oriental Frank País, velará nuestras batallas y recomendará, fiel a sus principios, que cada día volvamos a empezar.
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HOMENAJE A VILMA ESPÍN
por Narciso Isa Conde
La conocí en los primeros días de noviembre de 1965 en Moscú, inmediatamente después de la gran conmemoración del 48 aniversario de la Revolución Soviética. Entonces yo tenía 22 años.
Ella y Raúl encabezaban la delegación cubana a esos actos, y José Israel Cuello y yo representamos al Partido Comunista Dominicano (PCD), recién concluida la heroica confrontación de la Revolución de Abril de 1965 y la Guerra Patria contra el invasor estadounidense.

Vilma y Raúl estaban hospedados en una de las casas de protocolo ubicada en la Colina Lénin y nosotros en el pequeño Hotel Octubre (hotel del partido), bautizado por un españolito jodedor como Hotel Spasiva (Hotel Gracias en ruso, por aquello de que allí no se pagaba nada, los huéspedes extranjeros lo disfrutaban gratuitamente).

Nosotros fuimos a visitarles y ambos mostraron un gran interés por lo que acontecía en nuestro país, especialmente por las características de la insurrección popular y los componentes de la intervención militar yanqui.

Hablamos mucho y de muchas cosas, incluida nuestra decisión de viajar en breve a Cuba para fortalecer las relaciones bilaterales sobre las nuevas bases planteadas por el viraje del PCD hacia una línea independiente y más a la izquierda, liberada de pro-sovietismo y presta a emplear todas las formas de lucha.

José y yo quedamos fascinados por el talento y la belleza de Vilma, lo que se sumaba a su ya conocida trayectoria heroica.

Vilma Espín participó desde su adolescencia en al lucha contra la dictadura de batista, se integró y desempeñó un papel relevante en la agrupación que dirigió el héroe nacional de Cuba Frank País, conocida por el nombre de Asociación Nacional Revolucionaria; que luego formó parte del Movimiento Revolucionario 26 de julio.

Jugó además un rol estelar en al clandestinidad y fue quien envió Frank País a México a ver a Fidel para coordinar el levantamiento en Santiago de Cuba al compás del desembarco del Gramna.

Previamente su casa fue centro de protección de los sobrevivientes del asalto al cuartel Moncada y local de la resistencia en el Oriente de Cuba.

Su paso a la Sierra Maestra, su incorporación al Segundo Frente, estuvo seguida de un despliegue de valor personal, a la par de los mejores combatientes guerrilleros. Allí se comenzó a fraguar tambien su inquebrantable y hermosa unión con Raúl, lazos tiernos, fuertes e intensos de amor y lucha, de nobles principios y perdurable unión matrimonial, procreadores de una familia ejemplar

Por méritos propios, por su recia e imponente personalidad, en brega permanente contra la pesada herencia machista-patriarcal, asumió elevadas funciones en la conducción del Partido Comunista de Cuba (PCC) y encabezó el proceso de unidad y lucha de las mujeres cubanas por su emancipación, por al igualdad de derechos dentro de la obligada diferenciación de géneros.

A su dedicación a la causa general de esa heroica revolución y a su beligerante énfasis en el movimiento femenino, sumó el combate por los derechos y felicidad de los niños de Cuba y del mundo, proyectando su rol en todas esas vertientes a la escena internacional.

Vilma, junto a Celia Sánchez, Haydée Santamaría, Melba Hernández y tantas otras combatientes de la montaña y del llano, de la libertad y el socialismo, del partido y de la Federación de Mujeres, expresó dignamente a la mujer cubana desde una revolución que ha hecho época en América y el mundo en materia de sensibilidad social y decoro nacional.

Querida y respetada en Cuba por su dedicación, su ética, su sencillez… fue acogida en forma similar en todas las esferas del movimiento internacional, revolucionario y progresista.

Vilma siempre emanaba afecto y ternura.

Nunca fue ni primera ni segunda dama, ni nada parecida a ese tipo de espécimen femenino de la politiquería continental.

Vilma fue Vilma: la muchacha rebelde y bondadosa, la santiaguera combativa y cariñosa, la esposa y madre amorosa y consagrada, la dirigente sin ínfulas ni fatuidades.

La recuerdo tantas veces con su sonrisa y palabras de afectos: en Cuba, en la URSS, en Nicaragua, aquí.

La recuerdo siempre preguntándome por Lulú y los muchachos, por los compañeros y compañeras.

La recuerdo tan linda y alegre en todas las edades que me resulta muy difícil vincularla a la tristeza.

La recuerdo y la recordaré siempre así.
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Por supuesto, acompaño el dolor y me enorgullece pertenecer a una especie que todavía ostenta seres como Vilma
Diana Requena, Argentina
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LAS LUCHAS DE VILMA

Vilma ha muerto. No por esperada la noticia dejó de golpearme. Por puro respeto a su delicado estado de salud nunca mencioné su nombre en mis reflexiones.

El ejemplo de Vilma es hoy más necesario

que nunca. Consagró toda su vida a luchar por

la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era

discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias.

No siempre fue así a lo largo de la evolución histórica de nuestra especie, que la llevó a ocupar el papel social que le correspondía como taller natural en que se forja la vida.

En nuestro país la mujer emergía de una de las más horribles formas de sociedad, la de una neocolonia yanqui bajo la égida del imperialismo y su sistema, en el que todo lo que el ser humano es capaz de crear ha sido convertido en mercancía.

Desde que surgió en la lejana historia lo que se llamó la explotación del hombre por el hombre, las madres, los niños y las niñas de los desposeídos soportaron la mayor carga.

Las mujeres cubanas trabajaban en los servicios domésticos, o en tiendas de lujo y bares burgueses, donde además eran seleccionadas por su cuerpo y su figura. Las fábricas les asignaban los trabajos más simples, repetitivos y peor remunerados.

En la educación y la salud, servicios que se prestaban en pequeña escala, su imprescindible cooperación era realizada por maestras y enfermeras a las que solo ofrecían un nivel medio de preparación. La nación, con 1256,2 kilómetros de extensión, contaba únicamente con un centro de educación superior ubicado en la capital, y más adelante, con algunas facultades en centros universitarios de otras 2 provincias. Como norma solo podían estudiar en ellas jóvenes procedentes de familias con ingresos más altos. En muchas actividades ni siquiera se concebía la presencia de la mujer.

He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se inmutaba ante peligro alguno.

Al triunfar la Revolución, se inicia su incesante batalla por las mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y justas ideas de la Revolución.

Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas.

Hoy las mujeres en Cuba constituyen el 66 por ciento de la fuerza técnica del país, y participan mayoritariamente en casi todas las carreras universitarias. Antes, la mujer apenas figuraba en las actividades científicas, pues no había ciencia ni científicos, salvo excepciones. En ese campo también son hoy mayoría.

Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos.

Ha muerto Vilma. ¡Viva Vilma!

Fidel Castro Ruz 20 de junio del 2007 2:10 p.m.
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Buenos Aires, 19 de junio de 2007

Las mujeres de mi generación surgimos de una inspiración revolucionaria que florece y se multiplica desde el “Primer Territorio Libre de América” hacia otras tierras americanas y otros continentes.

Vilma Espin, mujer revolucionaria, revolucionaria mujer, es una de las flores de la Sierra Maestra de las cuales surge esa inspiración, cuyo polen nos llegó hasta lo más profundo de nuestras conciencias y con su ejemplo de vida nos mostró el camino de la lucha por una sociedad más justa, donde nosotras las mujeres debemos asumir tareas múltiples y muchas veces difíciles para conseguir la igualdad y el respeto.

Seguiremos tu ejemplo Flor Santiaguera, ¡¡¡ Revolucionaria siempre !!!

Dra. Carmen Mercedes Báez Argentina
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Hermana Vilma hasta la Victoria Siempre.

Un grupo de famlias,amigos y hermanos que te conocieron por esos abatares de la lucha y la revolucion que nos llama,solo te queremos decir hasta la Victoria Siempre.

Ahora en las tripas mismas del Montruo sabremos aprender de tu ejemplo y masificarlo a tanto jovenes que te admiraron y admiran.

Adelante con todas las Fuerzas de la historia,nuestro mas sentido pesame al Hermano Raul y a toda su familia.

Al Pueblo de Cuba todo para nosotras nada,Solo La Lucha nos Hara libres
Adelante con la liberacion de las mujeres

Viva Cuba Viva Fidel

Movimiento La Peña del Bronx 19 de juni-2007 Victor Toro Ramirez.
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