martes, 15 de julio de 2008

nervio optico atrofia, ciega cubana en Pinar del Ríos mira la vida a través del alma y en violeta























Rayma González Benítez: Soñar en violeta

Por Yohana Lezcano Lavandera*, serviex@prensa-latina.cu

La Habana (PL).- Antoine de Saint-Exupéry escribió en su libro El
principito que lo esencial es invisible a los ojos y solo el corazón lo
puede ver, y es así como Rayma González Benítez observa lo fundamental de
la vida a través de su alma.
Ella presenta atrofia del nervio óptico, enfermedad que la priva del
sentido de la visión, sin embargo, esta joven pobladora de Pinar del Río,
provincia más occidental de Cuba, ve la vida color violeta, pues esa
tonalidad constituye su modo de representarse el entorno, su forma de
soñar.
Muchos pudieran creer que Rayma escogió el violeta porque significa
elegancia, fidelidad o ternura, pero no es así, ella lo prefiere porque el
nombre proviene de una flor con un olor exquisito que le recuerda momentos
maravillosos de su niñez, cuenta a Prensa Latina su mamá, Milagros
Benítez.
Esta adolescente de 14 años es una de los siete ciegos que estudian por su
voluntad en escuelas secundarias básicas de Pinar del Río, pues también
tienen derecho a continuar estudios en las más de 400 instituciones
especiales del país.
En la provincia pinareña, todos los limitados visuales en edad escolar
están incorporados a la educación; en las escuelas para ciegos estudian 24
niños y existen 138 estudiantes de baja visión incorporados al sistema
regular, ya sea en Primaria, Secundaria, Preuniversitario o Universidad,
expone María Victoria Falcón, maestra de apoyo a la integración de alumnos
discapacitados visualmente en el territorio.
Según el Informe de Cuba sobre la Resolución 61/11 de la Asamblea General
de las Naciones Unidas â?"citado por el periódico Juventud Rebelde-,
actualmente en el país hay más de mil 400 escolares ciegos y débiles
visuales vinculados al sistema nacional de enseñanza, la mitad de ellos
integrados a las más diversas instituciones, y el resto a la educación
especial.
José Manuel Pérez, director de la escuela especial Abel Santamaría de esta
capital, dijo en fecha reciente a la AIN que el bloqueo norteamericano
afecta directamente la educación especial.
El estado cubano compra a más de mil dólares cada máquina de Braille,
sistema de lectura y escritura para ciegos, cuando en Estados Unidos solo
costarían entre 500 y 700, agregó Pérez.
Mas, las dificultades no frenan la determinación y la entrega de Rayma, al
contrario, la hacen asumir cada día el reto de crecerse ante los problemas
con voluntad y perseverancia.
Cuando habla de sus maestros, compañeros y en especial de sus padres es
muy fácil adivinar que un mundo de amor y esperanza ha colmado de luz su
vida, y gracias a la libertad que siempre le han concedido quienes la aman
de veras, hoy puede sentirse útil ante la sociedad.
La Primaria constituyó una enseñanza decisiva dentro de su formación, pues
aprendió a utilizar el Braille, el cual le fue muy difícil,
fundamentalmente la familiarización con los puntos a relieve y las
combinaciones de las letras y los números, dice Milagros.
Al preguntarle a Rayma cómo enfrentó el cambio de una primaria de
educación especial al nivel medio regular, respondió que al principio le
costó adaptarse, pues los únicos instrumentos con los cuales cuenta son
sus oídos y la máquina de Braille, y necesitó desarrollar mucho la rapidez
con el fin de tomar notas en clases.
Pero yo me sentía apta para el desafío, comentó. Esas palabras supo
demostrarlas con la participación en las Brigadas de Lucha contra el
mosquito Aedes aegypti y la asistencia a la Escuela al Campo, iniciativa
de los estudiantes cubanos para contribuir con su labor a la economía del
país.
Rayma no teme a lo duro del trabajo, ni tampoco a separarse de su casa y
sus padres; así lo hizo cuando participó como representante de los
criterios de su colectivo estudiantil en el Cuarto Congreso de Pioneros,
donde defendió la importancia que tiene para los niños cubanos mantener
por siempre la Revolución.
El optimismo ante la vida lo comparte con el gusto por la lectura y la
música, dice que entre sus mayores sueños está el poder ser una poeta
reconocida a la par de una buena cantante.
Luis Raúl González, padre de Rayma, comenta que a su hija le gustan las
asignaturas de letras como Español e Historia, pero sin dudas su materia
preferida es Computación, la cual puede utilizar gracias al Sistema Jaws,
con el fin de escuchar todo cuanto hace al instante.
Esta joven en los momentos actuales solo se concentra en el estudio para
cumplir su propósito de ingresar al preuniversitario vocacional de su
provincia porque "allí se imparten clases excelentes, y aunque esté becada
vale la pena el sacrificio".
Ella confiesa que no tiene definido aún por cuál carrera universitaria se
decidirá, pero la elección debe estar entre Periodismo, Psicología y
Derecho.
Rayma cuenta con la máxima calificación en la enseñanza media, es monitora
de Física, participó en concursos de conocimientos de Español, Biología e
Historia, es vicepresidenta de su grupo estudiantil y resultó la alumna
más integral.
Su amor a la vida y lo inmenso de su alma hacen de esta chica un paradigma
para los jóvenes de su generación.
Así, viviendo la realidad entre sueños violetas, Rayma se agiganta frente
a los obstáculos. Su tenacidad y fortaleza demuestran que lo realmente
esencial es mirar con los ojos del corazón.

*Estudiante de Periodismo.
arb/yll