Buenos Aires, Argentina. Subimos al taxi en Rojas, frente a mi negocio. Le pongo y me pongo el cinturón de seguridad. El conductor del taxi - por el espejo retrovisor - no nos saca la vista de encima y temo nos estrolemos todos en un cruce de semáforos.
Así todo el viaje hasta Av. Corrientes y Montevideo, donde al detenernos veo al grupo que forman el Dr. Alberto Granado Jiménez, Delia Duque su esposa, Alberto Granado Duque (hijo) y mi amigo Piru Gabetta ingresando al Complejo Cultural “La Plaza”.
Bajo del taxi con “ ÉL” en brazos. Una escultura tamaño natural del medio cuerpo del Che, boina negra rematada con una estrella de 5 puntas, verde uniforme de campaña sucio y transpirado, antebrazo derecho enyesado en cabestrillo (Batalla de Santa Clara) y cigarro cubano encendido entre los labios, maravilloso hiperrealismo del artesano argentino Carlos Baños. Así y todo se me echa encima Delia para besarme pues acaba de llegar de Cuba hace 2 horas.
Los 82 años de Alberto no se arredran y trepamos con él los dos pisos de escalones hasta la sala “Pablo Picasso”, donde anhelantes lo esperan 300 almas. Son en abrumadora mayoría jóvenes, estudiantes de periodismo de TEA la “Escuela Taller Agencia”.
Desde el escenario la voz que interpretó en 1997 el tango “Sabés Che” logrando el primer premio compartido, en el concurso canción por el 30º aniversario de la desaparición física, del ícono mundial de la ética revolucionaria, presenta al ilustre visitante. Es Nestor (Piru) Gabetta, emocionado ex alumno de la escuela que hoy habla desde el proscenio.
El doctor Alberto Granado flanqueado por Piru y el moderador nos habla a todos, mientras que la venezolana de su vida (Delia) y el resultado de ese amor (Albertico) le observan y filman desde la platea. Desde su butaca en primera fila donde lo senté, el Che (escultura) observa aprobadora y atentamente lo que Mial dice, impasible a pesar de que el moderador no le permitió compartir escenario con su amigo el doctor cordobés.
Las preguntas eran disparadas por los jóvenes estudiantes de periodismo desde los diferentes niveles del amplio anfiteatro, hacia el “blanco fijo”, ese anciano copartícipe y testigo viviente del “Viaje hacia las estrellas” que convirtió al joven Ernesto Guevara de la Serna en el “Che sideral.”
“Mial” (apócope de “mi-Alberto”) ripostaba (como dicen los “hombres libres”) con misiles corazón-corazón y gradualmente un enamoramiento colectivo ganaba a los inquisidores cuyas risas y espontáneas exclamaciones abundaron.
Así el “Petizo” como le llamaba el Che sedujo durante hora y media a todos los presentes con su espontánea frescura, profundidad filosófico - política y simpatía. Se los ganó, se los metió en el bolsillo.
El climax con el auditorio entusiasmado, de pie batiendo palmas me transportó a la leyenda de los tres Reyes peregrinos que siguieron una estrella hasta encontrar al “Salvador”.
Aseguran que siguiendo una estrella encontraremos al Hombre Nuevo. Miramos inútilmente hacia fuera y arriba buscándola, creo yo que la estrella está hecha de tus sentimientos más nobles, es tu alma y VOS sos el nuevo ser.
Rosario de Santa Fé fue el Nazareth de Ernesto, La Higuera su Monte Calvario. Sus fieles somos nosotros, sumate.
En nombre de todos los beneficiados : estudiantes presentes, autoridades de TEA, el revolucionario pueblo cubano, doctor Alberto Granado y familia, y la histórica memoria de nuestro Patrimonio Intangible Ernesto Che Guevara de la Serna, el Museo en su nombre quiere felicitar y agradecer a Néstor (Piru) Gabetta ideólogo y artífice del encuentro, que ¡¡ cóño !! Lo logró.
Después fuimos diez mortales que entramos a un restaurant. Absolutamente todas las miradas de los comensales, convergieron hacia nosotros porque yo sostenía la escultura del inmortal Che. Los 14 turistas dinamarqueses que ocupaban una de las mesas hicieron sentir su aprobación y se llevaron folletos de MIL POR CUBA. Otra turista española solicitó permiso para fotografiarse con la escultura. El asombro fue general.
Como regalo atrasado del día de la Madre le declamé a Delia la poesía “La Profecía” de Antonio Quintero y Rafael de León, que el Canciller argentino Bielsa atribuyó erróneamente al gran Federico García Lorca.
Finalizába la cena y pensando en el postre apareció… la cubanísima ¡¡ Celia Hart Santamaría !! digna hija de padres héroes que como un río salido de madre nos dejó alelados con su apasionada energía. Horas después dejó nuestra patria para volver a la suya.
¿ Lo habré soñado ? compartí una mesa donde el compinche argentino del Che y la hija del guerrillero Armando Hart Dávalos compañero de lucha de Guevara en la Sierra Maestra se codearon.
Nos despedimos y al salir del lugar con la escultura en brazos y caminar se me antojó que las baldosas de la acera saludaban en mí al niño que 61 años atrás naciera en esa misma cuadra.
No había dado treinta pasos y ya solo en la semioscuridad la escultura me susurró al oído: “bien podrían los grupos de solidaridad con Cuba, pedir el video que filmo TEA y así disfrutar en cualquier provincia argentina lo que ocurrió aquí” y yo aunque lo creí genial le conteste con un ¿te parece? (bien argentino). Lunes 18 de Octubre 2004.
Toto
Escuela de Solidaridad con Cuba “CHAUBLOQUEO”
Museo “Ernesto Che Guevara”
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