Nuevo testimonio público sobre Iglesia Metodista y Dictadura en Uruguay. El 31 de julio en una tarde gélida del duro invierno que marca a ambas partes del Río de la Plata, unas cincuentas personas llegaron hasta el Museo de la Memoria de Montevideo para participar en la segunda etapa del Ciclo "Iglesia Metodista y la Dictadura en el Uruguay". En esta ocasión se entrevistó al pastor Oscar Bolioli y con mayor amplitud al pastor Ademar Olivera quien, ejerciendo el pastorado en la Iglesia Metodista en Duranzno, fue detenido y torturado bajo el Gobierno de Pacheco Areco -preámbulo de la dictadura- siendo finalmente recluido en el Penal de Libertad. La entrevistadora, Prof. Carolina Vallejo, centró el dialogo en la primera parte en torno al tema de la fe y el compromiso político en ambos pastores y como esto los llevó a transitar caminos de compromiso. Cada uno de los pastores partieron en de experiencias distintas. Olivera, desde el ámbito del interior del país, en su tierra natal, en la ciudad de Treinta y Tres. Una " fe ingenua " como lo expresa en su reciente libro "Forjando caminos de liberación" fue la que, al crecer en ella, le dio conciencia y compromiso cuando empezó a participar en la Iglesia Metodista siendo joven en la ciudad de Florida. Como expresa en su libro " el mensaje de cada domingo queda grabado en mi memoria y en mi corazón". Esta conciencia y compromiso le llevó a asumir opciones políticas que se hicieron concretas y se plasmaron, luego de su liberación a integrarse al SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia) en 1981. También Olivera narró que en libertad condicional, dos años más tarde, decidió participar, junto con otros dos sacerdotes católicos en un ayuno de protesta por el recrudecimiento de la represión. Ese ayuno conmovió la opinión pública y puso muy nervioso al sistema en el poder. Bolioli planteó que el ejemplo del Jesús histórico lleva a privilegiar la fe y el compromiso por el ser humano y su derecho de vivir una vida plena y justa. Es ese compromiso con el hermano y hermana que impulsa a transitar en lo político como un instrumento que posibilite alcanzar las condiciones para una vida plena. El entrevistado colocó al profeta Jeremías como una fuente de inspiración para los pastores en la dictadura. Explicó que en medio del exilio babilónico, Jeremías llamó a edificar, tener hijos, plantar viñas, interpretándolo como un "a pesar de".... "y no dejarse anular, hay que construir el mañana. La fe nos lleva a ver la noche y la crisis de otra manera" También esa postura –dijo Bolioli- evita "No caer en la tentación que no se puede hacer nada" porque esos tiempos "son de hacer cosas distintas, es riesgo inteligente. Cuando todo se cierra hay un espacio interno para construir, crecer y fortalecer una conciencia crítica, dar instrumentos al otro para no ser destruido, abrir ventanas, crear espacio para el que su dignidad le fue quitada". En la conversación, conducida por la investigadora Carolina Vallejo, se clarificó que entro de ese marco fue donde se plantearon situaciones en las que esa fe se fue transformando en hechos. En Olivera fue ser pastor a sus compañeros de prisión Su calidez humana produjo situaciones conmovedoras, como aquella en que un compañero ateo le pidió que orara por el y aun recuerda cada palabra de esa oración. Otro de esos momentos fue la celebración de la eucaristía el domingo de Resurrección, sin los elementos habituales de pan y de vino, con las manos vacías, donde se mezclaban creyentes y no creyentes en ese inmenso valle de sombras que era la prisión. De otra forma, por estar en lugares y funciones distintas, Bolioli se responsabilizó de concretas acciones solidarias consiguiendo los medios que facilitaran la salida del país a quienes se sentían que no tenían mas espacio o su vida corría peligro. Bolioli detalló el proceso de negociación que la IMU produjo en 1978, con la ayuda del Colegio de Obispos Metodistas de EE.UU. en la persona del Obispo James Amstrong. La negociación llevó a involucrarse al Departamento de Estado y su embajador Petzzulo como intermediarios entre la IMU y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Dictadura, procurando el cambio de las condiciones de los prisioneros, la visita religiosa de los mismos y el apoyo a sus familiares. La discusión llego hasta el General Rapela, hombre clave de turno de la dictadura. Derecho que concedieron pero que nunca implementaron. Fue un momento donde se marcó claramente un espacio para la Iglesia Metodista en la ayuda a los familiares un año más tarde. La reunión cambio de tono cuando el dialogo se abrió a los participantes con preguntas existenciales difíciles de contestar·. Algunas de ellas fueron los interrogantes de "Como se puede resistir en la tortura", "La imposibilidad de perdonar al torturador como lo veían otros". Al decir de Bolioli "Se creó un rico diálogo que llevó a otras preguntas y también a silencios, porque los temas estaban cargados de emoción, sensibilidad y de empezarse a asomar en la historia real de aquellos tiempos que para algunos no tuvieron la edad para vivirlos" Un toque especial, adecuado para ese encuentro, fue la música y el canto de tangos en la voz de Ignacia Méndez, conocida como "Noelia", quien fue la intérprete vocal del CD de tangos "Tenemos Esperanza" recientemente nominado por Grammy Latino como el Mejor Album Cristiano en español. En el Ciclo Iglesia Metodista y la Dictadura en el Uruguay, la tercera entrevista será el 28 de agosto que girará en torno a la reconstrucción de las personas, el retorno del exilio después de la dictadura y la participación de la Iglesia Metodista en ese proceso. Elbio Ferrari, Director del Museo de la Memoria de Montevideo, es un diligente y entusiasta promotor de este Ciclo quien, además de mostrar su satisfacción por las entrevistas, ofreció un espacio permanente en el Museo sobre el rol de la Iglesia Metodista en esos tiempos. + (PE) PreNot 9031 100812 Agencia de Noticias Prensa Ecuménica 54 291 4526309. Belgrano 367. Cel. 2914191623 Bahía Blanca. Argentina. www.ecupres.com.ar asicardi@ecupres.com.ar |