miércoles, 13 de octubre de 2010

Arquitecto argentino Rebelde Chau columna cubana Rodolfo Livingston Baracoa Fidel Lenin

Livingston Hemingway.jpg

 

Miguel Abuelo músico argentino escribió alguna vez “Nos esperan tiempos difíciles;  amar es urgente”.   Rodolfo Livingston tomó la frase y la enmarcó en su libro “Cuba Existe es Socialista y No está en Coma”.   Eladio González  toto

 

De: rodolfus@gmail.com [mailto:rodolfus@gmail.com] En nombre de Rodolfo Livingston
Enviado el: Miércoles, 13 de Octubre de 2010
Para: Toto Eladio Gonzalez
Asunto: PEQUEÑA HISTORIA PERSONAL

 

Nota 121. Hasta pronto.........................................................31-1-04

 

Queridos lectores de Juventud Rebelde:

 

Me despido hoy de   este lugar que ocupo todos los sábados  desde hace dos años y tres meses. Fueron, en total,  120 notas, convertidas en dos libros, por iniciativa de mis editores. Los libros  son “Anatomía del sapo y otros asuntos”, que será presentado  el próximo 6 de febrero en la  feria del libro en La Habana, (donde es posible que asista) y “Licencia para opinar”, que reúne las notas del año 2003.

 

 Siempre me sentí muy bien en Juventud Rebelde y sé, por las cartas recibidas, que son muchos los lectores que aprecian mis reflexiones y mi humor inevitable. ¿Por qué “me voy” entonces? Por dos motivos .

 

Uno de ellos es que veo aproximarse el imaginario veril que me separa de algo que nunca he hecho, ni quiero hacer: escribir la columna para “zafar”, como decimos los argentinos, es decir, solo para cumplir con el compromiso. 

 

Hasta hoy semana tras semana intenté con entusiasmo mejorar al máximo mi trabajo, aunque los resultados  no hayan sido parejos. Siento que se cumplió un ciclo. Es posible que más adelante escriba una serie de  notas sobre mi tema específico - la vivienda - y quizás alguna crónica “irreprimible”, cada tanto.

 

El otro motivo para dejar la columna es el escaso papel disponible para la prensa cubana frente a la cantidad de periodistas  brillantes que terminan allá sus estudios y podrían contar con un lugar como este.

 

Y ahora un poco  de “raconto”, pues toda despedida, aunque no sea definitiva, remite al principio Tres fueron mis épocas cubanas:  Baracoa (1961-1963, ) el Arquitecto de la Comunidad (1991-2000)  y  Juventud Rebelde.( 2001-2004) En Cuba cada final es un principio. Cuando un periodo de nuestra relación se termina, hay alguna arañita por allá que me arroja su tela y todo vuelve a empezar.

 

Hace 43 años pisé por primera vez el aeropuerto antiguo. De  una repentina ola de calor tropical emergieron dos milicianas con ametralladoras y guitarras, después la foto de Lenin, con la hoz y el martillo, en la penumbra de un cabaret.

 

Esas fueron las primeras imágenes de una Revolución diferente a todo lo conocido. Y me enamoré. El amor es inexplicable. Según Julio Cortazar es “ un rayo que te parte y te deja estaqueado en  la mitad del patio”.

 

Así fue. Me enamoré  del lagarto verde, de Fidel y de su fuerza increible, de la fusión  entre  política y  sentimientos, del valor, de la dignidad, de la alegría, de la música, de los pioneritos y también de todos los absurdos, del realismo mágico, que no inventó García Marquez, sino ustedes.

 

En fin, me enamoré de un país, una novia inmortal. Quizás yo muera alguna vez (aunque no estoy muy seguro), pero mi novia no. 

 

Y mi amor tampoco.

 

Hasta pronto.              

 

                                                                                                             Arquitecto   Rodolfo Livingston