Diario de Trelew - Conferencia de prensa en Trelew:
En un encuentro que combinó abogacía, militancia, historia pura y hasta alguna discusión entre los protagonistas, el Hotel Touring Club de Trelew fue escenario de un seminario de formación para periodistas sobre juicios por delitos de lesa humanidad. La idea fue preparar a la prensa para la cobertura de las audiencias orales y públicas por la Masacre de Trelew, desde mañana en Rawson. Luego hubo conferencia de prensa de familiares de los 19 presos políticos fusilados. La charla la presidieron el fiscal federal Fernando Gélvez –protagonista de la reapertura de la investigación-; el abogado de Trelew Eduardo Hualpa, representante de 10 familias de las víctimas y Alicia Bonet, viuda de uno de los fusilados, Pedro Bonet. La mujer llegó desde Francia para el proceso y nunca dejó de seguir la causa. También aportó un integrante de HIJOS. Hubo mucha concurrencia, especialmente de jóvenes militantes llegados desde Capital Federal. Para mañana se espera el arribo de al menos 200 personas más. Si se suma la concurrencia local es de imaginar que el recinto estará lleno: tiene 412 butacas. Todos pudieron llevarse folletería acerca del Programa Memoria y Movimiento, que depende de la Secretaría de Comunicación Pública de la Nación y que organiza estos eventos de difusión de los juicios de lesa humanidad. Se vio a la directora de la película "Trelew", Mariana Arruti. El film se repartió gratis entre la concurrencia y su creadora cedió sus derechos para que se distribuya y se exhiba en toda la provincia. Además se distribuyeron libros de fotos.
La apertura fue de Gélvez, quien recordó una reapertura de la causa que debió hacerse "desde cero" y fue "muy dificultosa" debido a la casi nula colaboración de la Armada Argentina y la desaparición de documentación clave, como la investigación oficial acerca de la balacera, que los militares nunca aportaron.
El fiscal aclaró que durante el juicio, el tribunal de Comodoro Rivadavia deberá definir si se trató de un crimen de lesa humanidad. Es que pese a toda la evidencia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación no se pronunció al respecto y dejó esa calificación legal a cargo de los jueces chubutenses. Esta calificación permite que el delito no prescriba por el paso del tiempo. Gélvez coincidió con que se trató del primer caso de represión ilegal en Argentina.
Bonet marcó un contrapunto al admitir que "me llaman la atención las palabras del fiscal" en cuanto a la falta de documentación para reconstruir la madrugada de fusilamientos. La viuda de Pedro recordó que a la semana del hecho denunció al Estado argentino por los asesinatos. "Los jueces ordenaron la autopsia de mi esposo, que explica en detalle dónde recibió los balazos de metralla y un tiro en la cabeza horas después de las ráfagas".
La mujer mostró los papeles que avalan sus dichos y recordó que Carlos Camps, María Berger y Ricardo Haidar –los tres sobrevivientes-, "relataron lo que sucedió y así se supo exactamente la realidad". Pero Gélvez aclaró que en realidad, la Justicia Federal de Rawson pidió mucha documentación "y no estaba en los juzgados donde debía estar". Aún así concedió a la viuda que los dichos de los sobrevivientes están incorporados a la causa, al igual que los libros de Paco Urondo y Tomás Eloy Martínez, "La patria fusilada" y "La pasión según Trelew", respectivamente. "Que no haya duda de que todo será de mucha utilidad pero es cierto que lo que se pidió no apareció y tendría que estar", insistió.
En cuanto a la extradición frustrada del teniendo Roberto Bravo, se dijo que hay una chance de que el Ministerio de Relaciones Exteriores insista con el pedido. "Si el juicio de mañana tiene condena, el Estado argentino tendría argumentos de mucho más peso para la solicitud", consideró Gélvez.
A su turno, Hualpa advirtió que pese a la expectativa, "ninguno de nosotros tiene experiencia en una causa así". Y pidió que todos cumplan su trabajo con responsabilidad "para no perder la oportunidad de que un tribunal diga lo que queremos escuchar".
Con aquella denuncia de Alicia, el querellante aclaró que "con el tiempo las causas civiles prescribieron". En tal sentido, Hualpa se mostró convencido de que hay papeles que la Armada oculta. "Si aparecieron las conclusiones del sumario significa que el resto existe". Y por eso aclaró que pese a "a todos los testimonios históricos que hay, nuestro problema será convertirlos en algo concreto y en información útil y válida para el proceso". Es que por más que esté registrada la palabra de los sobrevivientes, relatos ricos en detalles, no se trata de versiones oficiales ante la justicia.
La conferencia aclaró que a excepción de Marandino, los otros 4 imputados llegan en libertad al juicio. Pero todos debieron informar un domicilio a no más de 30 kilómetros de Rawson. Si no están presentes mañana los buscará la Policía. Justamente, según el fiscal federal, Marandino fue el único de los acusados que colaboró con la justicia y confesó los fusilamientos. "Pero para mejorar su posición negó haber disparado". En cambio, "el resto se mostró convencido de lo que hicieron y no mostraron ningún signo de arrepentimiento".
El mejor cierre fue de la visitante: "Para mí no pasaron 40 años. Para mí esto fue ayer y las fotos que tengo en la memoria no son amarillentas, por eso recuerdo todo con claridad y facilidad".
Comienza el juicio a los fusiladores de dieciséis presos políticos
Un día histórico en Trelew
Luego de cuarenta años, hoy se inicia el proceso contra los cinco represores, que se encuentran en libertad. Ayer, familiares de las víctimas y militantes de organizaciones políticas y de derechos humanos recorrieron la base Almirante Zar.
Alicia Bonet, mujer de Rubén Bonet, habló ayer en el acto en la base Almirante Zar, en Trelew.
Por Alejandra Dandan
Casi cuarenta años después, los fusiladores de los dieciséis presos políticos asesinados el 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar de Trelew comenzarán a ser juzgados a partir de hoy por esos crímenes. Las mujeres, hijos y hermanos de aquellos militantes llegaron a la provincia de Chubut para participar del proceso y como en una especie de inicio ritual ayer recorrieron el mismo camino que ellos hicieron en esos días. Abrazados, unidos, muy juntos, como dijeron salieron desde la cárcel de Rawson, pasaron por el aeropuerto y luego entraron en la Base Naval. Es muy emocionante esto porque para nosotros no pasaron cuarenta años , dice Alicia de Bonet, la mujer de Rubén Bonet, dirigente del ERP, uno de los fusilados. En lo que vivimos no hay rupturas de tiempo, ni distancia. Hay continuidad, porque nunca bajamos los brazos en la lucha por la justicia, es la continuidad que se interrumpirá cuando logremos empezar a ver la salida del túnel, cuando comience este juicio. Durante el fin de semana fueron llegando hasta la ciudad familiares, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas. Llegó Raquel Camps, la hija de Adrián Camps; también Luis Lea Laplace, hermano de Clarisa; Guido Quieto, hijo de Roberto, e Hilda de Toschi, esposa de Humberto. Llegaron también madres de Línea Fundadora, Familiares de Detenidos Desaparecidos e Hijos, representantes de La Cámpora y del Movimiento Evita. A ellos se sumó el subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, y Marcelo Duhalde, que encabezaron un homenaje a Eduardo Luis Duhalde, el fallecido ex secretario de Derechos Humanos , uno de los abogados que llevaron adelante las tensas negociaciones por la liberación de los presos y las del primer grupo que logró aterrizar en Chile. Uno de los que estaban en el vuelo de los que sobrevivieron a la fuga de la cárcel fue Fernando Vaca Narvaja, ex dirigente de Montoneros que también está en Rawson. Pasaron casi cuarenta años y quizá sea un poco tarde, pero el juicio es muy importante, dijo ayer. Después del fracaso de la segunda fuga, cuando diecinueve compañeros quedaron retenidos en la base Almirante Zar, Pedro Bonet y Mariano Pujadas pudieron hablar con algunos periodistas y advirtieron que pedían garantías a la Justicia para que no se repitiera lo que había pasado con los obreros de la Patagonia Rebelde, recordó. Esa será una de las reconstrucciones que empezarán a escucharse en el juicio a los cinco marinos encargados del fusilamiento: son los capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio del Real; los capitanes de navío Rubén Paccagnini y Jorge Bautista y el cabo Carlos Marandino. Sosa era segundo jefe del Batallón de Infantería Marina de la base, la persona que dio su palabra de honor en el aeropuerto y prometió que los presos iban a ser devueltos a la cárcel de Rawson y una de las personas que en la madrugada del 22 de agosto recorrieron el pasillo de las celdas dando los tiros de gracia. Del Real y Morandino son dos de los fusiladores. Paccagnini era el responsable de la base y jefe directo de ellos. Y Bautista hizo el sumario que respaldó la versión del intento de fuga. No son todos los responsables. Guillermo Roberto Bravo es uno de los fusiladores que siguen en libertad en Estados Unidos porque un juez de Florida no aceptó la extradición, al considerar que era una causa política . Y Horacio Mayorga, que fue quien ordenó el traslado del aeropuerto a la base Almirante Zar, no será juzgado porque está con un cuadro de ACV.
Alicia ahora repite los nombres de quienes sí serán juzgados, uno por uno. Todavía no puede creerlo: el sábado, durante una conferencia de prensa, se enteró de que ninguno de los cinco acusados llegará al juicio detenido. Para nosotros fue una desagradable y terrible sorpresa dijo: cuando nos enteramos nos cayó como una paliza, quedamos todos sin palabras, ahora ellos deberán presentarse personalmente y sólo si no se presentan la Justicia los debe ir a buscar.
El juicio, que se extenderá durante tres meses, tendrá audiencias todos los días de esta semana. Se hará en el Teatro José Hernández de Rawson. Estará a cargo del Tribunal Federal de Comodoro Rivadavia, integrado por Enrique Guanziroli, Pedro de Diego y Nora Monella. Los fiscales son Horacio Arranz y Fernando Gelvez.
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