Con copias a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
PERMUTO BEBE DE UN AÑO POR DEPARTAMENTO DE UN AMBIENTE CON BALCÓN
Habíamos comprado un departamento de un ambiente con balcón al contra frente en la
calle Lavalleja. Fuimos Irene y yo a limpiarlo un día de fin de semana. Llevamos a nuestro
primogénito Demián Rafael de un año de edad. Irene se iba a encargar de la cocina y el
horno, con aerosoles desengrasantes y para que no le haga mal al nene me dijo: “tenelo
vos, y mientras barré el balcón”. No era muy grande el balcón, rectangular con paredes
de mamposteria a ambos laterales, la baranda metálica del balcón estaba empotrada en
esos laterales de ladrillo. Apenas pasé al balcón con Demiancito le tomé la cabeza y
empujándola probé su tamaño con respecto a los barrotes. Una prueba, dos con el barrote
de al lado, tres...., lo mismo la cabeza no pasaba, asi que no podía ocurrir nada.
foto – sonríe (meses antes de la casi
Tragedia) el hombre joven que barrería el balcón. Alza orgulloso a su Demiancito Rafael.
Me despreocupé de que sufriera algun accidente pues no había ni sillas, ni macetas a donde
él pudiera trepar y caerse hacia fuera. YO TENIA PLENA CONCIENCIA DE QUE ESTABAMOS
EN UN 4º PISO Y DE QUE LOS NIÑOS NO CONOCEN EL PELIGRO. Me puse a barrer y lo hice
minuciosa y metódicamente como es mi estilo, perdí la noción del tiempo transcurrido.
Solamente me acompañaban mis pensamientos y como fondo la voz de Demiancito que no
cesaba de parlotear sus incomprensibles gorgoreos (yo lo había bautizado cariñosamente
“gorgorito”). En un momento dado, me doy vuelta miro y veo que el nene ya no está de mi
lado, sino del otro lado de la baranda del balcón. Me lanzo hacia él, me asomo, con una
mano lo aplasto contra la baranda y con la otra lo aferro de un brazo, mi otra mano deja de
aplastarlo y lo sujeta por el torax por bajo la axila, alli lo levanto y lo entro al balcón.
Lo aplasto contra mi pecho y me desplomo sentado contra la pared, temblando y llorando
desconsolado. No se cuanto tiempo pasó, tal vez tres minutos, cuatro, no sé. Cuando logré
recomponerme un poco, me paré y sin soltar al nene por nada entré al único ambiente,
golpeé la puerta de la cocina donde se había encerrado Irene y cuando abrió le dije:
“Ya nos vamos de aquí y no vuelvo en mi vida. No quiero pisar más este departamento.”
Enterada Irene de lo ocurrido, fuimos hasta el balcón y le mostré como la cabeza del nene
no pasaba por entre los barrotes. Era un enigma para mí como había logrado pasar del
otro lado, le dí el nene a ella y revisé minuciosamente la baranda. Cuando llegué a uno de
los extremos encontré la explicación. El albañil que había empotrado la baranda, lo había
hecho sin respetar las distancias y de esa forma habia cuatro centímetros más de espacio
entre el último barrote y la pared, mientras que del otro extremo de la baranda, el espacio
entre barrote y pared era cuatro centímetros menor que el espacio entre barrote y barrote
(que es fijo y para eso esta hecho).
Demián en su cumpleaños (ó vuelta a nacer
tras el horroroso episodio del balcón) su amiguito Eduardo Vicente lo abraza. Foto - Toto
Demiancito había metido su cabecita, luego su cuerpito y había ido caminando muy campante
agarrado de los barrotes soportados sus piecitos, por la especie de alero que los balcones
prolongan por debajo de las barandas algunos centímetros. ¿ Que sabe un bebé de un año
de vértigo ? Aunque hoy este vivo, saludable, he quedado marcado por siempre. Es un
sentimiento horrible el que me invade cuando de tanto en tanto vuelvo a tomar conciencia de
lo cerca que estuvimos de perderlo. Y es tan doloroso ese sentimiento de angustia que mi
propia mente libra combates con ella misma, y hasta pone en dudas por instantes, si realmente
todo esto ocurrió. Ocurrió, aunque mi espíritu trate de no aceptarlo. Pero se trata de que no
vuelva a ocurrir nunca, que se corra la voz mediante organizaciones dedicadas a la accidentologia,
especialmente la hogareña, que se les plantee a las adolescentes antes de que queden embarazadas.
Por sus propios hermanitos. Para no verlos morir delante de sus propios ojos. Que los periódicos
y medios de comunicación también asuman esta tarea tan importante que es la de salvar vidas.
Aquí no hay una enfermedad terminal, o sí.
el bebé equilibrista y Manuel, el hermanito que pudo llegar a conocer.
Es “terminal” el riesgo de que una criatura, un bebe no este amparado por ese mayor que tiene
al lado, sea padre, madre, tio o hermano, porque no hay cultura , no hay información, no hay
difusión sobre “espere lo inesperado” el accidente que puede ser causa de muerte o lesiones
gravísimas. Conversen mucho esto las madres y los padres, que los accidentes hogareños y las
experiencias ocurridas se utilicen en las reuniones familiares o sociales y en vez de comentar
cuanto tardaron, cuanto le pusieron para llegar de Mar del Plata a la Capital, o cuanto gastaron
de combustible, quien ganó o perdió al futbol, hablen de la protección a la vida. Pensemos en
los demás, Patria es Humanidad. Nos debemos al semejante, a la humanidad por haber nacido
dentro de ella. Actuemos. Han pasado treinta y tres años de aquel inolvidable día del balcón y
hoy en Octubre de 2012 compruebo horrorizado, caminando por cualquier calle de cualquier
barrio que el diseño de las barandas de los balcones cambió radicalmente. Antes los barrotes
eran verticales, hoy la “moda” es instalar barrotes horizontales y así dejan librado al azar, el
que un niño pequeño que llega de visita a casa de sus abuelos, tíos ó amigos de sus padres,
se tiente a trepar por esa bella escalera que conforman los tres ó cuatro barrotes paralelos y
se desplome al vacío. No se precisan ni sillas, ni macetas cómplices para que ocurra la tragedia
las barandas de ¿¿¿¿ protección ¿???? así diseñadas, son una invitación, una apología al
despeñamiento. Ruego a quien esto lea se lo reenvíe a constructores, arquitectos, ingenieros,
y organizaciones que velen por la vida de los demás. Ruego a los medios de comunicación que
publiquen esta experiencia que puede salvar tantas vidas. Ruego que los canales de televisión
me inviten para poder ampliar mis criterios, ampliamente documentados y convincentes.
Todo por la vida, todo por la prevención. Evitamos la tragedia familiar, que es tragedia barrial
y es tragedia de la humanidad. Se puede evitar, si no lo hacemos …..
SEREMOS CÓMPLICES POR OMISION.
Eladio Gonzalez Rodriguez , Toto. Este es un aporte a la verdad que te brinda
el Primer Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara"
de calle Rojas 129 Capital, Caballito, Argentina. telfax 4-903-3285 email: museocheguevara@yahoo.com.ar
SI LOS DESTACADISIMOS PROFESIONALES, QUE LLEGAN DESDE EL MUNDO A APORTAR SU EXPERIENCIAS
A ESTE FORO DE ARQUITECTOS, CON LA INTENCION DE “MEJORAR LA VIDA EN EL PLANETA” RECIBIERAN EN
MANO ESTE APORTE, FRUTO DE MI DOLOROSA EXPERIENCIA, TAL VEZ PUDIERAN DIFUNDIR A NIVEL MUNDIAL
ESTE ALERTA EN SEGURIDAD Y ACCIDENTOLOGIA INFANTIL. Muchísimas gracias al que lo concrete.
Eladio González toto
De: tallerurbanoradio@gruposyahoo.com.ar [mailto:tallerurbanoradio@gruposyahoo.com.ar] En nombre de taller urbano
Enviado el: martes, 09 de octubre de 2012
Invitacion al 4to Congreso Internacional de Arquitectura y Ambiente
De: flacam <ivanreimondi@fundacioncepa.com.ar>
Asunto: Invitacion al 4to Congreso Internacional de Arquitectura y Ambiente
El Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales/ Fundación CEPA y La Universidad Nacional de La Plata/ Facultad de Arquitectura y Urbanismo, los invitan a participar de tres días de calidad intelectual junto a los más destacados expertos sobre sustentabilidad de América y España. Las Conferencias estarán a cargo de eminencias como:
Como asistente podrás conocer los pensamientos de cada uno y sus proyectos para mejorar con responsabilidad nuestra forma de vida en el planeta. Además, podrás debatir, opinar y reflexionar sobre la sustentabilidad en ámbitos sensibles como la arquitectura, la ciudad y el territorio. Disertarán sobre:
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