miércoles, 30 de mayo de 2007
Botánica el Jardín de Cienfuegos Cuba
CUBA POR DENTRO
El Jardín Botánico de Cienfuegos
JESÚS RISQUET BUENO
10 de junio
edigital@trabaja.cip.cu
El Jardín Botánico de Cienfuegos está considerado como uno de los más ricos del Continente Americano por la riqueza de sus colecciones. Lo encontramos ubicado en áreas aledañas al actual Central Pepito Tey, a unos 15 Km. de la ciudad de Cienfuegos, la Perla del Sur, en la carretera que conduce hacia la Villa de Trinidad, en la vecina provincia de Sancti Spíritus.
Se dice que en esta joya del verdor cubano la ciencia sale al encuentro de los visitantes en forma de familias botánicas, con géneros y especies variadas. Vale destacar que es la única institución de su tipo que ostenta la categoría de Monumento Nacional en el país.
El Jardín Botánico de Cienfuegos es único por lo pintoresco de su ambientación y las peculiaridades de su entorno. Muestra en sus 97 hectáreas de superficie, enormes jagüeyes, leguminosas y bambúes, así como una extraordinaria colección de palmas que es considerada una de las diez más completas e importantes de América y el mundo.
Su fundación se remonta a la segunda mitad del siglo XIX cuando un inversionista norteamericano, radicado en Cuba, adquirió las propiedades de un antiguo central azucarero, cuatro y media hectáreas, con el propósito de fomentar un centro de investigaciones botánicas cuya finalidad sería el mejoramiento de las variedades de caña de azúcar existentes y la posibilidad de obtener nuevos resultados en la producción de azúcar.
A inicios del siglo XX comenzó a funcionar oficialmente el jardín con la denominación de Harvard Botanical Station for Tropical Research and Sugar Cane Investigation (Estación Botánica de Harvard para la Investigación Tropical y de la caña de azúcar). Esto ocurrió en el otoño de 1901 y durante sus dos primeras décadas fueron introducidos muchos árboles, arbustos y una gran cantidad de ejemplares provenientes de diversas regiones de todo el mundo.
Edward Atkins, que así se llamaba su fundador, traspasó su dirección a la Universidad de Harvard en el año 1919. Pues ya tenía gran valor como institución científica y reserva de la flora.
Allí crecen la Ceiba de Colombia, la rosa de Brasil, el laurel de La India, una extensa variedad de plantas medicinales cubanas y de otros países, cactus de Perú y México, entre otras especies.
En el año 1960 Harvard, con sus investigadores, abandonó el país y el jardín pasó a ser administrado por el Ministerio de la Industria y la Universidad Marta Abréu de Las Villas.
De cuatro y media hectáreas con que contaba en el momento de su fundación, creció hasta las 97 hectáreas con que cuenta en la actualidad; de ellas, 7 están cubiertas por una reservada área boscosa natural.
En la actualidad el Jardín Botánico de Cienfuegos es una dependencia del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente y en su amplia extensión viven más de 2 mil especies de plantas, en su mayoría arbóreas, representando 688 géneros, de 195 familias. Aproximadamente el 70 por ciento de los ejemplares son exóticos.
De América hay frondosos laureles y varias leguminosas, de África tropical existe una palma que florece cada cuarto de siglo. Se destacan allí además 23 especies de bambúes, 65 de jagüeyes y 280 especies de palmas así como las de medicinales y frutales, entre otras.
La institución cuenta con instalaciones para la realización de investigaciones muy útiles en el quehacer científico de la nación.
Miles de turistas visitan cada año el Jardín cienfueguero, que constituye una gran atracción para los interesados en observar detenidamente la naturaleza viva, en un entorno cubanísimo, lleno de tranquilidad, aire fresco y relajante.
El Jardín Botánico de Cienfuegos fue declarado Monumento Nacional el 20 de octubre de 1989.