miércoles, 30 de mayo de 2007

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FRENO POPULAR A LA DESMALVINIZACIÓN
(I)
Los fríos y contradictorios actos conmemorativos
del 25 aniversario de la Gesta de Malvinas, moviliza la conciencia patriótica del pueblo argentino

20/V/07 Por Enrique Oliva
Las bases populares argentinas han quedado muy molestas con los actos de recordación de la Gesta de Malvinas. En especial los veteranos de esa guerra contra todo el mundo colonialista y los familiares de caídos que reposan en suelo y mar criollos mirando hacia el continente.
El compromiso constitucional ha pasado con más pena que gloria. En cambio en la Gran Bretaña las celebraciones del “triunfo” imperial es motivo de muchos festivos eventos que se prolongarán por todo el año 2007. En ningún momento se menciona en medios de la Pérfida Albión la indecente palabra colonialismo, símbolo de racismo, de raza superior.
Londres y sus aliados se vanaglorian de una victoria parcial de la prepotencia sangrienta contra una nación menor, lograda con el apoyo de otras grandes potencias pero no de los pueblos del mundo, incluido al propio inglés. El aparato ultrabelicista de los medios de difusión en general de los empresarios de prensa no consiguió la adhesión popular, No se registró durante el conflicto ni una sola manifestación callejera a favor del operativo anglosajón pero si cotidianas y masivas muestras públicas de condena a la acción colonial de las multinacionales. Banderas inglesas fueron quemadas y ninguna argentina.
Mención especial se acreditó por su posición durante el conflicto la colectividad británica en nuestro país. Aquí y en la Gran Bretaña se expresó a favor de Malvinas argentinas.
Debemos terminar con la “política del paraguas”, pues si no se habla de soberanía, para qué reunirse, cuando Londres lo hace para sacar más ventajas. Si seguimos así, nos pasará como a los españoles que llevan más de tres siglos reclamando parte de su suelo, porque Gibraltar no es una isla sino que está unida a Andalucía y la “frontera” es un portón, una tranquera. Durante la Guerra de Malvinas, las calles de ciudades y pueblos hispanos coreaban: “gobierno gallina, imiten a Argentina”. ¿Alguien quiere que se diga lo mismo de nosotros por siglos?

Un pueblo en defensa de su dignidad
Los bochornosos actos referidos a la Gesta del 2 de Abril han impactado en los argentinos despertando el fuego de la indignación por la mancha en su honor que significa el mantener parte de su territorio pirateado.
Distintos grupos en todo el país se están organizando para una ofensiva contra la desmalvinización. Las propuestas para accionar no se limitan solo al hasta ahora inútil ámbito diplomático, ni tampoco por medio de las grandes corporaciones internacionales, todas dominadas por el imperio anglosajón, desde la ONU para abajo.
Medios para combatir la desmalvinización abundan. Hay otras armas para dar batalla pacíficamente. Lo derrotista es la pasividad, el consentir por el silencio. Reclamar con un discurso en la Asamblea de las UN es tan estéril como cuando se publicitan pedidos a las grandes potencias de eliminar las subvenciones al agro cuando ellos nos exigen libre comercio.
La primera y principal tarea a encarar es mantener viva, día a día, la memoria permanente de que las Malvinas son argentinas y esto debemos tenerlo a la vista en todas partes, en especial en escuelas, colegios y oficinas públicas. Ya se diseñan “mariposas”, esos pequeños impresos adhesivos, fáciles de llevar y pegar sin dañar las paredes. También para poner en sobres de correspondencia.

De la misma forma, piensan, puede popularizarse un boicot a la compra de productos británicos, a la utilización de sus bancos especuladores, como el no concurrir a cines que pasen películas inglesas.

En sucesivas notas iremos haciendo públicos los planes de los grupos movilizados contra la desmalvinización. Los planes están en marcha. Las propuestas son infinitas pues la imaginativa creatividad popular es inagotable.

Así, sin violencias, se golpeará duro al bolsillo de las multinacionales, que “es la víscera más sensible del hombre” (¿recuerdan quién lo decía?). Si esto se extiende a Suramérica exigiendo la descolonización de Malvinas y la Guayana en manos francesas, esperan obtener impactos positivos.
El momento es favorable ante los conflictos que genera tanto odio en el mundo al colonialismo de las multinacionales por la sangre vertida en pueblos por la “desgracia” de poseer petróleo. Los hormigueros pateados están respondiendo y complicando la expansión imperial, donde hasta los niños se inmolan como suicidas para obligar el retiro de los ocupantes. La alta y sofisticada tecnología para matar no puede combatir ese tipo de guerra y comienza a admitirse la derrota. El Congreso norteamericano, presionado por el pueblo que en cierto modo representan, está dispuesto a admitir el fracaso y le cortan los víveres al presidente Bush y sus halcones. Es decir, no están en condiciones de soportar otra dolorosa herida de desprestigio y desmoralización interna como el irreparable caso de Vietnam, por defender al colonialismo. La realidad de la situación internacional la ven favorable.
“Presionarán respetuosamente en todos los estratos estatales, señalando a quienes actúen u opinen como cipayos en pro de la desmalvinización de nuestras conciencias”. Así lo sostienen.
El batallar continúa por otros medios. Malvinas es la principal bandera de unidad para los argentinos y Suramérica.

URGENTE E IMPRESCINDIBLE: Exigir que los candidatos y partidos políticos que disputarán las próximas elecciones, se manifiesten claramente sobre el tema MALVINAS.