viernes, 20 de julio de 2007

Coma profundo durante 24 años Malvinas Hugo Presman Argentina













DESPERTANDO DEL COMA

Por Hugo Presman

Cuando el cable trajo la noticia que en Polonia Jan Grzebski despertó después de 19 años de coma, desde el programa radial EL TREN, nos propusimos encontrar el émulo argentino del obrero ferroviario polaco de 65 años. Padre de cuatro hijos, sufrió un accidente en 1988 al darse un golpe contra un vagón de un tren en marcha. Como consecuencia, dice Clarín del 5 de junio del 2007, perdió el habla, quedó sumido en coma y los médicos les dieron dos meses de vida. Cuando despertó, le presentaron los once nietos, conmoción menor que haber pasado de una Polonia comunista, con racionamiento, a un sistema capitalista con tantas tentaciones de consumo como excluidos. Jan dijo: “ Ya no hay colas a la hora de cargar combustibles. Hay tantas cosas en las góndolas que me mareo”

Hace unos días la búsqueda en la Argentina concluyó con éxito. Me encontré con Desiderio Gumersindo García que cayó en coma profunda en septiembre de 1983 Tenía entonces 19 años, había luchado en Malvinas, estaba casado y tenía un hijo de un año llamado también Gumersindo pero que su esposa Hortensia siempre llamó EL GUME. Hortensia ha cuidado de Desiderio en esto 24 años, apoyado por su hijo Donato.

Desiderio aún no conoce todos los detalles de lo sucedido en estas dos largas décadas. En su primera recorrida por Buenos Aires, todavía en sillas de ruedas, se sorprendió de los porteños conversando solos con un aparatito pegado a la oreja que le explicaron era un teléfono celular. No entendía como ese aparato minúsculo podía funcionar sin cables como los que el conocía. Lo mismo le pasó cuando preguntó como era posible que todos los empleados tuvieran un televisor mientras trabajaban. Le costó entender la explicación que eso era solo la pantalla de una computadora. Hizo un esfuerzo para recordar si había visto alguna computadora personal antes de caer en coma. Cuando le quisieron explicar lo de Internet, una expresión sorprendida y una mirada entre desesperada e incrédula impidieron continuar con la explicación.

Los médicos recomendaron que los hechos ocurridos durante su largo estado de coma le fueran comunicados a Desiderio Gumersindo García con prudencia y en dosis homeopáticas.

SIGUIENDO LOS CONSEJOS MÉDICOS(1)

Las primeras sorpresas recibidas lo volvieron a Desiderio aún más introvertido. Pero al final empezó a preguntar por sus compañeros en Malvinas. Tímidamente pidió encontrarse con algunos de ellos que seguramente habrían recibido el reconocimiento histórico y recibirían importantes pensiones como ex combatientes por la Patria. Fue necesario informarle con algunos eufemismos que hay más de cuatrocientos suicidados, que muchos los sobrevivientes mendigan y que la desmalvinización comenzó con Bigñone, siguió con Alfonsín y se intensificó con Menem con quién se enarboló las relaciones carnales con el principal apoyo de Inglaterra durante la guerra. ¿ Alfonsín le ganó a Luder? preguntó Desiderio. Sorprendentemente el radicalismo venció por primera vez al peronismo y llevó a juicio a tres Juntas Militares, le contesté. Y hubo una Comisión Investigadora y allá por 1985, junto a las sentencias el Presidente empezó a hablar del tercer movimiento histórico y de la economía de guerra, que era algo así como una economía contra el pueblo. Intenté explicarle la sublevación de Semana Santa, donde el torturador de La Perla, el Nabo Barreiro uso un regimiento de Córdoba como aguantadero, señal para que Coronel Aldo Rico se acantonara en Plaza de Mayo. Desiderio abría desmesuradamente los ojos. ¿ Y que pretendían los sublevados? preguntó. La Conadep y los juicios habían abierto la caja de Pandora del horror. Alfonsín, que era el único candidato con posibilidades que prometía juzgar a los máximos responsables, se encontró que en el Congreso, el senador Sapag había abierto la posibilidad de juzgar a todos los responsables del terrorismo de Estado, que hubieran cometidos crímenes de lesa humanidad. El Presidente intentó ante las convulsiones, retroceder y cerrar la posibilidad de seguir descendiendo en los niveles de responsabilidad para lo cual dictó la ley de punto final, que contra sus propósitos aceleró el accionar de los jueces. Los sublevados, conocidos como caraspintadas, varios de los cuales habían peleado bien en Malvinas, intentaban recuperar “el honor” de las fuerzas armadas que consideraban agredidas, para los cuales exigían que había que terminar con el proceso de enjuiciamiento. Alfonsín vendió, ante una Plaza colmada, la idea que había conseguido la rendición de los carapintadas sin haber concedido, cosa que fue desmentida por la realidad porque al poco tiempo envió al Congreso para su aprobación el proyecto de ley de la obediencia debida. Empezó ahí su caída que se exteriorizó en el enorme fracaso electoral en una fecha aciaga para los radicales como otro 6 de septiembre, ahora de 1987. El modelo de sustitución de importaciones estaba anémico y descuartizado. Ya el plan Austral, que le había permitido ganar ampliamente las renovación Parlamentaria de 1985, se había agotado, y su sustituto menor, el Plan Primavera, agonizaba. Hubo otros intentos de resistencia de Aldo Rico con sus consiguientes rendiciones.

Cuando se produjo un golpe de mercado, la “versión democrática” de los golpes de Estado, se desató la hiperinflación y los consiguientes asaltos a los negocios. La suerte estaba echada y Alfonsín presentó la renuncia seis meses antes del término de su mandato.

Desiderio solicitó que se interrumpiera el relato. Adujo que sentía mareos, lipotimia y una baja de presión. Decidí que había que seguir los consejos médicos, y que había exagerado la dosis de realidad.

MIRANDO BUENOS AIRES Y EL MUNDO(1)

Una semana después, volví a encontrarme con Desiderio. Ya se había recuperado de la sobredosis de la semana anterior. Fuimos al shopping, visitamos a gente que se encerraba voluntariamente detrás de muros o alambres que se llaman country, pedimos un delibery, hablamos con un familiar de Desiderio en España, a través de la computadora. Luego visitamos Puerto Madero. Desiderio estaba conmovido. No entendía esa mezcla obscena de riqueza y miseria. Los cartoneros y las nuevas torres, los carritos precarios tirados por caballos y las cuatro por cuatro, la gente pidiendo en las calles y los edificios inteligentes.

Cuando le comenté que el comunismo llegó a estar prohibido en Rusia, que en Polonia gobiernan dos hermanos ultra católicos, que hay una sola Alemania tras la caída del Muro de Berlín, que la Comunidad Económica Europea ya tiene 29 miembros y una moneda común, que en los países de la ex Unión Soviética, hay un capitalismo furioso, que los burócratas se quedaron con las empresas estatales, que China es la cuarta potencia mundial, que……. ¡Basta! Gritó Desiderio.

¡ Estuve en coma 24 años y me cambiaron el planeta!

SIGUIENDO LOS CONSEJOS MÉDICOS(2)

Los médicos aconsejaron que el menemismo le fuera explicado sucintamente a Desiderio, por las consecuencias que podría sufrir. Le empecé contando que los Bush ( padre e hijo) se habían dado el lujo de invadir Irak y las consecuencias más aberrantes de sus actos lo llamaron daños colaterales. Para evitar esos efectos no deseados, se omitirían en el relato a Desiderio las escenas más truculentas y actos de menemismo explícito.

Menem fue apoyado por la coordinadora y Alfonsín en la interna con Cafiero, porque lo consideraban menos peligroso y más fácil de derrotar. Ambos, Menem y Cafiero integraban con matices lo que se dio en llamar la renovación peronista. El riojano recorrió el país y se impuso en las internas un 9 de julio de 1988. En la campaña electoral nacional, enfrentó a Eduardo Angeloz, varias veces gobernador de Córdoba, quién proponía un programa liberal.

Menem postulaba volver al peronismo del 45. Prometió el salariazo y la revolución productiva. Tomar a sangre y fuego las Malvinas. Arrasó en las elecciones del 14 de mayo de 1989, ante el temor de vastos sectores de clase media que afirmaban que “ Si gana Menem me voy del país” Inmediatamente cambió a Perón por Bunge Born, a Evita por María Julia Alsogaray, se abrazó con el almirante Rojas y nombro a Álvaro Alsogaray como asesor. Ante cualquier crítica, denostaba al impertinente con la lapidaria frase “ te quedaste en el 45”. Anduvo a los tumbos, con una expropiación de depósitos y otra hiperinflación, hasta que en 1991 designó a Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economía. Se logró la ansiada estabilidad, con la paridad de un peso igual a un dólar, se abrió la economía, se privatizó y regaló las empresas estatales, se remató YPF, con el singular apoyo de un gobernador santacruceño y su esposa legisladora, se postuló y practicó las relaciones carnales con EE.UU. En los primeros años, el fin de la inflación y el acceso al crédito de los sectores medios y asalariados despertaron un importante entusiasmo que le permitió a Menem ganar todas las elecciones, reformar la constitución para habilitar su reelección con el apoyo de Alfonsín, que pocas semanas antes de firmar el pacto de Olivos, había afirmado que no veía los días que la pesadilla menemista concluyera.

Desiderio Gumersindo, el Gume, se apoltronó en su sillón y abrió la boca sin poder articular palabra. Era una situación similar a la de su prolongado coma. Con la mano hizo el ademán que continuara en la cronología. Le advertí que entrábamos en una película de terror. Menem fue reelegido, en medio de una población endeudada por las cuotas y abrazada al empate monetario. Las góndolas se llenaban de productos extranjeros, las fábricas cerraban, los ramales ferroviarios se levantaban y más de cuatrocientos pueblos quedaban aislados, los trabajadores despedidos ponían quioscos o se convertían en remiseros, mientras se enviaban dos barcos de guerra para colaborar simbólicamente con los bombardeos a Irak, Menem se ofrecía como mediador en el Medio Oriente y visitaba Israel. Volaba la Embajada de ese país en la Argentina y luego la AMIA. Más adelante la Fábrica de Río Tercero para ocultar el contrabando de armas. El país se cubría de entrega y negociados. Los empresarios favorecidos hacían votos de fe menemista, entre ellos uno joven y de buena presencia que se vio envuelto en casos de contrabando y contaminado por el olor de las cloacas de Morón. Era el hijo de Franco Macri, llamado Mauricio. Duhalde desde 1991 gobernaba la provincia de Buenos Aires a la que se desplazó con un aporte diario de dos millones, que constituía el Fondo de reparación histórico de las provincias a Buenos Aires, basado en la invasión provinciana en los tres cordones alrededor de la Capital. Esperaba ser el candidato a Presidente de 1995, pero el Pacto de Olivos lo frustró. A partir de ahí, sería la barrera más importante al deseo de Menem de seguir siendo reelecto.

Fue una época, que al calor del dólar barato, millones de argentinos se compraron la idea de que la esclavitud era la forma de entrar al primer mundo, que la entrega del patrimonio era la forma de acceder a la riqueza, que el endeudamiento obsceno se lo presentaba como la confianza en el país, y que la exhibición de los bienes imposibles de justificar, era una forma distinguida de ascenso y prestigio social. Una década infame a nivel latino americano con personajes impresentables como Carlos Salinas de Gortari, Alberto Fujimori, Collor de Mello, Carlos Menem, Jaime Bucaran, Jorge Batlle entre otros.

Desiderio pidió un vaso de agua y un café bien fuerte.

Los sectores que se alzaron contra la devastación menemista, formaron una Alianza encabezada por Fernando de la Rua y escoltado por Graciela Fernández Meijide, que junto a Chacho Álvarez constituían los valores emergentes de la época. Imagínese : el conservador De la Rúa, que fue el primer jefe de gobierno elegido por el voto popular de la Ciudad de Buenos Aires al frente del “ progresismo”. La única promesa que cumplió, la que le permitió ganar y luego salir en helicóptero por los techos de la casa de gobierno fue: “ Conmigo un peso es igual a un dólar”.

Desiderio pudo al fin articular un sonido y fue un grito gutural ¡ Basta por hoy!


MIRANDO BUENOS AIRES Y EL MUNDO(2)
Desiderio quiso mandar una carta a un amigo en España y otra para su émulo polaco Jan Grzebski. Se le explicó que eso era una antigüedad. Ahora todo se hace por correo electrónico, el conocido e-mail. Fue una larga explicación. Y dudo que la haya comprendido. Luego salimos a dar una vuelta. Se sorprendió de las motos y bicicletas, para las cuales parecen no existir normas de circulación, el tránsito enloquecido, las autopistas, los peajes, los locutorios y cyber- cafés, del diseño de los autos, de su equipamiento, del que todos los cafés tengan el televisor prendido, de la televisión por cable, de los mensajes de texto, de las máquinas de fotos digitales, de los músicos callejeros, de los chicos haciendo malabarismos en los semáforos, de la gente revolviendo las bolsas de basuras, de la medicina prepaga, de los call- centers . El ruido de la ciudad lo llevó a volver a recluirse en su casa. Y ahí se enteró del 11 de septiembre y los aviones chocando contra las Torres Gemelas, de la invasión a Panamá y Afganistán, la guerra de los Balcanes, el genocidio en África entre hutus y tutsis, el actual en Darfur, y para tranquilizarlo, en Medio Oriente todo está más o menos como cuando dejó de tener conciencia. Igual que el hambre que sigue siendo el arma de destrucción masiva más letal. Su cara se convirtió en una mueca cuando le informé que Bush invadió Irak argumentando mentiras y que fue reelegido

Chernobyl, el tsunami, Nueva Orleáns, el atentado de Atocha, los talibanes, el Consenso de Washington, el Sida, Cromañón, entre otros hechos evité comentárselo. Me acordé que los médicos habían prescripto dosis de realidad asimilables. Y para compensar le hablé de los aspectos positivos de Hugo Chávez, de Rafael Correa, de Evo Morales, de Néstor Kirchner, la fuerza de Lula para fortalecer el MERCOSUR. Y en la vida cotidiana se sancionó, en democracia, la ley de divorcio, el reconocimiento social de gays, lesbianas y travestis, se estableció en el ámbito de la Capital un registro de las uniones de personas del mismo sexo, se incorporó la educación sexual, se distribuyen preservativos en los hospitales, se discute cada vez con mayor intensidad la despenalización del aborto. Por otro lado los ciudadanos acosados por la realidad y los noticieros se atrincheran detrás de rejas, alarmas, guardias de seguridad privados.


SIGUIENDO LOS CONSEJOS MÉDICOS(3)

Los médicos le suministraron a Desiderio unas inyecciones de morfina. No creían como Menem que se podía hacer cirugía mayor sin anestesia. Y dijeron que más realidad podría volver a sumirlo en un estado de coma. Por eso apenas se le proporcionó un sintético cuadro de situación. El desbarranque y caída de la Alianza, la deflación, la implosión de la convertibilidad, el corralito, el 19 y 20 de diciembre, el corralón, las cinco personas que se alternaron en la presidencia en una semana, la devaluación, la peor crisis económica de la historia argentina, la presidencia de Eduardo Duhalde como bombero, Kirchner como candidato de descarte, el triunfo de Menem, el abandono del riojano, la política de derechos humanos, la renovación de la corte, la limpieza en la policía y el ejército, la renegociación de la deuda, el congelamiento de las tarifas, la vuelta atrás parcial con las AFJP, la continuidad con la matriz energética menemista, la construcción con todo los referentes del pasado, una política exterior de cara a América Latina, la distribución regresiva del ingreso, las denuncias de corrupción, Scioli y Macri (triunfando con casi el 62% de los votos en la Capital). Ambos con su discurso antipolítico y enarbolando la gestión como un hecho aséptico, son los candidatos jóvenes del establishment más promisorios. Cristina Kirchner, como posible primera mujer presidente electa.

Desiderio preguntó si el gobernador santacruceño, lobbista por la privatización de YPF, es el mismo que hoy desde el Estado le da preeminencia y recuperó el Correo, Aguas Argentinas, el espacio radioeléctrico, y si aquel joven empresario acusado de contrabandista y sobornador es lo nuevo en política.

Cuando la respuesta fue positiva, Desiderio sufrió una descompensación. Su hijo Donato, que estuvo presente en todos los encuentros, llamó desesperado al SAME.

VOLVIENDO AL COMA

La ambulancia tardó en llegar. En el hospital, se hicieron todos los esfuerzos. Los médicos agotaron los recursos. Los movileros rodearon el centro asistencial. Los partes médicos, escritos en el lenguaje técnico, dejan entrever un pálido optimismo. Para ellos Desiderio Gumersindo García es un misterio. Pero de una profundidad menor que para el Gume García, absorber en pocas semanas el mundo tal como ha quedado después de 24 años de ausencia.

Los médicos le han puesto discursos de Hugo Chávez, de Rafael Correa, de Evo Morales, algunos de Néstor Kirchner criticando a los medios y a las privatizadas. Donato y Hortensia no se separan de su lado y mantienen el grabador permanentemente encendido. Esperan de esa forma, que una inyección de optimismo, le devuelva las fuerzas para volver a la realidad.

Si vuelve o no del coma, nuevamente, dependerá entonces de cuanta voluntad ponga de asumir esta realidad, más promisoria, su conciencia. O su inconsciente.

17-07-2007