jueves, 3 de abril de 2008

Blanca Mesa Castillo, cubana, FMC Federación Mujeres Cubanas, Fidel Castro, revolución, Plataforma Accion de Beijing



15.9.0 Blanca Mesa (Cuba) a Miguel Lafuente (Argentina) Chaubloqueo.

“Los 40 años en la Federación de Mujeres Cubanas”. Los 40 años en la vida d una mujer significan su madurez psíquica, intelectual y biológica. Los 40 años d la Fed Muj Cuban significan tal vez mucho más. Alguien ha dicho y no sé si pueda evaluarse como una exageración, q la FMC es la organiz femenina, si no la más antigua, sí la más grande del mundo contemporáneo, por la millonaria integración femenina de sus filas. ¿Qué otra organiz d féminas existe a nivel mundial, q pueda exhibir no solamente un tan elevado nº de proselitas, sino también un tan abultado catálogo de conquistas, contribuciones y responsabilidades sociales y humanas cumplidas? El 23 d agosto d 1960 , fecha d su nacmto institucional, el Cmdte Fidel Castro q saludó con un discurso la iniciativa, llamaba a convertir la recién estrenada FMC en “una fuerza entusiasta, una fuerza numerosa, una fuerza grande y una fuerza decisiva para nuestra Revolución” Tal fue el impacto popular y la obra multifacética desplegada, q en aniversarios posteriores del hecho, nuestro máximo líder ha llegado a proclamar el carácter de “una revolución dentro de la revolución” al desempeño ejemplar en su ejercicio contínuo de la masiva organización de las mujeres cubanas. Nacida hace 40 años como parte indispensable de la unión popular pa la defensa de la Revolución en múltiples terrenos y en el ejercicio pleno de la democracia, la FMC ha dado en infinitas ocasiones prueba fehaciente de lo indispensable que ha resultado su constitución. El bregar ha sido consecuente e ininterrumpido, las tareas complejas y diversas. No son iguales actualmente las metas y objetivos tácticos a cumplir, aunque la estrategia central se mantiene idéntica: la lucha frontal por la Revolución en general y en particular, por el avance y desarrollo del papel de la mujer en la sociedad. Las cifras advierten que el 54 % de las federadas actuales tienen menos d 40 años, o sea, no habían nacido cuando el 23.8.1960 surgió la organizac. Ya estas nuevas federadas, no tienen como compromiso social y personal, marcharse a valles y montañas en la noble encomienda de la alfabetización general del país, o como prueba de choque, romper los tabúes fliares y matrimoniales q les prohibían trabajar en la calle, para ganar su independencia individual y económica. Esta nueva federada no tiene ya las viejas expectativas de las fundadoras, puesto que el marco de sus posibilidades y proyecciones se ha ampliado. Existen lineamientos y estilos d trabajo nuevos, porque dialecticamente hemos arribado a una realidad diferente y el marco social en que se mueven las mujeres cubanas es quizás uno de los más amplios y progresistas de la tierra. Otros principios y valores permanecen pero también adecuándose a los tiempos, a la transformación cualitativa de los conceptos. La llamada lucha por la igualdad, por ejemplo, ha estado y estará presente siempre en el ideario y los planes de la FMC. Ya le llamamos igualdad d géneros, gestión por la incorporación d la mujer al trabajo ó si se quiere, participación en el esfuerzo total del país en el crecimiento de los empleos tanto en cantidad, como en calidad, pa hombres y pa mujeres, sobre todo de las generaciones + jóvenes. Las nuevas metas abarcan ahora la elevación del grado de instrucción, el mancomunamiento con otras fuerzas comunitarias en el programa de “masificación de la cultura” el esfuerzo por contribuir al “apoderamiento de la mujer” o sea el logro de acceder a cargos de dirección por mayor número d féminas, o si se quiere, al acceso al nivel de las tomas de decisiones. La balanza se inclina a favor de los hombres en los cargos de dirección. No obstante, ni lentas ni perezosas, las profesionales y técnicas cubanas superan en número a sus colegas varones. La FMC rebasa hoy los 3 millones y medio d afiliadas, por eso, como recalcara el 2º Sctrio d Comité Ctral d Partido Gral d Ejército Raúl Castro y como se sabe cónyuge d Vilma Espín, Presidenta d la FMC, el acceso d la mujer a la dirección “no puede dejarse a la libre espontaneidad”. Existe la voluntad política en cuadros y gobernantes d país en reducir esas diferencias y auspiciar ese encumbramiento, cuestión que en los simples hogares cubanos es ya realidad muy ostensible y evidente. Las escaseces y dificultades del “período especial” q atraviesa la Revolución Cubana, ha determinado el protagonismo fliar y social d la mujer cubana. Existen condiciones para incrementar la presencia femenina en puestos clave y para ello se cuenta además con la preparación política y profesional, la capacidad organizativa, la inteligencia y el espíritu de sacrificio de un número c/vez mayor de compañeras. Cuba, con el 32,3 % es la nación tal vez con mayor índice de mujeres dirigentes, un porcentaje superior a la meta trazada x la comunidad internacional al aprobar la Plataforma de Acción de Beijing. El asunto reside en la priorización y respaldo que a este aspecto concede nuestro Estado y Partido y al mismo tiempo, a las enormes reservas y potencialidades aún insuficientemente promovidas de la mujer cubana. Cuando se mira atrás y se recuerdan aquellos primeros años cuando la FMC auspició la apertura d guarderías pa los hijos d las trabajadoras, el ingreso a cursos d corte y costura ó la integración d otras mujeres al sistema d enseñanza, es más gratificante observar q hoy la inmensa mayoría d la fuerza altamente calificada en el país son mujeres ó la decisiva contribución q brindan al funcionamiento d Poder Popular, el meritorio quehacer d las delegaciones d cuadra (veredas) ó de los Bloques (circunscripción electoral) pa la labor d prevención y atención educativa con flias ó personas d conductas inapropiadas y la contribución q se brinda a los programas d salud comunitaria y otros múltiples problemas q se presentan en el ámbito d los barrios. Resulta obligado valorar la constancia y los desvelos mostrados por las mujeres, unidas y orientadas por su organización. En el terreno de las relaciones internacionales ha adquirido la FMC un status consultivo especial ante el Consejo Económico y Social d las Naciones Unidas en su condición de ONG (Organiz no gubernamental). La voz de la mujer cubana se ha escuchado múltiples veces en las tribunas tanto nacionales como internacionales, desmintiendo tergiversaciones y engaños, dando a conocer la verdad del proceso revolucionario cubano y defendiendo causas justas de la humanidad en este fin del milenio, signado por los graves problemas desencadenados por la globalización neoliberal. La Patria de José Martí y Fidel sigue adelante y entre los pelotones de vanguardia de ese movimiento revolucionario hacia el futuro la mujer cubana, abrazada a su FMC continúa siendo garantía de constituir un factor decisivo, con la fuerza, la ternura y la firmeza de hace 40 años.

BLANCA MERCEDES MESA CASTILLO.