jueves, 3 de abril de 2008

UNEAC Habana Graziella Pogolotti y José Martí, Marilyn Bobes Casa de las Américas, TV enemiga frívola, frontera entre esparcimiento y banalidad


La Habana, 1 abr (PL) La ensayista cubana Graziella Pogolotti se pronunció hoy por el rescate de la dimensión social del maestro y la ciudad como expresión de la cultura que transita por nuestra cotidianidad.

Al intervenir en la primera sesión del VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), centrada en el nexo entre Cultura y sociedad, señaló que el tema obliga a reflexionar desde lo que somos, desde la cultura.

Asumir un proyecto de país, dijo, entraña conciliar presente y futuro, construir el porvenir desde el presente y esto implica a todas las instancias de la sociedad, desde la familia hasta la ciudad que nos rodea.

Recordó que así lo hizo José Martí, quien en medio de sus luchas por la independencia, estaba configurando, mediante la estrategia militar y el consenso de todas las fuerzas, la república futura.

Vivir el presente es lo que recomienda el proyecto de vida inscrito en la globalización, acotó, pero hacer un proyecto de país implica ver a lo lejos y de cerca, diagnosticar los problemas más cercanos de la inmediatez.

Paralelamente, Pogolotti destacó la función del maestro como el pilar esencial del sistema de enseñanza, cuya influencia es decisiva en la formación de valores éticos y espirituales. Enseñar a pensar es lo más difícil, subrayó.

Los vinculos entre cultura y sociedad generaron un debate enriquecedor en el que afloró también la relación con los medios de difusión.

La poeta y narradora Marilyn Bobes, Premio Casa de las Américas, se refirió a la estrecha ligazón entre ambos.

Sobre todo "dijo- ante la creciente invasión de la llamada industria del entretenimiento saturada de expresiones audiovisuales difundidas indiscriminadamente a través de la televisión.

Aludió a las carencias de la televisión cubana, lastrada a menudo, desde su punto de vista, por un exceso de frivolidad y ráfagas de aburrimiento.

En su opinión, se impone una relación más estrecha de este medio con los sectores de la cultura y delimitar las fronteras entre auténtico esparcimiento y banalidad.

Debemos lograr una coherente articulación de la política cultural en los medios, que responda a los requerimientos del momento actual cuando se trata de imponer la globalización en el plano del pensamiento y las ideas, precisó.

El ensayista Alfredo Guevara, presidente del Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, llamó la atención sobre la necesidad de salvaguardar la esencia creativa de la enseñanza artística y librarla de interferencias.

Debemos rehuir la improvisación y tratar, como corresponde, al talento joven, alertó.

Por su parte, la escritora santiaguera Aida Bahr destacó la importancia de la estética en la formación del individuo.

El crítico Omar Valiño abogó por extender la densidad de la vida cultural capitalina a los más remotos barrios y poblados de la isla.

Debemos abogar por una politica que reconozca con mayor inteligencia al destinatario complejo, a veces achatado por la pintura externa que de él mismo se hace, afirmó.