El escuadrón de la muerte de Afganistán. (*) En una investigación exclusiva, Rolling Stone revela cómo soldados norteamericanos asesinaban a civiles afganos, los mutilaban y después se sacaban fotos con sus cadáveres mientras sus jefes los encubrían La mañana del 15 de enero, una unidad de la Quinta Brigada Stryker llegó a Mohammad Kalay, una pequeña aldea afgana perdida en medio de campos de amapolas. Sospechaban que sus habitantes apoyaban y alojaban a los rebeldes talibanes. Sin embargo, al acercarse se encontraron con un simple pueblito de campesinos que vivían sin electricidad ni agua corriente. Unos días antes, en el campamento, habían decidido que ya había llegado el momento de matar un ají: un civil afgano. Y esa mañana, al acercarse un poco más al pueblo, vieron a un joven campesino trabajando en una plantación, solo, sin testigos alrededor. El cabo primero Jeremy Morlock y el cabo Andrew Colmes se acercaron, le ordenaron que se quedara donde estaba y lo fusilaron a sangre fría. Después, para festejar, se sacaron fotos junto al cadáver ensangrentado y semidesnudo, sosteniendo la cabeza del chico del pelo. El joven afgano se llamaba Gul Mudin y tenía 15 años. El cabo primero Morlock tenía 21 y el cabo Holmes 19. Y ese acaba de ser el primer asesinato de un civil de la Compañía Bravo. En "The Kill Team", una investigación exclusiva de la edición americana de Rolling Stone, el periodista Mark Boal (autor del guión de la película ganadora del Oscar The Hurt Locker,sobre un escuadrón especializado en desarmar bombas en Irak) relata en profundidad cómo el ejército estadounidense y el Pentágono cubrieron estos hechos en vez de investigarlos y condenar a los soldados responsables, en una actitud que terminó estimulando a la tropa para seguir haciéndolo. De hecho, la Compañía Bravo empezó a hablar abiertamente de estos asesinatos orquestados con soldados de otras tropas y las fotos de los cadáveres empezaron a circular entre toda la tropa. Un escándalo parecido había estallado en 2003 cuando salieron a la luz las fotos sacadas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, en las que se veían a soldados estadounidense torturando y abusando de los presos, sólo que esta vez eran cadáveres y ellos acababan de matarlos. Cuando fue detenido por un tribunal militar, acusado de asesinato, el cabo primero Jeremy Morlock relató cómo se comportaban sus jefes frente al comportamiento de su unidad. "Si te mandás alguna cagada, el sargento de tu pelotón te palmea la espalda y te dice: 'Buen trabajo. Que se vayan a la mierda'".+ (PE/LN) (*) Nota editada en el diario argentino La Nación, en Noticias Actualizadas de la tarde del 30 de marzo de 2010. La acompañaba una leyenda, en rojo, que decía "Las fotos censuradas: el registro de los crímenes de guerra en imágenes que el Pentágono no quiere que veas" Tickleando en ese lugar se daba acceso a una serie de fotos que mostraban "a soldados estadounidense torturando y abusando de los presos, sólo que esta vez eran cadáveres y ellos acababan de matarlos" según se cita en el texto publicado. 110331 Agencia de Noticias Prensa Ecuménica 54 291 4526309. Belgrano 367. Cel. 2914191623 Bahía Blanca. Argentina. www.ecupres.com.ar asicardi@ecupres.com.ar |