jueves, 2 de junio de 2011

SIP Libertad de expresión y victimización empresarial. Daniel Dussex

 

Libertad de expresión y victimización empresarial.

Por Daniel Dussex. (*)

Santa Fe.

La libertad de prensa en nuestro país tomó relieve en las últimas semanas por la visita de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que expresó su "profunda preocupación por el estado de la libertad de expresión" en la Argentina.

 

Esta presencia internacional tuvo amplia difusión en los grandes medios y trató de construir un relato inverso al proceso de democratización comunicacional local a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la derogación de la figura jurídica de delito de calumnia e injurias para los periodistas.

 

Libertad de prensa ¿o de empresa?

La visita de los representantes de la SIP en nuestro país y su pronunciamiento público acerca de las políticas oficiales en relación a la comunicación, no hace más que volver a actualizar un viejo dilema que se expresa en un juego de palabras: libertad de prensa o de empresa.

 

Cualquier estudiante de periodismo lo sabe, si termina sus estudios, con talento y mucha suerte podrá ejercer su profesión en un medio de comunicación, que en primer lugar es una empresa comercial y como tal cumple los códigos de todo negocio: nunca actuará contra sus propios intereses y tampoco dejará que ninguno de sus empleados lo haga. De allí la singularidad del trabajo de todo comunicador, que debe hacer un constante equilibrio para desarrollar su libertad de expresión en medio de intereses comerciales que no siempre contribuyen al ejercicio de esa libertad.

 

Fue este concepto de "empresa privada" la que predominó en la antigua ley Nº 22.285, que reguló la actividad de los medios de radiodifusión durante décadas, la comunicación ejercida como una actividad con fines de lucro. La figura de las asociaciones y entidades sin fines de lucro como titulares de medios recién fue contemplada a partir de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales.

 

Para tener una idea más concreta del negocio que representan los medios de comunicación, el principal multimedio del país informó una ganancia de 533, 7 millones de pesos durante 2010. Esto equivale a una ganancia de 1015 pesos cada sesenta segundos y una ubicación privilegiada en las primeras posiciones del ranking anual de las empresas que más ganan en Argentina, según la revista Mercado.

 

El medio también es el mensaje.

Pero, los medios de comunicación masiva no sólo hacen sus negocios, también son formadores de opinión, del famoso "sentido común". Por eso, cuando una sociedad está a merced de grupos hegemónicos (264 medios pertenecen al principal grupo), también ve cercenada su libertad a informarse, escuchando diversidad de voces y puntos de vista que contribuyan a elaborar un pensamiento crítico de la realidad.

 

Esto es evidente en la difusión de noticias que tienen su eje en temas de inseguridad. Alguien que sólo mirará la realidad a través de lo que muestra y repite una y otra vez la televisión, sentiría terror de salir a la calle y, de hacerlo, miraría con mucha desconfianza a cualquier adolescente pobre que se le cruzara en el camino.

La demonización que hacen los medios con los hechos de violencia protagonizados por menores no se condice con la realidad, ya que sólo es el 6 por ciento del total de los delitos, y de ese total, el 2 por ciento son los que llegan a situaciones de muerte.

 

El propio ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Eugenio Zaffaroni, se refirió a ello cuando mencionó que los medios son constructores de la realidad "Es como que estamos viviendo un mundo virtual, no un mundo real…" Otra miembro de la Corte, Carmen Argibay, también se había pronunciado en este sentido cuando mencionó que la inseguridad "está exagerada e inflada por los medios de comunicación".

 

Como bien lo describe en uno de sus libros el sociólogo Pierre Bourdieu: "…la televisión tiene otras formas de ocultar información, una de ellas es ocultar mostrando, mostrando algo distinto a lo que se pretende informar o de manera que la información quede inadvertida. La televisión busca lo sensacionalista, la dramatización de los sucesos, los periodistas hacen un uso subjetivo de la información que obtienen y la interpretan según les convenga."

 

De la inseguridad a la censura.

Hace ya tiempo que la teoría de la agenda setting viene señalando la influencia de los mass media para plantear cuáles son los temas que tienen que tener existencia mediática y cuales no. Los temas sobre los que la gente va a hablar.

 

Así como en un momento fue la inseguridad, ahora es la censura a las "voces independientes", la presión sobre la "prensa libre". Éste tema fue instalado de manera progresiva a medida que avanzaba el tratamiento de la nueva ley de medios en el Congreso. Ahora, en la etapa de su aplicación el relato es de victimización, cuando en realidad atentar contra la libertad de prensa es sostener la existencia de un modelo de comunicación que no distribuya la palabra.

 

Por eso no es casual que tuviera amplia difusión la visita de la SIP en la agenda de los grandes medios, una agenda diseñada por cuatro grupos que manejan el 83% de la comunicación en el país.

 

Tampoco fue ingenua la construcción de la información que elevó a la SIP casi a la categoría de organismo defensor de la libertad de prensa, cuando en realidad es una corporación que reúne a los dueños de las principales empresas periodísticas de América Latina y su principal interés es defender el capital económico invertido en el negocio de medios.

 

Hubo en la historia reciente de nuestro país, cuando los ciudadanos fuimos rehenes de la dictadura cívico-militar, una situación real de censura, prohibiciones e inseguridad para la vida de los ciudadanos, sin embargo no mereció ninguna línea periodística en las crónicas informativas de estos medios que hoy pretenden erigirse como defensores de la libertad. En esos tiempos de botas y armas largas, también hubo verdaderos héroes que se atrevieron a cruzar el cerco de silenciamiento impuesto, aunque tuvieran que pagarlo con su vida. Ciento veintiocho periodistas asesinados en ese período dan cuenta de ello.+ (PE/EEE)

 

(*) Daniel Dussex, periodista y productor de programas de radio y televisión en la ciudad de Santa Fe, es miembro de la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Miembro de la Iglesia Metodista en Santa Fe e integrante del Comité Nacional de Comunicaciones de la Iglesia Metodista.

 

Sigla. EEE, corresponde a  El Estandarte Evangélico, publicación oficial de la Iglesia Metodista en Argentina donde fue publicado el artículo de Daniel Dussex.

 

PreNot 9529  

110602

 

Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
54  291 4526309. Belgrano 367.
Cel. 2914191623
Bahía Blanca. Argentina.
www.ecupres.com.ar
asicardi@ecupres.com.ar